Se ha terminado el tiempo de las tumbonas y chiringuitos,
los días de sol abrasador y clima bochornoso. Los hombres del tiempo
pronostican una llegada prematura del otoño. Puede que se avecinen tormentas y
tal vez lluvias. La naturaleza no se gobierna por sentimientos, simplemente sigue
la ley del más fuerte atendiendo a un compendio de leyes físicas y químicas que
nada saben de atributos humanos.
En el terreno político parece que se sigue sin ideas nuevas.
Al menos, los “medios” vuelven a publicar las mismas imágenes de corrupción y registros.
Los unos son muy malos y los otros peores y lo importante sigue desatendido.
Vivimos en un mundo asustado por la actualidad rabiosa, por
el discurso compulsivo, por una hipermasa de información que nos aleja de la
comprensión de la realidad y alimenta un mundo de fantasías, en una masa de
gente con poca vocación de pensar y con poco espíritu crítico.
Sigue sin haber nada en la mesa de negociaciones. Ni
siquiera hay voluntad por parte de nadie de poner una mesa. Unos porqué están
desencantados y no esperan nada de los otros y los otros porqué nunca han
querido negociar nada ni perder nada de lo que piensan que es suyo por derecho ¿?.
El sentimiento no cambia. Los convencidos lo están pase lo que pase. Los que no,
incrementan las andanadas y remueven una y otra vez la misma “pócima” con olor
fétido —¿tan podrido está todo lo que no gusta?— que parece que no terminan de completar
ni concluir nunca nada. O bien son inútiles por no saber acabar con los
culpables o malévolos y cómplices por regodearse aireando y permitiendo, hasta
que conviene sacarlos a colación, los vicios ajenos.
Todo sigue igual, con una gran parte de población hasta los
“fundamentales” de que no les ofrezcan debates plurales sin cocinar e
informaciones contrastadas claras. La verdad no es universal. Es la verdad de
cada cosa, y cada cual a su tiempo. Es la verdad del presente que se nos da y
se va, y por ello, cada cual debe buscarla a partir de esas informaciones
contrastadas, que nos deberían facilitar los que las poseen. A estas
informaciones deberíamos tener acceso las personas sencillas, las que no estamos
rodeadas de fama ni notoriedad, pero que en nuestro trabajo o en nuestra vida
diaria hacemos grandes cosas menudas porqué están asociadas a las actitudes de
las personas que actuamos desde la proximidad, sin otro objetivo que el de
hacer las cosas bien hechas.
Estamos artos de que nos repitan una y otra vez la misma
propaganda y no nos aclaren nunca nada. Queremos ver y escuchar a los representantes
de las formaciones juntos en las radios, en los platós de TV y en las plazas o
polideportivos del barrio. ¡Los líderes deben sentarse y dialogar!.
¡Contrastar opiniones!. ¡Buscar soluciones!. Quien se niegue a ello, para
mi, pierde toda credibilidad. La pierden ellos, sus formaciones políticas y las
ideas que defienden.
Mañana entramos en Septiembre de 2015 y no paran de
repetirnos que la Economía ha mejorado mucho y estamos saliendo de la crisis.
En realidad todo sigue igual o peor que hace cuatro años, cuando empezó a
dibujarse la posibilidad de un cambio hacia mejor. ¿Recuerdan lo que es un
espejismo?
¡Sí!. ¡Hay nuevas proyecciones!, argumentan los más devotos,
pero pocos parecen estar dispuestos a poner sus euros (pagar sus impuestos) a
la nueva Hacienda Catalana. Cuesta mucho ganar el dinero e incluso los
más dispuestos no sueltan un euro, prefieren guardarlo en la faltriquera hasta
que haya garantías legales de que no deberán pagar dos veces o ser multados.
Están asustados porque son muchos los miedos al futuro que, de nuevo, se
divulgan y pronostican desde todos los frentes: desde el social, al político y
al económico.
Parece que las ideas se han congelado. A la espera. Sin
nuevas ideas que admirar siguen los mismos sentimientos viscerales y
enfrentados de siempre, que son los que influyen de manera decisiva en el
proceso de formación de opinión. A río revuelto ganancia de pescadores. Hoy
mismo he escuchado al líder del PP en Catalunya pedir el voto de las “buenas
gentes” que en pasadas elecciones votaban
socialista en el Área Metropolitana de Barcelona. Pedía que fueran a
votarle a él todos los que en pasadas elecciones autonómicas no votaban porque siempre
habían pensado que “las autonomías no iban con ellos”. No votaban en las
autonómicas catalanas porqué sólo les importaban las votaciones para estamentos
españoles. No se sentían representados por las instituciones del país en el que
vivían ellos y sus familias. Ahora si deben ir a votar para poder acabar con
los “demonios” que pretenden "romper e incendiar España”. ¡Propaganda y
más propaganda! Ningún diálogo ni propuesta para reducir el fuego y recomponer posibles
roturas. Sólo reconquista y victoria para reducir a los malvados. Ya se sabe:
“donde hay envidia no hay amor y donde hay pobreza no hay libertad”.
A unos les gustan las nuevas ideas y las compran, otros las
desprecian y venden antídotos contra el mal. Otros ni siquiera las escuchan
porque no quieren oír hablar de cambios y una buena parte están hasta arriba de
ambigüedades, medias verdades, propaganda
malintencionada, y de que no se les hable claro ni dialogue buscando el bien
para la mayoría. La cultura contemporánea virtual ha desestimado el concepto de
dependencia mutua y es un gran error. Así va el país.
Las ideas tienen una vigencia temporal, como norma. Sólo
algunas sobreviven al paso del tiempo. Las nuevas ideas van relacionadas,
generalmente, con el seguimiento de las modas, a veces perversas, impuestas por los grandes actores del
poder. La idea de la “Independencia de Catalunya” se mantiene arropada por
un colectivo importante de la población y parece más perseverante porqué ya
viene durando unos años. Tal vez sea porque muchas personas sencillas creíamos
que estábamos a punto de tener la posibilidad de poner en práctica grandes
ideas para mejorar la vida de las personas. Las de los catalanes y las del
resto de españoles. Pero los mismos de siempre siguen poniendo todas las trabas
posibles y amenazando con todas las plagas y malos augurios. El gobierno
central, con sus servicios jurídicos y policiales, de una forma ruda, como
elefantes en una cacharrería, y también los de aquí, con una falsa unidad y
unas luchas intestinas continuas para quedarse con la parte mas grande del presunto
pastel que intuyen se puede conseguir.
Las grandes ideas
sólo pueden prosperar si los Gobiernos, políticos, empresarios, familias y e
individuos las entienden y se ilusionan en luchar por ellas por el bien de la
colectividad. ¿Ven ustedes destilar este sentimiento en las comparecencias de
nuestros líderes?
La fortaleza, la paciencia y la resistencia son una misma
cosa. Saber resistir, saber aguantar, saber proteger la propia identidad es
importante para no perder la personalidad. ¡No cedamos al dogmatismo de la
actualidad mediática!. ¿Cuántas ventajas tiene el silencio de una persona que
piensa y que, si es necesario, dice lo que ha pensado sin miedo y sin temer al
que dirán?. Nadie debería ahorrar sus críticas a los medio-entendidos,
supuestos especialistas en todo tipo de saberes, que son los que perturban el
mundo. Preparémonos para estas tres semanas de septiembre. Seguro que todos los
“tertulianos” hablarán demasiado cuando sería mejor que dijeran menos y callaran
más.
Tal vez no nos quede más remedio que reinventar la mirada
sobre las verdades mediáticas huidizas. Hay vida allá de la actualidad. Vida,
libertad y pensamiento se dan lateralmente. Para no ceder al dogmatismo de la
actualidad y para combatir el murmullo y la demagogia que son el veneno de toda
comunidad, hay que pensar más. Reflexionar sobre lo cotidiano, sobre todo lo
que día a día nos perdemos por seguir consignas y opiniones ajenas, por minusvalorar
nuestra propia opinión, por no valorar lo que nos rodea y olvidarnos de
aquellas cosas esenciales…una buena ocasión para la reflexión…
¿Quién educa, en este momento, a nuestros niños,
adolescentes, jóvenes y no tan jóvenes? ... ¿Quién les enseña a tener criterio
y normas de conducta, convivencia, ética, buen comportamiento, a tener criterio
para observar y juzgar las cosas y los hechos ... para después poder tomar las
decisiones mas aconsejables... que afectan a nuestra vida y la de los demás? Si
no lo hacemos nosotros empezando por nuestra propia familia, lo harán las TV’s,
los juegos informáticos, Internet, los Whatsapp, Facebook, Twitter, etc.
Los primeros responsables del devenir de una sociedad y los
que deben dar ejemplo de comportamiento con sus actos, son los educadores, los
dirigentes, los empresarios y todos aquellos que tienen un “ascendiente o
“poder” sobre capas importantes de la ciudadanía. Por tanto: Señores de “Junts el si” y todos los
demás, ¡por pedir que no quede!: dedíquense a defender su principal y estelar
idea, “Si a la independencia” con argumentos, coloquios, publicaciones,
conferencias, urbi et orbe y no pierdan ni un segundo en propagandas del tipo
“y tu más”, ni en contestar las mismas trilladas afrentas de siempre que les
lanzan los que no quieren ni oír hablar de su idea. Estimo que este
comportamiento sería bueno para sumar adeptos a su causa. Si no lo hacen y
siguen el juego de la ofensa, la descalificación, “envolverse en la bandera y
echar balones fuera" y “yo la diré más gruesa”, no convencerán a ningún
indeciso para que decida que vale la pena emprender el lento y duro viaje hacia
la independencia. He oído a su líder decir que representa “un único pueblo con
muchas voces”. Los “sabios” de sus formaciones tienen poco tiempo para buscar
nuevas ideas que ayuden a que cambie el “sentimiento”. Pónganse manos a la obra
o todos lamentaremos el desencanto. Ustedes tienen, no la única, pero si una
importante responsabilidad.
©JuanJAS