jueves, 28 de julio de 2016

Realidad aumentada es mucho más que Pokemon Go

La mayoría de la gente ha conocido el término “realidad aumentada” con el éxito del juego PokemonGo. Gracias a lo bien que han caído a tanta gente los pequeños monstruitos diseñados por Nintendo se ha convertido en un entretenimiento de alcance internacional.
Mucha gente encuentran el juego divertido, aunque no es el primero de este tipo. La empresa, Niantic Labs, en 2012 puso en funcionamiento INGRESS con una estructura de juego muy similar, que requiere también la interacción directa con objetos virtuales, ubicados en el mundo real.
Algunos pensamos que ya era hora que se inventara un “juego de pantalla” que ermitiera incrementar la actividad física de las personas que juegan. Si bien es cierto que al juego se puede acceder sin moverse del sofá de casa, si el jugador quiere avanzar, es condición obligatoria que recorra las calles y parques de su localidad. Los jugadores, conocidos como "entrenadores", tienen que caminar arriba y abajo para encontrar y capturar Pokémons. Además, los jugadores deben acceder a lugares concretos llamados Pokeparadas donde pueden recoger objetos que les ayudarán a avanzar en el juego. Unos de los objetos que los "entrenadores" pueden recoger son los huevos pokémon, que sólo eclosinarán después de haber recorrido una serie de kilómetros. Pueden ser 2, 5 o 10 km en función de cada huevo.
En estas circunstancias parece claro que si alguien quiere evolucionar en el juego no tiene más remedio que salir de casa para ir alcanzando las metas que el juego va marcando. Es razonable pensar que jugar a “cazar Pokemons” nos hará incrementar nuestro consumo calórico. Por ejemplo, para llegar al nivel 12 es necesario recorrer 24,3 km en total: unos 35.000 pasos. Las calorías consumidas depende si los pasos se dan a un ritmo rápido o lento pero no se puede negar que contribuye a fomentar unos hábitos y estilos de vida saludables.
El que no se canse de andar en busca de monstruitos a los pocos días y quede enganchado al juego, también puede sufrir accidentes y m´s aún si se multiplica el número de “entrenadores” y estos llegan a ir en bici, segway o cualquier artilugio motorizado. Me imagino a algún jugador jugando al PokemosGo mientras sale a pasear al perro con correa larga.
Los accidentes más comunes que podrán producirse, si no se presta mucha atención al entorno, serán las caídas, los tropiezos, los choques contra mobiliario urbano, contra otras personas, etc.. 
Por el momento, el juego no es especialmente violento y los enfrentamientos que existen en los llamados gimnasios, no son ni mucho menos su hilo conductor, aunque la compañía ha anunciado que en los próximos meses actualizará la aplicación permitiendo combates entre usuarios. ¿Riesgos? Los desconozco, pero para empezar, pasar varias horas con la cabeza baja mirando la pantalla mientras caminamos no parece muy recomendable para las cervicales. 
Con ánimo de ser muy positivos, el PokemonGo puede ayudar a:
· Fomentar la curiosidad y el conocimiento sobre lo que nos rodea, permitiendo que los enganchados a la pantallita de su smartphone descubran equipamientos culturales, obras de arte, edificios emblemáticos, etc.
· Amplíar el conocimiento sobre los parques y jardines disponibles en las diferentes localidades ya que en estos espacios donde está la concentración más grandes de Pokémons.
· Permitir la interacción social en primera persona.
· Incrementar la sensación de pertenencia a un grupo, ya que permite formar equipos para lograr objetivos comunes.
· Puede disminuir la tensión tecnológica entre generaciones. Aglutinándolas para hacer uso todos juntos. Tal vez llegue a tener un efecto similar al que produjo WhatsApp. 
Un fenómeno como este podría llegar a influir en los hábitos de ocio de muchas personas y en consecuencia repercutir en la salud de éstas. En un horizonte lejano, como es habitual en la promoción de la salud, este juego podría favorecer incluso una reducción en la incidencia de patologías metabólicas y por tanto representar un ahorro a largo plazo. Pero siempre que hablamos a tan largo plazo hay que hacerlo con prudencia y gran parte del éxito no dependerá de ningún organismo oficial ni de ningún gobierno sino de la habilidad de la empresa Niantic Labs para mantener andando a todos sus entrenadores Pokémon.
Hay otros juegos, incluso mejores que PokemonGo, como “Ingress”, pero me parece que un uso verdaderamente relevante de la “realidad aumentada” –más allá de un ámbito lúdico– se dará en un modo de consumo que no exija que sostengamos un smartphone o una tablet delante de nuestros ojos. 
Los médicos del futuro entrenar con hologramas
Supongo que los verdaderos casos de éxito en su uso llegarán cuando se desvincule total o parcialmente del smartphone, mediante wearables del tipo de Microsoft HoloLens, de unas Google Glass que aguardan un necesario rediseño (truncado posiblemente por la salida de Google del responsable del proyecto, Tony Fadell) o de proyectos similares. 
Los desarrollos en realidad virtual pueden suponer una mejora de las que se apliquen en realidad aumentada:
- En el coche con pantallas en el salpicadero con indicaciones indicaciones del camino a seguir con ordenes de voz, plazas de parking libres en las proximidades para reservarlas, gasolineras cercanas, donde comer, etc.
- En senderismo, aparte del guía digital que nos indique el mejor camino, algo que nos explique que son los árboles o las flores que vemos y que nos informe de cosas curiosas a izquierda y derecha de nuestra ruta que merezca ver, así como lugares para repostar agua y lugares en ruta donde comer o beber, etc.
- En ciudad indicando a donde vamos, la mejor combinación en transportes públicos, donde está la parada y el tiempo-coste estimado, lo mismo para taxi, cosas curiosas que ver en las proximidades, museos, edificios, sitios históricos, pisos en venta/alquiler próximos que cumplen ciertas especificaciones y si estamos en un parque o en una plaza, proyecte en el suelo el plano a escala real para que podamos recorrerlo internamente, ver las vistas de sus ventanas y cosas por el estilo, si queremos que nos conecte con el vendedor, etc. Que nos conduzca a la tienda especializada, más próxima cuando le indiquemos: “alquiler de disfraces”, restaurantes, farmacias, zapateros remendones, vinotecas, ópticas, venta de bicicletas, veterinario,… todo ese tipo de establecimientos de uso poco habitual que desconocemos donde están y más cuando estamos fuera de nuestra ciudad o nuestro barrio. ¿Donde hacen fotocopias?. ¿Donde hay un cajero automático?, etc.
La verdad es que el 80% de las cosas se puede hacer con App geolocalizadas, no son realmente realidad aumentada. Hay una cosa para mejorar, una “App Universal” que valga para entrar en un índice de todas las App y poder entrar en las gratuitas y pagando (DE FORMA SENCILLA) al resto, sin que las tengas que descargar a tu aparato, en la nube.
¿Se os ocurren otras utilidades realmente practicas a vosotros? 
©JuanJAS