sábado, 2 de septiembre de 2017

La mala educación

Cuando era pequeño siempre me dijeron que comportarse educadamente cuesta bien poco. No se si los padres actuales se lo siguen enseñando a sus hijos, si practican con el ejemplo y si ellos les hacen caso. Lo que si veo cada día es tal serie de atropellos al “respeto a los demás” que empiezo a echar de menos aquellas clases de urbanidad que los jovencitos del siglo pasado aborrecíamos cuando las recibíamos: desde criaturas gritonas que exigen lo que consideran suyo con un despotismo alarmante, a conductores que, con tal de ganar cinco metros, serían capaces de llevarse por delante a una anciana empujando un carrito de bebé. 
Hay muchos ejemplos de mala educación que vivimos a diario y que asumimos como naturales. Tal vez sean naturales, pero ¿son deseables para fomentar el respeto interpersonal?
- ¿Es mejor “pedir las cosas por favor” o gritar “¡quiero xxxx!”?.
- ¿Es mejor “dar las gracias tras recibir algo” o no decir nada como si fuera lo más natural?.
- ¿Es mejor responder a un “saludo” con otro "Hola" o "Buenos días"o pasar del otro?
- ¿Es normal que te empujen y ni siquiera se disculpen?.
- ¿Es normal no aguantar la puerta del ascensor/portal/comercio cuando va a entrar una persona con movilidad reducida?.
- ¿Es deseable que en un paso de peatones no pare nadie, ni coches ni peatones?.
- ¿Es admisible que se salgan con la suya los que tienen menos responsabilidad?
- ¿Es admisible entrar y salir mientras se proyecta la película o hablar en voz alta dificultando seguir los diálogos? 
Seguro que conocen a algún “nomofóbico” que no se separa del móvil ni para ir al baño. ¿Se han fijado que estas personas interrumpen con asiduidad las citas con familiares o amigos para contestar a una llamada telefónica, independientemente de que sea importante o no? ¿Lo consideran un signo de mala educación?
Cada vez más gente camina por la calle mirando el móvil, leyendo o contestando WhatsApp. Por supuesto no piensan en si molestan a los demás y caminan absortos en lo suyo,  esperando que los transeúntes que van en dirección contraria se apartarán antes de chocar con ellos. 
¿Se han fijado en el volumen cada vez más alto de las melodías de llamada y el elevado tono de voz empleado durante las conversaciones telefónicas en público?.
Las numerosas aplicaciones de los smartphones con conexión a internet distraen de la actividad que se está haciendo e impide interactuar con los demás. Estar jugueteando con el móvil se convierte en un desprecio y una falta de respeto hacia la persona que nos atiende cuando se está pagando en una tienda; o cuando un camarero nos atiende y se hace caso omiso de lo que nos explica. No digamos si esto se hace durante un encuentro familiar, dificultando o impidiendo cualquier tipo de diálogo.
Probablemente nadie se reconoce personalmente haciendo estas cosas, pero seguro que nos ha pasado más de una vez y nos ha sentado mal cuando alguien nos ha tratado así.
¿Se os ocurren más ejemplos de “mala educación” o sois de los que pensáis que esto de la buena educación, la urbanidad y el protocolo es algo totalmente pasado de moda?