jueves, 29 de enero de 2015

Para los inversores individuales que guardan unos ahorrillos…

¡Más vale prevenir que predecir y luego lamentar!
La CNMV ha emitido una “Comunicación sobre Medidas de Refuerzo de la Transparencia en la Comercialización de IIC”. Con ello intenta proteger las decisiones de inversión en Fondos de Inversión (FIM’s) de los españoles con perfil “tradicional” en un contexto de mercado en el que buscan mayores rentabilidades pasando sus ahorros de depósitos bancarios a fondos de inversión IIC. 
Lo entiendo como un aviso para navegantes, porque muchos ahorradores cansados de que sus ahorros en Cuentas de ahorro no les dejaran nada y aconsejados por su “amigo que entiende de estos temas” o “el director de su oficina bancaria”, han ido trasladando sus ahorrillos a “productos estructurados” y todo tipo de productos de Renta Fija, con nombres cada vez más floridos e ininteligibles, que se venden como muy seguros y algunos de ellos, con una rentabilidad relativamente buena. Siempre el mismo tema de “duros a cuatro pesetas”. 
Ya se sabe, en temas de dinero, las emociones que más cuentan son el miedo a perderlo y la avaricia por aumentarlo. Por ello siempre se suele olvidar que “duros a cuatro pesetas” no existen y que cuando alguien cree encontrarlos, no es que sea más listo que nadie o que eres el mejor amigo de que te los ofrece, sino que estás ante una tomadura de pelo o tal vez el que te los ofrece no sabe realmente lo que te está ofreciendo. Como norma general, una mayor rentabilidad siempre conlleva un mayor riesgo de retorno de la inversión y en Renta Fija, la mayor rentabilidad se suele conseguir invirtiendo en productos con rentabilidad cercana al investment grade (BBB-) o incluso por debajo. Es posible que, en estos momentos la renta fija a medio y largo plazo se esté convirtiendo en una inversión de alto riesgo, porqué se puede estar formando una posible burbuja con activos de mala calidad. Es como el boom inmobiliario: Se vendía todo porqué todo el mundo pensaba que no podía caer. Pues cayó. ¡Lo recuerdan ¿verdad?! 
Es de ingenuos pensar que revalorizaciones del 30% o 40% conseguidas en pocos años no pueden tener recorrido a la inversa en cuanto los tipos o la prima de riesgo suban de nuevo. ¿Han visto como ha subido en Grecia? Comprar ahora es como comprar un piso por las nubes pagando las plusvalías a los demás. 
Por cierto si se atreven a comprar Bonos griegos les pagarán un interés de más del 10% y Morgan Stanley vaticina que subirán a más del 17%. Otra cosa es que sean capaces de dormir por las noches, pensando que estarán haciendo los griegos con su dinero.
Seguimos teniendo un montón de gente detrás de nuestros ahorrillos. Cada vez más. Y son los ricos, que nunca tienen suficiente, y también los pobres que tienen poco o directamente nada. Con este panorama, si en la Cuenta de ahorros no nos dan nada y en los productos de Renta Fija que la mayoría entiende sin riesgo, en realidad si lo tiene, sólo nos queda pensar en FIM’s que inviertan en renta variable, o directamente comprar acciones en las bolsas. 
Si hoy nos asombramos del precio al que se pagaba una vivienda en 2006, estoy seguro que en el futuro nos haremos cruces recordando que había quien compraba deuda de un estado pagando dinero por quedársela como ocurre en la actualidad. 
Veremos lo que tarda en estallar pero estoy convencido que estamos en una burbuja de tipos bajos de deuda pública y ese, junto a la sobrevaloración de Wall Street, seguramente sea el mayor riesgo que nuestros ahorrillos afrontan actualmente. 
Cualquier crash que pueda haber en los mercados va a influir en la economía. Debería ser al revés –que los mercados se movieran por datos o por expectativas de la evolución económica- pero no tengo nada claro que con el exceso de política monetaria que existe, eso vaya a ocurrir. 
Por eso, riesgos económicos graves –como la deflación- e incluso geopolíticos –como la guerra de Ucrania o una posible la de atentados yihadistas en Occidente– son quizás menos peligrosos que la extrema complacencia con la que el sistema financiero está manejando sus inversiones. 
La situación actual me recuerda a la de finales de 2007 cuando la burbuja inmobiliaria norteamericana ya hacía más de un año que había estallado y las autoridades españolas negaban que nada de eso afectaría a España, el S&P 500 obviaba todos los problemas y marcaba máximos históricos. 
En Grecia con gobierno de Syriza tendremos al país más problemático de la eurozona. Será un test muy realista para ver cómo resiste el euro ante el escenario más adverso: el país más dudoso con el escenario político más dudoso. A efectos de mercado Syriza pondrá a prueba la UE, encontrar una solución razonable para que pueda continuar dentro del euro. Seguramente no habrá una nueva reestructuración de la deuda griega, sino que se articularán ayudas directas de Europa para el presupuesto heleno, con programas para combatir el desempleo juvenil o para construir infraestructuras. Además, aunque parece que la deuda griega es muy elevada respecto al PIB, gracias a las reestructuraciones previas, el peso del pago de intereses no es muy distinto de lo que paga España o Italia. 
Como ya pasó tras la crisis “.com” pero de forma mucho más exagerada ahora, los bancos centrales están propiciando con su liquidez barata y masiva que el ahorro y la inversión apueste por más riesgo a cambio de rentabilidad. Esta liquidez facilitará que los bancos presten a empresas y familias, generará confianza en el futuro de la moneda única, en la medida en que supone un primer paso, parcial pero efectivo, hacia la mutualización de la deuda. El sector más beneficiado en términos bursátiles seguramente será el bancario. Además del bancario y el asegurador, que son dos sectores infravalorados por una excesiva percepción del riesgo, también saldrán beneficiados de la inyección de dinero del QE sectores expuestos a la evolución del crecimiento global, como el sector de la automoción, el químico, el farmacéutico y el consumo de lujo. 
Poco a poco hay que ir asumiendo que los grandes bancos europeos ya no están supervisados por los reguladores nacionales, sino por el BCE que, además, ha homogeneizado los criterios contables. Cuando se vayan publicando los próximos resultados trimestrales se irá viendo si es necesario hacer algún ajuste, alguna ampliación de capital… pero con el paso de los meses iremos viendo que las cuentas de los bancos europeos son perfectamente fiables y homologables. 
Esta situación de euforia, con todo lo peligrosa que es, podría alargarse mucho tiempo y por muchos argumentos que uno tenga, puede que debamos extremar nuestras precauciones pero ¿Quién se atreve a posicionarse en contra de esta situación de euforia colectiva de los mercados?. 
¿Que habrían dicho todas esas personas que venían que las viviendas duplicaban su precio en menos de 5 años si Zapatero hubiera pedido contención del gasto y empezado a aplicar recortes? ¡Seamos sinceros! Sencillamente le hubieran tildado de loco y aguafiestas. 
Una vez mas es conveniente recordar que para obtener beneficios económicos es más importante estar a favor de la tendencia que tener razón y por tanto aprovechen la racha mientras dure. Cuanto durará, imposible de saber para el común de los mortales, pero por ahora, parece que va a haber una cierta bonanza, por tanto hay que intentar aprovecharla. 
©JuanJAS

martes, 27 de enero de 2015

Jroña q Jroña .... ¿Vamos de coña?…

Alezis Tsipras, el líder de la Coalición de Izquierda Radical “Syriza”, ganó los comicios griegos seguidos con extrema atención por toda la Unión Europea. Tsipras, el líder más joven de la historia de Grecia, es un brillante orador que acostumbra a dejar contundentes frases en sus intervenciones al estilo de: 
"A partir del próximo lunes no habrá un parado más sin prestación, ni una persona desahuciada, ni un niño sin guardería".

"A partir del lunes acabamos con la humillación nacional y con las órdenes del extranjero".

"La democracia significa que cuando algo no funciona se puede cambiar".

"No hay nada que negociar en torno al memorándum porque no se negocia con el infierno".

"La gente por la calle no me pide más clientelismo, no me pide que coloque a sus hijos en un puesto de trabajo, me pide que no traicione nunca las cosas que digo". 

"El viento del cambio sopla en Europa, en Grecia se llama Syriza, en España se llama Podemos”.
El presidente de Syriza, Alexis Tsipras, dijo ayer noche: "Hoy se ha escrito una nueva página en la historia de Grecia. Se queda atrás la catástrofe humana que ha causado la austeridad. Han sido cinco años de humillaciones, y ahora recuperamos el optimismo, la dignidad y la esperanza en el futuro".
"No hay ganadores y perdedores" "Sólo la élite antidemocrática ha perdido; y gana la Grecia de la lucha, del conocimiento, de la cultura, la que lucha buscando un tiempo de crear un futuro con dignidad”.
"Es un gran paso hacia adelante, no sólo en nuestro país, sino en toda Europa. Hoy estamos celebrándolo, pero mañana habrá que empezar a trabajar duro, porque los griegos, todos, cerramos hoy el círculo vicioso de la austeridad, cancelamos el memorándum. Es el voto que deja en el pasado la troika, porque los griegos nos han dado un mandato muy claro"…
"Confiamos en toda la ciudadanía, lucharemos juntos y trataremos de reconstruir el país con prosperidad, estabilidad y solidaridad".
Alexis Tsipras ha resuelto con éxito su primer problema. Aunque también era el más fácil. Gracias a una cómoda mayoría suministrada por unos votantes que no estaban tan indecisos como parecían, podrá gobernar en solitario, o con el apoyo del partido de la derecha nacionalista Griegos Independientes (ANEL). Tsamaras y la Nueva Democracia que llamaba gobernar a algo que sólo era una gran estafa han recibido un merecido castigo. Ahora Syriza tendrá que enfrentarse a un problema bastante más complejo y de más intrincada solución. Puede gobernar en solitario en Atenas, pero no puede gobernarse solo en la UE. Necesita socios y los necesita con urgencia si quiere sobrevivir a su gran victoria y apurar sus posibilidades de cumplir un programa tan sensato como imposible sin la ayuda del continente.
Grecia debe el 175% de su producto interior bruto, su economía no crece y ha perdido la cuarta parte de su riqueza, el paro supera el 25% y los mercados están prácticamente cerrados para su deuda. A pesar de la quita realizada en 2011, el rescate supone una colosal factura de 250 mil millones de euros que debe principalmente a una UE donde apenas representa el 2% del PIB total. Ni siquiera es David contra Goliat, más bien parece una misión imposible. 
En la medianoche del 28 de febrero, la parte europea del programa de rescate griego concluirá. Y si antes de ese momento no hay firmado un nuevo acuerdo, el gobierno de Syriza se quedará sin sustento comunitario. Sin disponer de la ayuda congelada del Fondo Monetario Internacional (FMI) y con el acceso a los mercados cerrado en la práctica, tendrán muy difícil el pago de nóminas y servicios sociales.
Alemania tiene comprometidos en Grecia unos ochenta mil millones. Dispone de todo el tiempo del mundo para especular con la opción de la salida griega del euro –Grexit–, mientras pone sus condiciones a un deudor que todo el mundo sabe que no puede pagar. Tsipras necesita sumar aliados para equilibrar la balanza pero no los tiene a la vista. A Francia le debe cincuenta mil millones al tiempo que Hollande también iba a negociar con Europa para acabar con la austeridad, pero se topó con la misma cruda realidad e idéntica soledad. El resultado es que ahora manda el socialismo arrepentido del primer ministro Valls. 
Si Tsipras llama a las puertas de David Cameron o Mariano Rajoy (Grecia debe a los españoles veinte y seis mil millones de euros) se encontrará con devotos predicadores de la austeridad. Si llama a las puertas de Matteo Renzi, le contará que Italia, a la que debe unos cuarenta mil millones,  va camino de sus propias elecciones y ya hablarán. Si llama a las puertas de los países del Este o de otros compañeros de rescate, como Portugal o Irlanda, se topará con la temible fe de los conversos. Francia, la segunda economía de la UE, no pudo acabar con la era de la austeridad. Esperar un milagro del nuevo gobierno griego supondría otra injusticia más a sumar a la ya demasiado larga serie de tropelías que les hemos infligido. La paciencia debería volver a ser una virtud revolucionaria y por ello Tsipras en los últimos días ya aclaraba: "Reconocemos nuestras obligaciones frente a las instituciones europeas y los tratados europeos. Estos tratados prevén unos objetivos fiscales que deben respetarse, pero no las medidas para conseguirlos". Ahí está la clave: ¿Cómo utilizar los pocos recursos disponibles para que todos los ciudadanos tengan el mejor estado del bienestar? Todo depende de la ideología, de la voluntad y de la capacidad de servicio a los ciudadanos que tengan los gobernantes.
La verdad es que en Grecia y también en España, los políticos han vivido por encima de “nuestras” posibilidades y esto es lo primero que debería cambiarse. ¿Serán capaces de hacerlo? La antigua clase media empobrecida y cansada, de las mentiras y las corruptelas de los políticos, ha acudido en masa a las urnas y ha dado un puntapié a la casta de siempre, a pesar del peligro de votar a una posible futura nueva casta.
Decir que Syriza quiere refinanciar la deuda es una verdad a medias. Porque todos podemos entender que, uno que tenga muchas deudas, le diga a su deudor: vamos a negociar para pagar menos al mes y devolverte la deuda durante más años. Pero Syzira no sólo pide eso. Pide además que el resto de europeos le sigamos prestando dinero para pagar todos los gastos sociales que ha prometido a sus votantes. Esto supone que Syria no sólo quiere renegociar la deuda ya contraída sino que le demos aún más dinero prestado y seguir aumentando la deuda de Grecia, la cual ya está en el 170% del PIB. 
¿De verdad alguien piensa que esto es aceptable? 
¿Alguien cree que los ciudadanos de la UE pueden aceptar que Grecia no les pague su deuda y que encima les pida más dinero sin comprometerse ni asegurar su devolución? 
Negarse a pagar lo tomado prestado y gastado no concede más dignidad.
Siempre es mejor tarde que nunca, pero los griegos debían haberse acordado de la “dignidad”, antes de permitir que su “casta” les robara y les “entrampara” por generaciones. El que actúa mal tiene la culpa más importante, pero el que lo ve y no dice nada o lo permite, también tiene su parte de culpa: cuando muchos miles de muertos cobraban pensiones, pagas para las hijas de los funcionarios, las jubilaciones a los 50 años mediante un certificado médico que costaba 500 euros, o por haber desempeñado un oficio declarado peligroso (peluquero, artista, ferroviario, etc.,) los miles de funcionarios que enchufaba cada partido cuando ganaba, etc
En Grecia, todo empezó cuando ingresó en la Comunidad Económica Europea, con datos falseados. Sus dirigentes contrataron a Goldman Sachs que les ayudara a cocinarlos. A raíz de ello, Grecia, al igual que en España, recibió muchas ayudas económicas desde la UE para ponerse a “nivel europeo” y tanto una como la otra, no las utilizaron adecuadamente para mejorar sus economías productivas sostenibles en el tiempo y lo derrocharon en planes de empleo ineficientes y mejoras sociales impagables. ¡Viva el pelotazo y el endeudamiento!. Todo el mundo contento y rico. Los ricos forrados de verdad y los pobres pensando que eran ricos. Con una amnesia tan grande que le hizo olvidar a todo el mundo que las deudas tenían que devolverse tarde o temprano. Claro que, con un poco de suerte, cuando ya se han pulido todo el dinero y más, y no se encuentra quien paga la fiesta, siempre se puede hacer salir a los que menos han bebido para que algún vecino se la pague toda o al menos parte.
La economía productiva griega está muy poco diversificada; se basa principalmente en el turismo y en las navieras. Pensemos que Cataluña con menos población que Grecia tiene un PIB un 50% superior. Por ello, lo peor de la situación griega no es la deuda que tiene sino que ni sus ciudadanos ni las "riquezas naturales" del país generan suficientes recursos para pagarla. Por eso su prima de riesgo está disparada. 

Por otro lado, hay que refrescar la memoria porqué parece que muchos han olvidado lo que significa la pobreza, no la miseria que lleva a la inanición e incapacita para pensar, sino la pobreza, la escasez e insuficiencia permanente de lo necesario. El estado en el que se encuentran muchos griegos y también españoles, sin trabajo remunerado o con ingresos tan bajos que no ganan lo suficiente para vivir. “Desengáñense, la pobreza no es soportable”. La pobreza, produce angustia profunda, un considerable deterioro de la salud, privaciones crónicas, un estado permanente de emergencia que va creando un estilo de vida insoportable.
Quienes están en otra situación y se creen con derecho a animar a quienes padecen esa angustia insoportable suelen recomendar paciencia. “No queda más remedio. Ya se saldrá adelante, dicen. ¿Quiénes son esas personas que no vemos y a las que aconsejamos paciencia?: el camarero del bar de la esquina, la limpiadora de la esclaera, el dependiente o el reponedor de un supermercado que visitamos casi diariamente. Los trabajos sin cualificar, los que se remuneran con salarios que no dan para vivir, suelen ser precisamente trabajos duros, que exigen un gran desgaste físico y provocan dolores crónicos.
Las grandes transformaciones reales, requieren consenso. Acuerdo entre grandes sectores de la sociedad. Es innegable que la sociedad griega, también la española, necesita hoy una gran transformación y es absurdo exigir que todo vuelva a ser como era antes en la España del pelotazo, porque en los mejores tiempos, en realidad, la tasa de paro estructural ya rondaba más del 10%. El problema es si esa trasformación se encara pensando que la humanización del análisis económico es una exigencia o, por el contrario, una debilidad. Si se cree que el otro puede resistir lo que, simplemente, no es soportable. Muchos de los que han votado Syriza o piensan votar Podemos en España demandan una economía mas social y humana.
Llegados a este punto tenemos que el pueblo griego necesita dinero y no sólo no lo tiene, sino que genera menos de lo que debe a sus acreedores europeos.
Muchas son las preguntas con difícil respuesta:
¿Como pretenden acabar con la austeridad? 
¿Quién pagara la fiesta griega? 
¿Los trabajadores europeos? 
¿Los ahorradores europeos? 
¿Quién? 
¿Los super-ricos griegos, europeos o mundiales?…
¡Seguro que no!.
No es de recibo continuar asfixiando al pueblo griego, sin salir del círculo vicioso. No olvidemos que, todas estas políticas de austeridad, aplicadas como se han aplicado, no han traído más que dolor y desesperación.
El cambio es continuo, pero lo que no ha cambiado es la necesidad de comer, tener un techo bajo el que cobijarse, medicinas para curarse y una escuela para educarse. A lo peor los oligarcas tendrán que comer cien gramos menos de caviar al año o tener una querida menos, no sé, ellos dirán, pero o arreglamos esto entre todos, sin hacernos daño, o la cosa puede terminar muy mal. 
Estamos ansiosos por conocer como Tsipras conseguirá que “alguien” le refinancie la deuda externa, que nadie sabe como alcanzó un 170% del PIB. Aunque la Troika se avenga a quitarles la parte “ilegítima”, el reto es titánico, máxime cuando se produce poco y menos se recauda. Tan poco, que no da ni para pagar los intereses de esa inmensa deuda.
Nadie puede dejar de preguntarse: 
¿Cómo ha llegado Grecia a su abultada deuda? 
¿Es todo culpa de la “vaca alemana” como algunos despectivamente llaman a la cancillería Merkel?
¿Es culpa de la Troica y de los codiciosos cerdos capitalistas?
¿Es todo culpa de los "otros” o también han influido los excesos de sus políticos corruptos, de sus legislaciones, de su hinchado sector público, etc.?.
La crisis social ha sido consecuencia de las anteriores y en Occidente se mezcla con la demográfica por el envejecimiento de la población y la baja natalidad. Las consecuencias ya las estamos viendo: o aumenta el número de empleos o la proporción entre clases pasivas y activas hará peligrar cada vez más el llamado “estado del bienestar”. Mientras la economía no crezca más, hay que ajustar los gastos y por eso hay recortes que están justificados. El problema es que la mayoría de los gobiernos han mantenido gastos prescindibles –como las diputaciones, el Senado, una pléyade de funciónarios y cargos de confianza improductivos, inversiones en infraestructuras que no se utilizan con adecuado rendimiento, etc. – y en cambio se han cebado reduciendo inversiones muy necesarias, como la investigación, la sanidad y las políticas sociales de bienestar y sólo poniendo algunos parches a temas que necesitan una reforma radical como asegurar el pago de las pensiones.
Suponiendo que el nuevo gobierno de Syria sea honrado y suficientemente inteligente para gobernar eficazmente, ¿Será capaz Tsipras de enseñar a los griegos, definitivamente que no está bien el fraude fiscal, ni las prejubilaciones a los 45 años, que las navieras tendrán que pagar al fisco como las demás empresas, que hay que reducir más de un 60% el presupuesto de defensa, que hay que reducir hasta su nivel justo el nivel de “enchufados” en el sector público, …? No lo tendrá nada fácil.
Entre los votantes de estos partidos de izquierda o enfadados con los gobernantes anteriores, hay quien se frota las manos pensando que Syriza y Podemos sacarán el dinero de los ricos, para que todos los demás puedan “vivir dignamente”. Esos intentos ya han pasado muchas veces en la historia de la humanidad. Incluso en nuestro propio país en la última guerra civil. Pregunten a gente que vivió los hechos y les contarán cuanto duró la ilusión después de que algunos expropiaran las tierras y casas a los “ricos”. Máximo tres o cuatro años. La picaresca del “todos tenemos los mismos derechos pero no los mismos deberes”, dio al traste con el éxito de la mayoría de las colectividades. Muchos no son conscientes que a los “ricos” es muy difícil pillarles nada. Cuando lo intentan se dan cuenta que es así y como siguen precisando dinero, buscan los recursos donde les des más fácil encontrarlos. Se lo pillan a muchos de los que han creído en los “salvadores” y les han votado. Estos se lamentan a toro pasado cuando les congelan su cuenta corriente (corralito), cuando les incautan sus bienes privados, cuando no puedan cobrar el alquiler del piso que compraron con esfuerzo y tienen alquilado para ayudarse en sus ingresos, cuando les incautan la casa vacía de la playa, porque hay familias con hijos que lo necesitan o les ponen un impuesto extra por tener un coche de más de 100cv, etc. ¡Con eso yo no contaba! se lamentan. Claro, pensaban que sólo se lo quitarían a los otros.
Los grandes armadores griegos, si es necesario, domiciliarán sus empresas en cualquier "Paraiso fiscal" y seguirán ondeando en sus barcos banderas de Islas Caimán, Bahamas, Barbados o cualquier otro de "conveniencia" o en las ventajosas listas de la comunidad europea (Genova, Southampton, etc.) pagando impuestos mínimos y ninguno para ayudar a Grecia ni a Europa. ¡No problem! Para pagar los gastos ya están el resto de europeos, como siempre, unos más que otros.
Lo bueno de la victoria de Syriza es que levantará de sus sillas a muchos políticos, a las que sus partidos corruptos les mantienen anclados. Políticos corruptos, con poca catadura moral y ética, faltos de las ideas para mejorar situación de la sociedad y el país o de la convicción y poder necesario para hacerlo con éxito. Entrará aire nuevo, no se si fresco, con gente nueva, caras nuevas, ideas nuevas. Esperemos que sea para bien. La esperanza es lo último que se pierde, aunque ya se sabe que en estas ocasiones, “en cada lavado se pierden sábanas”.
Por el momento la Bolsa, prácticamente no ha reaccionado. Los magnates deben pensar que puestos a experimentar, mejor hacerlo con un país y una economía que representa muy poco en el ámbito europeo. Incluso si Grecia tuviera que salir del entorno Euro el impacto sería moderado. Muy diferente si el experimento se retrasara hasta afectar a España, Italia o Francia. Si el experimento sale bien, ya se ha aprendido algo. Si sale mal y sólo es una gripe de populismo, la vacuna desactivará los partidos hermanos de Syria en el sur de Mediterráneo.
En España, lo más probable es que Rajoy retrase al máximo la convocatoria de elecciones generales, no sólo porque es el rey de la dilación esperando que el tiempo resuelva los problemas sino por dos razones:
  • Para dar tiempo a que surtan efecto favorable las políticas del BCE, y
  • Cuanto más tiempo pase, mejor podrá ver si las promesas de Syriza se parecen lo suficiente a los resultados esperados, aunque como la memoria es débil, así pasó con todos los que votaron al actual partido que gobierna en solitario el Estado español creyendo en sus promesas, nunca se sabe.
Si los cambios son atractivos, los partidos hermanos del sur de Europa arrasarán, pero si se rompe el encantamiento… la gran mayoría de indecisos quedará huérfana y los de siempre seguirán cabalgando a nuestras espaldas por mucho que ladremos.
©JuanJAS

Anexo.-
Aquí las principales promesas del programa económico que llevó a Syriza a ganar las elecciones griegas el pasado domingo: Plan de choque contra la crisis humanitaria. Con carácter inmediato, la Izquierda Radical griega ha prometido repartir cupones de alimentación para todas las personas que lo necesiten, proporcionar electricidad gratuita a los hogares que se encuentran por debajo del umbral de la pobreza, estimados en unos 300.000; facilitar tarjetas de transporte especiales, garantizar atención médica gratuita, o reducir el precio del gasóleo para calefacción.
En conjunto, el objetivo de Syriza es movilizar 12.000 millones de euros para mitigar los efectos de la crisis sobre la población griega. Facilidades para afrontar las deudasJunto a su declarado y controvertido propósito de renegociar la deuda pública de Grecia con sus acreedores internacionales (quiere que se condone la mayor parte del valor nominal de la deuda, como se hizo con Alemania en 1953), el grupo de Alexis Tsipras ha prometido dar facilidades a los ciudadanos helenos para afrontar sus deudas con el propio Estado.
A este respecto, el programa de Syriza establece que quienes tengan deudas no destinen más del 30% de sus ingresos anuales a pagarlas. Asimismo, promete que paralizará o suspenderá los procesos judiciales contra quienes demuestren no tener ningún ingreso.
La izquierda radical helena ha asegurado también que ofrecerá financiación en condiciones especiales para las empresas muy endeudadas, con el fin de garantizar el mantenimiento de su actividad y los puestos de trabajo. Salario mínimo y conveniosOtro de los objetivos del Gobierno de Tsipras es devolver el salario mínimo de Grecia a los 751 euros en que se encontraba antes de los programas de ajuste, frente a los 586 euros actuales.
Asimismo, promete recuperar y fortalecer la capacidad de negociación de los trabajadores, reinstaurando, entre otras medidas, los convenios colectivos, que fueron eliminados en Grecia en 2012, e impidiendo los despidos masivos realizados en el pasado.
Otro de los pilares del programa de Syriza es la promesa de crear 300.000 puestos tanto en el sector público como en el privado. Fiscalidad e ingresosPara financiar los costes de su plan de reconstrucción nacional, estimados en unos 11.300 millones, el partido de Tsipras plantea, entre otras medidas, establecer un impuesto gradual a las residencias de lujo que no sean primera vivienda. Asimismo, promete que protegerá estas primeras viviendas de los procesos de subasta.
Asimismo, Syriza ha prometido intensificar la lucha contra la evasión fiscal, incrementando de forma inmediata el control de las empresas que tributan fuera del país y persiguiendo a los 2.000 griegos con dinero en Suiza que figuran en la llamada 'lista Lagarde', así como promoviendo medidas "eficaces" contra el contrabando de tabaco, combustible y otros productos.
Por otro lado, la formación de izquierda radical cree que el restablecimiento del salario mínimo y las medidas de urgencia para mitigar las necesidades de la población traerán consigo una mejora de la demanda y de la actividad económica y, por ende, de los ingresos que percibe el Estado.

miércoles, 21 de enero de 2015

Riqueza: tenerlo todo y querer más

En el año 2010 las 388 personas más ricas del mundo poseían casi la misma riqueza que la mitad más pobre de la población mundial: 3.500 millones de personas. 
Esta cifra es ahora de tan solo 80 personas. En términos de efectivo, la riqueza de las 80 personas más ricas se ha duplicado entre 2009 y 2014.
La riqueza que poseen los 70 millones de personas más ricas del planeta podría superar el año que viene a la que tienen conjuntamente los 7.000 millones restantes. Si no se toman medidas para detener el vertiginoso incremento de la desigualdad, el 1% más rico tendrá en 2016 más del 50% de toda la riqueza del planeta, más que el 99% de la población. Los sectores que más se están enriqueciendo son el farmacéutico, finanzas y seguros. 
El 20% de los milmillonarios tiene intereses en los sectores financiero y de seguros, y vieron cómo el valor de su fortuna aumentó un 11% en los doce meses anteriores a marzo de 2014. Los del sector farmacéutico y sanitario incrementaron su fortuna en un 47%. 
La riqueza mundial se concentra cada vez más en manos de una pequeña elite. Esta elite rica ha creado y mantenido su vasta fortuna ayudada por las actividades que desarrollan los lobbies, financiados para defender sus intereses en un puñado de sectores económicos importantes, como el financiero, el farmacéutico y el de atención sanitaria. Cada uno es libre de defender sus intereses, el problema llega cuando estos grupos de presión tratan de influir sobre cuestiones presupuestarias y fiscales, es decir, sobre recursos públicos que deberían orientarse a beneficiar al conjunto de la ciudadanía. Por ejemplo facilitando el acceso a medicamentos vitales a las personas que no pueden pagarlos, en lugar de refrendar los intereses de los poderosos lobistas. 
España es uno de los países con más desigualdad de rentas de Europa y es también el país en el que el sistema fiscal (con las políticas de ingresos y gastos) es menos efectivo en la reducción de la desigualdad. Mientras el 1% más rico de la población española concentra más riqueza que el 70% más pobre, la dirección de las políticas actuales refuerza esta concentración de riqueza en manos de unos pocos, en lugar de buscar una mayor redistribución y equidad. 
La desigualdad extrema perjudica enormemente a los más pobres, pero también daña el crecimiento económico del conjunto de la sociedad y por tanto el posible beneficio futuro de los ricos. Por ello sería buen para todos:
1. Hacer de la lucha contra la desigualdad un objetivo internacional. ¡Imprescindible!, diría yo.
2. Distribuir el esfuerzo fiscal de forma justa y equitativa, trasladando parte de la carga tributaria del trabajo y el consumo al patrimonio y el capital.
3.  Frenar la evasión y la elusión fiscal por parte de grandes empresas y los más ricos.
4. Invertir en servicios públicos gratuitos y universales, como la sanidad, educación e investigación para el bien común.
5.  Fijar un salario mínimo para que todos los trabajadores alcancen un nivel de vida digno.
6. Lograr la igualdad salarial para cualquiera que haga un trabajo equivalente, independientemente de la raza o sexo. 
7. Garantizar sistemas de protección social adecuados para las personas más pobres incluidos un sistema de garantía de ingresos mínimos.
8. Propongan ustedes todo lo que estimen oportuno. Hay mucho trabajo por hacer y el "1% de los top-ricos" no lo harán por ustedes. No lo han hecho nunca y no encuentro razones para que cambien sin ayuda externa.
Este último año hemos visto como líderes mundiales de la talla de Barak Obama o Christine Lagarde han hablado sobre la necesidad de combatir la desigualdad extrema, pero seguimos esperando, sentados, que prediquen dando ejemplo. Por el momento, ningún partido incorpora, en sus programas electorales, medidas concretas y factibles para reducir la desigualdad.
Ha llegado el momento de que nuestros líderes se enfrenten a los intereses creados que impiden lograr un mundo más justo y próspero, e incluyan, en sus programas económicos,  medidas que permitan al Estado recaudar más de los que más tienen y redistribuir la riqueza, en forma de inversión en servicios sociales básicos y políticas públicas que beneficien a los más vulnerables. Y esto hay que hacerlo a nivel MUNDIAL. 
Esta es la palabra clave: 
¡Todos los gobiernos!. 
¡Mundialmente! 
Porqué mientras haya un sitio donde esconder su dinero, lejos del fisco, o mientras haya algún resquicio legal que permita eludir o reducir el pago de los impuestos, los muy ricos seguirán sin contribuir proporcionalmente al bienestar general, al mismo tiempo que seguirán cuidando de cargar la mayoría del esfuerzo responsable y en manos de la sufrida clase media. La que soporta en exclusiva las políticas sociales, aunque sea en gran parte porqué no tiene suficiente dinero para encontrar un método eficaz de elusión fiscal. 
A todos nos gusta disfrutar la fiesta, sobre todo si la pagan otros. Los muy ricos se montan sus propias fiestas privadas y sólo, en contadas ocasiones, van a las públicas para hacer estudio de campo y por supuesto, no pagan nada. Los pobres se apuntan a todas las que pueden y con lo pobres y mal alimentados que están, zampan y consumen todo lo que pueden. Las clases medias, que pagan la fiesta, van tan casados, después de generar recursos para todos, que no les quedan ganas ni de comer ni de divertirse y sólo sacan fuerzas para reunirse en corrillo y lamentarse de su mala suerte. Por desgracia para ellos, tienen internalizado en su ADN que deben trabajar y generar recursos para no padecer cuando vengan malos tiempos. A pesar de que son conscientes que hay mucha gente detrás de su dinero, no detrás de su esfuerzo, y que el Estado y multitud de ONG’s, muchas ineficientes, les quitarán todo el que puedan, en nombre de una solidaridad mal entendida. Puede ser políticamente incorrecto, pero ya es hora de dejar la hipocresía a un lado y llamar a las cosas por su nombre.

Para algunos, el informe Oxfam es un escándalo y piensan que algunos políticos, organizaciones y personas, que sólo han leído titulares u oído repetidamente por los medios alusiones al tema sin profundizar, pueden interpretarlo inadecuadamente de forma populista. 
Tal vez mas que la desigualdad en la riqueza, importe la desigualdad en la renta. La riqueza es la abundancia de recursos valuables, posesiones materiales o el control de tales activos y hoy en día, es muy difícil de medir. Es subjetiva y cambiante. 
Entre 2009 y el 2014 se ha producido un aumento artificial de la riqueza, fruto de la política monetaria de la FED y sus QE. Hoy la última entrega del BCE que anuncia un programa de compra de activos por 60.000 millones de euros hasta 2016.
Bandazos del IBEX durante el discurso de Draghi (BCE)
Sin embargo, cuando la FED o el BCE empiece a subir los tipos de interés, toda esta “riqueza” que se atribuye a los tenedores de valores mobiliarios (no sólo los muy ricos tienen alguna participación en Fondos, acciones, Planes de Pensiones, etc.) se esfumará.
Muchos de estos “ricos” son en realidad “artificialmente más ricos”, porqué si la bolsa se desplomara un 50%, reducirían su riqueza a niveles del año 2009, en lo m´s profundo de la crisis. Si eso sucediera, la noticia debería ser: "Las 80 personas más ricas se han empobrecido más que todo el resto del planeta". Dudo que la mayoría de las personas y de los medios le dieran demasiada relevancia. No porque no se puedan producir bajadas del 50% en el mercado de valores sino porqué, entre la mayoría de la población, aún persiste la idea de que la riqueza se mide, como hace 200 años, según la extensión de tierra, el número de mansiones y el peso del oro que se poseía. Lo cierto es que desde 1971 ya no se puede convertir el dólar en oro y no es de oro y diamantes, toda “fortuna” que reluce en los medios.
La Vanguardia publicó el siguiente artículo “La riqueza de las familias vuelve a las cifras previas a la crisis del 2007” y todo el mundo sonrío porqué no se lo creían. Tampoco cuando se les muestraban las cifras. 
Como sucede en la mayoría de las ocasiones, hay un malentendido: se confunde, o simplemente no se diferencia, entra riqueza real i ficticia. 
En los círculos bursátiles, se comenta a menudo: “Sólo los necios confunden valor con precio”. Parece que insulten a la mayoría pero hay que ser conscientes que un bien, servicio, acción o cualquier valor cotizado en un mercado, de bienes o de capitales, tiene un valor intrínseco, si bien en la mayoría de las ocasiones, siempre hay quien está dispuesto a pagar más o menos de ese valor, dependiendo de múltiples factores. Por ello, las acciones de la compañía X se pueden vender y comprar en bolsa, al “precio” que estén dispuestos a cerrar comprador y vendedor y normalmente, no coincide con el verdadero "valor" de esa acción. La diferencia entre Valor y precio alcanza su zenit en el momento de estallido de las crisis. Recuerden la “Tulipomanía”. (Anexo al pie)
La gente deberíamos ser permanentemente conscientes de la diferencia entre “valor” y “precio” de un producto, servicio o inversión. 
Principalmente los políticos que hacen discursos, los tertulianos que hablan de todo por las televisiones y los periodistas que escriben en la prensa (a veces incluida la salmón), deberían afinar en sus comunicados para no confundir al personal y llevarlo a falsas interpretaciones o confusiones. El resto de mortales consumidores de los productos y servicios, que generan los anteriores "ricos"y poderosos, que suelen reunirse en Davos, haríamos bien en recordar una reflexión atribuida a Henry Ford: “Pensar es el trabajo más duro que hay, y es probablemente la razón por la que pocos se dedican al mismo”.

La política monetaria basada en generar crecimiento a base de hacer aumentar el precio de los activos, para que puedan usarlos como colaterales y poder aumentar el consumo y la inversión a crédito, aparte de insostenible, aumenta las desigualdades. Porque aumentado el precio de los activos, se aumenta la riqueza de los que tienen más activos, los más ricos. Y para ilustrarlo, sirva este ejemplo: supongamos que tengo un campo que produce 1.000 manzanas cada año y el precio de la manzana es de 20 céntimos. Si capitalizamos los ingresos al 5% de interés, el valor del campo será 4.000 = (0,2*1.000/5%).
Se pueden producir dos situaciones:
1ª Una aumento real del valor del campo, fruto de una aumento de la productividad. Si el campo pasa a producir 1.100 manzanas cada año, el valor del campo seria 4.400.
2ª Un aumento ficticio del valor del campo, fruto de una bajada de los tipos de interés. Si el tipo de interés de capitalización pasa del 5% al 4%, el valor del campo pasaría a valer 5.000 = (0,2*1.000/4%).
Vemos que el aumento de la riqueza de las familias es ficticia, ya que se produce básicamente en las inversiones mobiliarias (acciones, fondos y PP cuya cotización se ha incrementado, fruto de la política del BCE y sobre todo de la FED. Pero a la que suban los tipos de interés para frenar la inflación, toda esta riqueza ficticia desaparecerá, como sucedió con los inmuebles. Está claro que la productividad de las empresas no se ha incrementado en el mismo porcentaje.
La riqueza de las familias, de forma legal,
sólo se puede incrementar trabajando,
aumentando la productividad, ahorrando y
poniendo a trabajar estos ahorros.
Lo que si indicaría un aumento real de la riqueza de las familias, sería que estas hubieran aumentado sus ahorros (efectivo, depósitos, propiedades, negocios generadores de beneficios, etc.). 
En verdad, los Bancos Centrales intentan estimular el consumo y la inversión a base de hacernos creer que somos más ricos (recuerdan a principios de siglo que todos, con un piso y cuatro ahorrillos, la mayoría éramos millonarios). Casi siempre los espejismos se aclaran y la realidad termina imponiéndose. Nos bajo de golpe de la nube al suelo con un buen descalabro para la mayoría. Lo que nos habían explicado nuestros abuelos que, dicho sea de paso, siempre pensaron que nos habíamos vuelto locos, seguía siendo verdad: la riqueza de las familias, de forma legal, sólo se puede incrementar trabajando, aumentando la productividad, ahorrando y poniendo a trabajar estos ahorros. 
También sucede que, muchas veces, los incrementos en la desigualdad en las rentas, se dan porque los que tienen más dinero, tienen una proporción mayor de su patrimonio en productos mobiliarios y ello comporta que sean los más beneficiados de los incrementos artificiales de riqueza que llevan a cabo los bancos centrales.

Entiendo la necesidad imperiosa actual de reducir la concentración de la riqueza, porque cuando uno está al borde de la muerte por inanición, necesita prioritariamente comida. 
Solventado este primer punto de imperiosa necesidad, como adultos y responsables de nuestro bienestar y del de nuestras familias, todos deberíamos ser consecuentes con las decisiones que en cada momento tomamos y parodiando el mandamiento, no desear el dinero del prójimo ni que el ¿Estado? se responsabilice de facilitarnos todos nuestros derechos, esforzándonos al máximo por trabajar mucho y ahorrar lo que podamos para cuando lo necesitemos. Si todos lo hiciéramos así, habría mucho más dinero para atender los casos realmente necesarios que pueda haber en la sociedad. También ayudaría mucho rebajar el nivel de picaresca, porqué no dudo que estén todos los que son, pero seguro que no son todos los que están. Esto entra dentro de la lista de deberes, que mucha gente olvida para no practicarlos, que también los tenemos. 
Si los ricos roban tanto, ¿porqué no debemos robar nosotros lo poco que podamos?. A este respecto, el Estado debería legislar para que la policía y los tribunales pudieran controlar y minimizar los comportamientos de corrupción, insolidaridad e incivismo de TODOS. Debería emplear, con eficiencia, eficacia, ecuanimidad y transparencia, el dinero recaudado a los ciudadanos físicos, jurídicos y empresas, en proporcionar un buen sistema público educativo y de salud, así como mantener operativo todos los servicios públicos de su competencia. Este comportamiento por si sólo, proporcionaría mucho bienestar a la sociedad. 
El Estado debería garantizar a todos los ciudadanos, una perfecta igualdad de oportunidades para formarse, para acceder a la sanidad, para acceder a la justicia, sin discriminación de ningún tipo y todo ello dentro de un medio transparente. De esta forma, el conseguir mayor o menor riqueza, dependería de las ganas de trabajar que tuviera cada cual y de sus habilidades personales. Por todo esto, el reparto de la riqueza "equitativamente" me parece muy equivocado. Si uno se esfuerza pensando, trabajando, estudiando o arriesgando capital en un negocio o empresa, es lógico que reciba beneficios y recompensa como pago a su dedicación, esfuerzo y asunción de riesgo. El que ha decidido no trabajar y vivir de “¡el sabrá como y de quién!” o ha decidido que es mejor “vivir la vida” que producir, ahorrar y guardar para la vejez o cualquier variable intermedia, no debería pretender vivir a costa de los capaces y productivos que han decidido aplazar el “placer del consumo” no derrochando y utilizarlo cuando más lo precisen. 
Seguro que conocen el caso de algún joven, durante los años en que todos éramos ricos gracias a la fiebre especulativa inmobiliaria, que dejó de estudiar algo que pensaban no necesitar para ganar una “pasta gansa” en el tajo. Cuando explotó la burbuja, todo fueron lloros y lamentaciones porqué esos chicos tan sobrados que dominaban como nadie el cotarro, solo sabían colocar tochos. En fin, hay tantos ejemplos de estos temas. 
Me parece que los cuentos de “La cigarra y la hormiga”, “La lechera” y aforismos como “¡que investiguen ellos!” y sus correspondientes corolarios, deberían ser objeto de estudio y debate en las escuelas y de amplia difusión en las televisiones, como si de leyes universales se tratara, que por ningún motivo conviene olvidar ni desatender. El que tenga una opción mejor (distinto de deseo) que la exponga, pero por favor, no me repitan que algún “otro” pague la fiesta. La hormiga está apunto de diñarla.
©JuanJAS


PD.-

La Tulipmanía
La citada locura del tulipán surge durante el primer tercio del siglo XVII. En aquel momento el cultivo del tulipán en Europa Occidental era relativamente reciente (se introdujo desde Turquía en el siglo anterior), pero la selección genética (desde el punto de vista de la jardinería) de la época consiguió una gran diversidad de híbridos y bulbos muy vistosos que causaron sensación en el mercado de la ornamentación.
La moda pronto se convirtió en fiebre y en los principales estados de Europa Occidental (Francia y Holanda) comenzó la locura. Los bulbos de tulipán se compraban como una garantía de beneficio y se llegaban a pagar cantidades astronómicas por ellos, llegando a intercambiarse por propiedades como casas o animales de labranza. 
El colmo de la burbuja llegó cuando la demanda sobrepasó las existencias de bulbos y los especuladores financieros empezaron a vender notas de crédito y no tulipanes. La burbuja estalló y de pronto se empezó a perder el interés por los tulipanes, cayendo su precio en barrena y arruinando a los que con el intercambio de sus propiedades y dinero habían codiciado los dichosos bulbos. 
Evidentemente algunos encontraron en este fenómeno riqueza y bonanza, pero muchos mas (los enganchados y los que no supieron retirarse a tiempo) se quedaron sin nada. Bueno con unos cuantos bulbos de tulipán, que tal vez tuvieron que comerse para reducir el hambre. Por efecto de la locura y la codicia, el atractivo tulipán se convirtió en económicamente letal.

Desigualdad de ingresos:
El ingreso se define como el ingreso disponible de los hogares en un año determinado. Se compone de los ingresos, el autoempleo y los ingresos de capital y transferencias de dinero público; deducidos los impuestos sobre la renta y las cotizaciones sociales pagadas por los hogares. La renta de la unidad familiar se atribuye a cada uno de sus miembros, con un ajuste para reflejar las diferencias en las necesidades de los hogares de diferentes tamaños. La desigualdad de ingresos entre las personas se mide aquí por cinco indicadores.
· El coeficiente de Gini se basa en la comparación de las tasas acumuladas de la población contra proporciones acumuladas de ingresos que reciben, y oscila entre el 0 en el caso de perfecta igualdad y 1 en el caso de la desigualdad perfecta.
· S90 / S10 es la relación entre el ingreso promedio del 10% más rico y el 10% más pobre;
·  P90 / P10 es la relación entre el valor límite superior del noveno decil (es el 10% de las personas con ingresos más altos) a la del primer decil;
·    P90 / P50 del valor límite superior del noveno decil de la renta mediana; y
·     P50 / P10 de ingreso medio con el valor límite superior del primer decil.


Comentarios Artículo de La Vanguardia “La riqueza de las familias vuelve a las cifras previas a la crisis del 2007”
El dato esconde, no obstante, un incremento de la desigualdad en las rentas.
La riqueza de las familias, considerada como la diferencia entre los ahorros de que disponen y las deudas contraídas, alcanzó los 995.993 millones de euros en septiembre del 2013, lo que supone un avance del 20,8% con respecto al tercer trimestre del 2012. Esto supone volver a los niveles que presentaba este indicador en los meses previos a la crisis (junio del 2007), según los datos del Banco de España.
Los activos financieros de los ciudadanos alcanzan los 1,86 billones de euros, siendo la mayor partida lo que tienen depositado en los bancos, en su cuenta corriente o en depósitos (872.804 millones). Pero esas cifras no suponen una vuelta a la situación anterior al estallido de la crisis. Todo lo contrario. Esconden cambios muy profundos en la distribución de la renta de las familias españolas. Todas ellas alineadas con un incremento de la desigualdad en la sociedad.
¿Cómo se explica que la riqueza haya subido en un periodo como el actual, en el que el desempleo se mantiene en torno al 25% y, en consecuencia, los ingresos de las familias son lo más bajos en años, entre otras cosas, por los ajustes de los salarios? En buena parte por la reducción hasta los 860.586 millones del endeudamiento de los hogares, un 5,3% menos, frente a septiembre del año pasado. Este fenómeno se conoce con el nombre de desapalancamiento. 
En realidad, se trata de un movimiento que esconde dos tendencias. De una parte, la devolución de préstamos y otras deudas. De otra, de igual importancia, la dificultad de las familias de sectores más desfavorecidos para acceder a nuevos créditos (como bien recogen los datos del BCE). Eso es perceptible en que son precisamente los créditos bancarios a plazo más bajo (doce meses) los que registran un mayor descenso. Son los préstamos que la gente solicitaba a su entidad financiera para adquirir su coche, la televisión e incluso para las vacaciones, años atrás. Los préstamos a largo plazo han caído un 5,17% hasta septiembre, quedándose en 771.006 millones de euros.
En el extremo opuesto del espectro, los activos financieros ascienden a 1,856 billones de euros, un 7,1% superiores a los del trimestre anterior. Si se descompone esa cifra, se percibe que 872.804 millones de euros (un 4,2% más que hasta septiembre del año pasado) son efectivo y depósitos. Es decir, 35.230 millones más que hace un año. La segunda gran partida corresponde a lo invertido en bolsa: 619.069 millones de euros, activos que han registrado un incremento del 22,8% de forma interanual.
Es decir, que las familias mantienen, sobre todo, su riqueza en dinero en el banco, bien disponible en cualquier momento, bien en depósitos a un plazo determinado o en acciones de compañías cotizadas. También se han incrementado (un 6,8%) las reservas técnicas de seguros, hasta lo 282.347 millones de euros.
Si se considera que son los sectores más favorecidos los que tienen mayor propensión al ahorro y a invertir en activos financieros, se entenderá que, pese a que las cifras estadísticas puedan parecer las mismas, lo cierto es que no se ha vuelto a la casilla de partida del año 2007.
Lo que demuestran las cifras es que las diferencias sociales se van ensanchando, con lo que la clase media, tan extendida durante los años del boom, tiende a menguar. Precisamente, la apertura del crédito es una de las asignaturas pendientes de la banca, tanto para los particulares, como para las empresas. La reestructuración del sector bancario y la capitalización de las entidades ha contribuido a su restricción, pero hasta que no se restablezca no resurgirá el consumo interno.

martes, 20 de enero de 2015

¿Es posible que Grecia se vea fuera del euro?

La respuesta sí. Depende de las políticas que decida adoptar el Gobierno griego tras las elecciones generales del 25 de enero.
El principal temor es Syriza, el partido de extrema izquierda liderado por Alexis Tsipras, que propone una restructuración pactada de la deuda, nacionalización de empresas públicas y combatir el paro creando empleo público. 
Una de las principales cesiones de soberanía que aceptaron los países de la zona euro fue la de crear dinero. Quien ahora manda en este asunto es el BCE, que delega ciertas funciones a los bancos centrales nacionales y se reserva el derecho último de supervisión.
Podría producirse una fuga a gran escala de depósitos bancarios, que llevaría al BCE a negarse a suministrar liquidez a las entidades financieras griegas. Esto obligaría a imponer controles de capitales [un corralito a la Argentina], que tendría un impacto terrible, se pararía el comercio internacional, los ciudadanos no podrían acceder a sus ahorros... La otra opción sería que Grecia decidiera hacer un impago de la deuda de forma unilateral [Atenas debe 240.000 millones a la eurozona y al FMI]. El resto de socios no lo consideraría un socio de confianza y el BCE diría, con razón, que no puede seguir confiando en el sistema bancario griego [que depende de la financiación de emergencia del BCE para operar] y entonces Grecia se encontraría de facto fuera del euro. Con una silla en el BCE, pero sin euros.
A partir de ese momento Grecia tendría que empezar a imprimir nuevos dracmas para poder pagar a sus funcionarios. Todo ocurriría de repente, seguramente con un anuncio durante un fin de semana en el que se impondrían controles de capitales.
Lo que vendría después, a corto plazo, no sería bonito: reconversión de depósitos bancarios y deudas a la nueva divisa, que se depreciaría inmediatamente en los mercados, se encarecerían las importanciones, aumentaría la inflación y se correría un claro riesgo de hiperinflación.
Uno de los principales pros que según los críticos de la moneda única tendría un Grexit, la recuperación de competitividad vía devaluación, tendría difícil aplicación en este caso: El argumento de que una nueva divisa es necesaria para recuperar competitividad ya no se puede aplicar, ya que los salarios ya han caído bastante. El hecho de que las exportaciones griegas no hayan subido sigue siendo un misterio, después de que los salarios y los costes hayan caído un 20% en términos relativos con Alemania y que hasta hace poco los principales mercados exportadores de Grecia en Oriente Medio estaban disparados. El problema pueden no ser los costes, sino el sistema político y económico griego. La troika ha hecho muy poco para abrir los mercados a una competencia libre, sana y transparente, para dar una oportunidad real a una nueva clase media.

La historia se repite
El asunto de Grexit es un viejo conocido de la zona euro. Lo primero que tuvo que hacer Olli Rehn nada más convertirse en comisario de Asuntos Económicos fue atender a una conferencia telefónica sobre Grecia. Era febrero de 2010, el país acababa de ser descubierto mintiendo (otra vez) sobre sus cifras de déficit y la necesidad de preparar el primer rescate se hacía evidente. Luego, en 2011, llegó un segundo y después una quita 'voluntaria' de la deuda pública en manos del sector privado. Y finalmente, el 17 de junio de 2012, unas elecciones generales en las que Syriza, que prometía incumplir los términos del rescate, tenía posibilidades reales de ganar.
Esa noche electoral Grecia estuvo realmente al borde de salir del euro. Una fuente que vivió de primera mano las negociaciones de Rehn lo recuerda como un cara o cruz: "En los meses previos ya había gente que hablaba de la necesidad de que Grecia saliera del euro, pero fue en ese momento [la noche electoral] cuando la moneda podría haber caído de cualquiera de las dos caras. Parecía que Syriza iba a ganar; o que incluso si ganaban Nueva Democracia y Pasok, rechazarían el programa. Afortunadamente no fue así".
Esta vez el futuro de Grecia vuelve estar ligado a unas elecciones. Faltan sólo 5 días y las encuestas dan a Syriza como ganador, pero por escaso margen sobre los conservadores de Nueva Democracia, el partido actual de Gobierno. Pero la salida de Grecia del euro no dependerá tanto de si gana Syriza o no, sino de las políticas que adopte una vez que llegue al poder. Seguro que, por el bien de todos, no será tan fiero el león como lo pintan.

viernes, 16 de enero de 2015

La historia del cambio


Hablando con la gente te das cuenta que muchos compartimos una idea similar sobre cómo las cosas podrían ser mejores, no solo para unos pocos, sino para la mayoría. Constatamos que algunos hemos empezado por intentar cambiar unos pocos aspectos superficiales y que debemos seguir apuntando directamente al corazón del problema. Es imprescindible cambiar los sistemas que los poderosos no quieren cambiar. Ellos centran su ideario en maximizar sus beneficios corporativos y el resto de ciudadanos no deberíamos admitir que ello se haga a costa de nuestra seguridad, nuestra salud y nuestra felicidad. 
Durante las últimas décadas, muchos esfuerzos de cambio ambiental y social han llegado a reflejar el carácter central que tienen los "consumidores" en nuestra cultura, lo que sugiere que se puede hacer un cambio a través de alteraciones en nuestros patrones de consumo individuales. Estos esfuerzos ---comprar en comercio justo u ecológico, usar bolsas reutilizables, lámparas de bajo consumo o LED--- son un punto de partida, pero no debemos quedarnos con eso, ignorando la verdadera fuente de nuestro poder: unirnos como ciudadanos comprometidos.
En el video "La historia del cambio", lanzado en julio de 2012, Annie Leonard argumenta que no son los "malos compradores" los que están poniendo en riesgo nuestro futuro; son las "malas políticas" y las prácticas comerciales apoyadas por una desorbitada presión mediática. Si de verdad queremos cambiar el mundo, tenemos que ir más allá de “votar con nuestros euros” y unirnos para exigir reglas que funcionen.
En el video, Annie nos ilustra como a lo largo de la historia, grandes líderes como Gandhi en la India, Martin Luther King en USA con su movimiento de los Derechos Civiles, Mandela con el movimiento anti apartheid, las victorias ambientales de los años 70, han catalizado grandes cambios sociales.
Siempre que las personas han querido cambiar el mundo ha sido precisas tres cosas: una gran idea, un compromiso de trabajar juntos, y mucha acción. 
El video termina con una pregunta: 
¿Qué es usted?
Cambiar el sistema económico de nuestro entorno es un desafio gigantesco. 
Cambiar el sistema político, lo es también.
Si somos ciudadanos comprometidos con el “cambio a un sistema mejor” hay que esforzarse en informarse y aprender a desgranar el grano de la paja. Cada tiene un talento y puede tener su lugar en el cambio; lo que hace falta es querer. Se necesitan investigadores, comunicadores, constructores, resistentes y resilientes, organizadores y líderes.
En nuestra sociedad occidental estamos enfermos de sobreconsumo. El reciclaje es necesario pero no suficiente para cambiar las cosas. Necesitamos un mejor diseño de productos, mejores regulaciones industriales, mejores normas de consumo, y mejor reciclaje. Esto sólo podemos conseguirlo si trabajamos juntos.
¿Cómo puede cada uno de nosotros encontrar los productos menos tóxicos, duraderos y a un precio más justo?
Dado que hay una falta de requisitos de transparencia en la mayoría de los países, es difícil detectarlos. Algunas bases de datos en línea proporcionan buena información, pero parcial. En última instancia, tenemos que trabajar juntos para exigir a nuestros políticos reglas mucho más estrictas sobre la transparencia. 
¡Tenemos derecho a saber, sin ambigüedades, lo que hay en los productos que consumimos y cómo nos hicieron!
¡Hablando de democracia!. Ya sabemos que no es un sistema perfecto pero parece el menos malo de todos los conocidos. El problema es que la teoría difiere un poco de la práctica. La primera nos dice que cada hombre puede emitir su voto y vale lo mismo. En la práctica es más bien “un euro, un voto” en lugar de “un hombre un voto”.
Cuando gastamos nuestro dinero, es bueno hacerlo en algo que favorezca el desplazamiento hacia el futuro que queremos. 
La elección de productos alineados con nuestros valores apoya a las empresas que están trabajando para ser parte de la solución. Por el contrario, evitando (boicoteando) los productos que no son saludables, las comunidades y el planeta envímos un mensaje a las empresas que todavía están atrapados en la economía de los dinosaurios. A veces no comprar en absoluto, sino conformarse con lo que tenemos o compartiendo con un amigo, es la mejor opción de todas.
Comprar sólo productos de empresas o de países/regiones que cumplan con nuestra legislación o nuestras normas ético morales o nuestras estándares de consumo influirá en los “capitalistas que solo se mueven por los beneficios. El problema es que nuestra capacidad de gasto es eclipsada por la de las grandes empresas, cuyos intereses, seamos honestos, no siempre se alinean con los nuestros. Por eso tenemos que trabajar en la restricción del gasto corporativo facilitado por los políticos y la legislación que aprueban.
Una nueva política económica debería poner a la mayoría de la gente y al planeta primero. Debería mantener las mejores partes de la economía actual y crear nuevos sistemas que reconocieran los límites del planeta, promoviendo un verdadero bienestar para todos. Nadie sabe exactamente lo que va a venir, puede que no se haya inventado todavía, pero hay un montón de buenas ideas acerca de cómo empezar, desde una energía más limpia y barata hasta una tributación más justa. 
Antes de Internet la gente se organizaba y se reunía en las escuelas y las iglesias. Escribían, hablaban, cantaban pero era difícil y muy lento comunicarse unas organizaciones con otras y trabajar en red. Ahora Internet ofrece una gran cantidad de nuevas herramientas elegantes y adictivas y facilita la difusión de ideas, permitiendo que un gran número de personas asimilen conceptos como economía sostenible, alimentación ecológica, climatología, energías limpias y renovables… 
La información está disponible a distintos niveles desde los enfoques divertidos y sencillos de comprender hasta estudios científicos profundos. En todo caso toda esta difusión de información permite que la ciudadanía adquiera conciencia de la importancia que tiene ilusionarse por participar individualmente en la creación de una sociedad mejor. 
El voto es sólo una manera de participar como ciudadano. Lo más importante es que los que pueden e incluso aquellos que no tienen acceso legal a la urna, se preocupen por comprender lo que les conviene a ellos a su comunidad y a sus vecinos del mundo. 
Lo importante es que nos desprendamos de la apatía, que nos levantemos de los sofás y digamos lo que pensamos en todos los foros a nuestro alcance y por supuesto el día que nos llamen a las urnas. 
El problema es que faltan líderes y aglutinadores sensibles a las necesidades sociales. No me refiero a superhombres como Gandhi, Martin Luther o Mandela, me refiero a personas con capacidad de escuchar, entender cual es el anhelo de la ciudadanía, que tengan cintura para comunicar, negociar, ilusionados por liderar proyectos en los que creen, a los que la gente podamos votar. 
En nuestro país escasea la cultura del esfuerzo en pos del bien común y la perseverancia y determinación por resolver los verdaderos problemas. Además estamos huérfanos de verdaderos líderes. Mientras esto no cambie, desde abajo, el uno por cien que se enriquece cada vez más a nuestra costa no hará nada por cambiarlo a mejor. 
A veces surge una gran idea y algunos adquieren el compromiso de llevarla a cabo. Para que tenga éxito hace falta convertirla en una masiva. 
¡¿Qué nos falta para lograrlo?! 
©JuanJAS