lunes, 29 de febrero de 2016

Cuanto más analizo, menos entiendo

¿Qué pasaría si la política extrema de las autoridades tuviera finalmente éxito en recuperar la economía y la inflación?. Sólo pensar en la subida de tipos de interés de la deuda en un contexto de máximo endeudamiento mundial me produce escalofríos. 
No menor inquietud me produce el hecho de ver que en los países que han tenido “éxito” en el saneamiento del sector financiero y recuperación económica la deuda pública no ha dejado de crecer superando continuamente récords pasados. La economía norteamericana, uno de ellos, plantea numerosos interrogantes a la Fed: más de cinco años en expansión, con expectativas de inflación bajas, stock de capital en niveles de los noventa y consumo limitado. Piensen ahora en este último componente de la demanda: empleo creciendo a ritmos del 2 %, salarios al alza por encima de este porcentaje, riqueza financiera con mercados financieros - precios de la vivienda al alza y especialmente el fuerte aumento de la renta disponible derivado de la caída de los precios del crudo…..
¿Por qué no aumenta más el consumo? 
Lejos de hacerlo, a finales del año pasado, el consumo de bienes duraderos decrecía de forma inesperada. 
¿Qué falla? 
¿Qué futuro tiene el sector financiero bajo unas condiciones financieras como las actuales?
¿Los bancos centrales realmente pueden controlar a los mercados financieros de forma indefinida?
¿Nos enfrentamos a una nueva burbuja en las rentabilidades de la renta fija en países desarrollados?
¿Son sostenibles los niveles actuales de deuda pública?
¿Qué consecuencias tendrá en el futuro la normalización monetaria de tipos y cantidades?
Pensemos en el próximo Referéndum británico que puede abrir la “caja de los truenos”, en la dificultad (o imposibilidad) de convertir el Euro en una zona monetaria óptima y pensemos especialmente en la geopolítica que copa las noticias desde hace meses. ¡Stop! Necesito parar de pensar...
El sábado por la tarde fuimos a bailar –cuando uno baila se olvida momentáneamente de los problemas mundanos– y después a cenar con unos amigos. Como siempre, no pudimos evitar elucubrar sobre el posible impacto del impasse político sobre la economía. Todos en la mesa admitimos que las cosas no iban bien y que ello afectaba al consumo y la inversión. 
Por cierto, el restaurante estaba completamente lleno –a cualquier sitio de ocio a donde vas está siempre lleno– y la carta no era precisamente barata. Algo se me escapa...
¿Me pueden ayudar a entenderlo? 
©JuanJAS

jueves, 25 de febrero de 2016

Sentido común

A tenor de lo que nos cuentan los medios, parece que hay mucho lío en lo político y en lo económico. Los medios se encargan de recordárnoslo a todas horas, cada vez que los leemos o sintonizamos sus canales de radio y TV. Cuando hablamos con la gente, también nos dicen que “la cosa está mal”. La mayoría se pregunta… ¿a que juegan nuestros dirigentes? ¿Cuándo llegará la hora de los sensatos? ¿Cuando veremos a algún periodista que haga preguntas normales y a algún entrevistado que conteste a esas preguntas, sin divagar y proponiendo soluciones lógicas?.
Si nos visitara un extraterrestre vería que hay dos Españas: la de los normales-sensatos y la de los “famosos” que salen por la TV, que dicen cosas muy raras y que no entendemos. Nunca dicen las cosas que todos pensamos que son de sentido común. ¿Serán tontos de nacimiento o es que la “celebridad” o el poder produce estos efectos?
Ayer estuve en una conferencia que dio Leopoldo Abadía
es sabido que una buena competencia comunicativa permite influir y persuadir a través de la palabra limpia. La palabra es fundamental para la configuración de cualquier tipo de autoridad y Leopoldo Abadía, sin ser economista, ha conseguido autoridad en lo que dice. Mucha gente ha leído sus libros y sigue sus artículos.
Vivimos en un país en el que la intimidación y la pillería son estructurales y la influencia en el prójimo se lleva a cabo con la amenaza: "Me acordaré de ti ...", "a cada cerdo le llega su san Martín ". El falso respeto también se gana mediante la recompensa, sinuosa ("No dudes que sabré cómo agradecértelo ...") o directa ("Si colaboras, nos llenaremos de comisiones hasta las cejas!"). La persuasión es un arma tan poderosa para ejercer el poder como la lisonja y la coacción, que en democracia, para más recochineo, se aplican con la ley en la mano. La recompensa fluctúa entre el interés general y el clientelismo, que es el caciquismo actual. 
El Sr. Abadía, en el lenguaje coloquial y llano que le caracteriza, dijo que nos hace falta trabajar mucho y con optimismo. Cada uno hemos de luchar con uñas y dientes para salir adelante en nuestra situación concreta. Los “poderosos” y todos los que tengan la ocasión, tendrían que dejar de meter la mano en el bolsillo ajeno. Nadie deberíamos perder el tiempo ni distraernos en tonterías y en cambio, marcarnos prioridades que no sean absurdas. 
A poco que hayan viajado por el territorio, se habrán dado cuenta que en la mayoría de los pueblos hay grandes polideportivos, algún edificio singular proyectado por un arquitecto famoso o alguna gran “infraestructura” que costó tanto, aunque no se utilice para nada, que todavía no se ha pagado. Sucedió en muchos ayuntamientos que cuando se recaudaban muchos impuestos, por la recalificación de suelo, se compraban “obras de arte” como si fuéramos súper ricos y nunca se fuera a secar el cuerno de la abundancia; en lugar de invertir en cosas prioritarias como educación, salud, vivienda o algún servicio que generara empleo o rendimientos futuros. Una vez hecho el gasto y endeudados sus vecinos, todos nos damos cuenta de que en esos pueblos se deben tantos millones, que no los podrán pagar ni los nietos, de los que se endeudaron alocadamente.
Hace años que el empleo no es lo que era y muchos usaron las indemnizaciones de los despidos para intentar autoemplearse. Todos estos deben aprender que antes eran otros los que pensaban y ellos sólo tenían que "hacer su trabajo". Ahora que son sus propios jefes y también empleados, no pueden parar de capilar continuamente, intentando generar nuevas ideas y a ponerlas en práctica, analizar su rendimiento y si algo no funciona, parar la sangría y empezar otro proyecto con ánimo. Aprendiendo de los errores.
En el área particular, Abadía recomienda tener "criterio propio" y aplicarlo continuamente. Cuando nos ofrecen algún producto, servicio o idea que nos venden como maravilloso y  parece “muy bueno” antes de comprar o firmar nada, hay que hacerse dos preguntas:       
- ¿Cuánto costará comprarlo, ponerlo en práctica o mantenerlo? y 
- ¿De donde sacaremos el dinero para pagarlo?. 
Con este primer filtro seguro que nos ahorramos muchos chascos y despilfarros.
Cuenta el Sr. Abadía que un día en que fue a cenar a un restaurante de montaña, al reconocerle, -parece mentira que a su vejez se haya hecho tan mediático- el dueño (DR) le preguntó: 
-DR- ¿Es usted Keynesiano? 
Ya sabemos que aunque el Sr. Abadía hable de economía y escriba libros relacionados con la economía no estudió la carrera de económicas. Por suerte el avispado dueño del establecimiento, como suele suceder con los "negociantes", no esperó su respuesta y él mismo le dio la solución a todos los problemas de España: 
-DR-  “Los problemas de la economía española se arreglan echando dinero a la economía”. 
-LA-  Inmediatamente me hice mis dos preguntas y le pregunté al "dueño del restaurante"...
-LA-  ¿De donde sacaremos el dinero para estas inyecciones públicas de dinero en España?
-DR-  ¡Fácil! respondió: "Se emite deuda pública y se usa el dinero prestado".
¿Porqué será que los que así hablan siempre parecen olvidar que cuando alguien te presta algo, siempre espera que se lo devuelvas con intereses?. Los préstamos hay que devolverlos, porqué sino lo haces, puedes ir olvidándote de que te vuelvan a prestar. 
Es sabido que todos los buenos deudores son malos pagadores y buenos cobradores. Entonces ¿porqué no deducen que si el Estado tiene que devolver préstamos y se endeuda aún más, el Gobierno, sea el que sea, deberá aumentar los impuestos?
Algunos políticos dicen: ¡No se preocupen, son impuestos para los ricos y las empresas del IBEX que pagan poco! 
¿Que harán para que esos no cojan el dinero y se vayan a otra parte o no sigan eludiendo al fisco con la ley en la mano como han hecho hasta el presente?
No hay que pensar mucho para entender que, las recaudaciones adicionales en impuestos, no  las tendrá que pagar el dueño del establecimiento y otros como él, que cobra sin factura y en metálico, sino los trabajadores que cobran una nómina y cotizan a la Seg. Social y las clases medias ahorradoras. ¿Es eso justo¿. ¿No les enfada el engaño que les proponen esos políticos?.
El Sr. Abadía como la mayoría de abuelos está muy ocupado y no tiene tiempo que perder, por ello recomienda no atiborrarse de mucha prensa ni radio ni TV. Él sólo lee dos periódicos cada día. Siempre los mismos. Uno generalista y otro económico. Al cabo del tiempo confiesa que les a cogido el tranquillo y hasta se ve capaz de hacer profecías. Las mantiene en secreto y así no pierde credibilidad. Si las voceara en alguna conferencia tampoco pasaría nada porqué la gente solemos olvidar lo que nos dicen justo después de que las palabras salgan de la cabeza del orador. Bien, con tantos años de seguir la prensa, recuerda que en el año 1962 pedimos la adhesión al “club europeo”. Han pasado 50 años y ser socios nos ha dado muchos quebraderos de cabeza y nos ha costado mucho y lo que nos costará, porqué todavía se está construyendo el club y falta muchíiiisimo por hacer. Ahora bien, como socios del club, tenemos una moneda única (euro), los grandes bancos se supervisan desde Bruselas, estamos llenos de directivas de la UE, los presupuestos se aprueban en la EU, las subvenciones llegan desde la UE, … las “recomendaciones” llegan desde la UE. Perdón, en lugar de recomendaciones deberíamos decir “órdenes de obligado cumplimiento”. 
¿Porqué se sorprenden al oír esto?
¿Queda alguien que todavía no se ha enterado de que hace bastantes años que nuestro Estado español está cediendo soberanía a la UE?. 
¡Ah, entiendo! Algunos no quieren enterarse. 
Por mucho que no quieran enterarse, si queremos sobrevivir, no nos queda otra que ser totalmente dependientes del cumplimiento de las directrices de la UE. Visto lo que han hecho y hacen algunos de nuestros políticos, a veces damos gracias a Dios por que eso sea así. No quiero ni pensar lo que nos pasaría si ciertos “personajillos” pudieran hacer y deshacer todavía más libre e irresponsablemente de lo que lo hacen ahora que están medio supervisados. 
Estos días se hacen apuestas sobre ¿Quien formará el próximo gobierno en España? 
¡No tengo ni idea! 
Lo que si es seguro es que el gobierno que finalmente se forme, hará lo que dicten las directrices de la UE ( ¿Merkel?): Subir impuestos y hacer más recortes para seguir devolviendo deuda.
¿Por qué? Porque actualmente todos los Estados están super endeudados y además siguen pagando los viejos créditos pidiendo nuevos créditos. Con los impuestos devuelven parte de esos créditos y si hay suerte, tarde o temprano los tendrán que amortizar, como hemos hecho todas las familias responsables con nuestros créditos particulares.
Europa nos pide más esfuerzo, eso se traduce en nuevos recortes, porque a los Gobiernos españoles anteriores se les fue la mano gastando más de lo que recaudaban y pidiendo prestado. No queda otra que reducir el gasto del Gobierno en “malgastes” y "despilfarros", seguir pagando los servicios imprescindibles, comprando y gastando mejor e intentando aumentar los ingresos y el total de impuestos recaudados, lo cual no tiene por que implicar subida de todos los impuestos a todos los que pagan por igual. 
Leopoldo, a estas alturas de la tarde ya nos tuteamos, nos recomendó “prudencia”: no pasarse ni por audaz ni por cobarde.
Hay muchas empresas que tienen dinero en caja suficiente para poder invertir, pero invierten menos por si acaso. Lo mismo pasa con las familias. ¡Gastar con la cabeza! Lo que se necesita y nada más porqué seria despilfarrar y no nos lo podemos permitir.
Cuando vamos a una tienda para comprar unos pantalones y me sacan una camisa última moda, por muy bonita que sea, no la compramos ¿verdad?. ¿Por qué no hacemos lo mismo cuando las entidades financieras nos ofrecen algo que no entendemos?.
En lo que se refiere a las “relaciones financieras consentidas” recomienda no firmar nada si no se entiende con exactitud todo lo que te explican y rechazar aquello que tu familia no pueda asimilar con tus propias palabras.
Nos cuenta la anécdota de una conversación con su "asesor personal" (AP) de su oficina bancaria cercana a su domicilio…
--AP-- Estimado Leopoldo, me acaban de informar de una “estructura” que va a ser un cañón. Puedes llegar a ganar hasta un 40 % en tres años y va “referenciada” a tres grandes compañías como Santander, Telefónica y Repsol. Mis clientes preferentes me la quitan de las manos. Como siga ese ritmo, en dos semanas tendremos que cerrarla. 
--LA-- Lo que yo quiero es una cosa segura, un poco avergonzado porqué no entendía que es lo que me estaba ofreciendo mi AP.
--AP-- El capital está asegurado. 
--LA-- ¿Seguro?, no quiero sorpresas.
--AP-- Es muy improbable que las haya. Piensa que sólo podría “perderse un poco” en el improbabilísimo caso de que “el valor de corte” bajara más de un 60%, teniendo en cuenta que éste se calcula siguiendo el “método de Pratt y Literman” para actualizar el de “Markovitxh”.
--LA--  ¿¡ !? No conozco a esos señores. ¿Me puedes dar su e-mail para poderles pedir que me expliquen su método?
No invertí ni un euro en ese "fantástico producto". Si yo hubiera comprado este producto, con parte importante de los ahorros de toda mi vida, a mi edad y sin entender perfectamente las palabras entrecomilladas, no hubiera tenido ningún derecho moral a reclamar nada, porqué habría actuado sin “criterio”. Por mucho que yo hubiera querido interpretar positivamente la fantástica inversión y me hubiera convencido lo que me contó mi “asesor personal” en el banco, la decisión era sólo mía y sólo yo era el responsable de tomarla en base a mi propio criterio personal. En realidad mi AP sólo me ofrecía el mejor y más nuevo producto de inversión que, la entidad que le paga el sueldo, comercializaba en ese momento. 
Finalmente Leopoldo nos razonó que lo menos importante de esta situación actual es el tema económico. Lo más dañino es que sufrimos una crisis de “DECENCIA”. Estamos rodeados de sinvergüenzas y además algunos de ellos ocupando cargos de referencia y responsabilidad. 
Me explicaré: El ladrón que roba el bolso a una señora hace daño a esa señora, pero un chorizo que defrauda a Hacienda o roba al Estado, hace daño a esa señora y también, a todos los ciudadanos y eso es mucho peor. 
Mucha gente se queja de que por desgracia este comportamiento es usual y entiende que la gente acabe copiándolo y se extienda su práctica. ¿Porqué no queremos entender que lo “anormal” cuando se hace muchas veces no se convierte en normal, sino que se convierte en “anormal frecuente”?.
Es imprescindible volver a poner de moda los valores humanos: sinceridad, lealtad, ayudar a los demás, la cultura del esfuerzo, etc.. Si, he dicho "esfuerzo". No nos dé miedo esta palabra, porque siempre ha sido la base del progreso. La vagancia nunca ha sido cultura, aunque la picaresca española siempre ha ensalzado el vivir del cuento provechándose del esfuerzo ajeno. También, muchos envidiosos sueñan cada día con repartirse el dinero de los demás, en lugar de esforzarse por aprender a generar y disfrutar el suyo propio.
Seguro que han oído muchas veces aquella frase atribuida a Churchill: “¡Sangre, sudor y lágrimas!”. Sepan que la expresión utilizada en el histórico discurso del primer ministro británico Winston Churchill ante la Casa de los Comunes, el 13 de mayo de 1940, en el contexto de la batalla de Francia, ocho meses después de haber comenzado la Segunda Guerra Mundial, cuando las fuerzas aliadas estaban experimentando continuas derrotas frente a la Alemania nazi, fue: “I have nothing to offer but blood and toil, tears and sweat” (No tengo nada que ofrecer sino sangre y esfuerzo, lágrimas y sudor). Aquí los amigos de lo ajeno robaron la palabra “esfuerzo” y entre los pocos que entendían la lengua inglesa y lo bien que les venía a los vaguillos, se perdió la palabra "esfuerzo" para las versiones futuras…
Leopoldo concluyó la charla resumiendo: “estamos transitando un camino largo y duro que hay que convertir en apasionante para salir mejor del atolladero. ¿Como?: Trabajando mucho, tal vez no más horas, sino trabajando más eficientemente las que trabajamos o incluso algunas menos, mejorando nuestras fortalezas y pensando continuamente para innovar”.
Continuó: “Aquí no vale todo, no se puede jugar con las cosas de comer como se ha hecho. Hay que actuar de acuerdo a la lógica y asimilar que nadie da duros a cuatro pesetas. Las personas sensatas deben tener "criterio", actuar de acuerdo con él, ser optimistas, ser prudentes, tener sentido común, no comprar lo que no puedan pagar, no invertir en lo que no entiendan porqué siguen sin existir los regalos a cambio de nada, trabajar mucho y bien, pensar mucho y de paso, consultar el manual de instrucciones, por si acaso se nos había olvidado algo, durante la borrachera que cogimos en la época eufórica, en la que todos nos sentimos ricos”. 
¿Hay algo de lo dicho que precise de más explicación? Seguro que sí, pero el mensaje está claro, salvo para el que no quiera escuchar ni entender. 
Si usted ha leído hasta aquí, seguro que no es su caso y a los que no lo hayan hecho, les deseo mucha suerte. ¡La va a necesitar!.
©JuanJAS

lunes, 22 de febrero de 2016

¿Que harías si te toca el gordo de la Primitiva?

Si me toca la lotería… Pffffff!
Como dice el anuncio de la Primitiva que pasan estos días por televisión, no sabemos lo que significa este Ppfffffff. Lo que es seguro es que la mayoría no tenemos sueños baratos. 
¡Juega a la Lotería! Nos animan por doquier. 
La tentación de jugar es grande. Hay tantas oportunidades de hacerlo y es tan asequible e ilusionante el posible premio a ganar…
Cuanta más crisis hay, más ganas tenemos de volvernos ricos por arte de magia. Pero, ¿Cuantos de nosotros estamos preparados psicológicamente para ganar el “premio gande”?
Las estadísticas indican que la mayoría de los agraciados con los grandes premios de loa juegos de azar, arruinan su vida después de hacerse ricos porqué son inmaduros, y no saben como afrontar psicológicamente el convertirse en millonarios de la noche a la mañana. Piensan que con el dinero lo podrán comprar todo, y así alcanzarán un estado de felicidad duradera.
Solemos pensar en las cosas buenas que nos traerá una lluvia de centenares de miles euros. Casi nunca tenemos en cuenta el estrés de tomar decisiones difíciles y enfrentarnos a los miedos: ¿se acercarán a mí sólo por el dinero?, ¿me querrán estafar?, ¿me amenazarán?. El problema empieza al día siguiente del premio: ¿lo cuento?, ¿lo invierto?, ¿dónde invierto?, ¿a quién doy dinero? ¿en qué lo gasto?, ¿dejo de trabajar?… Nos llenan la cabeza multitud de preguntas que ponen en juego deseos que hasta entonces quizás ignorábamos.
El que recibe la noticia del “superpremio”, debe tomar rápidamente muchas decisiones y miedos que no todo el mundo sabe manejar y, finalmente, resolver. Sucede que cuantas más oportunidades tiene el ser humano, más necesidad tiene de control emocional. ¿Cuántos de ustedes logran salir de casa con un billete de 100€ y volver, después del paseo por el Centro comercial, sin haber gastado nada? 
Dicen que la mayoría de los agraciados con grandes premios o grandes herencias de improviso, se arruinan y no son más felices. Esto suele suceder porqué:
1.- No planifican ni destinan ahorros para más largo plazo. 
Las personas con problemas para gestionar su economía doméstica también los tendrán para administrar un ingreso súbito importante. De pronto hay multitud de deseos que ya no están enjaulados por la obligación de llegar a fin de mes.
Cambian su vida de una forma impulsiva y radical. Dejan su trabajo y al tiempo entran en crisis personales porqué no saben que hacer. Los que ganan un gran premio tienden a pensar que son más listos que los demás y que por eso han conseguido el dinero. Es una distorsión cognitiva. Se atribuyen el mérito de algo que fue por suerte. Y se meten en negocios sin tener la capacidad intelectual necesaria para ello. Adoptan un tren de vida lujoso… Como si con el dinero se les inoculara una ansiedad que les obliga a transformar inmediatamente su vida en otra cosa más grande, más lujosa, más nueva, más emocionante. Como si el dinero decidiera por ellos.
2.- Se cambian de casa y de barrio 
Intentan hacer nuevas amistades en sintonía con el recién estrenado esplendor de la cuenta corriente a la vez que pierden su día a día y los conocidos de siempre. Estos te tienen una cierta (o mucha) envidia y los nuevos “vecinos” no terminan de aceptarte porqué el dinero no es de cuna o no se ha ganado por méritos propios (sean los que sean).
3.- Compran bienes de lujo
Muchos se compran coches de lujo, casas de lujo, ropa de lujo, jacuzzi de lujo. Bienes con altos costes de mantenimiento.  ¿Y luego qué? 
Quizá se aburren, no saben qué hacer y para distraerse siguen comprando bienes que no necesitan y que siguen sin hacerles felices, porqué la felicidad es algo que cada uno lleva dentro. Depende de tu armonía interior, de que valores lo que tienes, sea mucho o poco, de que ames a los demás… El que era inseguro lo seguirá siendo; el que no aguantaba a su pareja seguirá sin aguantarla; el que se sentía solo se dará cuenta de que se puede comprar compañía pero no amistad.

4.- Dejan de trabajar y entraron en crisis personales con posterioridad. 
El problema es que hay muchos deseos que son más placenteros en la fantasía que en la realidad. Fantasear que uno es el jefe de un próspero negocio, amado y respetado por sus empleados, es más sencillo que enfrentarse al día a día de la gestión de una empresa. Pensar que lo más importante es no estar “esclavizado” por rígidos horarios y jefes tocap-----as y tener todo el tiempo del mundo para ti puede resultar atractivo, pero hace falta saber como emplear tu tiempo de forma satisfactoria y hacerlo.
5.- Terminan por enfrentarse a medio plazo a sus supuestos “amigos” o familiares. 
Cuando se huele a dinero siempre se complican las relaciones personales. El dinero puede provocar envidias, ya que mucha gente quiere “pasar por caja” y no se puede ayudar a todo el mundo a pagar la hipoteca, comprarse un coche, montar un taller, invitarles a un crucero alrededor del mundo o simplemente a rellenar su cartera porqué pierden el dinero gastándolo en cosas de poco valor casi sin darse cuenta de lo que hacen. Al fin y al cabo saben donde está la fábrica de billetes… Todo objeto vale lo que cuesta conseguirlo, y a ellos no les cuesta nada más que pedirlo. Por ello ese dinero no vale nada para ellos y lo pueden malgastar tranquilamente. No entienden que a pesar de que ese dinero le haya tocado en la lotería a su familiar o amigo, este debe “conquistarlo”. La lotería toca por azar, como el amor. Pero para que el amor funcione hay que cuidarlo cada día. Lo más difícil es darle valor a ese dinero cada día y hacer lo adecuado con él para que nos aporte bienestar a todos.
Parece que cuando el dinero irrumpe en grandes cantidades de pronto en la vida de las personas causa grandes problemas. Entonces, ¿porqué no siguen con su estilo de vida?, ¿por qué complicarse la vida y dejar de hacer algo que más o menos les gusta o al menos parece que dominan? 
Aunque cada caso es un mundo, es bueno recordar que si alguna vez nos visita la suerte, es importante mantener la cabeza fría, hacer números antes de ir a cobrar el premio y planificarse. Hay que analizar la situación personal, familiar y patrimonial. Ver qué objetivos reales tenemos, que “agujeros” se podrán tapar con el premio después de impuestos, analizar bien los gastos en los que vamos a incurrir y que costes de mantenimiento vamos a tener en un futuro… es decir, hacer una buena planificación financiera.

Distribuir, planificar, diversificar

Una vez separada la cantidad que nos vamos a gastar en el corto plazo, ya sea para pagar deudas, hacer viajes, para gastárselo en antojos o bienes o en temas sociales y ONG, el resto hay que dividirlo según los plazos en los que no vayamos a utilizar previsiblemente el dinero y dentro de esos horizontes temporales, medio, largo, jubilación o herencia, hay que ir seleccionando los distintos productos financieros.
Por ejemplo en el medio plazo, se puede invertir en fondos de rentas, fondos mixtos, fondos de retorno absoluto, productos de seguro-ahorro, etc. La rentabilidad puede estar en el entorno del 4% + IPC.
Para el dinero del largo plazo se puede invertir en fondos de renta variable que inviertan en todo el mundo y esperar una rentabilidad media de 5% TAE + IPC. 
Dependiendo d ela cuantía del “super premio” también hay que analizar si es conveniente invertir en negocios inmobiliarios, en startups – empresas nuevas – o incluso montar con una parte una SICAV para aprovechar las ventajas fiscales.

Una gran renta diaria

Si el agraciado del gran premio (por ejemplo 20 M) decidiera invertir todos los millones del premio, por ejemplo en un FIM de reparto con una rentabilidad media de un 5% anual, recibiría más de 2000€ diarios, una vez pagados los impuestos. Si la rentabilidad fuera de un 3%, podría gastarse 40000€ al mes. Sólo con el rendimiento, podría darse la gran vida e incluso repartir parte del dinero entre familiares y amigos para ayudarles a pagar colegios, hipotecas, etc. y con la tranquilidad de que mantendría el capital íntegro e intacto a salvo de veleidades propias o de terceros. Los familiares tendrían que seguir forjándose su porvenir, aunque con una red protectora adicional y permanente que les proporcionara con parte de sus rendimientos. Recordemos que todo lo que se da acaba por terminarse y si se da el capital este ya deja de producir para el futuro. A los “amigos” que se interesarán por los “billetes”, se les puede decir la verdad: “El principal del dinero lo administra un asesor de patrimonios independiente y no se puede tocar”. De esa forma, será más fácil protegerse de los que tienen la tentación de pedir “algo imprudente”, porqué, si han leído hasta aquí, ya se habrán dado cuenta de que no todo el mundo está preparado para administrar una gan suma de dinero. Algunos ni siquiera una pequeña, porque el dinero les quema en el bolsillo.

Repartir el premio antes de cobrarlo

Si a pesar de todo lo visto, decidimos repartir el premio entre familiares y amigos, no es lo mismo cobrar uno todo el premio y repartirlo después que repartir participaciones del boleto premiado. En caso que el reparto se haga a posteriori, además de pagar el 20% inicial a Hacienda, deberá tributar por el impuesto de donaciones, que depende de la comunidad autónoma donde residamos. En Barcelona, puede llegar al 31% de la cantidad entregada si son familiares directos o el doble si se trata de amigos o familiares lejanos. Es decir, si le damos a alguien 10.000.000 en caso de decir que jugaba con nosotros una parte de la apuesta, no deberá pagar por donaciones, mientras que si le damos a un amigo esos 10 millones, en realidad recibirá menos de 4 millones porqué más de 6 M se lo cobrará Hacienda a cuenta del impuesto de donaciones.

Para terminar, les dejo en consideración dos plácidos itinerarios vitales: 
  • Uno sería viajar (¿un crucero?) y empezar una nueva vida en otro lugar. Para evitar, de este modo, el acoso de bancos, amigos y familiares. 
  • Otra opción sería hacer como si no hubiera pasado nada. Sigues con tu vida, con tu trabajo, con tu círculo social. Y te das a ti mismo una paga cada mes que empleas en lo que te apetezca.
No tiene porqué ser malo que a uno le toque mucho dinero de golpe. Lo que suele suceder es que la fatalidad llega con la toma de decisiones impulsivas. 
Ahora que todavía no te ha tocado nada, puede ser un buen momento para preguntarte con calma qué quieres en la vida. Porque lo bonito, no es poseer mucho dinero, es disponer del tiempo, la salud y la inteligencia e iniciativa suficiente y adecuada para construir una vida de deseo por hacer cosas. 
©JuanJAS

viernes, 19 de febrero de 2016

¿Cuanto espera cobrar cuando se jubile?

¿Tienen ustedes idea de cual es la Pensión de Jubilación que van a recibir del Estado cuando les llegue la edad de jubilación?
¿Han recibido la carta que el Ministerio de Empleo dijo, antes de las elecciones del 20D, que pensaba enviar a los mayores de 50 años para informarles de la cuantía de su futura? No verdad. Una cosa es prometer antes de las elecciones y otra…
La verdad es que han cumplido a medias. Lea hasta el final, pero antes…
El informe de Óptima advirtió en octubre pasado que la actualización de las pensiones (un 0,25 %) supone 116.000 millones de euros, vaticinando que en la próxima legislatura las pensiones de orfandad y viudedad saldrían del sistema contributivo y se pagarían con impuestos indirectos, convirtiéndose en pensiones asistenciales y por lo que sufrirían una bajada "alarmante".
La responsable de auditoría Isca Noguera aseguró que el sistema de pensiones español está en "riesgo" e informó que ha perdido 26 posiciones en el ranking mundial de seguridad en la jubilación, al pasar del puesto 29 al 55 entre 150 países.
Suecia, Noruega, Australia, Islandia y Holanda son los países con más seguridad financiera en la jubilación, según el estudio, que analiza 20 indicadores agrupados en cuatro categorías: finanzas personales, calidad sanitaria, factores medioambientales y económicos.
Noguera explicó que esa bajada de España se debe a la deuda pública, una menor renta per cápita, la crisis y el paro, por lo que el sistema de pensiones está en "riesgo".
Entre las conclusiones, el informe de Óptima, que tomó una muestra de 1.700 clientes, concluyó que es obligada una reforma estructural "de calado" hacia un sistema sostenible que pase de un sistema de reparto a otro de aportación definida como la mayoría de países de Europa, además de mantener un factor de sostenibilidad que dependa de la esperanza de vida.
El estudio también establece como prioritarias las aportaciones privadas, que deberán constituir la mitad de las rentas que se cobrarán en el futuro y propone la "casi obligatoriedad" de que parte del salario se destine a prestaciones futuras de pensiones.
Noguera ha recordado que hoy se está acudiendo al Fondo de Reserva y ha advertido de que en 2020 esta hucha de las pensiones empezará a "flaquear" por no decir que habrá desaparecido. Insistió en que el sistema actual es insostenible, la pensión media en España ha superado los 1.000 euros, la máxima se sitúa en 2.560 y la mínima en 782 mientras que por comunidades, las del norte tienen más pensión que el sur.
Del informe también se desprende "desigualdad de género" dado que el 33 % de los jubilados que se encuentran cobrando una pensión por parte de la Seguridad Social son hombres, frente al 8 % de mujeres.
Del total de la muestra, sólo el 12 % cobra una pensión máxima, un 31 % restante con pensiones medias, frente a un 57 % que cobra una pensión mínima y más que subirá cuando se jubilen los “parados-cincuentones de larga duración”.
En cuánto a la edad de jubilación, el 37 % manifiesta su voluntad de jubilarse a los 60 años (edad no prevista por la Seguridad Social), un 37 % a los 63 años (jubilación anticipada) y un 21 % quiere jubilarse a la edad ordinaria, 65 o 67 años (según años cotizados). Sólo el 7 % ve bien retrasar la edad de jubilación. 
Por ahora…
¿Conocen la Web “Tu Seguridad Social”?
Es muy útil y desde casa pueden tener acceso a muchos datos personales de este organismo público que es la Seguridad Social. 
Si quieren conocer lo que el Organismo Público piensa que va usted a cobrar cundo se jubile, pulse aquí y después ría, sueñe o llore, depende de lo que le salga. Sólo precisa tener un lector de DNIe con certificado Digital o tener una contraseña de acceso que le facilitarán en una oficina de la SS.
Si prefiere calcular usted mismo, más abajo tiene el método. ¡Suerte!
Por cierto, recuerde el cuento de la lechera y lea-aplique el último párrafo del método.
©JuanJAS

CÁLCULO DE LA PENSIÓN

En la carta con el Informe Integrado que anualmente recibimos de la Seguridad Social podemos ver las bases de cotización y el número de años, meses y días que llevamos cotizados en nuestra vida laboral.
Son datos que tenemos que tener presentes, ya que tras la última reforma, para  calcular la pensión que vamos a recibir hay que tener en cuenta tanto las cotizaciones de los últimos años de nuestra vida laboral y como el número de años cotizados en total, dado que de no superar los 35/37 años, no podremos cobrar la totalidad de la pensión que nos correspondería.
Hay que tener en cuenta estos cuatro parámetros:
  • Edad de jubilación
  • Año de jubilación
  • Base Reguladora: Se puede entender como el importe medio de mis cotizaciones a la seguridad social durante los últimos años de mi vida laboral (de 15 a 25 años).
  • %  de la Base Reguladora a cobrar: Va en función de los años que he cotizado en mi vida laboral (son necesarios entre 35 y 37 años cotizados para cobrar el 100%).

Edad y año de jubilación

La edad de jubilación son los años que debemos tener para poder jubilarnos. Hasta el año 2012 eran 65 años y va a ir aumentando hasta alcanzar los 67 años en el 2027.
Es decir, todos los nacidos desde el año 1960 se deberán jubilar a partir de los 67 años. Aunque es posible jubilarse con anterioridad, en caso de hacerlo perderán un porcentaje importante de la pensión que deben recibir.
En la Unión Europea hay presiones para aumentar más todavía esta edad, y dejarla en los 70 años.
Año de jubilación, es el año en que cumplimos la edad establecida para poder jubilarnos.

Base reguladora:

Para lo que se jubilan en 2013 para calcular el importe de la pensión se tienen en cuenta las cotizaciones a la Seguridad Social de los últimos 16 años(192 meses).
Año a año va a ir aumentando hasta llegar a los últimos 25 años (300 meses) para los que se jubilen a partir del 2022, los nacidos a partir del 1955.
Para corregir la inflación, el aumento de precios, hay que multiplicar las cotizaciones más antiguas por unos coeficientes para ajustar las cifras al nivel de precios del momento de la jubilación, ya que no es lo mismo cotizar por 1000 euros en 1995, que cotizar por los “mismos” 1000 euros en 2015.
Divisor de la Base Reguladora: 14 pagas por año
Con las cotizaciones, actualizadas por la inflación,  a la Seguridad Social durante los años que nos correspondan, calculamos la Base Reguladora. Podríamos decir que es el importe medio mensual por el que hemos ido cotizando durante esos años, pero contando 14 pagas al año, dado que los pensionistas cobran dos pagas extras.
De esta forma tenemos que hacer el cálculo siguiente: multiplicar las cantidades cotizadas por el número de meses y anualizarlo a 14 pagas. Así, a partir del año 2022, la base reguladora será el cociente que resulta de dividir por 350 las bases de cotización de la persona que se jubila durante los 300 meses inmediatamente anteriores a su jubilación.
 Ejemplo:
Persona nacida en 1947, se va a jubilar en 2013, con 65 años y mes. Se le van a computar las cotizaciones de sus últimos 16 años, en los que cotizado 5 años por el máximo, 3.200 euros y 10 años por 1.500. La base reguladora se traduce a meses
5 años x 12 meses x 3.200,
11 años x 12 meses x 1.500
En total habrá cotizado 192 meses, pero hay que dividirlo por 224 (16 años x 14 pagas)
Así tenemos que la base reguladora serían
(5x12x3200 + 10x12x1500) /224 = (192.000 +180.000)/224= 1.660 euro
Pues bien estos 1.660 euros serán la cantidad máxima que cobraría de pensión. Pero solo en el caso de haber cotizado un total de 35 años en toda su vida laboral, si ha cotizado menos tiempo, se le aplicarán unos porcentajes para reducir su pensión.

Porcentaje a aplicar a la base reguladora.

El porcentaje a aplicar se calcula en base al número de años que hemos cotizado. Si nos jubilamos en 2013 es necesario haber cotizado 35 años y medio para cobrar el 100 % . El número de años cotizados para llegar a cobrar el 100% va a ir creciendo hasta alcanzar los 37 años para los nacidos en 1960, cuando cumplan los 67 años de vida.
Si hemos cotizado menos años, hay que acudir a las tablas  de la Seguridad Social para ver que % nos corresponde, pero para hacernos una idea, el porcentaje empieza en 50% si hemos cotizado 15 años y a partir de allí se va incrementando un 0,19% por los primeros 248 meses  adicionales cotizados y un 0,18% por los siguientes, hasta alcanzar el 100% si hemos llegado a los 37 años.
Siguiendo con el ejemplo anterior, si ha cotizado únicamente esos 16 años, le correspondería solo el 50% por lo que su pensión sería de
Base regulador x 50% = 1660 x 50% = 830 euros

¿Cómo complementar la pensión pública?

Una vez conocidos todos los parámetros, es importante hacer una previsión de qué cantidad nos podría quedar y poder prever con su suficiente antelación la situación financiera que nos vamos a encontrar en el momento de nuestra jubilación.
En la página web ” finanzas para todos”  del Banco de España y la CNMV se indica que “durante la jubilación hará falta entre un 70%-90% de los ingresos previos a la jubilación” y sabiendo que la pensión ordinaria media en el año 2012 fue de 953 euros, podemos calcular la cantidad de dinero que nos va a hacer falta.
Por ejemplo, si antes de jubilarnos nuestro sueldo son 2.000 euros y la pensión pública son de 1.100 euros, resulta que para mantener el mismo nivel de vida, nos harán falta unos 800 euros al mes.

Pues bien, debemos llegar a la edad de jubilación con unos ahorros de 800 euro/mes x 12 meses/año y por la esperanza de vida, si suponemos que será de unos 20 años, el cálculo es el siguiente: 800 x 12 x 20 = 192.000 euros. Es decir, que para mantener el nivel de vida es imprescindible tener ahorrados cuando cumplamos los 65 años 192.000 euros.