martes, 21 de octubre de 2014

La “innombrable” del nuevo 9N

Como muchas veces en la vida, la realidad del "Procés català" supera a la ficción.
El presidente Mas ha conseguido algo impensable hace sólo una semana: ha eliminado el peligro del 9N al tiempo que ha dado la vuelta al marco electoral que le auguraba una derrota segura en las elecciones al Parlamento. Mas ha pasado de cadáver político a líder de la patria, de seguir un guión que no era suyo a marcar el paso de todos sus rivales, y de tener perdidas las próximas elecciones a ser la cabeza de una "lista de país" que lo más probable es que arrase. Mas ha pasado de estar atado de pies y manos a ser él quien liga su principal rival. Ahora es Junqueras quien está en una posición de debilidad. Su margen de discrecionalidad para decidir si ERC se suma a la estrategia presidencial se estrecha cada día que pasa. 
El martes pasado probó una posición intermedia ante el anuncio de Mas que enterraba el 9N y abría de par en par la puerta a la convocatoria electoral, y el jueves en el Parlamento mostró su lado duro al presidente (que se volvió festejando las CUP). Pero el goteo a favor de las tesis de Mas, culminado con el acto de adhesión al presidente por parte de la ANC y Ómnium de este domingo, está haciendo su efecto y Junqueras recibe fuertes presiones para formar parte de la "lista presidencial". 
Como siempre, lo de menos es pensar en el bien de la ciudadanía y del país, sino en la cuota de poder que cada uno puede conservar o ganar para sus “amigos”. 
Respecto al bien para los catalanes, ni entrenando se puede hacer peor. Si tuvieran algo de dignidad y decencia, pararían este esperpento, de inmediato. Estamos dilapidando la posible credibilidad, ilusión, imagen y seriedad que habíamos podido ganar internacionalmente.
El espectáculo de bandazos de unos y otros no es el correspondiente a una sociedad normal, madura y formal. Cada vez cualquier cosa que se haga tendrá menos garantía y credibilidad. Cada vez más gente piensa que tan chorizos y tan mezquinos y partidistas son los que ostentan el gobierno Español como los que quieren ostentar el futuro gobierno del futuro estado catalán. Se impone un “stop and go” clarísimo. Parar las pantomimas, porqué los ciudadanos se manifiestan cuando lo necesitan y quieren y no les gusta que les dirijan por conveniencias partidistas. 
Esto es una querencia mía, pero lo cierto es que la “pseudoconsulta” del nuevo 9N parece que sigue adelante. No debemos olvidar que el desorden establecido en España no es soluciona con prohibiciones, ni con amenazas, ni con respuestas recentralizadoras, autoritarias, dictatoriales, violentas, fascistas, policiales o militares. Posturas de este tipo, muchas de ellas tomadas por el gobierno español, forman parte del desorden establecido. Las presiones, las manipulaciones y la censura de algunos medios de comunicación también forman parte del desorden establecido. 
Los contrarios al “PROCES” consideran que si hay baja asistencia a la “pseudoconsulta” será un “fracaso” del President de la Generalitat de Catalunya y del “proces”. En cambio, si hay mucha asistencia, dicen que no tendrá ningún valor porqué, lo que suceda el 9N no puede ser tratado como una consulta sino de una “fantochada” sin ningún valor. ¿En que quedamos? ¿Tiene valor o no tiene valor? ¿Significa algo o no? ¿Si no significa nada porqué lo critican? Si significa algo. ¿Porqué no se participa?
Parece claro que una gran parte de la sociedad catalana tiene necesidad de expresarse sobre el tipo de relación que Catalunya debe tener con España. Sea independencia, sea algún tipo de relación federal o sea una región mas, gobernada centralizadamente por un gobierno central. También en España hay interés por que se resuelva este “tema catalán” como demuestra la grandísima audiencia (4104 000) que tuvo el programa de Salvados “Oriol Junqueras con una familia sevillana”.
La mayoría tiene claro que la “pseudoconsulta” del 9N no es un referéndum ni siquiera una consulta completamente democrática. En cambio puede considerarse como un acto de fuerza, para seguir demostrando y denunciando con tenacidad la involución democrática del Gobierno español ante los organismos internacionales y la firme voluntad y determinación, de una buena parte del pueblo catalán, de decidir su futuro.
La ANC y Ómnium Cultural han dicho que apoyan los actos del nuevo 9N siempre y cuando sea considerado como la primera vuelta de unas elecciones referendarias sobre la independencia que deberían celebrarse antes de tres meses. También exigen a los políticos “pro consulta” que se rehaga la unidad de los partidos políticos y que posibiliten que el President Mas pueda convocar unas elecciones escrupulosamente democráticas (cualquiera incluido en el censo publicado podrá votar y responder implícitamente si o no a la independencia) a los que los partidos den carácter plebiscitario al incluir un punto común en sus programas y el compromiso de ejecutar el mandato democrático que les otorguen los ciudadanos que les voten. La ANC y Ómnium Cultural también dicen que “Ya no valen ni planes A ni planes B. Queremos un único plano, nítido, con plazos claros y compartido por todos basado en tres puntos": unidad, urnas e independencia. Siguen: "Ahora es el momento, no aceptamos más dilaciones ni pérdidas de tiempo, le exigimos que ponga el país por delante de sus partidos, es su responsabilidad". "Nada ni nadie impedirá la independencia de Cataluña si así lo queremos la mayoría de ciudadanos de este país". 
Muchos catalanes quieren que los políticos se sienten a la mesa y no se levanten hasta que hayan negociado un plan de futuro para Catalunya. Por ahora solo se sientan a comer y a maquinar tácticas para conseguir no perder y si puede ser aumentar número de intenciones de voto para sus formaciones políticas.
Propuestas en el sentido de defender y propugnar el despliegue de los valores de las personas y hacerlo en la teoría y con su actuación práctica no se las ve ni se las espera. Cierto que se precisan elecciones autonómicas anticipadas, porque sin presupuestos no se puede gobernar. Pero antes de concurrir a las mismas, los políticos que quieran representarnos deberían renovar sus listas llenándolas con una elección democrática entre sus filas y excluyendo de ellas las caras amortizadas históricamente y cualquier posible corruptos presunto o confeso. Con programas incluyendo postulados y posicionamientos bien claritos y profusamente explicados con sus pros y contras, incluido el que más interesa en este momento histórico: independencia si o independencia no y porque razones. 
¡Claridad!
¡Basta ya de eufemismos y ambigüedades! 
El presidente Mas dijo en su discurso presentando el nuevo 9N que lo ideal es presentar a los catalanes una candidatura unitaria de las fuerzas que desean “Independencia Si”, porqué esto sería más claro y daría una posible ventaja a estas opción según la ley de Hont aplicable en la normativa electoral vigente. Los partidos que quieren “Independencia No” podrían hacer lo propio si lo pactaran. También hay que recordar que esta forma de actuar prorroga la permanencia de Mas y su partido en los órganos representativos y de gobierno en horas bajas según los últimos sondeos electorales.
La oposición, principalmente ERC a la que las encuestas le dan ganador, se niega a comprar la propuesta de Mas y a dejar pasar la oportunidad de ganar las próximas elecciones autonómicas. Tiene mucha prisa para aprovechar el buen momento.
Este posible éxito de ERC, aunque no superior al 50%, no le asegura gobernar y hacer una DUI unilateralmente, porqué también podría darse una colaboración CDC-UDC-PSC, ya ha habido ofertas por parte del señor Izeta. Las elecciones son parlamentarias, no presidenciales, por lo que A Más seguiría al frente e Iceta podría ser Conseller en CAP. Por otra parte, surge una pregunta: que ocurriría sin ANC cambiara sus estatutos y se presentará a las elecciones…? qué ocurriría después de arrasar electoralmente…? No dejemos de pensar en el papel que jugará “Podrem-Podemos”. En el ámbito de los partidos y su cuota de poder está todo abierto y puede pasar de todo. El calendario, además, juega a favor de Mas. Si las elecciones son en febrero (como ha "impuesto" Forcadell), la constitución del Parlamento, la elección de presidente y la formación del nuevo gobierno nos situará en las puertas de las municipales. Después, vacaciones. Cuando volvamos estaremos inmersos en la precampaña de las generales, previstas para noviembre, donde se presentará nuevamente la "lista país". Con todo esto, la DUI podría retrasarse un año. Mientras, Mas y CiU seguirían en el gobierno, y las posibilidades de ERC para relevarle probablemente se marchitarían. Mientras unos creían que la cosa iba de épica y ridiculizaban el cartel de Mas como mesías salvador. Tal vez al final resulte que Mas y CiU saben más de política de lo que parece.
Siguiendo con la visión que más nos interesa a los ciudadanos. Es cierto que listas unitarias - no únicas- con un solo punto a decidir, facilita la elección, pero también es cierto que una pregunta sin matices puede llevarnos a escenarios inciertos, porqué depende de cómo la desarrollen los “elegidos” en esa votación. 
Aquí está el problema. Esto requiere confianza en el buen hacer de los políticos cuando interpreten lo que los ciudadanos han entendido cuando han votado y a la hora de desarrollar el resultado de la votación. Confianza que buena parte de la ciudadanía no atribuye a los políticos históricos y no puede conceder responsablemente a los que se postulan para sustituirlos, por desconocer su comportamiento si llegan a enfrentarse a tareas de gobierno. (Veamos a “Podemos” que ya están cambiando propuestas originarias) 
Es imprescindible que cada formación aclare democráticamente en su seno que es lo que quieren y lo concreten en un redactado. A continuación, cada formación política o social relevante, debe comunicar y explicar su proyecto a la sociedad catalana. 
Debe explicar claramente como, desde su punto de vista, quiere que sea la nueva Catalunya y explicar “claramente” como piensa que se deben llevar a cabo las “negociaciones-relaciones” con el estado español, tanto en el caso de que haya una mayoría independentista como en el caso de que no la haya. Debe explicar como piensa llevar a cabo la transición entre el estado actual de régimen autonómico descafeinado con mucha contribución al estado español e ínfimo retorno a Catalunya para que pueda ser aplicado a políticas sociales e infraestructuras que permitan su desarrollo a la nueva situación que los catalanes decida democráticamente en las urnas. Si se decidiera independencia, es necesario que nos expliquen como crearían las estructuras de estado necesarias para permitir el funcionamiento del país y lo que esto significaría para los ciudadanos y lo que significaría el quedarnos como estamos.
Sin plan, sin medio, sin explicación clara de las opciones propuestas, sin mucha pedagogía y poca propaganda lo que nos proponen es que juguemos a la lotería. Ya se que los españoles somos muy aficionados a los juegos de azar, pero los experimentos en cosas importantes los mínimos y con gaseosa. 
Recordemos que en la lotería lo máximo que podemos perder son el dinero gastado en comprar los boletos, aquí se puede perder mucho más, aunque si se hace mucho mejor que lo han hecho hasta ahora todos podemos ganar mucho más.
La pregunta es, ¿estarán nuestros políticos a la altura?. Por ahora han hecho mucho ruido pero han demostrado muy poco. 
Un gran número de catalanes ha expresado reiteradamente que quiere vivir en un país gobernado de acuerdo con sus ideales, en el que se respete su idiosincrasia y al que se trate con lealtad y equidad a sus ciudadanos, permitiéndoles crecer y mejorar económica y socialmente. Parece que echan de menos un proceso constituyente en el que el protagonismo popular desborde las élites y abra la construcción de una República de los Países Catalanes que transforme de raíz el sistema económico y social actual. Por ahora los políticos no han respondido a esta demanda ni se les ve siquiera dispuesto a considerarla.
¡El ruido sólo entorpece la consecución del objetivo que muchos piden! 
Ojalá que el ruido no nos despiste ni nos haga olvidar lo que realmente queremos.
Recordemos, primero lo importante, luego lo que pueda parecer urgente.
©JuanJAS

jueves, 16 de octubre de 2014

La “pseudoconsulta catalana”

En estos momentos de confusión, pese a los discursos que se publican o sonorizan, existe:
· Una negación continua al dialogo por parte del Gobierno central 
· Una negativa a escuchar la opinión de los catalanes 
· Una negativa a escuchar las propuestas del Parlament de Catalunya 
· Una pugna entre los partidos catalanes que quieren imponer sus “matices partidistas” en la consulta y gobierno de los catalanes
· Una última tentativa del President Mas por salir airoso de la apuesta que tomó cuando decidió liderar el “proces” y de su promesa de facilitar que los catalanes pudieran expresar su opinión en una votación.

En algunos ambientes es preciso reivindicar la libertad frente al miedo que afecta a muchos, porque sólo desde la libertad podremos avanzar hacia el progreso, la convivencia y la preservación del contrato social. Libertad para reivindicar una sociedad más justa y más respetuosa con los que piensan de otra manera sobre cuestiones opinables. Hay un tipo de miedo que puede invadir una sociedad democrática, el que nos puede impedir pensar por cuenta propia, tener criterio personal sin necesidad de seguir la corriente general y expresarlo libremente en todos los ámbitos sociales. Máxime si es en una urna.
Personalmente siempre he aprovechado las oportunidades que se me han dado para dar mi opinión en cualquier formato y en cualquier ámbito. Unas veces razonada y argumentada y otras veces con un simple Si o NO. Unas veces de forma informal y otras de forma totalmente solemne, legal y secreta como ha sucedido en las elecciones, consultas o referéndums que se han celebrado en España y Catalunya.

Cuando no se me ha permitido expresar mi opinión, siempre me he sentido incómodo y he buscado una forma alternativa de decir lo que yo quería decir a la comunidad. Nunca me han gustado las imposiciones dictatoriales y me he sentido incómodo en ambientes en los que no sólo no importa la “opinión razonada” de los demás y mucho menos en los que se prohíbe que alguien o muchos expresen sus razones personales. Siempre he pensado que cada cual debe expresar su opinión, razonarla, explicarla e intentar que los demás entiendan lo que se propone. Al mismo tiempo he intentado escuchar activamente lo que proponen los otros, intentar comprenderlo y si mejora mi propuesta incluirla. Cuando no ha sido imposible aceptar plenamente ninguna opción de partida, he trabajado por no romper nada, que el enfado no llegue a mayores y he intentado sin desfallecer, encontrar alguna opción que todos puedan aceptar. A veces no todos tienen esta actitud de consenso y no queda más que “votar” para elegir la opción más querida y pedir que todos la acepten democráticamente. 
Poder expresar mi opinión socialmente es fundamental y la forma en la que pueda hacerlo, importa pero es secundaria. Nunca es más importante la forma o el medio que el hecho de expresar la opinión conjuntamente con el resto de ciudadanos convocados y que quieran hacerlo.
Después de tres años de manifestaciones multitudinarias en Catalunya, cada 11 de Setembre, pidiendo el derecho a decidir, nunca ridiculizaré el acto que ayer nos propuso el President Mas. Los que no quieren que los catalanes decidan votando su futuro y no quieren conocer su opinión, no han tardado en ridiculizar esta “pseudoconsulta”. El Gobierno español está buscando la forma de impedirla, pero por el momento no sabe como hacerlo. Negar una evidencia no sirve para nada positivo. 
Esta “pseudoconsulta” por llamarla de alguna forma, al menos puede servir para conocer cuantas de las personas que han expresado reiteradamente en las últimas manifestaciones de los 11 de Septiembre, que “quieren votar”, realmente lo hacen cuando tienen oportunidad de hacerlo. Además se podrá conocer en una muestra más grande que en cualquier encuesta:
· Cuantos realmente van a votar.
· Cuantos votarán NO, porque opinan que quieren que Catalunya siga como hasta ahora.
· Cuantos votarán SI-NO, porque quieren que cambie el Statu quo y se mejore la situación social, fiscal y económica de Catalunya dentro de España.
· Cuantos votarán SI- SI, porqué están artos de que el Gobierno español les engañe, no cumplan las promesas, no cumplan los presupuestos, no traten a los catalanes de la misma forma que al resto de españoles, etc. Porque quieren terminar con la “Casta política” del gobierno español y también, aunque en diferentes proporciones, del Catalán, que nos ha estado extrayendo recursos, ralentizando o impidiendo nuestro crecimiento y perjudicando nuestro estado del bienestar.

Nunca me ha gustado perder el tiempo y aunque algunos puedan pensar que esta “pseudoconsulta-acto reivindicativo” no servirá para lo que debería, tampoco tengo tantas cosas urgentes ni tampoco mucho más importantes, que me impidan dedicar una hora el domingo 9 de Noviembre de 2014 para expresar mi opinión, sobre el futuro de Catalunya en forma de voto secreto en una urna.
Seamos coherentes. Si queremos que los gobernantes nos escuchen, ¿porqué no expresarse cuando tenemos oportunidad, aunque no sea con pompa y circunstancia?.
©JuanJAS

domingo, 5 de octubre de 2014

Dos últimas perlas de nuestros gobernantes

A tenor de sus actos, parece que nuestra vida está en manos de dirigentes ineptos, corruptos, irresponsables o directamente malas personas, porqué sus acciones afectan de forma negativa al bienestar de la mayoría de ciudadanos, aunque favorecen a una minoría casposa que campa a sus anchas por el suelo patrio. Por supuesto nadie pide responsabilidades, nadie dimite y nadie devuelve el dinero robado o malversado.
Dos perlas de última hora de nuestros gobernantes:

1ª.- Los presupuestos del gobierno del PP son un escarnio (Burla tenaz que se hace con el propósito de afrentar) a los catalanes. 
Entre otras cosas, me gustaría conocer porqué una mayoría de españoles votaron al PP (no se si actualmente harían lo mismo) cuando parece que ha incumplido consistentemente su compromiso electoral, cuando se están destapando las más altas cotas de corrupción nunca vistas, al menos cuantitativamente hablando, un partido que prefiere gastar miles de millones llevando el AVE hasta el último rincón de España, aunque se le inunden las estaciones. Un gobierno que resta estos recursos de la educación, de la sanidad (cierre de ambulatorios, reducción camas de hospital, medicamentos, etc.). Un gobierno que reduce el estado del bienestar hasta niveles prácticamente insoportables. Un gobierno que reduce las becas para estudiar, guarderías, etc. Un gobierno que encarece permanentemente y de forma descarada los servicios básicos, permitiendo que los oligopolios correspondientes engrosen sus arcas y la deuda que todos los españoles tenemos con ellos. Para que seguir…

2ª.- El gobierno de ZP (PSOE) firmó un contrato con una empresa privada (Escal UGS controlada por ACS – Florentino Pérez) en el que se comprometía a pagar una indemnización si la empresa no llegaba a buen término, incluso si era por causas imputables a la misma empresa. ¿Estamos ante un caso de “deuda odiosa”? y por tanto podemos negarnos a pagarla…  Resultado, los españoles estaremos pagando durante los próximos treinta años más de 3500 millones de € por esta negligencia del Gobierno. Sin 1350 millones reconocidos por el gobierno del PP a pagar durante 30 años, más los intereses correspondientes, más el coste de desmantelamiento de la estructura y cierre del depósito.

Hasta aquí sólo dos perlas recientes. No hablemos de las “Black Card” de los directivos y consejeros de Bankia, porqué a los que compraron preferentes, a los accionistas y a los españoles que pagamos sus gastos suntuarios a través del Banco malo, estos temas nos sientan como una patada en salva sea la parte. La acumulación de tems similares nos tienen el cuerpo contusionado y morado.
¿Cuando diremos basta democráticamente a esta situación? 
¿Volveremos a votar descuidadamente en las próximas consultas electorales?
©JuanJAS

sábado, 4 de octubre de 2014

Reflexiones otoñales

Con la llegada del otoño, iniciamos la recta final del año. Parece que esta recta se transformará más bien en un camino pedregoso con innumerables curvas. Vamos, que vamos a tener que estar muy atentos y nada tranquilos.
Comentaba la joven escritora norteamericana, Lauren DeStefano que “el otoño siempre ha sido mi estación favorita. El momento en que estalla todo con su belleza pasada, como si la naturaleza hubiera estado ahorrando todo el año para el gran final”. 
Desde el punto de vista financiero, la mayoría de los mercados están “como un camino en otoño, que tan pronto como se barre, vuelve a cubrirse de hojas secas” (Franz Kafka). La felicidad dura poco en casa del pobre (y en la del ahorrador).
Desde el punto de vista social, tenemos volatilidad por doquier, incertidumbre, mucho ruido mediático, amenazas, arrebatos, ilusión. Todo un cocktail explosivo de sentimientos y anhelos. 
Sin embargo no debemos olvidar a la gran masa silenciosa que no se pronuncia. No sale por la TV, no manda twist, no mira Facebook ni se suma a los debates informales que provocan algunos compañeros de gimnasio. Es imposible saber si no expresan su opinión por falta de interés, por desidia personal o por desconocimiento de las consecuencias de lo que "se cuece" en las esferas políticas y empresariales porqué piensan que esto de Catalunya ni de los políticos no va con ellos. La verdad es que la mayoría están cansados del "monotema" y de la falta de un debate profundo de las ventajas e inconvenientes de una posible independencia. Desconocen las debilidades y fortalezas de la nación catalana, no porqué no estén publicadas en numerosos libros e informes públicos, sino porqué no suelen leer y e cambio si escuchan muchas voces que dicen que si votan y se independizan les van a asolar las siete plagas bíblicas. Tampoco conocen, porqué los políticos lo han publicado, el plan de ruta previsto en los diferentes escenarios de la transición hacia la independencia que muchos desean, etc.
Respecto a esta gran masa que no comenta y no se si se la espera el 9N, aunque se celebre la consulta y que, no lo olvidemos, es mayoría, creo conveniente recordar que fue Albert Einstein quien dijo aquello de:
“Si A es el éxito en la vida, entonces A = X + Y + Z. Donde X es trabajo, Y es placer y Z es mantener la boca cerrada”.
Pues eso es lo que la inmensa mayoría de ciudadanos, empresarios e inversores europeos pedimos a nuestros políticos: menos propaganda y apariciones mediáticas y más trabajo duro y coordinado que permita sacarnos de la actual situación de estancamiento económico, que nos faciliten una vida más placentera y con menos sobresaltos, y muy importante, que no torpedeen y entorpezcan el talento y el desarrollo económico de Catalunya ni de Europa. 
Si no lo logran, el descontento hacia los políticos irá a más y esto no sería positivo ni para ellos, ni para las élites extractivas, ni para la reactivación económica ni para los mercados financieros ni para los ciudadanos. No olvidemos el auge en toda Europa de movimientos populistas, con ideologías completamente antagónicas entre sí, que están creciendo e incluso pueden llegar a desbancar a las principales fuerzas políticas, que históricamente han gobernado.
Llegados a este punto de la reflexión, considero bueno recordar que el historiador romano Tito Livio decía que “el miedo siempre está dispuesto a ver las cosas peor de lo que son”. Hay motivos más que fundados para ser prudentes con nuestras decisiones a corto plazo, precisamente porque lo que nos debe preocupar, no es tanto el "ruido mediático" actual, sino ocuparnos, sin egoísmos personales, en preparar el futuro; porque como bien decía Woody Allen, “en él futuro es donde vamos a pasar el resto de nuestras vidas”.
Y en este sentido, y mirando hacia delante, soy más de la opinión de Winston Churchill al que se le adjudica la cita: “el optimista ve oportunidad en cada peligro; el pesimista ve peligro en cada oportunidad”.
¡Sensatez y determinación!.
©JuanJAS

miércoles, 1 de octubre de 2014

Hasta aquí hemos llegado y ¿Ahora que?

Catalunya ha sido un territorio de acogida durante toda su historia, donde las gentes venidas de otros lugares, han colaborado a su evolución. 
En el último medio siglo, el porcentaje de población venida de otros lugares de España y de países extranjeros ha aumentado vertiginosamente. Muchos de ellos han abrazado las tradiciones usos y costumbres catalanas, y otros no, por razones muy diversas. 
La sociedad catalana es muy cosmopolita y por ello es comprensible que no todos los catalanes sientan la misma emoción que provoca siempre la contemplación de un grupo humano unido pacíficamente en pos de un ideal colectivo que trasciende del interés individual inmediato. 
Me refiero a manifestaciones multitudinarias del 11 de Setembre de los últimos tres años. Los recién llegados o los que no se han interesado nunca por conocer la historia, deben saber que esta es la fuerza, soterrada y perenne, de muchos catalanes a lo largo del último siglo: un sentido de comunidad que viene de lejos y que quiere proyectarse al futuro, una voluntad de ser que permanece incólume, pese a todos los avatares, desde la capital hasta el ultimo rincón de la tierra catalana y mucho más allá donde habite algún catalán. Algunos han ironizado sobre la gran presencia de niños en la cadena que formó la Vía Catalana o en la V de voluntad, votar y victoria. Precisamente la presencia de niños junto con su padres y abuelos da testimonio y posibilita la perdurabilidad de la fuerza tranquila pero tozuda, frágil en apariencia pero persistente hasta el extremo, de la nación catalana. 
Muchos españoles hacen lo posible por escuchar otras fuentes además de las oficiales. Muchos tienen familia en Catalunya o trabajan con catalanes que les transmiten su versión de como viven ellos el proceso. Muchos, además del sentimiento, emplean el sentido común y razonan sosegadamente. Por ello quiero pensar que pese a toda la abundante y potente propaganda de la caverna mediática y alguna prensa y emisoras de ámbito estatal, la mayoría de los españoles pueden llegar a entender –e incluso a admirar– la permanente "voluntad de ser" de muchos catalanes. De ahí que seguramente un gran número de españoles estaría dispuesto a admitir una consulta que permitiese a los catalanes decidir su destino. Es un problema de conocimiento. 


Pero parece que el grupo asentado sobre el Estado (no solo el PP, también el PSOE y otros grupos minoritarios), que lo usufructúa en beneficio propio, es inmune a cualquier apelación racional que implique un reparto de poder, ya que esto lesionaría sus particulares intereses. 
Este grupo es el que hace que el Gobierno español se enroque en una defensa numantina de una legalidad constitucional literalmente interpretada y se oponga a toda consulta, con olvido de que hoy es inviable la imposición indefinida de cualquier tipo de convivencia forzosa. 
Además, aunque el presidente Rajoy no pertenezca a este grupo –del que recibe embestidas continuas-, muestra idéntica cerrazón; lo que, en su caso, no es cuestión de intereses ni –tal vez– de conocimiento, sino de aliento, es decir, de falta del empuje preciso para de pilotar el cambio –incluido el constitucional– que el agotamiento del actual Estado de las Autonomías exige. 
Así las cosas, ¿cual es el desenlace previsible, ahora que buena parte de la iniciativa política reside ya en la calle? 
El Gobierno Español no ha querido una consulta “pactada y acordada”, por lo que al president Mas no le quedará otra salida que la convocatoria –más antes que después– de unas elecciones plebiscitarias a las que Convergencia –con o sin Unió–, Esquerra i las CUP concurrirán llevando como primer punto programático la declaración unilateral de independencia. 
Si la complacencia con la situación política actual, el miedo al cambio o el “sentimiento” de abandonar los lazos políticos con el lugar de procedencia, impele a unos a votar activamente por el “NO”, habrá que ir pensando en asumir que vamos a vivir en un estado con autonomías convertidas en meros gestores administrativos de proximidad y sin ningún poder de decisión política. 
Si ganan los que quieren que Catalunya sea una nación con estructuras de estado operativas y ligado al estado español (SI-NO) el gobierno catalán habrá de pedir al gobierno español más autonomía. Por lo visto hasta el momento es utópico esperar, de unos poderes incapaces de cualquier negociación civilizada, que sólo practican el ordeno y mando ayudados por el poder, un cambio de mentalidad tan profundo. 
Si el frente independentista gana estas elecciones de forma amplia (SI-SI), el Parlament proclamará unilateralmente la independencia de Catalunya, si bien sometiendo esta a la condición a su ratificación por los catalanes mediante referéndum, para el que se solicitará de nuevo la autorización del Gobierno del Estado. 
Y, previsiblemente denegada esta otra vez, habrá que comenzar la internacionalización del conflicto, sin perjuicio de que el Gobierno Español pueda suspender la autonomía catalana, dispuesto a todo antes que negociar civilizadamente para resolver un problema enquistado.
Los catalanes que abogan por el “SI-SI” están demostrando, hasta el momento, un buen grado de compromiso y perseverancia. En todo caso, se habrá superado con creces el punto de no retorno, por lo que la independencia de Catalunya será inevitable antes o después. Otro tema son los costes y dificultades que tendremos que soportar todos durante la transición. De esto habría que hablar largamente y sólo de pensar en las dificultades de todo tipo que habrá que superar, a muchos les tiemblan las piernas y hasta la voz. 
Todas las negociaciones son duras aunque haya voluntad “Win-Win”. Más aún cuando no se quiere dialogar, ni ceder en nada, ni perder nada, sólo dominar como parece que hace el Gobierno del Estado español. Aquí es cuando hay que recordar que sin esfuerzo ni perseverancia no se logra ninguna meta que importe en la vida. Cada uno debe pensar si prefiere vivir relativamente tranquilo y dependiente de lo que quiera el amo o prefiere ser autónomo para poder tomar sus propias decisiones. En este caso, los problemas, las decisiones acertadas o erróneas y las responsabilidades serán suyas. Si el parlamento catalán toma la decisión, por mandato mayoritario popular, de declarar la independencia, estará solo para desarrollar el proceso. Que nadie sea frívolo con su decisión ni espere ayuda de la comunidad internacional (otros estados) ni de los poderes financieros, que al mundo del dinero no le gustan los cambios ni los experimentos aunque los números pinten bien.
Aún con todo, solo la franca aceptación de una consulta por el Gobierno de España podría impedir este proceso inexorable. Pero me temo que no tendremos tanta suerte. La clase dirigente española repetirá viejos errores provocados por la ignorancia, consolidados por el egoísmo y sostenidos por la soberbia. Y, cuando llegue la debacle, aun tendrá la desvergüenza de quejarse de un destino que ella ha contribuido más que nadie a forjar, no importa que haya pruebas escritas o grabadas que atestigüen lo contrario. Por ello, antes de que todo esto suceda, quiero dejar constancia expresa de mi repudio, de mi desdén y de mi pena por esta actitud suicida de la clase dirigente española que grita NO no y no a todo, sin proponer ni negociar nada, por el bien de la inmensa mayoría de españoles y catalanes.
©JuanJAS