viernes, 12 de diciembre de 2014

¡Feliz Navidad!

Cada año, por estas fechas, las luces de las calles, los escaparates de las tiendas y centros comerciales nos avisan, por si alguien lo ha olvidado, que se acerca la Navidad. Este ambiente hace que nos acordemos de nuestros conocidos y saludados (a nuestros amigos y familiares los tenemos presentes todo el año) y acostumbramos a felicitarles las Navidades y a expresarles nuestros mejores deseos de felicidad, salud y prosperidad para el próximo año, como si de una lotería se tratara.
Hace décadas, mandábamos cartas con algún dibujito y recortes navideños a nuestros principales amistades y familiares que no podían volver a casa por Navidad. A finales del siglo pasado, dejamos de escribir cartas y después de comprar “felicitaciones de Navidad” en los comercios, les añadíamos algunas líneas de nuestro puño y letra y las mandábamos por correo.
Mas tarde, empezamos a diseñar las postales Navideñas, igual que las de otras celebraciones haciendo collage electrónico con programas de PC, porqué nos permitían muchas variaciones y personalizaciones de una forma fácil. Las imprimíamos y las enviábamos por correo. 
Finalmente, con la popularización de Internet, los diseños se multiplicaron prácticamente hasta el infinito y dejamos de escribir notas y postales y dejamos de enviar sobres. El problema vino con los “mayores” y con los que no estaban “conectados” a la red. Se les despachaba con una llamada rápida o con un mensaje por el móvil.
Actualmente la mayoría tiene un Smartphone, y aunque la mayoría no sepa muy bien como sacarle partido, lo primero que aprenden es a utilizar el WhatsApp. Es una excelente herramienta para estar en contacto con otros usuarios, aunque cuando felicitas la Navidad a tus amigos, conocidos, saludados y familiares por un “difundido” de WhatsApp, da una impresión de masificación y falta de detalle/sinceridad aterradora. Parece que, con las nuevas tecnologías, los sentimientos se mecanizan y automatizan. Muy lejos queda el sentarte a escribir un comentario dedicado o una carta pensada especialmente para la persona a la que se dirige. 
Entiendo que los que tienen miles de “amigos” en Facebook no puedan hacerlo. Tal vez prefieran sacrificar la calidad, la intimidad y el sentimiento y sustituirlo por la cantidad, la novedad y la rapidez por llegar a más gente y ser el primero en hacerlo. Son signos de los tiempos actuales, en que prima la rapidez y lo que importa es ser el primero en decir algo. Conozco personas que me dieron un sobresalto al enviar felicitaciones Navideñas a principios de Noviembre. Cada vez me preocupa más que el tiempo se pase tan rápido y todo se desvirtue tanto. Los años no pasan en balde y con la edad nos apetece que todo siga su ritmo lo más predecible posible.
Cuando antaño se abría una carta inesperada a tu nombre, sentías una emoción especial cuando la abrías, cuando leias el mensaje que te dedicaba tu interlocutor, cuando revivías antiguas experiencias y hasta cuando pensabas la respuesta que dedicabas a tu amigo o familiar lejano. ¡Que diferencia entre el copiar y pegar para los multienvíos actuales!.
Este es el signo de los tiempos y es extremadamente difícil resistirse a la corriente dominante. Mejor es intentar conservar la parte buena de la escritura con bolígrafo sobre papel y aprovechar lo mucho de bueno que nos han traido las buenas tecnologías. Cada herramienta tiene su uso, su lugar y su momento.
Para vosotros, amigos virtuales, he realizado este video con trozos de lienzo y músicas tomadas de la nube, a los que he sumao fotos propias tomadas en algunas calles iluminadas del centro de Barcelona. Seguro que en estas ajetreadas fechas encontráis quince minutos de vuestro preciado tiempo para ver lo que he preparado con cariño pensando en vosotros. Los primeros minutos lo dedico a los niños aunque se puede intuir un cierto trasfondo alegórico de la situación en Catalunya para que reflexionen los mayores. Pasado el susto, las fiestas y los buenos deseos se imponen. 
Las Navidades son unas fiestas comerciales, unos días de descanso, una época en la que se reúnen familiares y amigos para verse, explicarse cosas y pasar un rato juntos, un periodo triste para los que recuerdan Navidades pasadas junto a personas que ya no están… Todo depende de la situación personal que viva cada uno en su familia y por ello cada uno debe vivir estas fechas, a su manera.
¡Sed vosotros mismos y pasad estos días de la mejor forma posible!
Nos seguimos viendo en la red, porqué los cambios, no los marcan la fecha de los calendarios sino nuestros anelos y sentimentos personales.
¡Feliz Navidad!
©JuanJAS


PD.
Como recuerdo y ejemplo de los deseos Navideños escritos con sentimiento, hago un “copio y pego” literal, de una felicitación publicada en Facebook por mi conocido y saludado Ramón Barceló.
Ni que decir tiene que cada uno de vosotros puede pensar y añadir sus propios deseos para con los demás...

“Permeteu-me que avui cregui que les utopies poden ser reals:
Desitjo pel 2015, que els beneficis del capitalisme, siguin destinats al benestar dels ciutadans.
Que quedin prohibits els paradisos fiscals.
Que la Pau sigui considerada com un bé comú.
Que els polítics de la UE és dediquin a cercar constantment el benestar dels ciutadans, i que deixin d’estar al servei de les multinacionals.
Que els jutges imparteixin JUSTÍCIA, i deixin d’aplicar unes lleis que hi son contraries.
Que els pobles puguin exercir el dret a decidir.

Finalment us desitjo pel 2015, que el AMOR entre nosaltres deixi de ser una utopia, per ser una REALITAT”