jueves, 19 de enero de 2017

Foro Económico Mundial en Davos 2017 (WEF)

La comuna suiza de Davos reposa sobre los Alpes y puede presumir de ser la ciudad más elevada del país, a 1560 metros sobre el nivel del mar. Es una famosa estación de esquí y durante el siglo XIX acogió a muchos enfermos de tuberculosis en sus sanatorios. Thomas Mann basó aquí su obra maestra ‘La Montaña Mágica’, publicada en 1924 y Albert Einstein acudió a esta localidad con motivo de una cumbre filosófica para dar conferencias. Desde el día 17 hasta mañana se celebra en esta localidad el Foro Económico Mundial (WEF).
El lema que conduce esta edición es: "Liderazgo responsable y receptivo" (Responsive and Responsible Leadership). Un tema escogido en una época en la que se está quedando atrás la habilidad de los gobiernos para enfrentarse a la tecnología y recordando que en “Silicon Valley, todo lo que no está prohibido, está permitido, mientras que en Europa, todo lo que no está explícitamente permitido está prohibido.
Hoy en día el liderazgo no puede basarse sólo en privilegios, sino en esfuerzos sostenidos y sinceros para ganar confianza, un respaldo que sólo se puede obtener al servir a la sociedad de una manera que trascienda los intereses personales. 
Los temas centrales que se van a abordar son:, revitalizar el crecimiento económico, reformar el capitalismo y prepararse para la cuarta revolución industrial.
Hay cuatro objetivos para responder a las principales preocupaciones de la sociedad:
1.- Fortalecer y revitalizar el crecimiento económico. 
2.- Reformar el capitalismo haciendo más inclusivos los sistemas basados en el mercado. 
3.- Dominar la cuarta Revolución Industrial que tiene el potencial de aumentar los ingresos globales, mejorar la calidad de vida en el mundo, pero también aumentar la desigualdad por la importancia creciente del capital inversor, dueño de los robots que reducirán la importancia y necesidad de la fuerza de trabajo humana. 
4.- Rediseñar la cooperación internacional. Pensemos que los grandes fraudes actuales se traman y se practican en la red y por ello en ciberseguridad es necesario un esfuerzo global y coordinado.
Con los avances tecnológicos como: Cloud computing, big data, blockchain, inteligencia artificial, internet de las cosas, la impresión 3D, la ingeniería genética,etc., se podrá llegar a ser más innovador y productivo; y a medio y largo plazo esta revolución puede acabar teniendo un efecto muy positivo sobre el bienestar de las personas (pueden aumentar las horas disponibles de ocio lo que, a su vez, tendrá un gran impacto indirecto en la estructura productiva mundial). Saber cómo y a lo largo de cuánto tiempo se producirá este ajuste, dependerá en parte de las políticas que se instrumenten. Aplicar las medidas adecuadas, permitirá paliar los impactos de la fase de transición en muchas personas, industrias y países. Que la sociedad en su conjunto salga beneficiada y que todos los países y todos los estratos sociales participen de sus ventajas será un gran reto que dependerá de las políticas que instrumenten los gobiernos. Las empresas, los gobiernos y otras organizaciones necesitan adaptarse coordinadamente para capacitar a los empleados del mañana y se deben crear redes de seguridad para aquellos que se van quedando atrás, procurando que sean los mínimos posibles.
La tecnología puede facilitar que se acorten las brechas de manera acelerada apoyando la innovación y fomentando el desarrollo tecnológico en energía solar, generando investigación y desarrollo en materia de alimentos saludables, creando capacidades para nuevas industrias inteligentes, etc.
A partir de la tecnología, cada vez más personas tienen mayor conectividad y por tanto más acceso a más y mejor información (que la utilicen adecuadamente depende de su educación), a nuevos servicios financieros, a mejores servicios de salud, a sistemas de transporte más rápidos y baratos, etc.
Tres mil personalidades de influencia mundial asistirán al WEF: Jefes de estado, banqueros, consejeros delegados, magnates tecnológicos, artistas, gurús de autoayuda, celebridades, modelos y hasta algún que otro arzobispo enganchado a las nuevas tendencias mundiales.
El presidente de China Xi Jinping inauguró el evento. Se estrenará el nuevo Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres. Asistirá el presidente de Colombia Juan Manuel Santos, recientemente galardonado con el Premio Nobel de la Paz. La primera ministra británica Theresa May hablará del proceso del ‘Brexit’ y el vicepresidente saliente estadounidense Joe Biden llega en plena transición de poder entre Obama y Trump. La directora del Fondo Monetario Internacional Christine Lagarde medirá el pulso de la economía mundial en un total de tres paneles. Entre los 1200 directivos de empresa que debatirán, están fundador de Alibaba Jack Ma, la número 2 de Facebook Sheryl Sandberg y el cofundador de Microsoft Bill Gates. La delegación española estará conformada por Ana Botín (presidenta del Banco Santander), Francisco González (presidente BBVA), Josu Jon Imaz (consejero delegado de Repsol), Jose María Álvarez Pallete (presidente ejecutivo de Telefónica), Ignacio Sánchez Galán (presidente de Iberdrola), primeros ejecutivos de Ferrovial, Rafael del Pino; Acciona, José Manuel Entrecanales; Prisa, Juan Luis Cebrián; Iberostar, Gloria Fluxá; Amadeus, Luis Maroto; Grupo Villar Mir, Javier López Madrid; el presidente ejecutivo de Inditex, Pablo Isla, el consejero delegado de Abertis, Francisco Reynés; junto al representante de España, el Ministro de Economía, Luis de Guindos.
Se celebrarán 400 reuniones bilaterales y habrá que estar atentos a las conclusiones.
©JuanJAS