sábado, 4 de octubre de 2014

Reflexiones otoñales

Con la llegada del otoño, iniciamos la recta final del año. Parece que esta recta se transformará más bien en un camino pedregoso con innumerables curvas. Vamos, que vamos a tener que estar muy atentos y nada tranquilos.
Comentaba la joven escritora norteamericana, Lauren DeStefano que “el otoño siempre ha sido mi estación favorita. El momento en que estalla todo con su belleza pasada, como si la naturaleza hubiera estado ahorrando todo el año para el gran final”. 
Desde el punto de vista financiero, la mayoría de los mercados están “como un camino en otoño, que tan pronto como se barre, vuelve a cubrirse de hojas secas” (Franz Kafka). La felicidad dura poco en casa del pobre (y en la del ahorrador).
Desde el punto de vista social, tenemos volatilidad por doquier, incertidumbre, mucho ruido mediático, amenazas, arrebatos, ilusión. Todo un cocktail explosivo de sentimientos y anhelos. 
Sin embargo no debemos olvidar a la gran masa silenciosa que no se pronuncia. No sale por la TV, no manda twist, no mira Facebook ni se suma a los debates informales que provocan algunos compañeros de gimnasio. Es imposible saber si no expresan su opinión por falta de interés, por desidia personal o por desconocimiento de las consecuencias de lo que "se cuece" en las esferas políticas y empresariales porqué piensan que esto de Catalunya ni de los políticos no va con ellos. La verdad es que la mayoría están cansados del "monotema" y de la falta de un debate profundo de las ventajas e inconvenientes de una posible independencia. Desconocen las debilidades y fortalezas de la nación catalana, no porqué no estén publicadas en numerosos libros e informes públicos, sino porqué no suelen leer y e cambio si escuchan muchas voces que dicen que si votan y se independizan les van a asolar las siete plagas bíblicas. Tampoco conocen, porqué los políticos lo han publicado, el plan de ruta previsto en los diferentes escenarios de la transición hacia la independencia que muchos desean, etc.
Respecto a esta gran masa que no comenta y no se si se la espera el 9N, aunque se celebre la consulta y que, no lo olvidemos, es mayoría, creo conveniente recordar que fue Albert Einstein quien dijo aquello de:
“Si A es el éxito en la vida, entonces A = X + Y + Z. Donde X es trabajo, Y es placer y Z es mantener la boca cerrada”.
Pues eso es lo que la inmensa mayoría de ciudadanos, empresarios e inversores europeos pedimos a nuestros políticos: menos propaganda y apariciones mediáticas y más trabajo duro y coordinado que permita sacarnos de la actual situación de estancamiento económico, que nos faciliten una vida más placentera y con menos sobresaltos, y muy importante, que no torpedeen y entorpezcan el talento y el desarrollo económico de Catalunya ni de Europa. 
Si no lo logran, el descontento hacia los políticos irá a más y esto no sería positivo ni para ellos, ni para las élites extractivas, ni para la reactivación económica ni para los mercados financieros ni para los ciudadanos. No olvidemos el auge en toda Europa de movimientos populistas, con ideologías completamente antagónicas entre sí, que están creciendo e incluso pueden llegar a desbancar a las principales fuerzas políticas, que históricamente han gobernado.
Llegados a este punto de la reflexión, considero bueno recordar que el historiador romano Tito Livio decía que “el miedo siempre está dispuesto a ver las cosas peor de lo que son”. Hay motivos más que fundados para ser prudentes con nuestras decisiones a corto plazo, precisamente porque lo que nos debe preocupar, no es tanto el "ruido mediático" actual, sino ocuparnos, sin egoísmos personales, en preparar el futuro; porque como bien decía Woody Allen, “en él futuro es donde vamos a pasar el resto de nuestras vidas”.
Y en este sentido, y mirando hacia delante, soy más de la opinión de Winston Churchill al que se le adjudica la cita: “el optimista ve oportunidad en cada peligro; el pesimista ve peligro en cada oportunidad”.
¡Sensatez y determinación!.
©JuanJAS