jueves, 23 de julio de 2015

27S - Elecciones plebiscitarias y nervios en los sectores unionistas

Hace un mes que el tema griego había sustituido al tema catalán en los telediarios y las tertulias televisivas, pero desde que se proclamó la “Lista Unitaria” defensora de un Estado independiente para Catalunya, los nervios en el partido del Gobierno Español se han dejado notar en sendas declaraciones amplificadas por todos los medios de comunicación a nivel estatal, negando cualquier oportunidad de éxito al proceso. El diálogo entre el Gobierno Español y las autoridades catalanas sigue sin existir. Es previsible que siga así , al menos hasta que se vote el 27S y no haya ninguna duda, si es el caso, de que una mayoría de catalanes desea hablar con el Gobierno para revisar sus relaciones con el Estado Español. Los medios difunden también el talante sombrío y súper serio del Jefe del Estado en sus comparecencias públicas en que coincide con el President Mas, dando a entender un cierto disgusto - reprobación para con los impulsores del “procès per la Independencia”. Algunos medios han presentado como un pseudo-portavoz al presidente de la comunidad cántabra y no he oído que ningún representante de la casa real haya desmentido sus declaraciones. ¿Quién calla…!

Centrándome en Catalunya, en estos últimos años los medios de comunicación catalanes se han dedicado a hablar mucho del “objetivo” en genérico que defendían los políticos e instituciones civiles respecto al “derecho a decidir” de los catalanes respecto a conseguir un “estado propio” separado del Estado español, como si no tuviera ninguna consecuencia práctica en el día a día de las personas. Se ha hablado mucho del qué, pero poco del porqué y del para qué. 

Muchas autoridades en el ámbito académico de relevancia internacional, comités y grupos especializados en diferentes campos han realizado estudios y los han publicado. Se han escrito libros, publicado artículos, blogs de entidades pro-soberanistas permanentemente actualizados contestando preguntas de quien quiera formularlas, etc. Sin embargo, todas estas aportaciones, han tenido una difusión limitadísima en los medios de comunicación y por ello, salvo las personas muy interesadas y con tiempo, conocimientos y voluntad suficientes para dedicarlo a informarse sobre este tema, un gran porcentaje de ciudadanos no tienen una idea medianamente clara del porqué del “proceso”. 

Un gran porcentaje de catalanes tiene sentimientos emocionales que les impide siquiera tomar en consideración cualquier visión que suponga romper con el status quo, con “lo que siempre ha sido”. Simplemente niegan la mayor:
Unos por miedo al cambio, los discursos apocalípticos anunciando calamidades de algunas formaciones políticas y los medios de comunicación portavoces de sus discursos tienen mucho que ver. 
Otros por pereza ante las dificultades que entraña el cambio en un entorno de “desavenencia” y por miedo a los medios de fuerza o represión económica o de política internacional que pueda emplear el Estado español para disuadir a los catalanes de una separación. 
Otros por idealistas y soñadores pensando en que, si se insiste de verdad y con energía en el “diálogo”, con mucha paciencia y si se producen cambios en el parlamento del estado se puede llegar a una situación mejor para todos, sin llegar a concretar ni en lo más mínimo cual sería este escenario. 
Otros por que desconfían de la capacidad de los políticos para desarrollar este pretendido “proceso” sin que los “efectos secundarios” tengan consecuencias peores que el status actual.
Otros porqué temen que sus parientes o amigos les afeen el querer separarse. Tal vez piensan que les van a poner muros o alambradas, les van a cortar las comunicaciones telefónicas y que ya nunca más se van a poder ver?. La propaganda malintencionada juega malas pasadas a la mente y provoca problemas de relación, desconfianza, etc.
En fin como el mundo es mundo y tiene que haber de todo, el descifrar los motivos de los indecisos, de los que no quieren ni pensar en el tema y de muchos en los que han pensado en el tema desde la óptica de la dominación o de los cuentas de hadas es tarea para la que, el común de los mortales no está capacitado.

Otra cosa es si se quiere analizar el tema desde una óptica más pragmática y menos emotiva. Es cierto que en este caso tampoco los medios ayudan, más bien al contrario. Parece que los humanos tenemos un sesgo de negatividad, porque la mayoría de nosotros creemos que somos mejores que la media y esperamos que las cosas, al final salgan bien. Este punto de vista positivo hace que las malas noticias sean más sorprendentes, como un fondo claro en el que resaltan puntos oscuros: historias de tipo negativo, corrupción o hipocresías en lugar de historias neutras o positivas.
Hay un ruido inmenso en los medios que sólo consigue embotar el cerebro, distraer de las cuestiones importantes y hace crecer el porcentaje de población que reacciona visceralmente sin hacer un mínimo análisis pragmático. Amén de los que cansados de tanto marear la perdiz y no hablar claro, se retiran del ruedo y pasan olímpicamente del tema.

Volviendo al tema. Todos hemos sido jóvenes y hemos querido independizarnos. Al menos eso era lo normal, en los jóvenes hasta finales del siglo pasado. Los jóvenes querían ser los “reyes de la república independiente de su casa” tomar su propias decisiones sobre como trabajar, ganar dinero y gastarlo o ahorrarlo y sobre como vivir su vida. Querían independizarse de sus padres, aunque se hubieran portado siempre bien con ellos. Es un comportamiento que durante muchas décadas la inmensa mayoría ha comprendido como normal y lógica. También, desde que entró en vigor la Ley del Divorcio se ha visto como muchas parejas se rompían después de muchos años de vida en común, sencillamente porqué cada uno había evolucionado personalmente de forma diferente y ya no se entendían a la hora de tomar decisiones sobre el desarrollo de su vida diaria y porqué no veían un futuro junto a esa persona con la que habían tenido hijos y convivido muchos años de su vida.
Lo fundamental en todos estos casos de “diferencia de pareceres” que necesitan una emancipación o separación es que la personas necesitan tener medios suficientes para poder vivir y necesitan tener la capacidad de tomar sus propias decisiones sobre como enfocar su vida. Siempre negociando con el resto de la familia y procurando que el saldo sea lo más justo posible, equilibrado y positivo para todos. 
Este razonamiento básico, que todos podemos entender, es desatendido por muchas personas cuando hablan de “proceso hacia la independencia de Catalunya”. Tanto fuera como dentro de Catalunya. 
La mayoría de grupos que se autoproclaman como defensores de los temas sociales en contraposición a los que denuncian como neoliberales o defensores del capital, parecen olvidar que para poder decidir como se utiliza un “presupuesto social”, antes y como condición sine qua non, deben dotar de capital a ese presupuesto. 
Ejemplos:
1º La Ley de Dependencia (PSOE) reconoció derechos y prestaciones sociales a muchos españoles, pero sin la dotación económica adecuada, esos españoles se quedaron sin poder ejercitar esos derechos.
2º Los griegos votaron en referéndum “NO” a las medias impuestas por la Troika, pero sin capital cedido por el BCE a sus bancos, los griegos siguen sin poder retirar sus fondos personales de las oficinas bancarias.

Como dijo Stephen Covey en su afamado libro “Primero, lo primero”, todos estos grupos defensores de lo social y de resolver los problemas del día a día, deberían pensar en como dotarán su presupuesto para hacer frente a los compromisos que adquieran con la ciudadanía. No basta con decir “los malos roban el dinero, lo evaden y no pagan los impuestos que les corresponde”. Esto será cierto, pero ¿Porqué han prometido irresponsablemente?, ¿para que los ciudadanos crédulos y esperanzados les voten?. Si después no pueden cumplirlo, ¿Es que no habían pensado en como llevar a cabo sus promesas?. ¿No habían pensado en un plan B?. ¿Son unos demagogos y populistas?

Primero lo primero:
  • Si el Gobierno de Catalunya no tiene herramientas (dinero y leyes) para que los hospitales y las escuelas puedan funcionar con garantía y seguridad, pero también con la solvencia que necesita, el servicio será peor y los recortes previsibles, sea el gobierno del signo que sea. 
  • Si el Gobierno de Catalunya no tiene capacidad para gestionar los recursos que los catalanes generan en su territorio y no pueden decidir, por mucho que uno crea en una opción ideológica de perfil social, tendrá un margen muy limitado de actuación. 
Por lo tanto, como cualquier entidad, familiar o persona, es fundamental poder disponer de la caja y del poder de decisión al más alto nivel para poder usarla.
Si eso se tiene, dependiendo de lo que los catalanes voten, saldrá una distribución de fuerzas en el Parlamento del Estado Catalán y esa será la encargada de diseñar, negociar, aprobar y gestionar el presupuesto. 
El gobierno catalán necesita también tener la capacidad de negociar en el ámbito internacional en aspectos tan importantes como la gestión energética, la gestión de las infraestructuras, la gestión del agua, la gestión de los bienes comunes que nos afectan, etc. 

Tener un Estado independiente y las herramientas propias de un Estado, no es garantía de que nuestros parlamentarios y nuestro gobierno lo haga bien ni a gusto de todos. Seguirán habiendo corruptos, inútiles, aprovechados, cargos de confianza, etc. Son factores inherentes al ser humano y dependerá de cómo se redacte la nueva Constitución Catalana, de cómo se impliquen los catalanes en los temas políticos, económicos sociales, de lo transparente que se hagan las estructuras, etc.

Ejercer la libertad va siempre acompañada de una gran responsabilidad de todos los ciudadanos y eso exige, trabajo, perseverancia, claridad y honestidad, de los políticos, dirigentes y también de los ciudadanos.
Los catalanes, todos, tendremos que decidir qué tipo de gobierno puede gestionar los temas públicos dentro de un “marco” que ahora no tenemos. 
Seamos conscientes de que “Lo primero es lo primero” y sin esa estructura, todo lo demás son cantos de sirena.
©JuanJAS

lunes, 20 de julio de 2015

Tsipras y Varoufakis han recibido la “hibris” de la Troika

La hibris es un concepto griego que puede traducirse como ‘desmesura’. No hace referencia a un impulso irracional y desequilibrado, sino a un intento de transgresión de los límites impuestos por los dioses a los hombres mortales y terrenales. En la Grecia antigua aludía a un desprecio temerario hacia el espacio personal ajeno unido a la falta de control sobre los propios impulsos, siendo un sentimiento violento inspirado por las pasiones exageradas, consideradas enfermedades por su carácter irracional y desequilibrado, y más concretamente por Ate (la furia o el orgullo). Como reza el famoso proverbio antiguo, erróneamente atribuido a Eurípides: «Aquel a quien los dioses quieren destruir, primero lo vuelven loco».
En síntesis, hybris o hibris es un castigo lanzado por los dioses.
La religión griega ignoraba el concepto de pecado tal como lo concibe el cristianismo, lo que no es óbice para que en esta civilización la hibris pareciera la principal falta.
La hibris es un tema común en la mitología, las tragedias griegas y el pensamiento presocrático, cuyas historias incluían a menudo a protagonistas que sufrían de hibris y terminaban por ello siendo castigados por los dioses.
Herodoto lo expresa claramente en un significativo pasaje:
“Puedes observar cómo la divinidad fulmina con sus rayos a los seres que sobresalen demasiado, sin permitir que se jacten de su condición; en cambio, los pequeños no despiertan sus iras. Puedes observar también cómo siempre lanza sus dardos desde el cielo contra los mayores edificios y los árboles más altos, pues la divinidad tiende a abatir todo lo que descuella en demasía”.

En estos últimos meses hemos asistido a unas confrontaciones políticas, siendo las más histriónicas las de Yanis Varoufakis y los ministros de Finanzas del Eurogrupo. 
Para estos últimos, intentar adivinar la jugada siguiente de un fullero arrogante es bastante arriesgado. Por ello la tensión en las negociaciones se ha mantenido hasta el final. Ha habido muchas manifestaciones, mucha propaganda y manipulación y los griegos tuvieron que decidir, no se sabe muy bien ¿qué? en un referéndum. El voto de los ciudadanos griegos, que votaron NO en el referéndum, fue principalmente emotivo: se hablaba de honor y de no dejarse doblegar por los demonios imperialistas. 
Tal vez recordaban que en el Derecho griego, la hibris se refiere con mayor frecuencia a la violencia ebria de los poderosos hacia los débiles, la cual rechazaban enérgicamente. ¡Por coj….! Sin embargo, también hubiera sido bueno que recordaran que en la poesía y la mitología, el término fue aplicado a aquellos individuos que se consideran iguales o superiores a los dioses. El hibris era a menudo el hamartia (‘trágico error’) de los personajes de los dramas griegos. 

La manipulación que hizo Tsipras y sobre todo el resultado (NO), fue inaceptable para los ciudadanos del norte de Europa (desde Holanda a Estonia) que no pueden ni imaginar seguir siendo "compañeros de viaje" de alguien que ha actuado como lo han hecho los negociadores griegos. Todos vemos la película desde nuestra óptica, sin embargo también hay que revisar otros puntos de vista. Así podremos comprender que tras los esfuerzos que tuvieron que hacer las Repúblicas Bálticas para cumplir a rajatabla las exigencias del euro, aceptar ahora las peticiones de las autoridades griegas que parecen comportarse como sinvergüenzas, muchos ciudadanos, de esos países también democráticos, piensan que sería cargarse directamente el proyecto del euro. Visto el nivel de manipulación y poca cultura financiera de buena parte de la población griega, seguir con ellos, atendiendo muchas de sus peticiones, sería un suicidio. Se llegó a filtrar que los países económicamente y también políticamente en la Zona Euro propondrían dar una opción "humanitaria" a Grecia para que pudieran cubrir las necesidades de los sectores más pobres mientras “decidían” salir del euro por falta material de la moneda. Conceder las peticiones del gobierno griego e inyectar por tercera vez miles de millones de euros sin medidas de control de garanticen mínimamente que los acuerdos se cumplen, sería el final de Merkel en Alemania y también de los gobiernos del resto del norte de Europa. Como los demás estos también cumplen un mandato democrático de la mayoría de sus ciudadanos. 
Por otro lado, en los países “PIGS” (sur de Europa) las manifestaciones a favor del oprimido pueblo griego fueron numerosas y en las tertulias, el mensaje políticamente correcto era denunciar las atrocidades que la Troika cometía con el sufrido pueblo griego. Los de una y otra parte emitieron mensajes sesgados y confusos, sin valorar todos los datos e intentando provocar la respuesta visceral de una ciudadanía que el poder pretende mantener confusa por desinformada y poco dispuesta a mejorar su cultura en estos temas político-financieros. Todos sabemos, aunque muchos lo olvidan a menudo que “Un pueblo inculto siempre ha sido más fácil de dominar”.
En los mítines y en los medios de comunicación a los que tuvieron acceso el gobierno y simpatizantes de Syriza, se explicó a los griegos que lo que en realidad se les preguntaba era “¿Quieren ustedes pagar más impuestos, asumir recortes y recibir menos pensiones?”. Visto así y sin añadir nada más, fueron muchos los que dijeron “NO”. ¿Qué hubieran dicho ustedes ante pregunta similar? ¡De cajón! 
Lo que no debería nos permitir los ciudadanos, es que un político pueda plantear semejante pregunta, porque los milagros, que yo sepa, no dependen de la voluntad popular
En un país en el que el número de pensionistas y empleados del sector público supera el de empleados en el sector privado, Tsipras les había prometido a los votantes que un “NO” al trato con Europa era necesario para conseguir un mejor acuerdo con Europa. Repitió hasta la saciedad que su objetivo no era salirse del euro, sino conseguir que los billetes de euros volvieran a salir por los cajeros automáticos; que no andaban cortos de billetes por su culpa sino por la maldad de la Troika, que les cortó el oxígeno hasta que se rindieron. ¡Suena tan bien!. ¡Cuesta tan poco que la gente creamos las verdades a medias y en los cuentos de hadas!

Una oposición dividida y sin líderes claros (los tradicionales, las familias Karamanlis-Papandreu, que hicieron campaña a favor del sí eran los que habían mantenido al país en la mentira en las dos últimas décadas) no tuvo éxito en la difusión del mensaje de que el referéndum era un plebiscito sobre el euro. Sin duda, si la gente hubiera creído que el no al referéndum significaba la salida del euro, el resultado habría sido otro.
Obviamente, la gente ni sabía qué votaba ni sabrá a qué acuerdo “real” va a llegar el gobierno griego con la Troika; como nos pasa siempre a los ciudadanos de a pie. Muchos interpretaron la pregunta del referéndum: “Tsipras sí o no”, o si lo prefieren, “Orgullo nacional contra intromisión extranjera”. Esta demagógica votación sirvió para que una parte importante de la población griega liberara su rabia y resentimiento. Pero la vida sigue. Desde la llegada de Tsipras al poder Grecia ha estado sometida a un referéndum permanente y la mayoría de ciudadanos han demostrado, día tras día, la desconfianza con su propio país, que ha provocado una fuga ininterrumpida de depósitos bancarios. La banca griega no ha cerrado porque lo haya decidido Draghi, sino porque el “patriótico” pueblo griego, ha decidido que los euros son mejores que las dracmas y que en Ginebra (los ricos), o debajo del colchón, los de a pie, sus ahorros están más seguros que en un banco griego, donde el gobierno podría intentar ponerlos a trabajar, en forma de préstamos, en pro del desarrollo de su propio.
El gobierno griego es consciente de que buena parte de los 50.000 millones de euros en depósitos que han salido de los bancos desde el pasado noviembre continúan en el país. Bajo el colchón, detrás de la estantería, en un cajón... Por eso se le pide a los ciudadanos que lo saquen de sus escondites caseros y lo vuelvan a depositar en los bancos para ayudar a fortalecer la liquidez de la economía griega. En los próximos días veremos cuantos griegos tienen realmente “orgullo patriótico” y siguen el consejo de su gobierno.
Lo cierto es que los griegos ya llevan 21 días de corralito. El BCE ha inyectado 900 millones de euros a la economía helena tras la votación de las reformas a través de la línea de liquidez de emergencia. Ni siquiera ese dinero evitará que buena parte de las restricciones sigan en pie cuando abran las oficinas. Los griegos han retirando de los cajeros entre 80 y 120 millones de euros al día durante el corralito. La liquidez sigue estando al límite. Las autoridades griegas temen que ese ritmo no decrezca o se acentúe si se relajan demasiado los controles de capitales. Por eso seguirá en pie el límite diario de 60 euros de retirada de efectivos en cajeros y en ventanilla, aunque serán acumulables y se podrán sacar 420 euros de golpe cada semana. Uno de los objetivos es acabar con las colas frente a las máquinas expendedoras. También seguirán limitadas las operaciones con el extranjero, aunque sí será posible que los padres con hijos estudiando fuera de Grecia les envíen hasta 5.000 euros cada tres meses. Quien deba pagar gastos médicos también podrá hacerlo, con un límite de 2.000 euros. 
¿Qué ha quedado de aquel "pueblo griego” de la antigüedad que dio al mundo tantos sabios y personalidades relevantes y fue cuna de la democracia?.

Europa tenía una papeleta comprometida. Podían pensar que están hablando con gente seria, o reconocer que simplemente, les había tocado tratar con fulleros. Al final, Merkel, Hollande y Draghi tuvieron que decidir si dejaban que Tsipras llevara a sus conciudadanos a la ruina o, a pesar de que muchos de ellos se sientan cómodos insultando a los que les prestan dinero, tener compasión de ellos. Si Europa permanecía durante unas semanas sin firmar nada, los bancos griegos quebrarían, los ciudadanos griegos perderían sus ahorros, la economía griega se desplomaría, y cuando los funcionarios y jubilados que creen que Tsipras les da la paga, vieran que no se la da, o se la da en “vales” que no en euros, el caos se apoderaría de Grecia. El final vendría con unas elecciones anticipadas, de resultado incierto (sobre todo sin un líder claro y creíble en la oposición), que podrían prolongar más y más la agonía. Puestos entre la espada y la pared, sometidos a un referéndum en el que la pregunta fuera clara y limpia, euro o dracma, muchos de los que consideran criminales y terroristas a quienes les permiten, a muchos de ellos, disfrutar de un nivel de vida que no se ganan por ellos mismos, pedirían, por favor, seguir siendo alimentados por semejantes alimañas. Ganaría, sin duda, el SÍ al euro.
Varoufakis, tan instruido como maleducado, presentó su dimisión, alegando que su salida, pedida por sus colegas europeos, podía facilitar un trato. Dijo que se cortaría el brazo antes que firmar un mal trato para Grecia. Recuerdan: “Antes partía que doblada”!
Al fin parece que los dirigentes europeos han sabido encontrar una solución win-win intentando que aquella parte, por minoritaria que sea, de la población griega que se levanta todos los días para trabajar y pagar sus impuestos crezca y se haga mayoría en un país en el que lo de impuestos suena tan raro como “dimitir” en España. Aunque una nueva cesión de miles de millones nos cueste a los europeos —incluidos los españolas que pagamos impuestos— apretarnos un punto más el cinturón. 
Antes estos dilemas, siempre es bueno preguntarse: “¿Quién paga realmente?” y “Quién recibe realmente?”. 

Ojalá que cada vez más, sean los que más tienen los que presten los fondos y estos lleguen a los realmente más necesitados, para que puedan retomar el camino de la productividad. Por que los “necesitados”, dinero está claro que no tienen, pero cabeza para pensar, manos para trabajar y orgullo para devolver cuanto antes lo prestado, a sus socios europeos, se supone que no les debería faltar. 

El camino no será fácil ni para los griegos, ni para los europeos. Hay que aprender que todos tenemos derechos y también obligaciones y responsabilidades, y que ante los problemas hay que buscar soluciones, pactar acuerdos y seguirlos para salir de los atolladeros. Por difícil que parezca, es mejor esforzarse y sacrificarse temporalmente que permanecer arrastrándose por el fango eternamente, la gangrena podría llegar a contaminar todo el cuerpo y entonces sería tarde para arrepentirse y lamentarse en el banco del “si no fuera” que ya no tengo 20 años. Pero es tan fácil aplazar el sacrificio, el pago o la pérdida y tan placentero el disfrute inmediato, aunque nuestra economía no nos lo permita. Son diferentes formas de ver la vida y todas son lícitas aunque siempre deberíamos recordar que “ante el vicio de pedir, está la virtud de no dar”.
©JuanJAS

jueves, 2 de julio de 2015

¿Qué es lo que falta en España?

Según ustedes, ¿Qué es lo que falta en España?. 
No me digan dinero, porque para tenerlo, el dinero debería ganarse honradamente y reinvertir parte de lo ganado en algo productivo y rentable.
¿Falta inteligencia, ideas innovadoras, espíritu emprendedor, capacidad de trabajo y perseverancia, formación,…?
Viendo noticias como la adjunta, parece que si, pero no en los españoles, sino mayoritariamente en sus dirigentes políticos.
¿Porqué el gobierno español y satélites no clonan ideas similares a las de Juan Roig de Mercadona?


Con poco dinero se podrían financiar desde el Estado proyectos rentables capaces de crear puestos de trabajo y dinamizar la economía. Que dinero más bien empleado. Más producción, mas ventas, mayor recaudación para redistribuir.

¿Por qué no se divulgan iniciativas como esta en las TV’s y medios de comunicación en horario prime time para estimular a los jóvenes con conocimientos e ideas?

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En España no sólo hay cocineros, cantantes, futbolistas y aspirantes a ganar en concursos tipo Gran Hermano. Hay también mucha gente preparada y con ideas. Lo único que les falta es que los políticos publiquen en el BOE una legislación favorable que les brinde una oportunidad para crear riqueza para el país. Menos gastar dinero en clientelismos, en contratar familiares y amiguetes, en cobrar comisiones y en subvencionar actividades sin más valor que mantener un voto cautivo

Repartir migajas hoy y dejar hambre para mañana les importa poco, porque lo único que pretenden es exprimir a la clase media para que la casta política y los lobbies que les apoyan puedan vivir bien.

¿Cuando dejaremos de estar en la inopia y dejaremos de atender eslóganes políticamente correctos pero vacíos de contenido?
¿Cuándo empezaremos a exigir datos claros y planes coherentes?
¿Cuándo empezaremos a exigir responsabilidad y resultados en lugar de humo?
©JuanJAS

Valores

El valor es una cualidad que confiere a las cosas, hechos o personas una estimación, ya sea negativa o positiva.
La existencia de un valor es el resultado de la interpretación —impresiones subjetivas de agrado o desagrado, que las cosas nos producen a nosotros y que nosotros proyectamos sobre las cosas— que hace el sujeto de la utilidad, deseo, importancia, interés, belleza del objeto. La valía de la persona o del objeto es en cierta medida, atribuida por el sujeto, en acuerdo a sus propios criterios e interpretación, producto de un aprendizaje, de una experiencia, la existencia de un ideal incluso de la noción de un orden natural que trasciende al sujeto en todo su ámbito.

Valores tales como: honestidad, lealtad, identidad cultural, respeto, responsabilidad, solidaridad, amor, tolerancia, sinceridad, agradecimiento, laboriosidad, sociabilidad etc., son fundamentales para el convivir pacífico de la sociedad.

Existen diversos tipos de valores como son los valores económicos, los valores sociales y los valores morales o espirituales. Es difícil jerarquizar los valores, cada uno tiene aspectos o propiedades importantes y además interaccionan entre sí. Son anti-valores aquellos que devalúan el mundo en su riqueza natural y espiritual.
¿Cuáles son los valores más importantes para vosotros?
¿Los veis reflejados en los comportamientos de vuestros conocidos?
¿Y en los políticos actualmente en el poder o que aspiran a tenerlo?
¿Es importante para vosotros que la "imagen pública" vaya de acuerdo con la práctica de esos valores? ¿Lo tenéis en cuenta a la hora de votar? 
©JuanJAS