viernes, 29 de agosto de 2014

¡Cognición! Una palabra extraña de importante significado.

Hace años, muchos padres/abuelos contaban que hacían a sus hijos/nietos socios, de su equipo de futbol preferido, nada más nacer. 
Hace unos pocos años ha aparecido una nueva tendencia. Loa padres, a los pocos meses de nacer, le dejan al bebé su Smartphone, para que se distraigan solos. La profusión de sonidos y luces que devuelve el aparatito cuando lo tocan, pronto les cautiva y cuando son capaces de sostenerlo en la mano reclaman insistentemente el suyo propio. Imposible resistir a la presión, inmediatamente sus padres/abuelos les compran el mejor que pueden.

La COGNICIÓN es la facultad de un ser vivo para procesar información a partir de la percepción, el conocimiento adquirido (experiencia) y características subjetivas que permiten valorar la información. 
Consiste en procesos tales como el aprendizaje, razonamiento, atención, memoria, resolución de problemas, toma de decisiones y procesamiento del lenguaje. Los procesos cognitivos básicos que se desarrollan desde los primeros años de vida y el aprendizaje escolar tiene sus bases en habilidades cognitivas básicas como la percepción, la atención y la memoria, procesos mentales superiores por medio de los cuales conocemos y entendemos el mundo que nos rodea, procesamos información, elaboramos juicios, tomamos decisiones y comunicamos nuestro conocimiento a los demás.
Se han publicado estudios que indican que el proceso cognitivo de las personas que hacen varias cosas a la vez suele ser menos flexible y más automático que el de las que se centran en una única tarea. 
Con la multitarea, la oportunidad de pensar en profundidad, de deliberar o de elaborar pensamientos abstractos es mucho más limitada. El estar siempre “conectados” o “localizables” hace que consultemos solo “información superficial” y eso NO es una buena receta para la creatividad y la inventiva.
Pasar tiempos alejados de una tarea (y de un gadget) para poder leer, pensar, dialogar con otra persona o incluso no hacer nada, nos permite recuperar nuestros recursos cognitivos, adoptar puntos de vista distintos y evitar bloqueos. Esto es válido si somos nosotros mismos los que decidimos los momentos de las interrupciones, no cuando nos los imponen externamente los omnipresentes smartphones, con sus frecuentes vibraciones y todo tipo de señales auditivas y visuales, cada vez que entra un correo, mensaje, llamada o los omnipresentes WhatsApp’s. La ansiedad que produce el no recibirlos también es una causa de bloqueo del conocimiento. Como siempre, el equilibrio es recomendable.
¿Alimentáis adecuadamente vuestra cognición?
o
¿Pasáis más tiempo con vuestro gadget o pendiente de él que con vuestra mascota o compañer@?
©JuanJAS


PD.-
Para los que tengan relación con niños es bueno saber que la percepción, la atención y la memoria son procesos cognitivos básicos para el desarrollo de los procesos cognitivos superiores del ser humano: El lenguaje, el pensamiento y la inteligencia. 
En las actividades y los juegos que el niño realiza, pone en funcionamiento los procesos básicos de atención, percepción y memoria. Por ello es tan importante brindar a los niños estímulos adecuados en calidad y cantidad, en el momento oportuno.

 
Cuando existen dificultades para atender, percibir y recordar es cuando el niño presenta problemas en la adquisición del lenguaje, en la lectura-escritura y en otras materias importantes para la etapa escolar y para su desempeño en general.

La Percepción

Desde las primeras semanas, los recién nacidos poseen una capacidad para percibir el mundo que los rodea. Esta percepción ocurre a través de los sentidos, como se puede suponer, las habilidades de los niños en este aspecto mejoran rápidamente con el paso de los años.

La percepción, necesita de los procesos de sensación (información captada acerca del mundo físico proporcionada por nuestros receptores sensoriales), desde la cual se constituye el proceso en el que seleccionamos, organizamos e interpretamos la información captada por nuestros receptores sensoriales, a esto llamamos percepción.
La percepción es entonces una interpretación de la sensación en forma estructurada y puede ser visual, auditiva, táctil, olfativa o gustativa.

La percepción capacita al ser humano para: distinguir la información necesaria, explorar lo que nos rodea y evitar peligros (obstáculos, trampas,...).

Los niños responden a los sonidos incluso antes de nacer, cuando están en el vientre de la madre y cuando perciben algún sonido intenso se mueven más. Al nacer ya oyen y reaccionan de manera diferente ante la distinta intensidad de los sonidos. Desde los primeros días los bebés son capaces de reconocer las voces de los familiares cercanos (y de los gritos del reality de la TV que también es miembro principal y omnipresente de muchas familias) y se sienten más atraídos por los sonidos similares a la voz humana.



La Atención



Para el desarrollo de la percepción es necesario el funcionamiento de los procesos de atención, la cual es la capacidad del individuo para focalizar sus percepciones, en estímulos determinados, desestimando la relevancia de otras fuentes de estimulación.


En la escuela, el niño requiere del pleno funcionamiento de la atención para centrarse en la lección de la profesora y disminuir la atención en aspectos considerados secundarios para ese contexto como es el observar el color del lápiz o los ruidos que hacen otros compañeros.


En el recién nacido la atención es involuntaria. Entre el primer y el segundo año la atención en el niño está relacionada con sus intereses en el mundo circundante. Entre los tres y cinco años, el niño logra focalizar su atención en un mismo tema durante 30 a 50 minutos y entre los cinco y seis años logran hacerlo hasta una hora y media.

El aumento de la estabilidad de la atención se manifiesta cuando el niño realiza actividades como observar láminas, escuchar relatos y permanecer realizando una actividad con el 100% de su capacidad, esto se logra alrededor de los seis años.



La Memoria



Nuestra conducta y nuestro desempeño intelectual se manifiesta gracias a los procesos de memoria, la cual es el proceso por medio del cual codificamos, almacenamos y recuperamos información. Cada una de estas tres partes de la definición de la memoria representa un proceso diferente.


Codificación: Es el recuerdo inicial de la información

Almacenamiento: Guardar la información para emplearla en un futuro.

Recuperación: Localización de la información almacenada.



La etapa infantil se caracteriza por el desarrollo intenso de la capacidad de retención mental y reproducción. En esta etapa la memoria es básicamente de carácter involuntario, el niño retiene lo que captó su atención en la actividad y lo que produjo una impresión en él.

 

sábado, 23 de agosto de 2014

Unas vacaciones diferentes

Como a pesar de la crisis y del enorme volumen de personas en paro, 16 millones de personas siguen trabajando en España y durante todo el año piensan en sus vacaciones, en verano muchas de ellas siguen tomando sus vacaciones.
Hacer un parón en la rutina diaria también es beneficioso para los que tienen la desgracia de no realizar ninguna actividad remunerada (distinto de no trabajar) y no tengan sus finanzas personales demasiado boyantes o su economía doméstica directamente en estado crítico. No podrán visitar un país exótico o una playa paradisíaca, pero siempre podrán variar sus rutinas diarias, cambiar de hábitos y hacer “vacaciones mentales”. 

La idea de las vacaciones mentales es darse vacaciones de uno mismo. Sí, como suena. ¡Parece complicado! ¿Verdad?
En realidad si lo es porqué nuestra personalidad se resiste a echarse a un lado para dejar paso a otras opciones, pero esta es la mejor forma de salir de la zona de confort: Dejar de lado durante unos días (o tal vez una horas al día) nuestro Yo más arraigado y ver las cosas desde otro prisma, explorar otras opciones y realizar nuevas acciones pero desde un lugar interno diferente al habitual. Y para eso hay que dejar de lado nuestro Yo dominante y sacudir nuestro mapa mental, ese modelo del mundo que tenemos en nuestra cabeza. Ese es el único modo de tener nuevas vivencias y además poderlas experimentar de un modo distinto, no con los patrones establecidos de siempre. 
Para obtener resultados distintos hay que hacer cosas diferentes de las habituales y eso es más sencillo hacerlo en “vacaciones”. Durante esos días tenemos menos obligaciones y el margen de error es también menor, por lo que el miedo a equivocarnos no tiene porqué ser tan grande. Vamos a ver unas cuantas ideas para romper con esos patrones automáticos del pensamiento:
- Experimenta. La mayor parte del tiempo estamos pensando las cosas, elucubrando con las distintas posibilidades. Pero la única opción de producir un impacto en nuestro cerebro es viviendo la experiencia. Por tanto, debemos experimentar.
- Haz cosas distintas. En ese camino de experimentación deberíamos hacer cosas distintas a las que hacemos rutinariamente durante todo el año. El repertorio es inmenso, desde viajar a un lugar que no conozcamos (si tienes posibilidad) a leer sobre un nuevo tema, conocer nuevas personas, preparar de comer algo distinto, etc.
- Rompe algún hábito. Permítete romper alguno de tus hábitos para salir de la rutina. Aunque sea algo pequeño, tendrá impacto, pues nuestro cerebro es tan extremadamente rutinario que notará ese cambio.
- Incorpora un nuevo hábito. Del mismo modo que cuando lo rompemos, para incorporar un nuevo hábito el cerebro se tiene que “re-cablear”. Y al hacerlo, se piensa diferente, se siente de otro modo.
- Vívelo como si no fueras tú. ¿Cómo se tomaría eso otra persona? Imagina que eres otro por un momento y trata de vivir eso como lo viviría esa persona (mejor hazlo con alguien a quien conozcas bien). ¿Cómo es vivirlo así? ¿Qué información te aporta?

Hacer vacaciones mentales es una especie de I+D de nuestro cerebro. Nos alejamos de nosotros mismos, investigamos nuevas maneras de hacer y las desarrollamos. Con eso podemos obtener nuevos impactos que nos permiten reajustar nuestro “software mental”. Al hacerlo tenemos nuevas opciones que tal vez no habíamos imaginado anteriormente. Y eso nos permite responder al entorno de formas diferentes, con lo que los resultados también empezarán a cambiar. Aprender es vivir, así que no deberíamos dejar nunca de aprender algo nuevo cada día.
Si no puedes gastar dinero, pero sí tienes tiempo para utilizarlo como quieras, puedes hacer algo positivo para tu cuerpo, para tu mente y para tu espíritu. Tu y los que te rodean, te lo agradecerán. 
¿Te animas a tomarte unas vacaciones mentales?

©Juan JAS

lunes, 18 de agosto de 2014

¡¿Ahorrar?! , ¿No puedes? o ¿No quieres? (2ª parte)

Decía en la 1ª parte que si uno tiene un problema es inútil seguir haciendo lo mismo y esperar un milagro, por mucho que se rece a la providencia. 
Dios y también los familiares y amigos, ayudan con más ganas a quien primero se ayuda a si mismo.
Si a pesar de todo piensas que te vendrían bien unas ideas, en esta entrada te escribiré unas cuantas que sirven para ahorrar dinero. El propósito de llevarlas a la práctica no es pasarlo mal, solamente incorporar a tu estilo de vida, la práctica de un consumo más racional de tus recursos y poco a poco aumentar tu patrimonio. Si alguna de estas prácticas te sirve, me alegro; ya estás tardando en ponerla en marcha. Además, seguro que alguna idea te inspirará para encontrar tus propias formas de ahorro.
Sería fantástico que la voluntad de ahorrar se incorporara a nuestra vida personal, familiar y social como un juego de imaginación que diera aliciente, fomentara la colaboración, mejorara la calidad de vida y nos permitiera disfrutar la satisfacción personal de salir adelante autónomamente.
Sabemos que las empresas fomentan el consumo a través de la publicidad y nos impelen continuamente a competir por tener el móvil, coche, vestido o casa más moderno, lujoso o caro. Entonces, ¿Porqué no competir por conseguir vivir felizmente, practicando un consumo responsable?
Si, a pesar de todo, lo que nos gusta es competir…
¿Porqué no competir por ver quien lleva el vestido más bonito y a la vez más barato? 
¿Porqué no competir por ver quien ha encontrado la crema facial mejor y más barata?
¿Porqué no competir por ver quien ha conseguido la vivienda más confortable y más económica?
¿Porqué no competir por ver quien ha encontrado el coche, el móvil, las app’s más adecuadas a sus necesidades y más baratas?
¿Porqué no competir por ver quien ha contratado las vacaciones con mejor relación calidad-precio?
¿Porqué no competir por ver quien ha sido capaz de ahorrar más y de haber encontrado la inversión más rentable y segura?
¿Porqué no competir por ver quien se resiste mejor a las tentaciones del consumo compulsivo? … y sentirte complacido por ello.
Recuerda, ayúdate a ti mismo y así podrás ayudar también a los demás y mejorar tu entorno social. 
Aquí van algunas sugerencias que puedes tener en cuenta:
-Los gastos de comida se disparan si desayunas en bares y comes o cenas en restaurantes. Si compras comida precocinada para consumirla en casa mejora el coste pero sigue siendo cara muy cara. Si compras los ingredientes frescos en las tiendas o supermercados y la cocinas en casa, la comida resultará más barata. 
• Para hacerlo se requiere planificación, saber comprar para aprovechar las ofertas y saber almacenar en casa, pero se gana en comodidad, en una mejor alimentación-salud y se consigue un gran ahorro.
• ¿Porqué no minimizamos el consumo de pastelería industrial?. Ya sabemos que es fácil de comprar, dulce y práctica de comer, pero es mucho mejor para la salud preponderar el consumo de fruta y verduras frescas.
Es cierto que muchos niños no quieren fruta.
¿Porqué?
¿No será porqué no se les ofrece en casa de forma atractiva?
La fruta fresca hay que ir a comprarla a menudo, es relativamente difícil conservarla en buen estado, hay que pelarla, cortarla y finalmente reciclar las pieles o los sobrantes. Esto requiere mucho más esfuerzo que comerse un Donut
coloreado atiborrado de azúcares refinados o un croissant atiborrado de grasa cuando rasca el estómago en la calle, debido generalmente a que no se ha comido bien en casa a su hora.
Esta pereza, hace que algunos progenitores no den fruta a sus hijos ni les dan ejemplo de consumo, ya que ni ellos mismos la comen. Bastaría sacudirse esta pereza y hacer platos de fruta llenos de vitaminas, vistosos y apetitosos para que sus hijos se acostumbraran a comer frutas variadas, más saludables que las bollerías o preparados industriales y más baratas.


-La comida que sobra, nunca se debería tirar. Se guarda en la nevera o en el congelador y se reutiliza otro día. Cuando se quiera reutilizar, no basta con volcar el tupper en el plato y calentarlo en el microondas, es mejor reelaborar la comida para que forme parte de nuevos platos recién hechos y sabrosos:
• Las lentejas sobrantes se pueden hacer otro día con arroz o ensalada.
• La verdura sobrante se puede transformar en una sopa de verduras o un puré.
• El pan sobrante no se tira, se guarda y se deja secar. A los dos o tres días se puede utilizar para hacer un salmorejo, para sopas, etc.
• Hoy en día se pueden encontrar en Internet multitud de recetas fáciles para todos los gustos y ocasiones?
- El tabaco perjudica la salud y el bolsillo. ¿Porqué no reúnes la fuerza de voluntad necesaria para dejarlo?. Podrás ahorrar mucho. Lo mismo pasa con los cafés, las “bebidas azucaradas de marca”, etc. Todos deberíamos saber que el agua es muy buena para calmar la sed y además no engorda. 
- Cuando tengas el impulso de tirar algo. Piensa, antes de hacerlo, ¿Cómo puedo arreglarlo o reciclarlo?. Esto siempre tendrá un coste muchísimo menor que comprarlo nuevo, por muy barato que sea. Si realmente no puedes reutilizarlo, por ejemplo una prenda de ropa que se ha quedado pequeña, dásela a alguien que le pueda sacar provecho.
- No compres nunca por impulso. Cuando veas algo que te gusta, pregúntate siempre 
¿Lo quiero o lo necesito?. 
Si realmente no lo necesito pero “me gusta”, pregúntate 
¿Cuándo y cuanto tiempo lo voy a usar? 
Dónde lo voy a guardar? 
¿Puedo encontrar algo similar y más barato en otro sitio? 
La mayor parte de las veces esto evitará que compres por impulso.

En Google se encuentran casi 8 millones de entradas para “Ahorrar”. Ideas sobran, lo que hace falta es buscar las más apropiadas para ti y ponerlas en práctica. 
Como ejemplo podéis tomar la idea del “Kabebo”, un “Libro de cuentas para el ahorro doméstico” de moda en Japón. Los vendedores del invento dicen que es sencillo, divertido y muy práctico. Al usarlo metódicamente se puede conseguir que nuestra economía doméstica quede reflejada en un cuaderno. En él puedes añadir tus metas, comprobar si has sido capaz de cumplir tus expectativas cada mes, cuánto puedes gastar en un departamento concreto (ocio y vicio, limpieza, supervivencia) …
De esta manera, puedes analizar en que tipo de cosas estás gastando el dinero, cuánto has ahorrado en un determinado mes, y descubrir si sabes valorar las cosas más allá de su precio. 
Llevar esta contabilidad doméstica te ayudará a decidir si quieres cambiar algo en tus movimientos económicos
¿"Sales" demasiado pero te quedas sin dinero para pagar la hipoteca o para detergente?
Kakebo viene a ser como un libro de HABER y DEBER simplificado y te ayudará a ver patrones de gasto y cambiarlos si lo crees necesario.
Lo de menos es si utilizas el Kabebo o el extracto de cuentas del banco agrupado por ítems de gasto. Lo importante es saber en que te gastas el dinero. Lo importante es reflexionar sobre tus hábitos. Lo importante es ser consciente de si te lo puedes permitir o no y lo más importante es tomar las estrictas medidas oportunas para reconducir el gasto y facilitar el ahorro. Finalmente, la excelencia se consigue cuando se practica este comportamiento constantemente hasta lograr incorporarlo a nuestro modo de vida como un hábito. Cuando se consigue se consigue una gran satisfacción cuando se consigue consumir responsablemente y sólo lo necesario.
Todo lo mentado en esta entrada son cosas prácticas que no requieren habilidades especiales y que todo el mundo con voluntad, esfuerzo y constancia puede practicar con éxito. Por tanto, el que no lo haga, será porqué no quiere, no porqué no puede, y no tiene derecho a quejarse. En este caso, como cada uno es responsable de sus actos y decisiones, los demás no tendrán porqué oír sus lamentos ni atender sus reclamos de ayuda.
©Juan JAS

jueves, 14 de agosto de 2014

¡¿Ahorrar?! , ¿No puedes? o ¿No quieres?

Con la crisis se han puesto muy de moda los “libros de autoayuda financiera” y se han escrito multitud de artículos en periódicos, blogs, etc.
¿Cuantos se han leído? Seguro que muchos menos de los que se han publicado.
¿Cuántas ideas leídas se han puesto en práctica?. ¡Seguro que muchísimas menos.!
¡Se sincero contigo mismo!. ¿Piensas que seguir haciendo lo mismo que has hecho antes y te a llevado a la situación en que te encuentras, va a mejorar tu situación económica?
No hay soluciones mágicas. La lotería sólo es un impuesto voluntario sobre los sueños. Conozco personas que ganan mucho dinero y no son capaces de ahorrar y otras personas que ingresan poco, cubren sus necesidades vitales holgadamente y todavía ahorran. La solución a largo plazo que hay que conseguir, es gastar menos de lo que se ingresa y, esto conlleva aumentar los ingresos y sobretodo reducir los gastos. 
¿Tienes voluntad firme de ahorrar? 
¿Estás dispuesto a pensar como hacerlo y llevar a la práctica las acciones necesarias para conseguirlo?
Tal vez piensas que si quieres, pero realmente “no puedes”. Tal vez pienses que ya te has privado de demasiadas cosas y ya no puedes más. 
¡Te estás engañando a ti mismo!. Siempre se puede.
Muchos gurús han popularizado la frase: “Págate primero a ti mismo”. Seguro que la habéis oído aunque, no tengo muy claro que todo el mundo entienda su significado. Seguro que el listillo de turno dirá: “Yo lo tengo claro. ¡Me lo gasto todo en mi mismo y dejo de pagar a los demás!”. Nada más lejos de la realidad. 
Este sistema es efectivo para salir de los atolladeros económicos y no se ha descubierto ahora. Muchas personas, sin ser ninguna lumbrera ni haber estudiado masters en la universidad, pero con mucho sentido común lo han practicado con éxito.
De pequeño me contaba mi abuelo la historia de una mujer analfabeta que llegó al pueblo desde Andalucía en la primera emigración después de la Guerra Civil:

“La Manuela llegó con su marido y 3 hijos de cortísima edad. Su marido sabía leer, a duras penas firmar y las cuatro reglas. Ella ni eso.
El marido se puso a trabajar de peón en la construcción de una presa y cada sábado el capataz les pagaba la semanada en el bar. Después de varias rondas invitando a los amigos, la paga se reducía sustancialmente. Cuando Manuela le pedía dinero para comprar comida, le daba lo que le quedaba y ella no podía hacer milagros.
La Manuela no pudo ir a la escuela, pero la escuela de la vida y la necesidad la hizo lista y aguda observadora del entorno. Pronto convenció a su marido de que el dinero que ganaba con mucho sudor, debía destinarlo prioritariamente a la familia y que se lo entregara a ella para que lo administrara.
¿Pero tú que vas a hacer si eres analfabeta?
¡Yo me las apañaré!, le contestó ella. Peor que ahora, que no nos llega ni para comer, no estaremos.
Con las monedas de la semanada hacía 10 montoncitos iguales. Tres de ellos, los ponía en un bote que guardaba celosamente en un escondite que no conocía ni su marido; para que no le entraran tentaciones de convidar en el bar a sus amigos. De los restantes 7 montoncitos, gastaba uno cada día de la semana y si podía ahorrar algo, lo ponía en el bote. Nunca, ¡nunca!, gastaba más de un montoncito cada día.
Resultado: De realquilados en un establo, pasaron a un pisito, después alquilaron otro más grande. Mientras, sus hijos crecieron limpios y suficientemente alimentados y fueron a la escuela hasta los 14 años. Para ella eran como maestros. Compraron varios pedazos de tierra donde cultivaron avellanas, almendras y viña. Más adelante con el dinero ahorrado y la ayuda de sus dos hijos se construyeron una casa grande y espaciosa que a Manuela se le antojaba un palacio.
Manuela nació en un familia pobre de solemnidad. No siempre tuvo que comer. Se casó y tuvo que emigrar a una tierra extraña para sobrevivir y aún con todo ello, se espabiló, gobernó su casa con prudencia, crió a sus hijos, les dio la mejor educación que pudo, les enseñó el valor del trabajo y del dinero y de mayor pudo vivir con holgura y disfrutar lo que ahorró durante toda su vida. Hasta aprendió a leer y escribir con los libros y cuadernos del colegio. Sus hijos los habían dejado como nuevos y ella los estudió con ganas, como todo lo que había hecho en su vida. Manos y cabeza ociosa, las pierde el Diablo decía.
¡Gran mujer esa Manuela!  Sentenció mi abuelo al concluir la historia”

Cuando veía a Manuela por la calle yo siempre la saludaba con admiración y respeto. Está historia no es una batallita de abuelitos. Han pasado muchos años y Manuela ya murió, pero yo la conocí y también a sus hijos y a sus nietos y puedo dar fe que esta historia es cierta. 
Una vez leída y comprendida esta historia supongo que se comprenderá perfectamente lo que significa “págate primero a ti mismo”. No sólo cumplir responsablemente con las deudas y compromisos que puedas haber adquirido, porqué si no lo haces no te volverán a prestar en la vida aunque te mueras de hambre. También ser constante en evitar la tentación consumista y dedicar parte de tus ganancias al ahorro por poco que sea. Recuerden que grano a grano, se llena el granero.
Con esta experiencia, que nadie me diga que no puede llegar a fin de mes y menos que no puede ahorrar, porqué le sugeriré que vuelva a leer esta historia y le recomendaré que busque en su entorno otras experiencias similares de las que aprender. Seguro que algún abuelo le podrá contar casos similares y explicar como ahorrar. Basta con que le escuchen y se pongan manos a la obra.
©JuanJAS


MÁS sobre AHORRAR:

  • El valor del dinero en el tiempo es la recompensa de sacrificar consumo presente para poder consumir en el futuro. La medida económica de este sacrificio es la tasa de interés. 
  • Ahorrar e invertir son dos cosas diferentes aunque complementarias. Lo idóneo es invertir, haciendo que el dinero y el tiempo trabajen a nuestro favor para ayudarnos a lograr nuestras metas.
  • Fíjate una meta, crea un plan de ahorro e incluye días de cero gastos. Ahorrar es la forma más simple de crecer.
  • Soñaste con un futuro seguro junto a tus seres queridos.
¡Es hora de alcanzar tus sueños! Recuerda que en los 10 primeros años de trabajo, construyes cerca del 40% de tu pensión. Ahorrar y alcanzar tus metas sí es posible.
  • Tus sueños fueron siempre grandes. Creíste en ti, alcanzando tus metas superando todos los obstáculos del camino. Es hora de alcanzar tus sueños.
¡Ahorrar y lograr tus metas sí es posible!
  • Involucra a toda tu familia en el ahorro, elimina un gasto al mes innecesario, compara precios y tasas de interés.
Ahorrar y lograr tus metas ¡Si es posible!
  • Desde niño soñaste en grande. Creciste y tus sueños crecieron contigo.
Abre una cuenta de ahorros, haz una diferencia entre antojos y necesidades, realiza presupuestos semanales y mensuales. Es hora de alcanzar tus sueños.
  • No permitas que un imprevisto cambie tu vida. Prepárate y afróntalos. Destina un porcentaje de tu salario para un ahorro voluntario. Que el ahorro sea un hábito para disfrutar tranquilamente de tu vida.
  • Aprovecha la edad de tus hijos e incentívales el hábito del ahorro. Enséñales el valor del dinero y los beneficios de guardar para hacer realidad sus deseos y metas. Demuéstrales desde pequeños que alcanzar sus metas sí es posible.
  • ¿Te ves cómo emprendedor? ¿Quieres tu independencia, tener tu propio negocio? Grandes proyectos comienzan con grandes ideas. Traza una meta, visualiza tus sueños y trabaja en pro de ellas. Ahorra para conseguir tus sueños y alcanzar tus metas sí es posible.
  • ¿Tú dinero desaparece fácilmente? Revisa en qué pequeñas cosas lo estás gastando, incluye éstos gastos en un listado para que los identifiques y los puedas transformar en ahorro.
  • Tu sueño tiene un número, conoce cuál es el tuyo y así será más fácil saber cuánto tienes que ahorrar para alcanzarlo.