domingo, 15 de noviembre de 2015

Europa ¡Tenemos un problema!

Basta con oír hablar a algún “experto” en el tema de Oriente medio para ver que el tema es complicadísimo y el ciudadano medio desconoce la práctica totalidad del problema. Para ser conscientes de la ligereza con que muchos tertulianos de salón hablan de este tema retrocedamos a sólo 30 años. Cuando veíamos un turista con rasgos asiáticos, le bautizábamos como “chino”. Recuerdo que a los japoneses les ofendía en grado sumo que les confundieran con sus vecinos a los que consideraban poco más que subdesarrollados. Actualmente ya sabemos que en Oriente, además de chinos hay japoneses, coreanos, vietnamitas, camboyanos, etc. y que nuestra tendencia a categorizarles amparada en nuestra limitada percepción del físico de un pequeño grupo que han venido a nuestro país, es muy peligroso. Por cierto, en China, además de los pertenecientes a la etnia Han (más de 1200 millones) también viven 55 etnias más. El mundo es muy grande y simplificar es nuestro error más grande. Este error lo aprovechan los “extremistas” para criminalizar etnias enteras y ayudan a los terroristas de todos los países a crear un clima de desunión y división interna entre los ciudadanos que viven más o menos en paz dentro de su territorio. Los dirigentes tienen que ir con mucho cuidado cuando lanzan mensajes asimilando actos terroristas a etnias o creencias. A mayoría de las veces las religiones o las creencias predican unos valores que ciertas facciones pervierten y ello confunde a los que tienden a realizar juicios de valor de forma impulsiva sólo por tabúes o miedo a lo desconocido.
Hay declaraciones de “personalidades” que “dan mensajes de fortaleza" y sentencian: 
“Trabajemos por vencer el terror”, "Sufrimos juntos lo que es ver morir a nuestros compatriotas, pero juntos", "las instituciones democráticas y todos los demócratas, no solo los europeos, podrán con el terror", "Trabajaremos por vencer al terror, por derrotar a los terroristas y por que triunfen los valores de la libertad y de la democracia"... Hollande calificó de “horror” lo sucedido en París en una declaración solemne al filo de la medianoche cuando denunció «un ataque terrorista sin precedentes». Acto seguido anunció la movilización «de todas las fuerzas posibles» para «neutralizar a los terroristas» y garantizar la seguridad de París. ¡Todos los grandes monumentos cerrados! Recomendación a los parisinos que se queden en sus casas y a los turistas en sus hoteles. ¡Paris paralizado! Donde queda "Liberté, egalité, fraternité!
Tal vez hubo declaraciones similares cuando sufrimos hace ya más de 11 años en el tren de cercanías de Madrid. No lo recuerdo. ¿Ustedes si? ¿Cuantos recuerdan que hubo 10 explosiones casi simultáneas en cuatro trenes en hora punta de la mañana? ¿Cuantos recuerdan que hubo 193 fallecidos y casi 1900 heridos? Cada uno siente más lo suyo, lo cercano. ¡Es humano! Pero hay que contrastar datos y no abusar de los superlativos. Yo mismo, el pasado mayo estuve una semana en París con mi mujer. Varias veces pasamos por delante de Bataclan en el Boulevard Voltaire, entre las estaciones de metro de Oberkampf y Saint Ambroise. Tuvimos suerte y disfrutamos de una bonita semana de vacaciones sin sobresaltos. Visitamos atracciones turísticas, museos, comimos en restaurantes y nos sentamos al sol en varias terrazas, ajenos a cualquier peligro y olvidando que nadie estamos seguros en ningún lugar de Europa.
Después del 11S de 2001 todos los que viajaron a USA notaron algunas diferencias. En Europa no. ¿Qué han hecho los políticos y los grandes organismos internacionales? Reuniones han tenido muchas. Tiempo para pensar un montón. Capacidad para llegar a acuerdos y toma de decisiones para llevar a cabo actuaciones concretas, parece que no o al menos no se han percibido. Cierto que son sólo sensaciones, porqué las deliberaciones son secretas y a los ciudadanos siempre se nos pide calma y paciencia. 

Nos consta que las soluciones correctivas no evitan las destrozas causadas por los terroristas ni tampoco en los “lugares de procedencia” de estos terroristas, máxime si los encargados de aplicar el correctivo se comportan como elefantes en una cacharrería. 
En el caso de Siria, simplificando muchísimo vemos que Rusia apoya al gobierno actual y USA no. Otros países parece que suministran armas, inteligencia militar y apoyo económico de todo tipo a los yihadistas. Como siempre, el grueso de la población musulmana en Oriente medio sufriendo las consecuencias de una guerra que lleva durando años. Los que emigraron a Europa y ya son europeos de pleno derecho, desarraigados y viviendo en un clima de repulsa por un lado y de excesiva protección por otro. Las corrientes extremistas, ayudados por la crisis económica y la falta de empleo, hacen que en Europa cada vez más gente considere a todo lo que suena a Islam como extraño y potencialmente peligroso. Al mismo tiempo tienen que salir de sus hogares porque las facciones radicales los masacran sino comulgan con sus directrices. Tanto en un sitio como en otro hay gente que les hace la vida imposible y eso facilita que algunos se radicalicen. 
Como Europa no tiene una política común, actúa en temas internacionales como un pulpo en un garaje. ¿Cómo van a implementar una política preventiva si no logran ponerse de acuerdo en cuales son sus objetivos comunes y concretos y menos en la forma de conseguirlos? Mientras los del G20 discuten sobre el cambio climático en la ciudad turística de Antalya. El terrorismo es también un tema importante y a la vez urgente, tanto que si no se acotan sus efectos, pueden ser más devastadores que el peor escenario de cambio climático que se pueda intuir. Urge hablar del tema, proponer soluciones correctivas concretas a corto plazo y principalmente preventivas. Es importante y urgente no solo proponer sino “actuar” para defender y preservar nuestros ideales y valores, dentro de la gran complejidad que envuelve todo este tema.

Hacer manifestaciones festivas, iluminar edificios emblemáticos con los colores de la bandera del país, en el que unos terroristas han perpetrado el último acto terrorista con daños a la sociedad civil, sirven para poco más que para anunciar que los ciudadanos que sufren, no están solos en el dolor. Hasta Facebook facilita colorear con la bandera francesa nuestra foto de perfil. ¡Ojalá fuera todo tan fácil! ¡Con eso no basta!
Prevención siempre; miedo, desconfianza, represión y paralización nunca. 
©JuanJAS