lunes, 25 de abril de 2016

¿Debemos vacunar contra el "consumismo" a los jóvenes?

A pesar de lo que se dice, pienso que ya no estamos en la sociedad del conocimiento o de la tecnología porque hemos entrado en la “sociedad del aprendizaje”: a partir de ahora, tendremos que estar siempre aprendiendo, y muy rápidamente.
La educación no es un problema que afecte sólo a los padres con hijos en edad educativa; sino que es un problema que afecta a toda la sociedad. 
Atendiendo a estas dos verdades, les dejo unas pautas que pueden seguir como “vacuna para el consumismo” en la formación de los más jóvenes (y no tan jóvenes) en el seno familiar:

·No permitir que nadie, y menos a los medios de comunicación, que les diga lo que es mejor para sus hijos.
·No comparar a sus hijos con los demás niños. Cada ser humano es único y tiene unas capacidades y necesidades diferentes a las del resto.
·No entrar en una competición consumista a ver quién es el niño que tiene más cosas.
·Cuidado con las expectativas exageradas. No utilicen a sus hijos para cumplir sus deseos de prestigio o reconocimiento.
·Nunca satisfarán los deseos de compañía, cariño y dedicación de sus hijos con bienes materiales. Necesitan mucho más que eso, aunque lo pidan con ahínco.
·No confundir el amor de padres con satisfacer los deseos materiales de sus hijos. En muchas ocasiones, una demostración de amor puede ser decir “no”.
·Es importante satisfacer las necesidades de exploración y conocimiento del entorno sin recurrir al consumo. No por el hecho de salir a la calle hay que “gastar”. En las ferias también se puede disfrutar sin gastar dinero y también hay juegos “juegos gratis“.
·Es conveniente ofrecerles oportunidades para realizar juegos activos y creativos que desafíen el desarrollo de sus capacidades, y no siempre ceder y comprarles cosas que no necesitan para nada pero que creen que desean. Cuando las consiguen, suelen tirarlas y piden otra cosa. ¿Que más prueba que esa necesitan?

Si conseguimos aplicar estas pautas, podemos aprovechas para educar a los más pequeños en el ahorro: 

· Una buena idea es regalarles una hucha para que desde pequeños se habitúen al ahorro. Convertir alguna tarea doméstica en un reto para el niño y premiarlo con una moneda para su hucha sirve para potenciar el valor del trabajo y, a su vez, el ahorro. 
· Es necesario hablar con ellos y explicarles cómo funciona el dinero porqué no es suficiente confiar en que sigan el ejemplo de sus padres, en el caso de que tengan unos padres con “hábitos de ahorro”. Hay que hacerles entender que sus padres reciben un dinero mensual por trabajar y que ese dinero tiene que ser empleado para pagar cosas importantes como la casa, el coche, el colegio, la comida, etc. 
· No hay que esperar a una ocasión especial para hablar con el niño sobre el ahorro. La vida está llena de oportunidades para formar a los pequeños en buenos ahorradores para el día de mañana. Qué mejor momento para explicarles el ahorro y los gastos que ayudándonos a hacer la lista de la compra, acompañándonos a comprar responsablemente al supermercado, mirando las facturas del agua y de la luz… 
· Los niños aprenderán el valor del dinero si les permitimos manejar el suyo. Una fórmula para conseguirlo es asignarles una paga semanal, de acuerdo a su edad y necesidades. De esta manera, será el propio niño el responsable de organizarse y gastar en lo necesario, estableciendo un orden de prioridades. Entenderá así las explicaciones de sus padres sobre la gestión del dinero mensual que reciben en sus trabajos. 
· Los caprichos casi diarios de los más pequeños pueden resultar de gran utilidad para fomentar el ahorro. Fijar un juguete o una excursión como recompensa puede convencer al niño a destinar parte de su paga para tal fin. Nada más beneficioso para la autoestima del niño que ver cómo crecen sus ahorros y consigue finalmente su tan anhelado objetivo para pagarlo al contado después que haya conseguido ahorrar lo necesario. 

También es recomendable concienciar a los hijos sobre los perjuicios del consumismo excesivo y enseñarles a entender el sentido de la publicidad. En definitiva, se trata de fomentar en los hijos un consumo responsable, mostrándoles la variedad de marcas del mismo producto y haciéndoles ver la diferencia de precios existente entre ellos. 
Es bueno, e incluso aconsejable, implicar a los hijos en la elaboración del presupuesto familiar, haciendo previsión de los ingresos y los gastos de acuerdo a las necesidades reales de la familia y evitando gastos superfluos. De este modo, se consigue educarlos como consumidores críticos, racionales y, a menudo, solidarios con el medio ambiente. Claro que para poder enseñarlo, los padres son los que primeros que tienen que tener los conocimientos necesarios, saber y querer practicarlos y hacerlo habitualmente. 
¿Se pondrán en marcha para prevenirlo? o lo del “consumismo” les encanta tanto, que no piensan que “mientras se pueda… 
©JuanJAS

sábado, 23 de abril de 2016

El trabajo, ya hace años que… ¡ no es lo que era!

Hace 30 años, un licenciado estaba mejor tratado y ganaba más que uno que no lo era. Hoy en día hay una gran diferencia entre generaciones. Una persona del mismo sexo y preparación, que haya entrado en la empresa 20 años antes, hace prácticamente el mismo trabajo, a veces con menos ganas, y puede llegar a cobrar la quinta parte o menos que el madurito y además con pocas posibilidades de mejorar si no desaparece el “tapón”. Estos, por la cuenta que les trae, se aferran a la silla de forma titánica y mucho más en las grandes empresas con influyentes sindicatos.
Hoy en día se puede encontrar a “superhombres” que han estudiado dos carreras, dos máster, con experiencia en el extranjero, que han conseguido un puesto de trabajo con responsabilidad sobre cientos de empleados, ganando unos 1500 € netos y ¿trabajando? horas y horas. 
Parece que lo que se va a imponer son las condiciones laborales de esclavaje debido a los avances tecnológicos y porqué cada vez más se impondrá un modo de trabajo focalizado en el autocontrol, la autorresponsabilidad, la automotivación, la autoformación para que “nadie se lleve tu queso”, etc.
El empleador podrá actuar tipo máquina: ‘¡Hay que hacer esto, tienes que hacerlo tu, y apáñate. Lo quiero mañana por la mañana!’. Si a esto añadimos la creciente externalización de casi todo y la oferta de trabajo por subasta a través de Internet: “hay que lograr / desarrollar / obtener … tal cosa; ofrezco X dólares. ¿Quién lo hace?”, van a quedar muy pocos trabajadores fijos y aún menos con remuneraciones elevadas, a no ser que aporten una enormidad de valor o sean imprescindibles para aportar muchísimo valor añadido.
Lo cierto es que la demanda de trabajo es muy inferior a la oferta de trabajo y cada vez lo va a ser menos. La tecnología cada vez sustituirá más trabajo. Cierto que el poco trabajo humano que quede deberá generar cada vez más valor, pero también habrá más personas capaces de trabajar proporcionando capacidad de trabajo generadora de muy alto valor. Siempre la oferta será muy superior a la demanda. El subempleo crecerá, la sub remuneración aumentará y las exigencias laborales se dispararán. El paro estructural, aquellas personas desplazadas del mercado de trabajo de tal modo que ya ni siquiera son oferta de trabajo porque han dejado de ser necesarias, se multiplicarán.
La realidad es que un creciente número de horas de trabajo están dejando de ser necesarias y como cada vez hay menos dinero que tirar, van a ir dejando de ser remuneradas: menos “enchufados”, meno cargos de confianza, menos empleos públicos para comprar voto cautivo que no generan ningún valor añadido, etc. El consumo cada vez caerá más, la recaudación fiscal disminuirá y los ingresos de la Seguridad Social descenderán. 
Los políticos lo niegan y lo camuflan con su gran aparato mediático, pero lo único cierto es que en Occidente la población media nos enfrentamos a una caída espectacular en nuestro estándar de vida, tanto por el lado personal –salarios, rentas, …– como público –modelo de protección social–.
En una gran mayoría de casos la ciudadanía vamos a tener que espabilarnos con poca ayuda del estado”, tanto a nivel económico por la caída de poder adquisitivo que ello supone, como a nivel psicológico porque la mayoría de las personas hemos vivido y estamos acostumbrados a otra cosa. Pasar de peor a mejor es placentero, pero pasar de mejor a peor como los jóvenes actuales, les supondrá un suplicio que no tendrán más remedio que sufrir. No soy adivino para saber cuan largo y difícil será la travesía por el desierto y por ello siempre recomiendo a todo el que tenga oportunidad que le pregunte al político que tenga más cerca o allí donde admitan sus preguntas, ¿Qué están haciendo los dirigentes para suavizar la dureza del camino? 
Por cierto, ¿que están haciendo ustedes personalmente y sus familias?
Espero que no sea esconder la cabeza bajo el ala.
Se admiten sugerencias concretas. ¡No sean tímidos y escriban!
©Juan JAS

viernes, 22 de abril de 2016

Las noticias sesgadas condicionan nuestro criterio

¡Lo he leído en la prensa!. ¡Lo han dicho por la TV!. ¡Todo el mundo sabe que las "XXXXX" son un instrumento del demonio que toda persona de bien debería perseguir!.
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Es muy habitual el tratamiento tendencioso y peyorativo que los medios de comunicación proyectan de muchas cosas, de las que la mayoría sólo conocemos el nombre. Sucede que a base de oírlas y verlas escritas profusamente en esos medios, tenemos la sensación que esos "nombres raros", que curiosamente no tenemos ninguna dificultar en pronunciar correctamente, son viejas conocidas nuestras. Mientras, la realidad es que tenemos muy poca idea de que son, para que sirven, que efectos secundarios provocan, que precauciones deberíamos tomar antes de utilizarlas, que controles establecer mientras se usan para asegurar su buen funcionamiento,  etc. Nos basta con adjudicarles propiedades mágicas, perversas, fantásticas, etc. según nos hayan condicionado los mensajes queremos consumido pensando que eran noticias reales en lugar de "píldoras prefabricadas".
La mayoría de nosotros nos comportamos así, incluso con algo tan importante como es nuestra salud y los ahorros que tanto cuestan de ganar y más de guardar.
Si estuviésemos medianamente informados no comeríamos la multitud de “¿alimentos? procesados” que comemos, por mucho que la publicidad nos presione. 
Si estuviésemos medianamente informados no consumiríamos los psicofármacos tan alegremente y no pediríamos a nuestro médico de cabecera que nos recete alguna "pastilla" que nos cure o disminuya el dolor o el "problema" que nos preocupa y del cual nos da pereza ocuparnos. No importa que la "pastilla en cuestión" no resuelva la enfermedad que padecemos o el problema e incluso nos produzca efectos colaterales gravísimos.
Todos queremos ser ricos para poder vivir sin trabajar y por eso compramos tanta lotería y le preguntamos a nuestro "asesor personal" que nos ofrezca "algún producto" que haga crecer milagrosamente nuestros chorrillos y además que nos de la "piedra filosofal" por la cara. Porque nosotros nos lo merecemos.
Las industrias alimentaria, farmacéutica, financiera, etc. son muy poderosas y nos prefieren ignorantes. Lógicamente los lobbies correspondientes siempre van a fomentar activamente que continuemos así, ayudados por los grandes medios de comunicación y por los políticos, siempre pendientes de la última encuesta; tanto por los corruptos que sacan tajada, como por los populistas que pretenden sacarla engañando a la multitud de personas mal informadas, acríticas y perezosas que no se esfuerzan en adquirir los mínimos conocimientos generales en estos temas. 
Hoy en día tenemos más posibilidades que nunca antes en la historia de encontrar información fiable y barata en dinero (no en tiempo). También hay personas que explican, divulgan y comparten en las redes información contrastada. Lo que no puede hacer nadie es aprender si no quiere escuchar ni leer. También sucede que, con el tiempo, las personas que "saben", se cansan de discutir con los ignorantes, los populistas, los oportunistas, los mentirosos y los envidiosos y se quedan para si sus conocimientos.
¿Cuándo seremos conscientes que es muy difícil que alguien piense en tu beneficio cuando éste es inversamente proporcional al suyo?.
No se trata sólo de pasearse con el libro debajo del brazo el día de San Jordi o el de la fiesta del libro, que también, es necesario que nos acostumbremos a ser nosotros mismos los que cuidemos de alimentar nuestros “conocimientos básicos” a diario. Si no lo hacemos, no tenemos ningún derecho a quejarnos de lo que una panda de desaprensivos, mafiosos e indecentes quieran hacer con nosotros.
Si uno repasa los titulares de medios especializados y generalistas podrá comprobar que el 90% de los artículos sobre las Sicavs van asociados a determinados términos que se han convertido en puntos de anclaje: fraude fiscal, beneficio de los ricos, grandes patrimonios, injusticia social, evasión fiscal, etc. En el caso de las tan criminalizadas SICAV’s, ¿Cuántos se han preocupado en informarse de que son realmente y de cual es la normativa legal que las regula? ¿Si son unos vehículos de ahorro tan buenos y además pagan pocos impuestos, ¿Porqué no le piden a su asesor personal de su banco que les facilite invertir en alguna?
Si les dice que eso es sólo para ricos, le preguntan ¿Qué capital mínimo pueden invertir en una de ellas?
Pronto se darán cuenta que en realidad no tiene ni idea, porque este “plato no lo tiene en su carta la entidad para la que trabaja”. ¿Porqué?
Ustedes mismos se responderán si piensan en la respuesta a esta pregunta:
¿Qué aliciente pueden tener los Bancos por favorecer la contratación de Sicav's ya existentes? ¡NINGUNO!
Porqué como este producto no tiene “retrocesión de comisión” —lo que le paga el productor del “producto financiero” al que lo comercializa— prefiere ofertar a sus clientes (nosotros, los pequeños ahorradores) otro producto que si la tenga y le sea más rentable.
¡Ya tienen la respuesta!. Es muy fácil y siempre es lo mismo: ¿Porque te ofrezco A y no B?, Porqué A es mejor para mi que B, aunque para ti sea mejor B que A, y para convencerte te cuento todas las bondades de A y criminalizo a B ayudado por legislación ad hoc y los medios.
©JuanJAS


¿Quieren saber más sobre SICAV’s?
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Nos deberíamos preguntar:
¿En qué momento no pudimos atajar la idea errónea generalizada de que los accionistas de Sicavs no pagan impuestos?. Cuando los medios hablan que las Sicav pagan el 1% en Impuesto de Sociedades obvian la segunda parte de la frase y es que los accionistas pagan los rendimientos mobiliarios de la venta de sus acciones en sede de IRPF y, por tanto, al 21, 23 ó 27%. Lo mismo que los partícipes de un Fondo de inversión o los meros tenedores de acciones del Ibex.
¿ En qué momento no pudimos dejar claro a tertulianos y opinión pública que los antiguos beneficios fiscales que permitían reducir capital sin tributar ya desaparecieron?. Los mismos fueron suprimidos en el año 2010 y, pese a ello, se sigue insistiendo en ello. En esa fecha el Gobierno incluyó en los Presupuestos un cambio de fiscalidad en las Sicav por la cual los accionistas ya no podrían recurrir a la reducción de capital como fórmula con la que recuperar beneficios de su inversión. Desde esa fecha esos beneficios tributan como plusvalías y, por tanto, sujetos al IRPF. Seis años desde esa medida deberían ser suficientes para que los medios readapten su discurso.
¿En qué momento se olvidó que las Sicavs y Fondos de inversión tienen el mismo tratamiento fiscal y qué criticar a uno debería llevar asociado criticar al otro y propugnar la desaparición de uno debería ser extensivo a ambos?. En realidad no debiera parecer tan difícil acudir al BOE o buscar la Ley de Sociedades en Google y constatar que el artículo 29, 4º, letras a) y b) dicen claramente que "tributan al 1% las Sociedades de capital variable y los Fondos de Inversión de carácter financiero". Pero es que además, si me apuran, los Fondos de Inversión tiene más beneficios fiscales que una Sicav pues sus accionistas pueden hacer uso del denominado "diferimiento por reinversión" por el cual, en caso de traspaso, no tributan por las plusvalías generadas. Este último beneficio sólo lo disfrutan las Sicavs con más de 500 accionistas que sólo representan el 0,74% de Sicavs en España.
¿En qué momento se olvidó que las Sicavs permiten a inversores individuales agruparse y crear un vehículo de inversión de la misma forma que las sociedades gestoras pueden hacer lo propio y crear Fondos de inversión?. 
¿En qué momento no tuvimos coraje para alzar la voz y criticar a los adalides del populismo para decirles que eliminar las Sicav ataca precisamente a aquellos a los que pretenden defender?. Eliminar una de las dos instituciones de inversión colectiva (las Sicav) supone dejar el monopolio de la creación de estas figuras a las Sociedades Gestoras a través de los Fondos de Inversión.
¿En qué momento alguien olvidó que las Sicavs cotizan en el mercado y cualquiera puede adquirir acciones y aprovechar el mismo tratamiento fiscal que critican?. Las Sicav cotizan en el MAB, segmento Sicav, y pueden ser adquiridas por cualquier inversor. Incluso su acceso es más transparente y sencillo que los Fondos de Inversión por cuanto pueden ser adquiridas desde cualquier entidad bancaria o broker. Los Fondos de Inversión deben canalizarse exclusivamente a través de algunas de las escasas plataformas que operan en España las cuales exigen su respectiva comisión que, o bien se repercute al partícipe con un incremento de los costes o es asumida por el gestor. Sea como fuere se perpetua el sistema donde el distribuidor es el gran favorecido frente al gestor.
¿ En qué momento no pudimos convencer que la industria de gestión de activos, como toda industria, genera riqueza para una sociedad que revierte a ella de nuevo?. Cuando los medios hablan de Sicavs focalizan tanto la atención en el accionista que olvidan que hay toda una industria tras estos productos. No sólo las necesarias figuras legales de Sociedades Gestoras y Depositarias sino todo un ecosistema a su alrededor ( servicios jurídicos, auditorias, departamentos de contabilidad, etc.). La experiencia del país vasco debería servir de experiencia de cómo una medida de esa índole supone herir casi de muerte a la industria de gestión de activos de un territorio.
¿En qué momento no hemos podido demostrar que toda Europa apuesta por estos productos y sólo España y Portugal son los más restrictivos?. Somos los únicos dos países en Europa que mantienen unos requisitos tan estrictos en cuanto a número de accionistas y capital.
¿En qué momento no se supo transmitir el carácter maravilloso de estos instrumentos que permiten beneficiarte de la pericia de un gestor elegido por grandes patrimonios para manejar sus propias fortunas?. ¿Alguien se imagina poder utilizar el mismo gestor que gestiona el patrimonio de Zuckerberg, Bill Gates o Jeff Bezos?. Pues en España tenemos esa posibilidad y lejos de querer extender esos beneficios a todos los queremos restringir.
¿En qué momento la prensa no destacó que conocer los movimientos y capital de las grandes fortunas, lejos de hablar mal de las Sicavs, es su gran virtud?. Precisamente conocemos los movimientos bursátiles de los grandes patrimonios en España porque las Sicav son el instrumento más transparente y fiscalizado. Les aseguro que alguien que desea mantener la opacidad de su fortuna y movimientos no lo canaliza a través de una Sicav.
Urge una labor didáctica por parte del sector porque se ha permitido que la falacia se instale y esta desidia generalizada permite que las connotaciones peyorativas y erróneas estén instaladas en las mentes de la sociedad, opinión pública y los políticos. Y estos últimos, hambrientos de populismo, sólo están escuchando y pretenden contentar a aquellos que sólo tienen una concepción peyorativa y errónea de estos instrumentos.
Obviamente como toda figura jurídica y creación humana puede ser sometida a una revisión y mejorar algunos aspectos procedimentales o de supervisión pero este vehículo de inversión colectiva juega un papel fundamental en la industria de gestión de activos: democratiza el sector al permitir crear "ex novo" o incorporarte a un vehículo de inversión en el que eres accionista y, por tanto, propietario.

Sicavs y elecciones: una nueva muestra de populismo
Si bien las últimas medidas que habían trascendido sobre las propuestas de modificación de las Sicav provenían de los partidos de la oposición hoy hemos amanecido con otra noticia y esta vez del partido en el Gobierno:
"  El  PP obligará a los accionistas de sicav  (sociedades de inversión de capital variable) a tener una participación superior al 0,55%, para garantizar que estas sociedades se utilicen como instrumentos de inversión colectiva y no como medio para que los grandes patrimonios paguen menos impuestos."
Puede verse la noticia en este  link 
Obviamente la medida anunciada coloca al partido del Gobierno actual en una carrera hacia el populismo en compañía de otras formaciones políticas. Cosa que parece obvia dada la demonización que existe hacia las Sicav. Pero al hacerlo reproduce todos los errores de las otras formaciones políticas.
Con carácter previo, y sin conocer los detalles de la propuesta se me ocurren las siguientes cuestiones:
 En lugar de optar por un límite máximo de participación se opta por la más injusta de ampliar el mínimo. De esa forma se excluye al pequeño accionista de acudir a este vehículo de inversión colectiva y vetarle la posibilidad de participar en la gestación y desarrollo. 
No deja de resultar sorprendente que en muchas ocasiones las propias medidas populistas acaban atacando precisamente al que pretenden defender. Al subir ese mínimo legal convierten a la Sicav en un producto de casi imposible acceso para el pequeño inversor.
También daría mucho que hablar, y merecería un análisis aparte, de si es legímito poner un % máximo. Al hacerlo se impediría que Sicavs exitosas y con gran rentabilidad puedan aglutinar capital institucional importante. Sería un castigo a la excelencia. Imagino que si lo que se pretende es que grandes patrimonios no diseñen productos a su medida podrían arbitrarse otras iniciativas: por ejemplo limitaciones del derecho de voto en Junta o que las incorporaciones posteriores de accionistas con mayor capital se produjeran después de un tiempo determinado desde la constitución inicial.
 Al imponer un % mínimo se crea un agravio comparativo con los Fondos de inversión que, según la Ley de IIC, están equiparados a efectos legales y fiscales.Sería una medida recurrible en función de la actual legislación
 Imagino que la medida, aunque erróneamente, está pensada para ser de aplicación a las Sicavs que únicamente cuentan con el mínimo requerido legal y circusnscrito al acto de constitución inicial (es decir 100 accionistas). Extenderlo a Sicavs con mayor número de accionistas (500 o  incluso menos) sería absurdo. Una Sicav con 24 millones de euros, por ejemplo, requeriría que cada accionista tuviera un capital superior a 130.000€. Ello convertiria la participación en una Sicav en algo más gravoso que participar en un Fondo de Inversión Libre (denominación de "Hedge Fund" en España) donde se considera que sólo puede estar formado por inversores cualificados con una aportación mínima de 50.000€.
 Con la aplicación de esta medida se podría llegar a la paradoja que la participación en la Sicav podría requerir más capital (pese a tener limitación de operativa e instrumentos) que el requerido para acceder a los Fondos de inversión Libre que goza de mayor libertad operativa (posibilidad de apalancamiento, operativa con "shorts", y sin limitación de activos). Se generaría una asimetria evidente. Se exigiría mayor cualificación con mayores limitaciones operativas.
Tomar medidas como las anunciadas lo único que hacen es debilitar una industria como la de gestión de activos.Industria que si hubiera gozado de un tratamiento adecuado hace muchos años hubiera sido una fuente de ingresos y de generación de talento en nuestro país como lo es en países de nuestro entorno.Pero una cosa es que no se apoyara en su momento y otra muy distinta es que sigan empeñándose en fragmentarla más.Máxime cuando este tipo de iniciativas no tendría efecto recaudatorio alguno: sin una modificación integral de la legislación dicha medida podría ser fácilmente evitable por sus accionistas con la conversión de las Sicav en Fondos de inversión o si lo que prefieren es mantener esa fórmula jurídica buscar su domicialización en otro país miembro.
La experiencia del cambio legislativo en País Vasco debería haber servido de lección: a finales del año 2009 el Gobierno Vasco y las Diputaciones Forales subieron el impuesto sobre las Sicav del 1% al 28%. La repercusión directa es que en 3 meses de las 212 Sicavs existentes en el territorio foral sólo quedaban 70, número que con posterioridad se redujo hasta casi la totalidad. En esa ocasión la gran beneficiada fue Madrid que hizo la labor de receptora.Por su parte el país Vasco perdió en su conjunto: no sólo dejaron de ingresar el 1% sino que a la industria de gestión de activos  y servicios auxiliares (empresas de auditoria, asesoría fiscal,etc) se les hizo un daño irreparable.
La propuesta y adopción de medidas como las anunciadas lo que ponen en evidencia es que falta en el legislador una visión de conjunto de todo el cuerpo legislativo de las Instituciones de Inversión Colectiva. Introducir medidas como las publicadas hoy sólo sería posible con una modificación amplia y general de nuestra legislación vigente. Y en un entorno comunitario como el actual ese cambio legislativo no podría ser circunscrito únicamente al ámbito español debiendo ser una medida coordinada a nivel europeo. Pero se da la circunstancia que en el resto de Europa, lejos de endurecer las medidas sobre estos vehículos de inversión, se están flexibilizando lo cual genera una nueva paradoja y ya van unas cuantas sobre este tema.

SICAV’s: algunas propuestas
La última propuesta del Partido Popular respecto a la regulación de las Sicav en España motivó ayer un post en Unience con el título "Sicavs y elecciones: una nueva muestra de populismo".  que ha generado un interesante debate.Algunos lectores comentaban que además de las críticas que solemos hacer respecto a nuestros legisladores expusieramos también nuestra visión de la materia y las medidas que podrían implantarse.
Acepto el reto de establecer algunas propuestas que, personalmente para mi, dibujarían un panaroma idílico en el que considero saldrían beneficiados todos los actores (inversores individuales, Instituciones de Inversió Colectiva, Sociedades Gestoras , la gran Banca, empresas de fintech e incluso la propia Hacienda Tributaria ).
Obviamente para aquellas formaciones políticas o ideologías que demonizan la inversión bursátil ninguna medida sería apropiada pues erróneamente consideran que la industria de gestión de activos es un juego de suma cero donde las ganancias de unos (los "malvados especuladores") conlleva la pérdida de otros (lo que permanecen ajenos a la inversión).Yo considero que la creación de una industria de gestión de activos profesional y dinámica generaría riqueza para la sociedad en su conjunto creando centros relevantes a la altura de otras plazas mundiales.
Voy a ser muy esquemático pues creo que si luego se genera un debate posterior podremos ampliar muchas ideas.
Mis propuestas son las siguientes:
 En sede de inversión individual ampliaría el régimen fiscal de las Sicav a inversores individuales mediante la creación de cuentas bancarias especiales destinadas a tal fin. Con ello el inversor individual conseguiría precisamente lo que suele criticarse de las Sicav: el diferimiento fiscal de las ganancias por interes, dividendos y plusvalías. Al igual que en el caso de las Sicav el inversor individual sólo debería tributar por las ganancias generadas una vez que esas ganacias salieran de esa cuenta especial.
Este instrumento no constituye una "rara avis" en el Derecho Comparado. Es una ampliación o nueva visión del conocido 401 (k) de EEUU.
El desarrollo legislativo de esta media podría establecer algunas limitaciones: tipo de activos, apalancamiento, diversificación, etc (como ocurre con Sicavs y Fondos) y debería permitir al inversor optar por una gestión realizada por el propio inversor o delegada en un gestor o asesor.
Con ello podría crearse incluso un nuevo "océano azul" en la gestión donde el papel de EAFis, asesores y la industria de gestión de activos en general saldría reforzada. La Gran Banca también saldría beneficiada con cuentas destinadas a tal fin que fomentarían el ahorro y generarían comisiones en concepto de brokerage y custodia.
Este concepto ampliaría la industria de gestion de activos mediante la innovación.
 En sede de inversión colectiva ( que es realmente nuestro tema ) establecería notables modificaciones:
a) Al existir la anterior figura no tendría sentido adoptar un modelo como el establecido en Luxemburgo, Andorra o Francia. En estos países se puede constituir la Sicav con un único inversor y un capital de 1.250.000 €. (En Francia concretamente hay una modificación ahora en curso que reduce los accionistas de 7 a 2).
La existencia de estas Sicav en sede de inversión colectiva sí que considero que son discriminatorias respecto a inversor individual pues al exigir 1.250.000€ de capital mínimo lo convierten en una figura de la que sólo se pueden beneficiar los grandes patrimonios.Y obviamente no pueden considerarse "inversión colectiva" pues pueden crearse con un sólo accionista.
b) La inversión colectiva debería, entonces, quedar circunscrita a aquel grupo de inversores que desean agltuinar su capital para benefeciarse de economías de escala, gozar de una gestión profesionalizada, establecer políticas comunes de gestión, etc. Y aquí deberían intruducirse también modificaciones para hacer crecer la industria y facilitar el proceso de creación cumpliendo el mandato normativo de absoluta equipación de las sicav con los fondos de inversión.
 Las modificaciones formales (legales, fiscales y procedimentales) de las Sicav deberían incorporar algunas modificaciones respecto a las actuales. Así, según mi opnión:
a) No debería ser necesario tener que contar con 100 accionistas y 2.400.000€ para constituir una Sicav. Estas dos exigencias tan restrictivas sólo las contemplamos en Europa nosotros y Portugal. Yo no abogo naturalmente por una legislación tan laxa como la de Andorra, Francia y Luxemburgo ¿Porqué?.Pues porque como he comentado la Sicav es una institución de inversión colectiva y el propio concepto de "colectiva" es contrario a la existencia de 1 ó 2 accionistas. Para eso existiria la cuenta individual que he mencionado antes.
b) Considero que una Sicav podría incluso constituirse con 20 accionistas y 600.000 euros de patrimonio mínimo. ¿Es esta medida tan transgresora?. Pues en absoluto. La propia legislación española  ya contempla la Sicav por compartimentos donde esos son los rqeuerimientos mínimos.
c) Si se optara por esos nuevos requerimientos mínimos sí que podría mantenerse el actual régimen de constitución formal. Pero si se mantienen los actuales ( 100 accionistas y 2.400.000€ ) debería modificarse el procedimiento para su creación. El actual mecanismo de creación dificulta notablemente la gestación cuando de muchos accionistas fundadores se trata. Para ello no pedimos grandes cosas: simplemente equipación con los Fondos de Inversión.
En efecto, la Sociedad Gestora puede crear un Fondo de Inversión con una capital mínimo inicial y dispone de un año para alcanzar los 3 millones de euros. Por el contrario a una Sicav se le exige que los 2.400.000€ sean "íntegramente suscritos y desembolsado en el acto de la firma de constitución". Se podría permitir un régimen similar al de Andorra donde también se permite en las Sicav el régimen de constiución sucesiva donde unos accionistas iniciales hacen de promotores constitutivos y el resto se incorporan con posterioridad. De hecho no permitir hacerlo ya es ilógico pues en muchas Sicav se permite que esa figura del "promotor" sea realizada por la Sociedad Gestora.
d) No tiene sentido que los Fondos de Inversión puedan beneficarse  del beneficio fiscal del traspaso y las Sicav deban contar con 500 accionistas para hacerlo. Si en la voluntad del legislador está la equiparación entre ambas IIC deberá ser posible en ambas con 100 accionistas.
e) Al existir la figura de la cuenta individual ya no se plantearia el problema de si un gran patrimonio ha creado una Sicav para beneficiarse fiscalmente. Pero respecto a la Sicav, y si lo que se pretende es que un gran patrimonio no pueda imponer individualmente determinadas cuestiones (política de gestión ,cambiar de gestora cuando quiera, etc) podrían ponerse determinadas restricciones en voto respecto a cuestiones relevantes.
f) No tiene sentido alguno, en sede de Sicav, imponer capitales mínimos o máximos por dos cuestiones:
- Imponer un capital mínimo excluye al pequeño inversor de acceder a una Sicav y participar en su gestación y desarrollo desde el principio. Posiblemente, y de instaurarse el régimen de cuenta especial, si un inversor individual ha optado finalmente por la Sicav es porque desea hacerlo a través de una institución de inversión colectiva donde el capital conjunto de otros inversores le permitirá acceder a productos, diversificar y contar con una gestión más profesionalizada que si estuviera sólo.
- Imponer un capital máximo penaliza la excelencia. Imaginemos una Sicav con un track record impecable, una gestión brillante y que cuenta con el respeto de la industria ¿Porqué debemos impedir que grandes inversores privados o institucionales inviertan en esa Sicav aunque con ello acumulen un % elevado de la Sicav?. Creo que no debería impedirse. Como he comentado bastaría con blindar en ese caso determinados principios inmutables de la estructura y funcionamiento interno de la Sicav para que determinados cambios sólo pudieran realizarse con amplio consenso de socios y no sólo de capital.
CONCLUSIÓN
Desarrollar la actual industria de gestión de activos facilitando el desarrollo y creación de nuevas instituciones de inversión colectiva y ampliando al inversor individual figuras con mejor tratamiento fiscal beneficiaría a la sociedad en su conjunto.

Los diferentes participantes en el mercado (Gran Banca, Sociedades Gestoras, etc) podrían explorar un nuevo "oceano azul" innovando en la industria. Se da la paradoja que en la actualidad la gran banca parece querer mantener determinados privilegios intentando mantener algunos puestos inexpugnables. Pero la realidad muestra que compañías fintech están conquistando otros bastiones en un proceso que parece irremediable. Creo que sistemas como los propuestos pueden beneficar a muchos actores en una integración de servicios. En definitiva no sería más que un desarrollo de nuestra industria de gestión de activos.

martes, 19 de abril de 2016

Los bolsillos están vacíos

Esto va muy mal, pero la gente no lo quiere ver. Cuando paseen por la calle, fíjense en lo que toma la mayoría de la gente en los bares: “cervezas de 1€” y se están dos horas ocupando silla y mesa en la terraza viendo pasar a la gente y consultando el móvil con el WiFi gratis.
Parece que lo que mueve a gran parte de la población es algo irracional: el deseo de querer creer que ya hemos salido de la crisis.
Hasta hace un año y medio la gente miraba a su alrededor y contaban a quienes de sus amigos y familiares estaban desempleados, ahora ya no se hace: quien tiene algo tira para adelante echando mano a ahorros, si hace falta, para seguir porque quieren creer que “ya estamos saliendo de la crisis”. Esto les lleva incluso a desaprovechar oportunidades que podrían aportar ingresos a sus economías, no precisamente boyantes. ¡Aguantemos un poco que pronto nos recuperamos!.
Desempeñar una actividad remunerada se está convirtiendo en un signo de status. No todos los que no disfrutan de un trabajo remunerado pueden considerarse pobres, pero son los menos. Raras avis. En cambio, se está empezando a considerar a quienes no tienen trabajo como marginales: '¿A qué se dedica ese? ¿Qué hace? ¡Es un prediales! '. 
La pobreza se suele definir en términos de falta de ingresos adecuados pero va más allá de las finanzas del hogar. Puede incluir una falta de educación, el tipo de trabajo, el acceso a la asistencia sanitaria (falta de seguro de salud), o las condiciones del vecindario en dificultades. 
Hay un índice compuesto que recoge varias variables y que es muy significativo a la hora de analizar una sociedad: la Tasa AROPE (At-Risk-Of Poverty and Exclusion), o tasa de riesgo de pobreza y exclusión social. Como está armonizado a nivel europeo, permite comparar entre países. El indicador complementa la medición de la pobreza, basada en lo monetario, con aspectos de exclusión, combinando factores de renta (pobreza relativa), privación material severa y baja intensidad del trabajo. 
Según publica la EAPN (European Anti Poverty Network ED), en España, la pobreza, la exclusión social y la desigualdad han empeorado como consecuencia de la crisis y siguen siendo de las más altas de la UE. En los últimos años, las tres dimensiones de la pobreza y la exclusión social se han deteriorado considerablemente y el porcentaje total de personas en riesgo de pobreza o exclusión social alcanzó el 29,2 % en 2014 (frente a un 24,4 % en la UE). 
Y no vamos a mejor sino a peor, porqué independientemente de quien gobierne y de las propagandas y promesas electorales que sabemos por experiencia que nuestros políticos no suelen cumplir, España tiene que bajar su déficit en 50 000 millones de euros de ahora hasta el 2020, y no hay opción porqué si no lo hacemos nos cortan el crédito y las ayudas. Pronto nos empezaremos a dar cuenta cuando el nuevo Gobierno empiece a implementar los ajustes presupuestarios que tendrá que poner en marcha. 
No hay dinero igual que no lo había en los años 40. Sólo que entonces España estaba endeudada con la Alemania nazi y ahora lo estamos con entidades financieras públicas y privadas de todo el orbe.
Ojalá me equivoque, pero todos los inputs de personas bien informadas que me llegan, van en esta dirección.
Si son de los que “creen” que ya hemos salido de la crisis, les recomiendo moderación, equilibrio y que guarden algo para el otoño porque el “Principio de Incertidumbre” sigue vigente. Si son incrédulos con los que prometen lo que muchos quieren oír, pero no están en condiciones de dar, ya saben en que ocuparse…
©JuanJAS


Guía básica para interpretar los datos del AROPE:
http://www.eapn.es/ARCHIVO/documentos/recursos/2/1446118622_guia_basica_indicadores_desigualdad_pobreza_y_exclusion_social.pdf


 EL ESTADO DE LA POBREZA  5º INFORME 
Seguimiento del indicador de riesgo de pobreza y exclusión social en España 
2009-2014 ,    EAPN-ESPAÑA ,   Octubre de 2015 
http://www.eapn.es/ARCHIVO/documentos/recursos/1/1444835952_20151015_el_estado_de_la_pobreza_seguimiento_del_arope_2014_pdf.pdf



lunes, 18 de abril de 2016

Donde dije “digo”, digo “Diego”

Es un refrán muy antiguo dice que, la mayoría de las veces, “el tiempo pone a cada uno en su lugar”. 
Cuatro meses después de unas elecciones a las que el Gobierno se presentó con unos presupuestos basados en una cifras de crecimiento-ficción, el Señor Ministro de Economía en funciones modifica lo prometido: Ahora resulta que España va a crecer 3 000 millones menos este año y 5 000 millones menos el que viene. Total 8000 millones menos de lo que nos dijo que crecería España, para que muchos siguieran votando a u partido en base a lo que decían haber conseguido con sus políticas.
El señor Ministro modifica su previsión sin sonrojarse y sus palmeros siguen aplaudiéndolo. Ante las críticas echan la culpa al enfriamiento de la economía mundial y se quedan tan panchos. ¿es que nadie piensa que aunque sigan echando la culpa a otros, siempre a los de fuera, los compromisos con Europa siguen ahí?. Nadie se acuerda que el reajuste presupuestario se va a tener que presentar en doce días. ¡Tranquilos! que como están en funciones no tienen porqué dar explicaciones a nadie.
Parece mentira que una y otra vez los políticos incurran en la misma historia y casi todo el mundo se lo crea: España ya iba bien, crecía de forma maravillosa, dentro de nada todos otra vez a cambiar el coche por un Audi flamante (no nos conformamos con cualquier cosa); cuando lo cierto es que una gran parte de la economía española sigue siendo una economía de monocultivo: turismo y construcción; pobre: uno de cada tres españoles se halla en riesgo de exclusión; y que en estos dos años pasados se ha visto beneficiada por hechos sobre los que nada podía influir España: un euro ultra barato, unos tipos de interés situados en el sótano, un petróleo regalado, follones por doquier que impulsaban visitantes hacia España, … ; anfetas inyectadas en Europa, en USA, en China y en Japón; y un desempleo enorme que obligaba a quienes tenían la suerte de que les ofreciesen un empleo a aceptar cualquier salario, cualquier horario y cualesquiera condiciones de trabajo, que así ganaba competitividad la economía española. Lo que sucede es que todo eso tiene el recorrido que tiene, y se ha acabado.
¿Qué viene ahora? ¿Apretarse el cinturón?
Suponiendo que Bruselas permita a España alcanzar este año un déficit del 3,7% con las nuevas cifras presentadas el Sábado por el Señor Ministro de Economía en Funciones España tendrá que sacar de debajo de las piedras en lo que queda del año 16000 millones de Euros para llegar a ese déficit sin que la deuda vaya más allá del 100% del PIB donde ahora se encuentra. 
Un Gobierno en funciones ha reconocido que no se van a cumplir las previsiones con las que elaboró los Presupuestos cuando no estaba en funciones, y ese mismo Gobierno en funciones al cuadrado va a elaborar unos ajustes presupuestarios que va a tener que cumplir el Gobierno que se forme en cuatro días o el que salga de las elecciones del 26 de Junio. Simplemente absurdo. 
Espero que cuando nos cuenten milongas en la próxima campaña electoral estemos despiertos y votemos en consecuencia, porque tengamos claro que ya estará todo decidido, desde Europa, nos cuenten lo que nos cuenten.
A los políticos españoles, de uno u otro signo, hay que recordarles aquello de "no prometas lo que no puedes cumplir", porque ningún país se va a ir de rositas en materia de disciplina fiscal y presupuestaria. Salvo que adopten medidas unilaterales que lleven al derrumbe de los mercados internos, al alza de la prima de riesgo y al cierre de la financiación en los mercados internacionales, por políticas populistas fuera de los acuerdos de estabilidad en Europa. Todos los votantes, independientemente de los ideales políticos de cada uno, deberíamos dejar de soñar con imposibles y dejar de creer en promesas incumplirles, por muy biensonantes que sean.
©JuanJAS

jueves, 14 de abril de 2016

La “desigualdad en ingresos” afecta la esperanza de vida

Una de los peores efectos que han tenido las sucesivas crisis de la última década ha sido el incremento de la desigualdad. Las desigualdades entre ricos y pobres se han situado en su máximo nivel desde que la OCDE inició su medición hace 30 años. En los 34 países que forman este organismo el 10% de los más favorecidos posee el 50% de la riqueza. El 40% de los más pobres tan sólo el 3%.
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Cuando pensamos en la desigualdad de ingresos, lo hacemos en términos de no tener el lujo de comprar los mismos hogares, vivir en los mismos barrios y comprar los mismos bienes y servicios. Pero el hecho importante es que en USA con su sistema de salud, los más pobres tienen en promedio 10 o 15 años menos de vida.
Este estudio muestra que el 1% de los hombres más ricos viven de media 14,6 años más que el 1% de los más pobres. Entre las mujeres esta diferencia se reduce a 10,1 años.
Hasta ahora no se veía una correlación clara entre la longevidad y factores como el acceso a la asistencia sanitaria, problemas medioambientales, desigualdad de ingresos o mercado laboral. Las correlaciones más directas eran con factores como las tasas de tabaquismo o los ratios de obesidad. Sin embargo, un estudio del MIT muestra que esa correlación existe.
Las medidas de austeridad en sanidad y educación, que se están implantando en los principales países desarrollados, golpean indudablemente más a las personas con menos recursos . Cada mañana nos levantamos con noticias de personas con alto valor adquisitivo que han elaborado complejas arquitecturas fiscales para reducir sus cargas impositivas. Esto provoca que el Estado ingrese menos y como no se deja de “malgastar en temas que no son de primera necesidad, queda menos para dedicar a lo más importante que es sanidad, educación y bienestar social. Esto siempre afectará a los más desfavorecidos.
Si los niveles asistenciales, en calidad y cantidad siguen disminuyendo, cada vez será más cierto que la desigualdad afectará a la calidad de vida y mermará la esperanza de vida. 
¿Podemos hacer algo nosotros para cambiar esta dinámica? 
En primer lugar, algo que no es caro y está al alcance de todos.: Por supuesto, debemos mejorar la calidad de nuestra alimentación, comiendo menos "alimentos procesados" y realizar un mínimo de esfuerzo físico diario. Tampoco deberíamos dejar de presionar a los políticos para que dediquen los recursos a las cosas más necesarias y los recortes los apliquen a todo aquello que consume mucho dinero y no aporta nada fundamental. Todos sabemos que es cada cosa y no es momento de andarse por las ramas, porque los recortes "mal hechos" afectarán cada vez más a nuestra calidad de vida y a nuestra longevidad. 
©JuanJAS

miércoles, 13 de abril de 2016

"Premium"

Premium, Premium selection, Premium extra, Premium membership, Premium numbers, Premium quality, Premium Special Edition, Premium link generator, productos Premium, Servicios Premium, … ¿A quien no le gustaría disfrutar de algo “Premium”? 
Estamos acostumbrados desde pequeños a que nos digan rey de la casa, príncipe o princesa, lo especiales que somos, que tenemos derecho como el que más a una vida digna y sin sobresaltos, a disfrutar de todos los productos y servicios que veamos a nuestro alrededor y ahora “nuestro alrededor” es casi infinito gracias a Internet. La distancia entre los más ricos y los más pobres cada vez se agranda más y la distancia entre los objetos deseados por unos y por otros cada vez se acorta más. ¡Conflicto! 
Cuando oímos “Premium” pensamos en productos, servicios o soluciones personalizados para segmentos especiales del mercado que por lo general requieren de alta calidad y alta fiabilidad, por lo que esperamos de su consumo una experiencia exquisitamente placentera y duradera.

¿Les parece que podemos calificar de “Premium” el trabajo de nuestros políticos?
Cada vez parece más probable que haya nuevas elecciones en Junio. Los partidos políticos hace tiempo que dedican sus esfuerzos a la propaganda para conseguir votos, acompañados de las correspondientes subvenciones, tan necesarias para su supervivencia y para pagar los dispendios de los políticos. Todos los grupos políticos nos dicen: “Haciendo lo que hay que hacer llegará el crecimiento, se creará empleo y volveremos a ser felices y comeremos perdices”. Si nos sueltan estos discursos por ignorancia, mal y si es porqué les da miedo contarnos la verdad, peor. De todas formas, asumiendo nuestra parte de responsabilidad, tenemos que asumir que les ponemos fácil la venta de sus discursos. La mayoría se resiste a escuchar a los que pensamos que es muy difícil que volvamos a la década de principios de siglo. Durante buena parte de finales del siglo pasado nos habían dicho que todos teníamos derecho a todo: pisos o casas grandes, coches lujosos, viajes, etc. 
En la pasada década vivimos la demostración que daba crédito a ese discurso. La prueba de veracidad la ofrecía la gran generación de empleo, mucho era tipo basura aunque relativamente bien remunerada. El engaño quedaba oculto porque los bancos le dieron a cualquiera un cheque en blanco, para que consumiese todo lo que le viniera en gana. Políticos y banqueros nos dieron —la letra pequeña, que nadie quiso perder tiempo en leer, decía “prestado a devolver con intereses– el “soma” suficiente para que creyéramos que todos éramos ricos y podíamos conseguir prácticamente cualquier “lujo” que deseáramos.
Aquello era sólo un espejismo que escondía la realidad: una huida hacia delante para mantener el sistema, hiper consumiendo. La crisis deshizo el hechizo y nos dimos cuenta que estábamos desnudos. El susto fue terrible, pero rápidamente nos negamos a admitir la realidad y la vestimos con ingeniosa habilidad. La imaginación latina es conocida. 
Los políticos saben que, independientemente de las medidas que se tomen o que nuestra acreedora UE les deje tomar, aquellos años de consumo desenfrenado no volverán; pero nos siguen mintiendo, al menos omitiendo parte de la realidad. Mucha gente cree sus mentiras y les siguen votando. Lo hacen porqué aceptar la realidad es muy doloroso y estamos dispuestos a comprar cualquier “pócima-milagroso-mentirosa” antes que admitir la realidad e interiorizar que el 99% de la población vamos a tener que vivir con menos de lo que hemos creído tener y ajustar el consumo; no de forma coyuntural sino estructural, como estilo de vida.
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Estamos yendo hacia una "Nueva Normalidad" en la que cada vez va a hacer falta menos factor trabajo: El trabajo-aportaciones de un 10% de la población activa será imprescindible, el de otro 10% lo será en bastantes ocasiones, otro 10% lo será ocasionalmente y el 70% restante no lo será nunca en absoluto.
Esta falta de trabajo en número de empleados se notará en sectores que nunca pensaríamos que puede pasar. Seguro que no nos acordamos del sector de la construcción en el que prácticamente todo el mundo admitía que los precios de la vivienda nunca bajaban y que siempre habría trabajo de cualquier cualificación para “construir”. 

Ahora es casi dogma de fe el que las ciudades y las carreteras están super-llenas de coches y "esto va a ir a más. ¿Seguro? Dentro de 30 años, ¿les parece que va a aumentar o a disminuir?
Tengan en cuenta que el avance espectacular que la tecnología de las comunicaciones afectará tanto a los desplazamientos urbanos como a los interurbanos. El teletrabajo aumentará y reducirá los costes sobre el trabajo convencional. El transporte individual —da igual que sea en un taxi o en un vehículo privado— es muy ineficiente, por lo que, en los casos en que el desplazamiento tenga que producirse, el medio de transporte tenderá a ser colectivo (lo que no equivale a ‘público’). 
Es posible que cada vez haya menos vehículos privados, por la reducción de las necesidades de desplazamiento pero también porque con la evolución esperada de las rentas, pocos podremos permitirnos el mantenimiento de un vehículo. Añadan como factores disuasorios los nuevos impuestos “anticontaminación” que nos están preparando nuestros ayuntamientos, trabas de circulación, aparcamiento, etc. 
No se preocupen por los beneficios de las compañías automovilísticas (si los empleos que generan), porqué el grueso de la rentabilidad lo obtienen en los vehículos “Premium”. Al 1% de los ciudadanos que podrán comprarlos y mantenerlos, siempre les ha importado muy poco el combustible que utilicen para su funcionamiento: electricidad o derivados de petróleo y cada vez les importará menos. 
Llámese como se llamen, Uber y Lyft, etc., compañías que dispongan de una flota de vehículos para transportar personas van a existir. Será más barato usar un vehículo y pagar el servicio mientras lo necesitas que tenerlo aparcado el 90% del tiempo en el garaje, tal vez ya lo es ahora. Lo lógico es que los vehículos que se utilicen sean autónomos por la reducción de costes que ello supondrá. También lo será que sean eléctricos por el ahorro de emisiones; pero, en cualquier caso serán colectivos, a no ser que hablemos de “transporte colectivo Premium”.
Los ricos en cualquier época han vivido bien y lo seguirán haciendo, por muchas “mareas”, “confluencias”, “agrupaciones empoderadas y salvadoras” que nos prometan nuestra parte de “soma” a su costa. El 1% de ricos, consumirán productos y servicios “Premium”. El 99% restante podemos ir olvidando esta palabra, porque en poco tiempo, la inmensa mayoría dejaremos de consumir productos o servicios etiquetados con ese calificativo. Los “Premium” serán productos y servicios “only for his/her pleasure”, emulando al texto que siempre acompañaba a los mensajes que recibía el famoso agente 007. Sólo para personas “Premium”. 
©JuanJAS