domingo, 31 de enero de 2016

Criterio evaluativo

¿Han visto alguna vez alguna discusión en la que los oponentes no logran ponerse de acuerdo porqué todos afirman vehementemente que tienen razón?
¿Acaso todos son profundos conocedores del tema que se discute? ¿Acaso no lo es ninguno? ¿Acaso unos saben de lo que hablan y otros no? No importa, ¡todos quieren tener razón!
Esto puede ser cabezonería o demostrar que la ignorancia es muy atrevida, y como el más ignorante es que no sabe que lo es y por tanto, no tiene ningún interés de aprender para salir de su situación, el conflicto está servido. En estas circunstancias poco puede hacerse. Si no hay voluntad de esclarecer la verdad, de aprender y de enriquecerse con las ideas de los demás, sino de reafirmar el ego, poco puede hacerse más que hacer un “kit-kat” o finalizar la discusión.
Otras veces, no es que no haya voluntad de alcanzar un acuerdo sino que no se ha aprendido a hacerlo, porqué no se está acostumbrado a debatir ideas o porqué no está claramente definido el “objetivo” a conseguir. Muy común en las discusiones domésticas.
Si tenemos el “objetivo claro”, todos podemos generar ideas que pueden ser óptimas, buenas, regulares, malas o detestables para lograrlo, y lo importante es saber escoger las mejores. Para ello es preciso utilizar el criterio adecuado de evaluación de esas ideas.
Una persona con dotes y entrenamiento para organizar acostumbra a detectar las buenas soluciones, en cambio hay gente que regularmente se equivocan, no aprenden y siempre tropiezan con la misma piedra. Nunca aprenden a dominar los diferentes criterios evaluativos o a utilizar el adecuado en cada situación. 
Por ejemplo, los argumentos lógicos han de someterse a los criterios lógicos, en cambio los argumentos poéticos a criterios poéticos y no de otro tipo. 
¿No les extrañaría encontrar expresiones tipo “dientes como perlas” en un libro de estomatología?. Del mismo modo que no es probable que ningún poeta escriba usando expresiones del tipo “ el premolar inferior izquierdo tiene una caries”. 
Vemos que definir el “criterio evaluativo” es imprescindible antes de afrontar cualquier discusión porqué si no gastaremos energía en un esfuerzo inútil. Así mismo, utilizar el “criterio evaluativo” adecuado es fundamental para analizar los argumentos (pruebas u objeciones) cuando observemos cualquier debate televisivo u electoral. Así podremos decidir que ideas de cada participante responden a argumentos lógicos racionales o sólo son falacias y populismos.
©JuanJAS

jueves, 28 de enero de 2016

Cuidado cuando te regalan el petróleo

Uno de los motivos principales de la actual caída del petróleo es la negativa de los países productores, sobre todo Arabia Saudita, a reducir su producción. Los saudís creen que los bajos niveles actuales de precios dañarán de forma irreparable los balances de aquellas compañías fuera de la OPEP con costes de producción más altos, lo que les obligará a cerrar y por tanto la producción se ajustará por sí sola sin que ellos tengan que perder cuota de mercado.
El nuevo acuerdo con Irán complica aún más las cosas. Por un lado el daño a las cuentas del sector ya se está produciendo, y muchas petroleras de pequeño tamaño en EE.UU. están suspendiendo pagos. Ahora bien, con precios del crudo a 30 dólares barril la mayoría de productores continuarán bombeando petróleo, siempre y cuando el precio de venta esté por encima del coste de corto plazo. Sin embargo, las nuevas inversiones, necesarias para mantener producción a largo plazo se evaporarán.
Los principales productores mundiales tienen unos costes operativos por debajo de los precios actuales (excepto Rusia y Canadá), pero a los actuales niveles no podrían realizar las inversiones suficientes para mantener o aumentar la producción.
Si los precios se mantienen bajos, veremos desaparecer muchas empresas tipo Repsol, con altos costes de extracción, ahogadas por las deudas. Otras empresas que se benefician del, artificialmente mantenido, bajo precio del petróleo seguirán viviendo en el espejismo de “recuperación” relajándose en hacer sus deberes.
El gobierno seguirá cobrando los impuestos correspondientes (alrededor de la mitad de lo que pagamos por la gasolina son impuestos), sin embargo...
¿Qué pasará entonces con la “recuperación económica española”? 
Ojalá que la caída no vaya más allá de los 20 dólares barril y rebote de nuevo hacia los 45 dólares barril para finales de 2016 y a 60 dólares en 2017. Mientras… cúidese de los espejismos y ¡mantenga la prudencia en el gasto!
Todo lo que se mantiene artificialmente con vida, tiene mucho coste y al final todo acaba mal.
©Juan JAS

miércoles, 27 de enero de 2016

La educación de ayer y de hoy

Hace tiempo que los muros de Facebook se llenan de frases de nostalgia sobre la “generación del por favor”, educada en el respeto a los mayores y de cantidad de padres agobiados, quejándose de niños ingobernables y de la cantidad de “inútiles de 30 años que se comportan como niños”. Algunos viviendo en un hotel de cinco estrellas a pensión completa —la casa de sus padres— y otros que viven solos aunque mandan las facturas a sus padres para que las paguen. Muchas mamás se autoimponen la tarea de seguirles lavando la ropa, hacerles la comida, cuidar de sus hijos cuando los tengan y otras cosas por el estilo. Parece que no entienden que ni los padres ni los abuelos son eternos y sus cuerpos y energías menos aún. 
¿Como pueden esperar que estos “niños grandes” les cuiden cuando lo necesiten si nunca han sido capaces ni siquiera de cuidarse a si mismos autónomamente? 
La respuesta es que ¡No lo esperan! Estos súper-ancestros son sacrificados por naturaleza. Lo aprendieron de pequeños, pero se pasaron de la raya, porqué con tanta protección, malcriaron a sus hijos. Con esta educación es imposible esperar que aprendan a valerse por si mismos. Siempre han sido los padres o los abuelos los que les han resuelto cualquier problema que han encontrado en su vida, impidiéndoles o al menos no facilitando un crecimiento sano y autónomo. 
Ha habido una generación de niños malcriados y dependientes, “protegidos” por supermamás invalidantes, que se han transformado en pequeños dictadores de su casa, que se despiertan cada día de la semana con gritos y llantos, y no paran de gritar y llorar hasta que se acuestan. Muchas supermamás o superabuelas lo justifican diciendo que “los críos son críos y son así”…
¿De verdad alguien cree que es feliz un crio que se pasa todo el día desordenando cosas, tirándolas por el suelo, desobedeciendo las normas, exigiendo atención continua, gritando, llorando y siendo incapaz de afrontar serenamente ni la más mínima contrariedad?
¿Quién es el responsable de esta desagradable situación?

Muchas veces he oído a madres decir: “no quiero que pasen lo que yo pasé”. Parece que han olvidado que la resistencia a la frustración permite aprender de los errores. Han olvidado lo que con el ejemplo de su comportamiento les enseñaron sus padres: virtudes universales como la valentía, justicia, humanidad, templanza, trascendencia y sabiduría. Son recursos fundamentales que los niños deberían apreciar y alcanzar. Sabemos que es complicado encontrar la didáctica adecuada para ello, pero hay que intentarlo.
No hay que reprender a los niños por sus sentimientos sino por sus actitudes y acciones. Sobre todo si su estilo afectivo produce serias dificultades de convivencia. 
Todos tenemos una personalidad heredada, aquella con la que nacemos (sexo, estructura cerebral, temperamento) pero también tenemos la personalidad aprendida o carácter que es el conjunto de hábitos que deberían educar los padres, las familias y los educadores, motivando adecuadamente hacia la acción, centrándose en recursos afectivos como la actitud proactiva (necesaria para enfrentarse a los problemas, para prevenir la depresión, para evitar las dependencias), la confianza en uno mismo (que implica unas creencias sobre el futuro que animan a actuar), la resistencia (al esfuerzo, la frustración, a los traumas), cuidando una representación de un mundo abierto, rico en valores y posibilidades, etc.
Si los padres dejan de sentarlos delante de la TV, la Tablet y de atiborrarles la jornada con interminables actividades extraescolares que cuestan dinero y no aprovechan y les dedican tiempo de calidad para educarles, el joven podrá modular la personalidad que proyecta en sociedad y que depende exclusivamente de nosotros, de nuestro interior, de nuestros proyectos vitales personales.
Hay que educar a los niños para que aprendan a recorrer solos el camino de su vida, a hacer las cosas por sí mismos, a ser responsables de las consecuencias de sus actos, a expresar lo que quieren dialogando en lugar de a base de gritos y llantos, a entender el valor de las cosas, a ganar las cosas que desean, a agradecer en lugar de exigir, a ponerse en el lugar de los demás, a encajar un "no", un revés o una contrariedad.
Son los padres los que deben marcar las pautas de comportamiento y poner los límites. Los abuelos y familiares deben contribuir dando buen ejemplo de comportamiento, del que los niños puedan aprender. En cambio, si les crían como "reyezuelos" y “princesas” sufrirán mucho de adultos o cada vez que salgan de su “reino” porque, como se lo han hecho, resuelto todo y les han permitido cualquier comportamiento; no han tenido oportunidad de aprender a gestionarse sus propias necesidades ni a convivir y respetar a los demás. 
La sociedad familiar del siglo pasado ha desaparecido. Existen palabras que la generación de nuestros padres y abuelos oyeron a menudo y que ahora nos cansan solo con oírlas, parecen pronunciadas en mayúsculas: "ESFUERZO", "SACRIFICIO". 
Es como si nos dijeran: "Tú tira del carro, avanza a pesar de los pesares, aunque lo pases mal, recuerda tus objetivos y aunque no puedas, TRABAJA y ten FUERZA DE VOLUNTAD". 
Tal vez sea porqué nuestros padres pasaron necesidad en su niñez —algunos pasaron incluso hambre— no han consentido que a nosotros nos faltara de nada. Desde pequeños, interiorizaron una capacidad de sacrificio y de trabajo a toda prueba y sobreactuaron con sus hijos. El resultado es que las nuevas generaciones, siempre hay brillantes excepciones, están poco o nada acostumbradas a esforzarse y sacrificarse. Con la crisis nos ha caído encima un jarro de agua fría. A nosotros porqué ya nos habíamos acostumbrado a la abundancia y a nuestros hijos porqué nacieron en ella y no conocieron la escasez. 
Todos ofrecemos una resistencia numantina a renunciar a la buena vida que conseguimos a finales del siglo pasado. Incluso las fotos y videos de los últimos refugiados sirios que inundan los medios de comunicación no resisten la más mínima comparación con las pocas fotos que salen a la luz de los refugiados españoles que huyeron de la Guerra Civil. Los refugiados sirios que llegan a Europa parecen ricos comparados con los nuestros. Hemos borrado cualquier recuerdo desagradable de nuestra memoria y los documentos los hemos enterrado en oscuros archivos. 
La última crisis ha dado comienzo a una época de restricciones en la que los jóvenes no podrán dar a sus hijos el nivel de vida material que disfrutaron en casa de sus padres. Mal que nos pese, tendremos que rescatar esos malsonantes vocablos —esfuerzo, fuerza de voluntad, sacrificio, ahorro— y si queremos sobrevivir necesitaremos grandes dosis de "automotivación". Seamos inteligentes y motivémonos a nosotros mismos, dividiendo nuestros objetivos en trocitos pequeños para no agobiarnos tanto ni tan fácilmente. Si tropezamos, intentemos que los remordimientos no bajen nuestra autoestima, no nos castiguemos. En cambio, cuando consigamos un pequeño logro, disfrutémoslo concediéndonos un pequeño premio. Enseñar con el ejemplo este proceder puede ser un pequeño paso para muchos abuelos, pero un gran paso para sus nietos. Salvo casos especiales que necesitan ayuda profesional, todos podemos intentar conocernos a nosotros mismos para poder prevenir posibles tendencias a cometer errores o tener tropiezos. Pretender llevar una vida sin riesgos equivaldría a encerrarnos en una urna de cristal, pero encerrarse en una urna supondría el mayor riesgo de todos porque equivaldría a no vivir. Por tanto vivamos la vida que nos ha tocado vivir, sin lamentarnos, pensando que somos muy desgraciados porque nos ha tocado vivir una crisis muy grande y sin esperar que nadie nos regale las cosas. Ya vimos que lo que parecía que los bancos nos daban era un préstamo que debía devolverse con intereses. Nadie da duros a cuatro pesetas y todo tiene un precio, menos el pensar que es gratis. Escuchar atentamente las “batallitas” de nuestros abuelos nos haría bien y revisar algunas citas de “antiguos pensadores” y ponerlas en práctica, también. 
©JuanJAS

martes, 26 de enero de 2016

TALENTO, INQUIETUDES Y EXPECTATIVAS DE EMPLEO

En estos momentos el empleo juvenil puede calificarse de subocupado, temporal y de bajo sueldo. Los jóvenes no tienen otra que emigrar o conformarse con malvivir, ayudados por la familia, con un empleo temporal, para el que habitualmente están sobrecualificados. Para el futuro inmediato, en el que las “máquinas” coparán cada vez más puestos de trabajo de poca calificación y repetitivos ( mantenimiento, producción, administrativos y manufacturas, etc), parece que se precisarán nuevos “títulos” : 
- Director de Felicidad 
Aumentarán la productividad haciendo más felices a los empleados y procurando un ambiente laboral satisfactorio. Crearán iniciativas de motivación, dinámicas de fortalecimiento de equipos y actividades que subrayan y promueven los valores de la empresa. 
- Director de Disculpas (Chief quality officer) 
Dado que es mucho más rentable y productivo asumir la responsabilidad de los actos y reconocerlo ante los “clientes”, este puesto será cada vez más necesario para profesionalizar esta habilidad directiva y social que vincula a la parte ética de la compañía y refuerza el liderazgo y la honorabilidad de quien lo hace. Además resulta hasta dos veces más rentable pedir perdón que callar o que compensar económicamente sin una disculpa. 
- Científico de Big Data
- Comercial especializado en ¿? 
- Financiero especializado en ¿? 
… 
Algunos pensarán que són sólo nuevos “títulos” para viejos trabajos, otros que dar relevancia a estas funciones contribuirán a mejorar el entente con la “inteligencia artificial” que deberá convivir con la humana, si es que todavía queda alguna dentro de 10 años. 
Lo que parece claro que cada vez se precisará más expertos en gestión de recursos, de personas, de presupuestos, científicos, personal sanitario, creativos y diseñadores y personal con buenas habilidades STEM (Ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas). 
Estas son las tendencias y será decisión de cada uno empeñarse en nadar contra la corriente o prepararse y trabajar para hacer de la tendencia su amiga. 
Les recomiendo lo último si no quieren seguir andando, el camino cambiante de la vida, por su propio pie. 
©JuanJAS

jueves, 21 de enero de 2016

Un futuro sin dinero

Un reciente artículo de NewYork Times, “In Sweden, a cash-free future nears”, da cuenta de la evolución de la sociedad sueca hacia un uso cada vez menor del dinero en metálico en beneficio de las tarjetas de crédito y el pago mediante apps en el smartphone.
Actualmente, sólo el 2 por ciento de las transacciones económicas de Suecia se realizan con billetes y monedas, en comparación con el 7,7 por ciento en Estados Unidos y 10 por ciento en la zona euro. Este año, sólo un 20 por ciento de todos los pagos de consumo en Suecia se han hecho en efectivo, en comparación con un promedio de 75 por ciento en el resto del mundo, según Euromonitor International.

Los países nórdicos suelen aparecer en los medios como pioneros en innovación, y han abierto un debate en países como el Reino Unido o Australia, acerca de los posibles beneficios e inconvenientes de acabar con la circulación de dinero en metálico. 
¡Imaginen por un momento que tener dinero en metálico fuera declarado ilegal!
¿Qué implicaciones tendría para ustedes? 
¿Qué harían con el dinero los que cobran en “B” y lo guardan debajo del colchón o en la caja fuerte?
El avance de diversos países en reducir el uso de dinero en metálico es evidente: en los Estados Unidos, tras la llegada y popularización de sistemas como Square o Apple Pay, el volumen de transacciones comerciales llevadas a cabo sin intercambio de dinero en metálico alcanza ya el 80%. En Corea del Sur es del 70%, en Holanda del 85%, en Canadá del 90% o en Bélgica del 93%. 
En España, salvo en los centros de las grandes ciudades, se sigue usando mayoritariamente el dinero en metálico. Muchos comercios adoran que les pagues en metálico (las comisiones bancarias son altas) y en algunos todavía es la única opción que admiten. La contabilidad “B” y la economía sumergida ayudan mucho a mantener esta costumbre. Mientras los jóvenes no tienen ningún problema en cambiar la forma de pago, la gente mayor prefieren seguir en el mundo analógico y pago con billetes y monedas como han hecho siempre. No les gustan los cambios porqué no entienden los nuevos procedimientos y les da miedo ser engañados. 

En los países punteros de Europa, cada vez se puede prescindir más del dinero en metálico. Todos los que hemos estado en Ámsterdam sabemos que no puedes pagar el parquímetro con monedas o billetes: solo aceptan tarjetas, un instrumento que el 98% de los ciudadanos llevan en su bolsillo. Si vas de tiendas, un número creciente de ellas han dejado igualmente de aceptar pagos en metálico. En Suecia, muchos bancos ya no aceptan ni entregan dinero, el Museo Abba, a pesar de ser un santuario para el grupo pop que escribió "Money, money, money”, no acepta billetes ni monedas y no puedes subirte a un autobús o al metro si no cuentas con alguna forma de pago que no conlleve metálico. Hasta en las Iglesias en as que aprovechando que los feligreses están exultantes de alegría mientras cantan salmos aprovechan para mandar “solicitudes de solidaridad” a los móviles de los feligreses motivándolos para hacer el donativo correspondiente instantáneamente vía Smartphone o en diferido pasando la tarjeta por el lector correspondiente al salir mientras saludan al pastor. Todo son facilidades para que puedas deprenderte de tu dinero y comprar bienes, servicios o “experiencias”

Ya hace años que puede viajarse a Londres sin Libras físicas en la cartera. No hay el más mínimo problema para desplazarse, ni para hacer algunas compras, ni siquiera para tomarse alguna cerveza en un pub dejando la correspondiente propina. 

El movimiento Swiss Sovereign Money, conocido como “Iniciativa Vollgeld” y destinado a limitar la creación de dinero, al exigir a los bancos privados mantener el 100% de sus reservas contra sus depósitos, recogió más de 100000 firmas para que el Gobierno federal de Suiza celebrara un referéndum para decidir si se debe prohibir a los bancos comerciales la atribución de crear dinero de la nada y que sólo pudieran prestar el dinero que depositaron los ahorradores o prestaron otros bancos, con el cual se dificultaría la especulación financiera. 

Si bien los bancos centrales pueden introducir nuevo dinero en la economía en lo que se denomina política monetaria expansiva, son los bancos comerciales los que crean la mayor cantidad de dinero cuando generan préstamos para compras inmobiliarias, de automóviles o consumo. Aunque mucha gente piensa lo que los préstamos se realizan con los depósitos que previamente han hecho los ahorradores, lo cierto es que los bancos crean dinero cada vez que hacen un préstamo dado que el volumen de préstamos es muy superior a los depósitos existentes. Por eso cada préstamo de un banco genera nuevo dinero. El optimismo en los períodos de auge lleva a la banca a expandir exponencialmente los préstamos con lo que la cantidad de dinero en la economía se dispara. Uno de los mecanismos de expansión de la cantidad de dinero es el conocido como Sistema de Reserva Fraccionaria, donde la cantidad de dinero real (oferta de dinero) es un múltiplo bastante mayor de la Base Monetaria ofrecida por el banco central. En este caso se habla de multiplicador monetario, y está relacionado inversamente con la tasa de reservas del sistema financiero. A menor valor de la tasa de reservas, mayor es el valor del multiplicador. Si la tasa de reservas es del 20 por ciento el multiplicador es 5, multiplicándose por 5 veces la base monetaria. Si la tasa de reservas es del 5 por ciento, se multiplica por 20 veces la base monetaria. En los período previos al estallido de la crisis de 2008 se comprobó que hubo bancos cuya tasa de reservas era de 0,1 por ciento, multiplicando por mil la base monetaria.

La iniciativa en Suiza puede ser el primer golpe serio al sistema financiero para romper la adicción a la creación de dinero. El sistema financiero se ha hecho adicto a la creación de dinero de la nada y con ello a la interminable cadena de burbujas especulativas.

En Australia, un millonario ha propuesto un “No cash November“, un mes entero sin utilizar metálico, vinculado con una iniciativa de tarjeta de débito para personas en exclusión social que les permite recibir sus asignaciones estatales, pero excluye la adquisición de alcohol, juegos de azar y la obtención de dinero en metálico. ¿Qué les parece?

Ayer en el WEF de Davos, el presidente de Deutsche Bank AG, John Cryan, vaticinó que las monedas y billetes desaparecerán en una década. Sentenció que el dinero contante y sonante no es solo "terriblemente ineficiente", sino que, además facilita los movimientos de los que lavan dinero o financian actividades ilegales. Por lo tanto, predijo que los gobiernos estarán "interesados" en esta desmaterialización del dinero, porque servirá para mantener el registro de todas las operaciones financieras.
Uno de los grandes motores de cambio del dinero tal y como lo conocemos hoy son las monedas virtuales y, sobre todo, el mecanismo blockchain, la tecnología detrás de ellas. Tanto es así que el FMI publicó ayer un documento al respecto. Su directora gerente, Christine Lagarde, resumió ayer las cualidades de estas nuevas herramientas con la primera frase de Historia de dos Ciudades: "Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos".
Señaló que las monedas virtuales pueden ser "extremadamente beneficiosas" para llegar a aquellas personas sin acceso a los bancos, por razones geográficas o desconocimiento. Al mismo tiempo, avisó que pueden ser "un gran instrumento para el crimen" debido a que hasta ahora se mueven sin el corsé regulatorio.
Más aún, si evolucionan rápidamente, Lagarde advirtió que las monedas virtuales se podrían convertir en "una amenaza para la estabilidad financiera" e incluso "perturbar la política monetaria".
Sin embargo, recordó que estas monedas digitales están aún en pañales (su valor de mercado representa sólo 7.000 millones). Y aunque sabemos "muy poco de ellas", advirtió que su regulación es uno de los deberes sobre la mesa de las autoridades.
Esta predicción de un mundo sin dinero fue subrayada por Dan Schulman, el responsable de Paypal, la empresa de pagos online que consciente de que el 85% de las transacciones se hacen en cash, piensa —harán lo posible— que la digitalización del dinero será un hecho en un futuro relativamente próximo. 

Como sigue siendo cierto que “cuando veas las barbas de tu vecino afeitar, debes poner las tuyas a remojar”, vamos a pensar…
¿Cuáles son las variables afectadas, en términos de beneficios y perjuicios, de una sociedad que excluye las transacciones en metálico del sistema económico?

Mis respuestas son:
· Trazabilidad: las transacciones electrónicas, al menos en su desarrollo más habitual, permiten el seguimiento. Para algunos, una gran ventaja que impediría el desarrollo de la economía sumergida y obligaría al afloramiento del dinero negro y a su fácil seguimiento de cara al pago de impuestos, uno de los principales factores que llaman al interés de los gobiernos. Todos conocemos tiendas y servicios, principalmente en algunas regiones de España que se cobran sin emitir factura ni pagar impuestos. Para otros, un problema a la hora de llevar a cabo determinadas transacciones que requieren anonimato o, cuando menos, discreción. Ni siquiera el uso de bitcoin, popularizado en gran medida por su uso en transacciones al margen de la ley, garantiza el anonimato.

· Seguridad: vinculado con la variable anterior, el abandono del cash implica de manera casi automática una disminución de la delincuencia, no solo por la disminución de delitos violentos destinados a obtenerlo, sino por la mayor dificultad de llevar a cabo transacciones con objetos robados. En Suecia, los robos de bancos y en transportes de dinero han descendido a su mínimo histórico desde que se cuenta con datos. La contrapartida, los ciberdelitos, son indudablemente un factor a tener en cuenta (en Suecia se han duplicado en valor), pero al menos tienden a no conllevar violencia física. Es muy posible que la delincuencia forme parte de la naturaleza humana y que sea completamente imposible plantearse su erradicación total, pero al menos, llevarla a terrenos en los que no implique violencia contra las personas mejora mucho el sentimiento de inseguridad. Si se pierde la cartera, el dinero es lo primero que desaparece. Las tarjetas se pueden anular inmediatamente y quedar libres de responsabilidad por uso fraudulento.

· Marginación de sectores de la sociedad, no solo debido a niveles más bajos de bancarización, sino también a la necesidad de contar con una tarjeta o un smartphone o, simplemente, de saber utilizarlo. Todos aquellos que en España han visto a un familiar mayor lidiar con el cambio de pesetas a euros, o que ven sus dificultades al intentar utilizar un smartphone – ya no solo el reto de utilizarlo como tal, sino cuestiones como el mantenerlo actualizado o seguro – saben sin duda de qué hablamos. Pero no solo a personas mayores: obligar a todo aquel que quiera efectuar transacciones a tener una cuenta en un banco puede presentar dificultades a los muy pobres, a refugiados, inmigrantes y otra población en riesgo. ¿Se imaginarían como recibirían las limosnas?. Muy fácil, adaptándose

· Privatización de la actividad económica: la idea de que las transacciones económicas pasen a estar controladas por bancos, por emisores de tarjetas de crédito o por empresas tecnológicas tiene numerosos detractores. Mientras el uso de dinero en metálico genera costes a los bancos, el dinero electrónico es una fuente de ingresos, lo que explica su entusiasmo. Por otro lado, no solo está el hecho de que estas actividades pasen a conllevar el pago obligatorio de una comisión, sino por el nivel de control que puede traer aparejado consigo. Por ejemplo podría suceder que una misma herramienta permitiera donar al Ku Klux Klan y a la vez impidiera donar a una causa legal como por ejemplo Wikileaks.

· Mayor facilidad para el gasto/orientación al consumo: Siempre que lleves la tarjeta de crédito/débito o el móvil cargado y con cobertura puedes comprar lo que quieras. Es súper cómodo aunque requiere un cierto control y responsabilidad. Mientras el dinero en metálico proporciona un refuerzo limitante (gastas el que llevas en el bolsillo), el uso de instrumentos como la tarjeta o el smartphone otorga una facilidad que puede llevar a que muchos gasten de manera irresponsable o incluso se endeuden de manera impulsiva. Con esto ya llevamos bastantes años de experiencia. Por suerte hay muchas herramientas digitales para controlar el gasto no deseado, aunque por supuesto hay que aprender a “usarlas”.

· Gastos pequeños: los porcentajes de uso en muchos países esconden el hecho de que se suelen indicar en volumen de intercambio económico, no en número de transacciones. La realidad indica que existe un amplísimo número de transacciones de pequeño importe que se realizan en cash, desde una propina a una limosna, que tienen su importancia y que aún tienen complicado justificar una comisión o una operativa específica. Mientras en algunos países la costumbre de incorporar la propina a la factura de la tarjeta ya está completamente institucionalizada, en otros resulta extraño, cuando no directamente imposible hacerlo. Pensar en dejar un euro a un pobre en una esquina mediante una tarjeta o una app resulta, a día de hoy, difícil de plantear. ¡Tiempo al tiempo!, porque el “¿pobre?” instalado en la puerta del supermercado cerca de mi casa usa un Smartphone mucho mejor que el mío. ¡Real! Le bastará con adaptarse a la nueva realidad y usar un lector de tarjetas móvil para que nadie pueda escapar diciendo: “No tengo monedas", porqué podrán ser solidarios usando la tarjeta o incluso por SMS. 

· Control gubernamental: en un mundo futurista, nuestras cuentas corrientes ya no están en un banco, sino en el banco central o directamente en el gobierno. Los bancos siguen existiendo y prestando dinero, pero no lo obtienen de los depositantes, sino del mismo banco central. Un modelo que otorga al gobierno mucho más control a la hora de lidiar con ciclos económicos. La idea de que el dinero esté en manos y bajo el control del gobierno, y que no podamos, por tanto, almacenarlo fuera del sistema (como dice el tópico, “debajo del colchón”) elimina un grado de libertad que, aunque menos utilizado actualmente, sí ha representado un recurso en manos de los ciudadanos en otras épocas.

· Fallos: desde simplemente quedarse sin batería, a ver nuestra tarjeta desactivada por error nuestro o del banco, a que el sistema deje de funcionar por la razón que sea. La idea de quedarse de repente sin dinero o sin posibilidad de utilizarlo resulta desagradable, y lleva a muchos a expresar su desagrado con el uso de transacciones electrónicas en el día a día.

¿Más factores? Seguro que he olvidado escribir alguno y agradeceré que me lo recordéis en los comentarios. 

Muchos son los intereses que buscan la transición hacia una sociedad sin dinero en metálico, por ello probablemente tendrá lugar a medida que se impongan métodos más cómodos, eficientes y sencillos, con una transición prácticamente generacional. Durante este periodo, además de nuestros smartphones y nuestras tarjetas, seguiremos llevando algún billete guardado en algún sitio “por si acaso” como algunos llevan joyas. En cualquier caso, es algo que sin duda llegará, y que va a cambiar muchas cosas. 
¡Vayan preparándose!
©JuanJAS


Anexos:



WEF 2016


miércoles, 20 de enero de 2016

Utopías y realidades

A nadie le gustan los recortes. ¡Cierto!. 
No es justo quitar de unos, hasta volverlos pobres, para dar a otros más necesitados aún. 
No nos hagamos trampas al solitario ni engañemos a a gente. A los grandes cárteles, corporaciones y super ricos nadie se atreve a plantarles cara de verdad. El gran capital huye rápido cuando intuye el más mínimo peligro y siempre encuentra acomodo en algún sitio.  Sigue habiendo paraísos fiscales en el mundo e incluso dentro de la Unión Europea. Lo que siempre hacen la mayoría de los grupos políticos (tanto de derechas como de izquierdas) es desvestir a un pobre para ayudar, un poco y temporalmente a un mendigo. Al final lo único que conseguimos es hacer más pobres a los que cada vez vivían peor.
¡No basta con repartir pobreza!, para atender las necesidades sociales necesitamos más responsabilidad y sobre todo más "recursos", económicos, humanos y de todo tipo. 
El crecimiento económico suele venir de dos fuentes: Por nuevas invenciones (crecimiento Schumpeteriano; más complejo pero más duradero), o por racionalización de talento/recursos (crecimiento Ricardiano; más fácil de conseguir pues basta con permitir la libre circulación de personas y capital, que ayuden a desmantelar ineficiencias).
La experiencia observada desde 1990 sugiere que el primer motor del crecimiento en Europa ha sido precisamente esa constante dirección hacia la unificación y libre circulación de recursos (capital financiero y humano), que dio lugar a un crecimiento Ricardiano que duró hasta el 2008. Es innegable que una de las marco-tendencias más prominentes a nivel global ha sido la formación del último "gran imperio europeo" (UE), que se ha dado tanto en forma de expansión territorial -caída del muro y expansión hacia el Este-, como en forma de regulación unitaria de sectores clave como el de telecomunicaciones, bancario, fiscal, industrial, salud, etc... con el deseo de forjar una unión, incluso política, aún más estrecha.
Los imperios necesitan de sus propias monedas (apareció el Euro), y a medida que ese imperio se construye (o expande), la demanda de esa moneda va en aumento, ya que cada nuevo estado absorbido en el imperio arrastra nuevas empresas y consumidores que necesitan de esa moneda para su circulante, su ahorro, etc ... lo que ayuda a mantener una cierta fortaleza de la divisa. 
La tendencia en los últimos 30 años ha sido hacia una cierta integración Europea. La reflexión -como siempre incómoda- que les planteo es la siguiente: ¿Que debería pasar con el euro cuyo mejor escenario es preservar sus fronteras actuales, aunque sin descartar la salida de algunos de sus estados miembros?
Una salida de estos miembros supondría una contracción de ese "imperio", y por consiguiente una menor demanda potencial de la moneda del imperio. Ya estamos viendo ejemplos. Vimos el Swexit y la posible ruptura de los pactos bilaterales entre Suiza y la UE, la pulverización de su peg con el euro, y ahora ya se habla del próximo desanclaje de la corona danesa con el euro, o incluso del Brexit, que aunque muchos piensan que es difícil ver la salida del Reino Unido, lo cierto es que es muy posible que gane la opción de imitar el modelo noruego, manteniendo un tratado comercial bilateral pero sin formar parte de la estricta burocracia de la UE. 
Aunque acabe por no pasar nada de esto, piensen que el mejor escenario es, como máximo, preservar el actual tamaño de este "imperio". Por ello la gran expansión y la gran demanda de moneda euro por parte de nuevos miembros  pertenece ya al pasado y sin más "expansión del imperio", no hay más racionalización de recursos y no habrá un renovado flujo de personas ni de capitales. Puede que este flujo crezca, pero no serán flujos nuevos, y por consiguiente, no serán cuantiosos. Considerando esto, es fácil llegar a la conclusión de que NO experimentaremos en Europa el crecimiento Ricardiano visto en las últimas décadas, y quedaremos a expensas de nuestra capacidad para generar crecimiento Schumpeteriano: el difícil porque requiere talento, inventiva y políticas adecuadas que permitan desarrollarlo.
¿Cómo se explican ustedes que tras la crisis financiera global del 2007-08, los EUA hayan podido salir mucho antes de la recesión y lleven ya tres años creciendo a un promedio del 2.5%, cuando en Europa apenas hemos promediado el 0.75%?
¿Quien tiene más capacidad de generar en el futuro este tipo de crecimiento basado en nuevas invenciones: USA o Eurozona? 
¿Cual es el ratio de inversión per cápita, o inversión sobre PIB en cada “imperio”?.
En igualdad de condiciones para generar crecimiento Ricardiano desde 2008, los EUA siempre muestran más y mejor disposición para el crecimiento Schumpeteriano (inventiva). Y eso no es probable que cambie de golpe.
Si esto es así para el futuro, mi apuesta es que va a haber más demanda natural de USD que de EUR; una demanda originada para respaldar precisamente un mayor crecimiento orgánico y más duradero (al menos, respecto a la Europa). A no ser, claro está, que la UE se expanda con éxito hacia Rusia y Turquía, aunque eso me parece menos probable que comerciar con los marcianos.
©JuanJAS

El futuro de las “clases medias”

Continuamente oímos hablar de la "clase media". ¿A que nos referimos exactamente?. 
Simplificando podemos definirla como el conjunto de personas con un nivel socioeconómico medio que se sitúa entre la clase obrera y la clase alta. 
En los medios de comunicación españoles es común nombrar a la clase media y no nombrar a la clase obrera o baja —todos somos muy orgullosos— lo que ha dado lugar a la gran confusión de identificarse con la clase media a un gran porcentaje de la población. En términos estrictos, la clase media es numéricamente inferior al porcentaje de la población que se auto identifica como tal y sus componentes son prácticamente los únicos que tributan por las rentas de sus ahorros y junto con algunos de la clase baja (los que perciben rentas del trabajo) también tributan por las rentas que generan con su trabajo o pequeños negocios. Prácticamente la única riqueza que se redistribuye es la suya y sólo en un porcentaje irrisorio las de las clases altas. 
Muchos denuncian que todos los males son debidos a que no se pone coto a la inmensa codicia de los super ricos. Lo que nadie propone es ¿Quien debe ser el encargado de ponerle el cascabel al gato? ¿Quienes van a ser los líderes de esta "revolución social? ¿Como podrán hacerlo?

Pese a todos los grandilocuentes discursos de algunos partidos, generalmente de izquierdas, la realidad es que las clases medias redistribuyen parte de la riqueza que generan y las clases altas y grandes empresas eluden al fisco todo lo que quieren y más. Lo primero que hacen si alguna vez tocan poder es buscar "recursos" (dinero via impuestos a los que no tienen capacidad de ilusión  obreros, autónomos, microempresas y pequeños ahorradores) sin tocar ni un euro de las grandes fortunas ni grandes empresas, que por si acaso ya establecen sus sedes sociales en pseudo paraísos fiscales dentro de la misma UE. Ya oímos hace unos días, en un juicio en Mallorca, al fiscal del Estado que nos aclaró que “Hacienda somos todos” sólo es publicidad. 
Parece que actualmente muy pocos tienen claro como funcionan las cosas, quien genera la riqueza, quien paga las "facturas" y cual es la legalidad que nadie ha cambiado ni “actúa” para cambiar. 

El quid de la cuestión es saber qué se entenderá dentro de 20 años por ‘Clase Media’, en Europa. Hoy la ‘clase media europea’ es una figura retórica porque poco tiene que ver la española con la danesa o la portuguesa con la alemana; ni siquiera en España donde muy poco tiene en común un miembro de la clase media de la región extremeña con uno de la vasca. Pero hay más.
Aunque en los años veinte existía una clase media en Inglaterra, muy minoritaria, el concepto de clase media nació en Europa, tras la II Guerra Mundial, asociado a tres elementos: el pleno empleo del factor trabajo, la puesta en marcha del modelo de protección social, y la existencia de un sistema de libertades civiles representado por la existencia sin restricción de partidos políticos y de sindicatos obreros. Todo ello debido a una necesidad: crear un colchón entre la clase alta –que seguía siendo la de toda la vida– y una clase baja que, eso se buscaba, fuese lo menor posible; un colchón que diluyese las tensiones que propaganda inconveniente pudiera generar en el entorno de Guerra Fría en el que el planeta se hallaba inmerso.
Esa clase media se fue expandiendo por Europa, Canadá y Japón; en USA apareció una figura rara ya que allí el modelo de protección social fue siempre por detrás del europeo y nunca las políticas redistributivas alcanzaron la dimensión de las europeas, pero también puede hablarse de una clase media USA. Luego, en Buenos Aires, Montevideo, La Habana antes de la Revolución, Bahía, Santiago y en alguna otra ciudad latinoamericana pueden identificarse núcleos de personas equiparables a la clase media europea, pero en ningún país latinoamericano puede hablarse de la existencia de una clase media como tal: en Brasil, la distribución de la renta a principios de los 2000 era prácticamente la misma que la existente en los años 30. 
Demos un salto de 20 años en el tiempo. La mayoría de lo que hoy conocemos por ‘modelo de protección social’ tal como lo hemos conocido, pienso que habrá desaparecido en Europa porque no será financieramente sostenible: las bases sobre las que se recauda habrán caído como consecuencia de un creciente desempleo estructural y de un subempleo subremunerado. Además ya no será necesario porqué no habrá que calmar a ninguna clase obrera reivindicativa porqué los “verdaderos líderes” habrán implementado algo similar a una “renta básica” en Europa (tal vez también en Canadá, Japón, y USA, Corea y Singapur de forma limitada). 
En ese previsible escenario, ¿de qué “clase media” puede hablarse? Pienso que de ninguna o de algo muy, muy estrecho, tendente a la desaparición, encorsetada entre una élite (menos del 1%) y una super mayoría superviviente pero mansa porqué temerá perder lo poco que tiene. 
©JuanJAS

lunes, 18 de enero de 2016

La Cuarta Revolución Industrial: El futuro Empleo, Habilidades y Estrategia de la Fuerza Laboral

Actualmente, por cuarta vez en la historia humana, el mundo se encuentra al borde de una nueva revolución industrial. Avances en producción y tecnología están a punto de liberar un valor sin precedentes; no sólo para la economía mundial, sino también para toda la humanidad.
A diferencia de las tres anteriores, esta Cuarta Revolución Industrial debe definirse como una revolución que abarca más que avances tecnológicos. 
La cuarta revolución industrial está interactuando con otros factores socioeconómicos y demográficos que crean una tormenta perfecta de cambio de modelo de negocio en todas las industrias, afectando de forma importante en los mercados de trabajo. Aparecerán nuevas categorías de puestos de trabajo, desplazando en parte o totalmente a otros que conocemos actualmente. Las habilidades requeridas tanto en las viejas como en las nuevas ocupaciones cambiarán en la mayoría de las industrias y transformarán la forma de trabajar y dónde hacerlo. También puede afectar a los trabajadores masculinos y femeninos de forma diferente y transformar la dinámica de la brecha de género de la industria. En el informe “The future of Jobs” del WEF —el futuro de los empleos—se puede leer información específica sobre la magnitud relativa de las tendencias de la industria y la geografía, y el horizonte de tiempo esperado para su impacto en las funciones de trabajo, los niveles de empleo y habilidades que se requerirán para ser empleable.
La Cuarta Revolución también impulsa una revolución en nuestros valores; una revolución en la que las empresas utilizan su ciencia, su escala y su inteligencia para abordar los desafíos más grandes del mundo.
¿Cuáles son esos desafíos? Tal como el psicólogo Abraham Maslow escribió en 1943, la sociedad se define, desde su base, por la búsqueda de alimentos, agua y seguridad. Estas son nuestras necesidades más básicas; los precursores esenciales a los que Maslow llamó la más profunda búsqueda de “la actualización propia… para convertirse en todo lo que uno es capaz de convertirse”. En otras palabras, antes de que la humanidad pueda alcanzar su verdadero potencial, el mundo debe enfocar su atención en satisfacer las necesidades más esenciales de los seres humanos.
Estas necesidades, ya apremiantes, serán aún más profundas en las próximas décadas. En 10 años, 1,8 mil millones de personas vivirán en regiones donde el agua potable será difícil de conseguir. En 15 años, el 40 % de las personas en la Tierra no tendrán viviendas adecuadas. Y hacia el año 2050, la población mundial alcanzará los nueve mil millones, lo que provocará que la demanda de alimentos aumente en un 60%.
Estos son desafíos trascendentales. Pero también nos presentan una oportunidad increíble y única para redefinir el rol de las empresas en la sociedad.
En lugar de aspirar a la innovación por la innovación misma, es momento de enfocar nuestros esfuerzos innovadores en satisfacer las necesidades de la humanidad. Todas las empresas tienen un rol que cumplir. Ya existen compañías que trabajan para que sea más fácil purificar el agua, para ayudar a los agricultores a sembrar cultivos más resistentes a las sequías, para generar viviendas que utilicen la energía de manera más eficiente y que sean más económicas, y muchas cosas más. A una velocidad sin precedentes (y a una escala amplia y global) las empresas privadas están brindando tecnologías transformadoras y están facilitando avances que transforman nuestra realidad, ayudando a que las personas vivan vidas más largas, saludables y productivas.
Esta innovación no es caridad. Se basa en el reconocimiento de que la empresa tiene un rol único e indispensable para impulsar el progreso. El propósito más puro de las empresas, después de todo, es resolver problemas y satisfacer demandas. Y, de hecho, las compañías de todo el mundo están descubriendo con mayor frecuencia que les puede ir bien no solo mientras hacen algo bueno, sino por hacer algo bueno.
Las empresas invertirán muchos miles de millones para incorporar el valor de la naturaleza y de la sociedad en todo lo que hacen, al mismo tiempo que enfocan el poder de nuestra ciencia y la pasión de sus trabajadores a desarrollar soluciones para los desafíos más significativos del mundo. Al colaborar con nuevas y más profundas maneras de fortalecer la salud de las personas, el planeta y las empresas, estiman que sus inversiones les permitirán recuperar cada dólar gastado, y obtener mil millones más.
Si todos seguimos intentando llegar más lejos, buscando nuevos modos de responder a antiguos interrogantes sobre cómo satisfacer las necesidades más básicas de la humanidad, mil millones más de mujeres y hombres tendrán la capacidad (de hecho, serán liberados) para ir más allá de solamente alimentar y proveer un techo para sus familias. Tendrán el poder para intentar alcanzar sus más altas aspiraciones y mejorar sus vidas, las de sus seres queridos y las de las comunidades a su alrededor.
Este es el verdadero potencial de la Cuarta Revolución Industrial. Y la medición de su éxito se reducirá a saber si los equipos directivos hacen algo más que simplemente redefinir la función de la tecnología en las empresas. Deben redefinir el rol de la empresa en la sociedad. Si lo hacen, el desarrollo más importante de la Cuarta Revolución Industrial no será la impresora 3D ni la Internet de las cosas. Será el progreso que los avances como estos logran para toda la humanidad.
Les recomiendo leer el informe y por extensión todos los que publica el World Economic Forum si quieren formarse una idea de por donde irá el mundo en los próximos años.
¡Buena lectura!
©JuanJAS


The Future of Jobs