viernes, 11 de marzo de 2016

Perdidos en el laberinto

España sigue sin gobierno y ya han pasado casi dos meses desde las elecciones. El panorama cada vez está más enconado y parece que nos abocamos hacia otros comicios, sobre todo a tenor del programa que ha presentado “Podemos” este lunes a su cada vez menos posible socio, el PSOE. Dejando de lado las cuestiones territoriales y puramente políticas, es hora de centrarse en las económicas, esas que deben marcar la diferencia entre un gobierno de cambio y otro continuista.
Antes de proseguir un inciso:
· El ahorro en costes laborales que se obtendría si se robotizasen el 25% de las tareas susceptibles de ser robotizadas en el escenario del 2025.
· La eliminación de puestos de trabajo que la robotización supondría, considerando un supuesto agresivo y otro conservador.
Corea se lleva la palma, con diferencia, y delimita una senda a seguir. En el 2025, en Corea, robotizando sólo el 25% de aquellas tareas susceptibles de ser robotizadas, se obtendría un ahorro de costes laborales del 33% y entre el 21% y el 47% de los puestos de trabajo desaparecerían.
En el otro extremo está México, donde el ahorro en costes laborales sería sólo del 3% y desaparecerían entre el 1% y el 7% de los puestos de trabajo.
España, ya ven: se halla en la cola y mal, porque se destruyen muchos puestos de trabajo (entre el 4% y el 19% ) y encima se ahorraría sólo un 6% de costes laborales. (La media de ahorro en los países contemplados es del 16%).
La cosa está clara. La robotización ahorra costes, pero destruye puestos de trabajo. Incrementar la productividad es imprescindible para reducir el consumo de commodities, pero el resultado es la rebaja en la demanda de trabajo. Para aumentar la productividad hay que robotizar, lo que genera y aumenta el desempleo estructural. La tecnología crea empleo cualificado pero escaso, y destruye diez o más veces empleo de baja cualificación del que crea. 
En este probable escenario, España tiene dos problemas: 
1) La escasa necesidad de robotización porque la estructura de su PIB no lo justifica, y 
2) A pesar de ello, no es capaz de reducir el desempleo de su población activa. El peor de los dos escenarios posibles.
Todos los aspirantes a gobernar que prometen incrementar los puestos de trabajo, hace falta que nos expliquen muy bien, como piensan hacerlo, en que campo lo harán, de que tipo serán, que probabilidad hay de que se mantengan a medio plazo, etc. Recordemos que otro plan Z es mendrugos para hoy y mucha hambre para mañana.

El partido liderado por Pablo Iglesias propone aumentar el gasto público en 96.000 millones de euros hasta el año 2019. El nombre de las coaliciones son , "Podemos", "En común Podem", etc. No lo dudo, pero las primeras preguntas que nos deben contestar son ¿De donde saldrá este dinero? ¿En que piensan usarlo y con que objetivo a corto y también medio plazo?
Proponen una reforma fiscal que piensan lograría recaudar 40.000 millones para las arcas públicas. También dicen que el peso fundamental de las medidas de impuestos recaerá sobre las rentas más acomodadas y sobre los sectores de población de mayor patrimonio. La mayoría respiramos aliviados y algunos sienten un cierto regocijo si se concreta un “castigo” a los ricos. También esperamos un castigo a los defraudadores y que la lucha contra el fraude, se incremente en cuantía y en eficacia, y contribuya a mejorar la recaudación para llegar a incrementar el dinero disponible y poder conseguir esos 96000 millones adicionales.
Sobre este último aspecto propone aprobar un paquete de medidas contra los paraísos fiscales –con el objetivo de conocer a los titulares de las cuentas en estos lugares, sobre todo si son multinacionales- o eliminar “pantallas tributarias”, revisando la fiscalidad de las famosas SICAV, las ETVE o las sociedades de capital riesgo.
El grueso de su reforma fiscal está enfocada a la parte impositiva, donde propone cambiar el sistema tributario español de arriba abajo ¿?.
Proponne un “Impuesto al lujo” que pretende penalizar vía impuestos a los que más tienen:
Subir el tipo del IRPF desde el 45% actual al 55% a los que ganan más de 60.000 euros al año, sumando las rentas del trabajo y del ahorro. (Machacar más a los que cobran nóminas)
Subir el Impuesto de Sociedades al 30% desde el 7% actual, imponiendo un tipo mínimo del 25% a las grandes empresas. (Las pocas empresas que quedan ya están alquilando inmuebles en Irlanda, como Grifols)
Recuperar los impuestos sobre la riqueza, donaciones y sucesiones y modificar el mínimo exento del Impuesto sobre el Patrimonio. (¿Lo igualará para que todos los herederos paguen lo mismo en todas las CCAA?)
Un IVA super-reducido para la mayor parte de alimentos y bebidas no alcohólicas, aplicar un 10% a todos los suministros básicos –gas, electricidad, etc.-. y gravar con el 25% de IVA los “artículos de lujo”. ¿Qué entiende Podemos por “artículos de lujo”? ¿Un viaje al Caribe? ¿Un Ferrari? ¿Un vestido de marca? ¿Un perfume? ¿Unos pantalones? ¿Todo lo que no sean alimentos ni suministros básicos ni productos culturales?. La lista es larga. Propuesta no cuantificable si no se definen los conceptos de lujo y de rico para saber como le afecta a cada votante. En algunos países, rico es el que puede comprarse un rollo de papel higiénico o unos zapatos al año. 
Parece mentira que a esas alturas todavía no se entienda que aumentar los impuestos solo es viable a medio plazo si hay una correspondencia bidireccional. Un "rico" puede llegar a pagar más impuestos si el estado garantiza la seguridad jurídica, hay estabilidad social y no son usados como chivos expiatorios por la inutilidad e ineptitud de la clase política. Si alguien pretende considerar a los “ricos” culpables de todo, estos seguirán eludiendo el pago de los impuestos, se cubrirán con un manto de invisibilidad o directamente desaparecerán. En este caso a esos políticos bienintencionados no les quedará otra que buscar otro chivo pagano. Como siempre, volverán a considerar "nuevos ricos” a los que una vez pensaron que eran clase media. Al final, rico no será el que tenga un BMW –estos solo podrán usarlos los miembros del partido como coches "oficiales"– sino un Dacia de 10000€ con las ruedas nuevas.
El proceso de inferir es como todo: subjetivo. Se infiere lo que se quiere inferir, el resto se rellena con excusas de lo más variopinto. Hagamos un sencillo ejercicio:
Si se considera que el sueldo publico se debe limitar a 3 veces el salario mínimo y que es rico quien cobra más 60.000€ –aproximadamente 3 veces el salario medio de los españoles– es lícito considerar que todo aquello que se venda por encima de 3 veces del valor más popular debe considerarse como “lujo”:
  • Vino a granel o envasado popular 1 €, --> vino de lujo, a partir de 3€
  • Reloj Casio o similar a 15€ --> reloj de lujo a partir de 45€
  • Naranjas a 0,60€ --> naranja de lujo a partir de 1,8€
  • Pasta dientes 0,50 --> pasta dientes lujo a partir de 1,5€
  • Agua mineral 0,25€ --> agua mineral lujo a partir de 0,75€
Y por supuesto “todas” las consumiciones en bares y restaurantes serian consideradas como “artículos de híper-lujo” puesto que son superfluas, improductivas y además cuestan mucho más de tres veces el precio base del producto: ¿es necesario pagar por una caña lo mismo que vale un litro de cerveza que puede tomar en tu casa? o ¿pagar mucho más de tres veces el valor de una comida de mediodía que puedes llevar en tu tartera?
Habrá que revisar como se aplica el IVA a todos los productos y si se considera que son productos o servicios de “lujo” como los Servicios funerarios (deben serlo porqué pagan un 21%) o no deben serlo como los espectáculos deportivos que pagan un 10%. ¿Les parece lógico o incongruente?. Necesito que me lo expliquen.
Hace años obtuve dos títulos universitarios, posteriormente realicé algunos estudios de postgrado, siempre he continuado leyendo con espíritu crítico, razonando y aún así, estoy hecho un lío. ¡Algo falla!
De los comentarios publicados en muchos foros y de los distintos programas económicos de partidos autodenominados “progresistas” parece deducirse que los ''ricos y acaudalados'' son los responsables últimos de todos nuestros males. No me consta que a nadie le hayan obligado a votar a un partido u otro desde hace decenas de años. Se supone que el funcionamiento económico de un país democrático se rige por un sistema de leyes creadas por una serie de políticos elegidos por el pueblo. Si los políticos elegidos han cumplido sus programas (¿los hemos leído antes de votar? ¿Hemos comprobado su cumplimiento?), no tenemos ningún derecho a protestar. Si no los han cumplido, ¿No sería más razonable culpar a estos individuos? Si luego decimos que todos son iguales y que terminan haciendo lo mismo, ¿no está el problema en el hecho de que tengamos un sistema de gobierno que le da demasiado poder a nuestros ''representantes'' y nos deja muy poca capacidad de elección directa y personal a nosotros, los ciudadanos? Entonces, en que quedamos: ¿más poder público o privado?
Los simpatizantes de los “partidos progresistas”:
  • Quieren una “banca pública” porque piensan que será mejor que la privada. ¿Nadie se acuerda del reciente fiasco de las “Cajas de ahorro españolas”?. ¿Nadie se acuerda que tenían consejos de administración compuestos por políticos representantes gubernamentales y locales?. ¿Nadie se acuerda que eligieron para sus consejos a personas incompetentes en materia económica, cuyas decisiones –muchas veces fueron tomadas con una falta notable de decencia– no respondían a los intereses de sus inversores, sino a intereses “sociales o políticos”, lo cual facilitaba operaciones y ofertas de productos de dudosa calidad financiera?. Resultado: quebraron prácticamente todas. Quiebras que pagamos todos los contribuyentes españoles.
  • Les horroriza privatizar la gestión de cualquier servicio público, firmar conciertos económicos o subvencionar servicios públicos como servicios relacionados con la educación o la sanidad. En cambio, todo lo relacionado con los “servicios sociales”, los tienen totalmente privatizados o al menos externalizados en forma de multitud de ONG’s y todo tipo de asociaciones subvencionadas con fondos de los contribuyentes a los presupuestos del Estado. Se puede aducir que si estos servicios se nacionalizaran y se dejara de aportar subvenciones aumentaría el número de parados. Otros piensan que más vale pagar el “desempleo” dos años, que mantener unos empleos que podrían ser más eficientes de por vida, bajo el paraguas del Estado.

En España el tejido empresarial español está formado principalmente por microempresas (bares, lampistas, etc.) y autónomos. Con la excusa de que la vida está muy difícil y hay que hacer lo que se puede para sobrevivir, todo el mundo elude lo que puede al fisco. Los autónomos cobran todo lo que pueden en negro y declaran lo justo para pagar lo mínimo a Hacienda. En muchísimos casos, si no lo hicieran así no podrían sobrevivir. Lo más fácil y por tanto más tentador para cualquier recaudador es cobrar al que tiene nómina y para los políticos perseguir a las nóminas medio-altas calificando a los que las cobran de “ricos” para justificar que se les sube el IRPF. Es una solución no más justa, pero si infinitamente más fácil que asignar presupuesto para ampliar plantillas de inspectores tributarios para controlar a la gran mayoría de los que no tienen nómina y por tanto se escapan de pagar los impuestos que les correspondería. 
Es un hecho que el sueldo medio Español está por debajo del sueldo medio de las principales economías de la EU y que los tipos de los tramos de IRPF están al nivel de los más altos. Y además se lo cobrarán por adelantado. La realidad es que por mucho que al tramo de los que cobran más de 60000 € le suban el IRPF, no van a recaudar significativamente más, si la mitad de la población no paga por no llegar a mileurista. Además, los que cobran super-salarios se esforzarán en encontrar formas de cobrar “fuera de nómina”. Por tanto, esta medida de subir los tipos del “tramo alto del IRPF”, parece que no ayudará a recaudar los 96000 millones mas. ¿No será que finalmente pagarán el pato los que cobren entre 20000€ y 60000€ que es donde está el grueso de trabajadores con nómina?. 
Escuchando a los políticos de izquierdas da la sensación de que los empresarios son malos y los trabajadores también por no querer pagar los tipos de IRPF que establecen en bien de toda la sociedad. Siempre les parece que contribuyen poco. Es verdad que el Estado recauda poco, pero también es cierto que los que pagan, pagan mucho. Pensemos que un “súper-trabajador” con una nómina de 100.000 €, Hacienda le retiene 45.000€. Además, la empresa paga otro 30% mas por él. Así, la empresa en realidad gasta en ese empleado 130.000€, de los cuales 75.000€ se los queda el Estado sin discusión y por adelantado y al trabajador sólo se le ingresan 55000€ en su cuenta del banco. Supongamos que es muy responsable y ahorra 19000€ y gasta 36.000€. A esos 36.000€ Hacienda le quita otro 10% de IVA (siendo generoso). También paga impuestos en a su Ayuntamiento (Impuesto de circulación, IBI, etc.), a su Comunidad Autónoma, al Estado, más impuestos varios en los consumos energéticos, más impuestos por la renta que obtenga de los 19000 ahorrados, etc. Resumiendo, de los 130.000€ que la empresa paga por sus servicios, el Estado recauda 80.000€!!!!. Al trabajador con nómina le queda menos de un 38% de lo que la empresa paga por su trabajo y el Estado se lleva más de un 62%. Estas políticas son todo lo contrario de premiar el talento y el poco trabajo cualificado que hay en España tenderá a emigrar. 
Puede que a esos políticos que se autocalifican como “progresistas” les parezca mejor que todos los españoles sean mileuristas. Los listillos se buscarán la vida, cobrando todo lo que puedan en negro para conseguir becas para sus hijos que también conseguirán entrar en colegios públicos, tener acceso a pisos de protección oficial, etc. Con un poco de maña y suerte, tal vez consigan hasta tener mas poder adquisitivo que el súper-cualificado que ha conseguido un súper-empleo remunerado con 100.000€. Eso si, el Estado seguirá sin recaudar y pagando por todos estos ciudadanos que seguirán despotricando y envidiando a los que cobran sueldos tan altos. Encima le dirán al que se esforzó, estudiando de joven y durante el resto de su vida y esforzándose en su trabajo: “¡Ves como no hace falta hincar los codos ni pensar tanto para vivir bien!”. ¡Es que no te lo sabes montar!
Ya va siendo hora de que nos quitemos la venda de los ojos y dejemos de considerar rico a quien cobre una nómina de 60.000€ trabajando en una gran ciudad donde los pisos cuestan más de 300.000€ y el coste de la vida es más del doble del de una población de provincias. Para aspirar a “progresar” de verdad, hace falta legislar para tener un país donde se premie emprender, trabajar y prosperar por meritocracia en lugar de penalizar la creatividad, el esfuerzo y el ahorro, no repartir migajas para mantener clientelismos.
Cualquier trabajador con nómina (muy) cualificado (que no rico) estaría dispuesto a pagar los altos impuestos que paga, siempre y cuando tenga acceso a contraprestaciones (acceso a guarderías y colegios públicos de calidad, universidad, ayudas sociales, etc. ) y al final del ciclo, su esfuerzo se vea premiado y no viva de forma similar o incluso peor que el menos cualificado o que no ha trabajado nunca y vive de “ayudas”. Para que esforzarse si en lugar de ello, le suben aún más los impuestos y cobra lo mismo que sin esforzarse o incluso menos. Si eso es así, no le quedará más opción que decidirse a “emigrar” a un país donde se valore más la inteligencia, la creatividad, el trabajo y el esfuerzo por superarse, aunque ello signifique privarse de sol y las terrazas. Si esos “ricos” se van, nos quedará en España, una gran base social de mini-mileuristas que al no poder pagarse su subsistencia, menos podrán pagar la de sus mayores pensionistas. 
Por cierto, no he oído a ningún político ni de los “progresistas” ni de los “conservadores” que prometa, como punto primordial en sus programas, “prescindir con urgencia” de ese ejercito de “langostos extractivos” colocados a dedo, con una productividad nula, que devoran sin compasión ingentes cantidades de dinero de los contribuyentes.
Medalla concedida a los
 trabajadores estajonovistas
Faltan ejemplos en España, al menos no se publicitan, como el de Mauro Felicori director del Palacio Real de Caserta en Nápoles que ha recibido la protesta de tres de los cuatro sindicatos representados en el Palacio Real (el sindicato CGIL –análogo a CCOO--, el mayor del país, se ha desmarcado) y empieza diciendo: “A cinco meses vista de la toma de posesión del nuevo director lamentamos subrayar que...”.
Para los denunciantes, el estajanovismo del director supone un “riesgo para la estructura de todo el Palacio”. 
El estajanovismo de Felicori ha hecho aumentar hasta un 75% el número de visitantes (218.000 en 2014) y los ingresos en un 105%, demostrando que las Bellas Artes son, como repiten con frecuencia los políticos, “la primera industria de Italia”, país que se precia de tener la mitad de los bienes culturales del mundo.
La riqueza de los ciudadanos no se consigue repartiendo “pobreza”, se consigue legislando para que todo el que se esfuerce pueda prosperar y para que nadie pueda escaparse de ser solidario con los menos favorecidos, aunque si se les da la oportunidad y lo desean, también ellos pueden aportar mucho a la sociedad.
Por cierto, cuiden bien a sus ancestros y si les dejan, no se les ocurra heredar, porqué el fisco les estará esperando para exigirles el pago del impuesto de sucesiones y donaciones. Volverá a tributar por bienes que los causantes adquirieron con su esfuerzo y ahorro, tributando múltiples veces por ellos. Si lo que heredan es un piso y quieren venderlo tendrán que pagar a su Comunidad Autónoma el impuesto de trasmisiones, y además al ayuntamiento de su ciudad el impuesto de plusvalías. Un impuesto que sube año tras año a razón de un 3% por la supuesta revalorización del suelo, cuando los precios de mercado no solo no han subido en la ultima década, sino que se han desplomado...

Señores políticos: 
Los ciudadanos, salvo tal vez los más de 500000 enchufados y sus familiares, percibimos falta de ejemplaridad en sus actuaciones públicas, carentes de eficiencia y eficacia y manchadas por innumerables casos de corrupción. Sentimos que el interés general no está garantizado –suficiente y exclusivamente– por su actuación. Opinamos que no saben interpretar o no quieren comprender bien la realidad, no saben o no quieren seleccionar el capital humano capacitado para gestionar eficientemente los recursos públicos, representar a la ciudadanía generando entornos transparentes, confiables y permeables, y proponer soluciones sostenibles e innovadoras a los retos sociales con una acción ejecutiva y legislativa adecuada.
· Hace falta regeneración democrática porque parece que los partidos políticos y principalmente el Gobierno, tienen secuestrado al Estado. 
· Necesitamos una verdadera separación de poderes. 
· Precisamos que los aspirantes a gobernar nos den seguridad de que lo que prometen no es un capricho ni un globo sonda, sino que han estudiado su viabilidad y realmente lo van a cumplir. 
· Déjense de una vez de hacer teatro lleno de insultos y descalificaciones gratuitas y den muestras de saber dialogar y negociar con todos los partidos políticos democráticos, para encontrar y llevar a la práctica las mejores soluciones para la mayoría de los ciudadanos sin desatender a las minorías.

He escuchado a personas decir que están muy enfadados con la actuación de los “políticos antiguos” y que prefieren jugársela con quien le proponga algo rompedor aunque sea utópico o directamente irrealizable, por ejemplo, por estar en contradicción con las políticas que se deciden en la UE. El 20D los españoles votamos y no dimos mayoría absoluta a ningún partido. No queda más remedio que pactar cara alcanzarla. Tampoco entiendo porqué nos rasgamos tanto las vestiduras por ello. Tienen ejemplos en el pasado reciente que variará muy poco si gobierna cualquier combinación de PP, PSOE, Cs o Podemos. Estamos tan endeudados (más del PIB) y tan limitados por las políticas europeas que virar este barco es prácticamente imposible. La diferencia entre que gobierne una combinación u otra es la velocidad del naufragio. Todo el desmadre de este país empezó cuando el primer Gobierno de Aznar manipuló el Excel para meternos en el euro sin que nuestro país estuviera listo para ello. Después, las burdas manipulaciones de ZP y Rajoy lo único que han hecho es aumentar la farsa de que somos ricos para que sigamos gastando como ricos. Cada vez fuimos más pobres sin saberlo y por ello permanecimos contentos hasta que explotó la burbuja y cayó de golpe, el telón que cubría nuestros ojos.
Muchos ven imprescindible solucionar el desigual reparto de la riqueza. Nunca hablan de que la riqueza no es algo que se "reparte", es algo que se crea y que, en un sistema que respete las libertades individuales, en base a las aportaciones que cada uno haga debería recibir una parte muy grande de esta o una muy pequeña.
Hay personas a las que les gusta pensar que la riqueza se asemeja a una tarta y que por lo tanto, lo mejor es votar al que promete repartir un trozo mas grande entre los "pobres". Son exactamente esas personas las que tienden a quedarse sin trabajo, sin sanidad, sin ahorros, sin pensiones, etc. en un proceso de decadencia masiva que puede tardar bastantes décadas en revertirse (sobre todo cuando la única alternativa a semejante despropósito ha sido y son partidos que no respetan en lo mas mínimo las libertades individuales de esas mismas personas y por lo tanto les van a robar tanto como puedan).
Si los gobernantes aumentan desproporcionadamente los impuestos y legislan leyes abusivas o de cumplimiento inviable para cualquier empresa, no están repartiendo la riqueza de esa empresa o de ese empresario, lo que provocan es que esa empresa cierre y se despida a los trabajadores. El resultado es que globalmente disminuyen los puestos de trabajo. La historia nos muestra que ha pasado con los sistemas de creación de empleo estatal. Los famosos planes quinquenales soviéticos, chinos y de todos los sistemas socialistas o comunistas fracasaron estrepitosamente. Los que siguen proponiendo que el Estado cree puestos de trabajo directos, ¿piensan que lo harán mejor que los gobernantes de esos países? Tal vez, si en lugar de seguir con la idea de recaudar más y más para repartir ellos a quien ellos crean, cambian de método y ponen impuestos más bajos y sobre todo muchísimas menos trabas burocráticas para rodar los negocios, no se le quitarán ningún trozo de tarta a los trabajadores, sino que posibilitarán que esa empresa y ese empresario pueda dedicar más recursos para realizar mas inversiones, contratar mas gente y darles la oportunidad de “progresar” sin necesidad de limosnas para comprar su voto. De paso su empresa conseguirá más beneficios y todos: inversores, gestores y trabajadores saldrán ganando.
Es cierto que para que este sistema capitalista funcione hace falta gente, con unos conocimientos y valores adecuados, que haga de árbitro y genere seguridad jurídica (no confundir con millones de burócratas corruptos designados a dedo con el único fin de enriquecerse y perpetuarse en el cargo). Alguien que provea de infraestructuras “adecuadas” de manera ordenada y alguien que imparta justicia, etc. Todo eso no es gratis, hay que pagarlo con impuestos. Esas normas permiten que si tus méritos son suficientes, prosperes. Capitalismo sin un estado que regule bien y que aplique bien esas regulaciones es un caos. En este sistema, si las leyes no son adecuadas, se cambian (se precisa mucho diálogo, análisis y capacidad negociadora), si se aplican mal, se modifica su aplicación (se necesita una justicia rápida y eficiente). 
El problema de los partidos que se autocalifican de “progresistas” es que nos proponen la misma vieja receta del antiguo plan Z: gastar 96000 millones más, en cosas necesarias e inaplazables. Esta es la teoría, la verdad es que la mayor parte del dinero se pierde en clientelismos de todo tipo. Esto requerirá recaudar mucho más y aun así no será fácil. Con el gran problema de deslocalización de empresas que tenemos en España y no quedando empresas públicas que privatizar como antaño Pegaso, Seat, Iberdrola, Tabacalera, Telefónica, ¿quien va a crear empleo de calidad? Mientras, todos contra el perverso “IBEX 35”.
Por si fuera poco el lio, tenemos un gran problema envejecimiento de la población y la hucha de las pensiones casi vacía. Un gran problema con la OTAN con aliados como USA o Turquía (los mismos que han apoyado al ISIS y ahora pretenden montar la 3ªGM). Un montón de heridas tanto territoriales como de sentido de estado, cicatrices de la Guerra Civil en las que van hurgando periódicamente, etc.
El camino está muy difícil y parece que los postulantes a maquinista de los trenes en mal estado de que disponemos, no nos dan demasiada confianza para afrontar con un cierto optimismo el recorrido.
Hace pocos días leí un comentario de alguien que afirmaba: “A la gente no le gusta ni pensar, ni desarrollar las mas mínimas capacidades para ganarse la vida y progresar. Prefiere, porqué es más cómodo, delegar esta tarea en sus padres, en sus parejas y finalmente en el Estado. Sabiendo que mucha gente se comporta así, los políticos piensan como utilizar a toda esa masa para conseguir satisfacer sus propios intereses, ayudados por legiones de parásitos paniaguados especializados en buscar “recursos” que no cesan de meter la mano en el bolsillo de los escasísimos pardillos que los mantienen. Eso es exclusivamente lo que les mueve”.
Continuaba: “La única forma de vivir en esta sociedad es aprender a pensar como defenderte de unos políticos que pretenden manejarte a su antojo para sus propios intereses. No queda más que aprender a pensar y a defenderte de la casta extractiva y de los que les apoyan: si quieres ganar dinero tendrás que aprender a pensar cual es la mejor forma para ello; si quieres que los políticos no te roben, tendrás que aprender a pensar cual es la mejor forma para evitarlo, si no quieres verte obligado a seguir leyes que no te gustan pues tendrás que pensar la mejor forma de lograrlo, etc. y recuerda que el marco de la libertad individual simplemente es un mapa mental, para discernir cuando te estas excediendo en los medios a la hora de lograr tus fines”.
Nuestra sociedad no está formada por un gran conjunto de anarquistas y requiere de estructuras más complejas que la tradicional tribu nómada. Si las personas hemos de dedicar un X% de nuestra vida a defendernos de un Gobierno y de su legislación que nos perjudica, mal vamos; y si cada uno ha de contratar a unos matones u asesores para su defensa personal, peor. 
Está claro que todos nos movemos por nuestros propios intereses, racionales o no; pero estos nunca deben ir encaminados a esclavizar al vecino, robarle el resultado de su esfuerzo o incluso dañarlo física o mentalmente.
¿Quién pone orden en el gallinero? La seguridad jurídica debería permitir que se respete la propiedad privada y se vele por el cumplimiento de los contratos. Lo ideal sería un estado funcional que cuidara del bien común y garantizara el progreso social con una justicia rápida, sin meterse donde no le llaman. El problema es que no somos capaces de encontrar ningún consenso para definir que espacio abarca el “donde no le llaman”.
©JuanJAS