martes, 31 de enero de 2012

Estrategias de Manipulación Mediática

¿Cómo nos manipulan los poderosos a través de los medios de comunicación de masas?....
Aquí tenéis 10 estrategias que suelen aplicarse.
1. La estrategia de la distracción
El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. ”Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar.
2. Crear problemas y después ofrecer soluciones.
Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.
3. La estrategia de la gradualidad.
Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos.
Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez. La masa se va adocenando paulatinamente y va tragando con todo. Cada vez tiene el listón más bajo y traga con lo que le echen. “Todavía podría ser peor”, dicen.
4. La estrategia de diferir.
Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura.
Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente, por tanto ahora mismo no hay motivo para protestar por qué la medida no se ha tomado todavía.
El público – la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado.
Esto le da más tiempo para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento. Además de tanto repetir que algo sucederá, ese algo se termina aceptando como inevitable y al final pasa y cuando se reciben las consecuencias del repetidamente anunciado suceso ya no se le da la importancia debida, porque ya hace mucho tiempo que todos habían aceptado de antemano que era inevitable que pasara.
5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad.
La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico.
6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión.
Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un cortocircuito en el análisis racional y al sentido crítico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…
Recordemos la filosofía de vida: ”miente, miente que algo queda”,o “una mentira dicha muchas veces termina convirtiéndose en verdad”. Sumado a eso, la amnesia o falta de memoria que nos caracteriza como sociedad, da el resultado que el modelo necesita...”Una muchedumbre olvidadiza compra remedios, pan y talismanes a un ladron reconocido”…
7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad.
Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia entre la ignorancia que planea entre las clases inferiores y los conocimientos de las clases sociales superiores sea imposible de recorrer. Además como educarse exige un esfuerzo, es fácil que las clases bajas acepten una educación de bajo nivel. Muchos padres ganados por el consumismo, la envidia y los falsos discursos igualitarios, se han dedicado a trabajar intensivamente. Han ganado mucho dinero, el cual les ha permitido acceder a caros productos y servicios, emulando a los más ricos que ellos. Pero este tipo de vida, les ha restado tiempo para culturizarse, para pensar y para educar a sus hijos adecuadamente. Recordemos que es más fácil dominar por la ignorancia que por la fuerza.
8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad.
Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar, inculto….
Tener criterio propio no está de moda. Lo cool es lo que muestran sin tregua, ciertas cadenas de TV: programas de cotilleo a grito pelado, Belén Esteban-la princesa del pueblo, Gran Hermano y demás programas  de TV basura estupidizar y distraer la atención. En cambio los pocos programas que ofrecen cultura y alternativas que permitan la reflexión se programa de tarde en tarde con poco publicidad y a horarios intempestivos. Si no los ve nadie mejor, así las cadenas, incluso las subvencionadas por el estado tienen la excusa perfecta para quitarlas de la parrilla por falta de audiencia. 
Entre los jóvenes, son más guays los que más consumen, los que tienen el artilugio más novedoso, los que visten la ropa de marca más cara, los que salen y entran en su casa a la hora que quieren sin hacer caso de sus viejos, los que fuman y beben más, los que aguantan de fiesta hasta la madrugada, aunque lleguen a la salida del sol como zombis o con ayuda de pastillas, los que sueltan más palabrotas o escriban con la mitad de las letras y con la mayor cantidad de faltas de ortografía posible, disimulando así su incultura bajo esta pátina de modernidad.
Promocionando estas actividades y comportamientos y haciendo creer que sólo de esta forma se puede disfrutar, se crean rebaños de gente conformista y adocenada incapaces de tener espíritu crítico y de protestar ante las injusticias y hacer valer sus derechos.
Es verdad que hay gente consciente de sus debilidades o carencias, pero les da pena o miedo enfrentar el escrutinio social porque lastimosamente muchos aprovechan las situaciones para ridiculizarles, humillarles o incluso destruirles si consiguen despuntar. No fuera que causaran algún mal al establishment. Esto es tan antiguo como Platón y su cueva. 
9. Reforzar la autoculpabilidad.
Hacer creer al individuo que es solamente él, el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se auto desvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, no hay revolución!
10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen.
En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídos y utilizados por las élites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente.
El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.
Mi abuelo, cuando yo era un jovencito, me regaló un libro. Las cubiertas estaban bastante deslucidas y sus páginas parecían bastante manoseadas. Se titulaba: “Conócete a ti mismo”. Me recomendó que lo leyera con atención y que sacara conclusiones. En aquel momento no llegué a entender bien su propósito y consideré el “regalo” un poco a destiempo, pero conforme me hice mayor, cada vez más, entendí lo acertado de aquel temprano regalo.
©JAS2012