viernes, 28 de diciembre de 2012

Deseos para el próximo año 2013

En estos últimos días de 2012 estamos cerca de cerrar el primer quinquenio de crisis. Prácticamente todos nos hemos dado cuenta de que la crisis, si todavía no les ha afectado personalmente, se nos está acercando cada vez más. Aún así, la mayoría se sienten atrapados en su paradigma actual sin saber qué hacer y se niegan a asumir la realidad. Cada vez juegan más compulsivamente a la lotería esperando que la suerte les devuelva seis años atrás para poder seguir consumiendo como antes.
Sin embargo incluso si ganan les estará esperando el fisco para llevarse una buena parte. Volverán el impuesto de sucesiones, el impuesto de patrimonio, el impuesto bancario, etc. A las clases medias cada vez les quedará menos dinero para consumir ni para invertir y ayudar a revitalizar la economía. Que nadie se engañe, los políticos nos mienten continuamente. los ricos como Depardieu, cambian su domicilio fiscal y no dejan que les esquilmen. (Por cierto algunos profesionales y autónomos hacen algo similar en España). 
Cuando la economía iba viento en popa, en las empresas se podía observar el control, el principio de escasez y la búsqueda de la optimización. Se repetía la frase hecha “el cliente es el rey” pero no se practicaba con convencimiento. Los directivos de empresa y también los políticos pensaban yo valgo y tu no, yo se y tu no, yo mando y tu obedeces, yo estafo y tu te lo tragas. Los directivos y los políticos están acostumbrados a darles a los clientes (votantes) lo que quieren que consuman. Y como a pesar de todas las informaciones, chistes, videos, etc que recibimos cada día no aprendemos, siguen riéndose de nosotros. 
Muchos ciudadanos todavía no son realmente conscientes del sentido de urgencia y no se sienten apremiados para decidirse a hacer algo. Se resisten a admitir que es preciso explorar nuevos territorios porqué la hoja de ruta (mapa) que traían ya no vale; porque el antiguo territorio se ha agotado. Durante estos últimos años las empresas han recortado gastos, intentando ser más competitivas pero los gobiernos, han recortado servicios sociales sin piedad, con la excusa de que ello es imprescindible para no caer en el abismo y para que las cosas mejoren; pero nada lo hace. ¡Al contrario!. 
La competencia ha aumentado, la innovación es obligatoria y las empresas han empezado a entender la importancia de satisfacer al cliente, pero no quieren invertir porqué los políticos todavía no han cambiado su viejo paradigma ni dan muestras de querer hacerlo. 
A todas estas personas les diría: 
¡No esperes más!. 
No esperes que los políticos, sean del color que sean te resuelvan nada, no quieren hacerlo. No quieren renunciar a su status quo ni el de la inmensa masa de chupópteros que se nutren de lo “público”. No quieren atajar la corrupción. Por tanto, empieza ya. 
¡Transfórmate!. Cree en ti, tú eres el protagonista de tu vida. No te tapes los ojos y los oídos. Observa, escucha, analiza y trata de entender lo que pasa a tu alrededor, en tu ciudad, país, en el mundo. Empieza a diseñar tu y la transformación; descubre las oportunidades. El objetivo es hacer visible lo invisible. 
Examina tu actitud, se consciente de tus valores, conoce tus necesidades, pon atención, examina tus creencias, mejora tu comportamiento detectando tus coherencias e incoherencias, se consciente de tus vulnerabilidades y se escrupuloso en tu visión personal. 
Disminuye el despilfarro de recursos útiles y se responsable. Inicia tu transformación cultural y provoca las condiciones para que surja la innovación y se generen oportunidades. 
¡Entusiásmate con lo que hagas!. 
Recuerda: Lo que tú no decidas, otros lo harán por ti. Si eres de los que les motivan los retos, mira el vídeo y ¡Atrévete a soñar!
©JAS2012


PD.-
En estos tiempos de grandes cambios y transformaciones... recuerda que todos necesitamos de la oscuridad para ver la luz... de la ignorancia para obtener el conocimiento... del miedo para llegar al amor... y de "tocar fondo en el profundo abismo de la adversidad", para dirigir los ojos hacia nuestro cielo interno... pues cada experiencia aparentemente mala o negativa que vivimos día a día, nos fortalece cada vez más... y nos impulsa a sentir con el corazón de una manera más franca, profunda y verdadera, ayudándonos a limpiar nuestra energía, y a alcanzar poco a poco la libertad del espíritu...
Encaremos todas esas experiencias difíciles y dolorosas de la vida, pues son hermosos maestros en nuestra evolución. Recordemos que lo que no te rompe te hace más fuerte y sigamos adelante disfrutando cada instante, con fe, esperanza, alegría y amor!
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Uno de los documentos a los que me refiero en el texto es el reportaje de la BBC titulado "The great Spanish crash" en el que se recoge el proceso que ha llevado a España a la situación actual, desde el franquismo hasta la pasada huelga general.
Dura casi una hora, está en inglés subtitulado en castellano y vale la pena visionarlo con atención. Ayuda a entender el espejismo que colectivamente se ha vivido, el cual ha conducido a la dura situación que muchas familias españolas están viviendo actualmente y a intentar aprender de ello para que no nos sigan vendiendo gato por liebre.

martes, 18 de diciembre de 2012

NAVIDAD: Tiempo de grandes esperanzas



Cada año trato de transmitir mis deseos de que las cosas vayan mejor, pero las cosas van como van y lamentablemente para muchos, el año 2012 no ha sido bueno y no se espera un 2013 mucho mejor.
Cada año por estas fechas me gusta dar largos paseos por las calles a diferentes horas, para tomar el sol por la mañana, apreciar el ambiente comercial por la tarde y ver las luces que decoran las calles y los escaparates por la noche. Este año he percibido poco “ambiente” navideño. Es curioso, a menudo criticamos el espíritu comercial de la navidad, ese estrés por las compras de regalos, pero estamos tan acostumbrados al mismo que, cuando falta, lo añoramos. Las luces adornan las calles, pero se notan a faltar las sonrisas de la gente acarreando bolsas llenas de regalos envueltos en papeles de brillantes colores. Los escaparates parecen más bien los de finales de enero, llenos de carteles de descuentos. Los ánimos están bajos, unos porque no tienen trabajo y aunque quieran no pueden gastar y otros, porque tienen miedo y se encierran en su cascarón esperando que escampe.
Estamos asistiendo a lo que probablemente es el fin de una era, pero nos estamos aferrando a ella con tanta fuerza que no estamos dejando que surja lo nuevo que tenga que surgir. Seguimos esperando que la economía crezca (¿hacia dónde?) y que nuestro estilo de vida vuelva a ser el que era. Es muy posible que eso no suceda y no será tan malo como parece si aprovechamos la oportunidad de redescubrir antiguos valores, que perdimos mientras corríamos como locos tras ese crecimiento constante.
Perdimos la capacidad de valorar lo que poseemos y sólo nos admiraba todo lo nuevo que anunciaban por la tele o que presumían de haber comprado nuestros vecinos ricos. Como no paraban de decirnos que todos tenemos derecho a todo y no supimos entender que, para los bienes materiales, además del derecho a poseerlos, se precisa el dinero para adquirirlos y mantenerlos, llegó un momento en que la economía dijo basta y exigió ”estirar” más las cosas. Olvidamos vivir el día a día persiguiendo sueños de posesión y consumo (algunos aún siguen persiguiendo) sin saber que a cada meta conseguida surge otra. A cada adquisición deseas un nuevo modelo más nuevo y caro y el círculo nunca se cierra. Y por tanto, la satisfacción no acaba de llegar y si llega, cada vez dura menos. Creímos en gente, que movidos por la avaricia, nos vendían un sueño de riqueza y nos endeudaron de por vida. Tardaremos mucho en recuperarnos de ese desengaño a todos los niveles. Y seguro que aún hemos de sufrir nuevos chascos, nuevas decepciones, nuevos ajustes…
Muchos ven el panorama sombrío, sin embargo tenemos muchos motivos para la celebración. El primer motivo es que tenemos la salud necesaria para mantenernos vivos, algo que, de tan cotidiano que nos resulta, nos parece trivial, aunque ninguno tengamos asegurado el día de mañana. El segundo es agradecer el cariño y cuidados de las personas que queremos y apreciamos y a la vez nos corresponden. El de las que nos ayudan de algún modo, las que nos acompañan, las que nos hacen sonreír o a veces llorar, las que nos dan que pensar….
También es esencial la actitud de aquél que con mimo se trata, se respeta, se cuida, se valora, se ama a sí mismo tal como es, pues ese amarse es el primer paso para vivir una vida más feliz.
Como celebremos estas Navidades depende de nosotros. Quizás podamos darle un nuevo sentido, abrir con cada señal navideña (canciones, luces, guirnaldas, abetos) un espacio interno de contacto con nosotros mismos, centrarse y pensar. Tal vez eso nos abra una nueva conciencia, una dimensión interna diferente, un contacto especial con nuestro ser. Hemos vivido hacia fuera (teniendo) y puede que haya llegado el momento de vivir un poco más hacia dentro (siendo).
En los tiempos que vienen, tendremos que ser, queramos o no, menos materialistas; tendremos que controlar más el gasto, pues las posibilidades de tener grandes ingresos, son menores que antes y más dificultosas. Por tanto estas navidades, tradicionalmente asociadas al consumo y el exceso, pueden ser un buen momento para mirar hacia adentro y redescubrir esos valores y esas cosas que no se compran con dinero. Para determinar qué necesitamos realmente y para ser un poco más solidarios. Para no aferrarnos a lo superfluo. Para encontrar el placer en actividades sencillas, que tal vez hemos olvidado. Para, aprovechando que la gente está más dispuesta a estar amable, sonreír más, quejarnos menos y abrazar a las personas que queremos y limpiar viejas heridas. Para acercarnos a los demás con simpatía, entendiendo que todos vamos de algún modo en el mismo barco y así aprender de verdad a compartir. Claro que lo ideal sería que lo hiciéramos todo el año, pero no viene mal que haya unas fechas que nos recuerden eso que tantas veces olvidamos.
De esta forma, lentamente, paso a paso y sin prisas, iremos encontrando cada día más motivos para animarnos por lo mucho de bueno que tenemos y más aún por lo que somos. Esta crisis es un buen momento para ver otras maneras de vivir la vida, de celebrar desde el corazón y no desde la obligación de consumo, porque “toca”, de valorar lo que de verdad representa para cada uno este espacio de reunión y convivencia, de plantearse otras maneras de disfrutar de estos días dejando la carga y la obligación para el día a día. Son tantas las opciones, tantas las oportunidades para sentirse bien que no merece la pena empeñarse en poner la atención sólo en lo que no tenemos, desatendiendo a todas aquellas personas que nos quieren y pueden hacer felices.
Podemos aprovechar los días festivos para hacer cosas que normalmente no tenemos tiempo de hacer: darnos un largo baño, preparar una comida especial, leer una novela que hace años que habíamos comprado, tumbarnos bajo una manta a escuchar música, etc. Cosas sencillas pero que producen satisfacción.
Si tenemos “obligaciones” familiares, es recomendable relativizar las situaciones conflictivas. Puede ser que nos encontremos con familiares que sólo vemos unas pocas veces al año. ¿Creéis que vale la pena entrar en una discusión?
Ya sé que hay personas a las que no les gusta la Navidad, que la consideran de las peores épocas del año, pero debo recordarles que los días pasarán igual les gusten o no. Por ello, es mejor disfrutarlos del modo que nos parezca más adecuado, sin obligaciones pero sin amarguras añadidas.
Sigue siendo socialmente incorrecto decir que no te gusta la navidad. Las navidades se asocian al calor familiar, a la fraternidad, a los valores positivos que contribuyen a construir imágenes idealizadas que se alejan de la realidad concreta de cada familia. La imagen perfecta que se nos venden de la navidad es inalcanzable y puede llegar a generar frustración y malestar. Las obligaciones colectivas no funcionan. Además, el amor a los nuestros podemos transmitirlo cualquier otro día. Los días que preceden y siguen a la Navidad son a menudo un periodo de angustia. La presión para que todo sea perfecto es la mejor forma de avanzar hacia el desastre. Amor, paz y felicidad son valores que difícilmente pueden aflorar con las exigencias y obligaciones propias de estas fechas y con el estrés que provoca el consumo desatado, son comprensibles las pérdidas de nervios. La navidad revive los conflictos familiares no resueltos. Para que las celebraciones navideñas sean vividas como entrañables es aconsejable no idealizarlas de antemano y enfocarlas con expectativas realistas.
El cuestionamiento de uno mismo, la autoevaluación, permite avanzar, comprender mejor lo que somos hoy y ver bajo un nuevo ángulo, más libre y distanciado, esa querida familia. Hay que evitar las respuestas excesivamente emocionales mostrando un enfado que no se corresponde con el momento actual sino con una mezcla de celos, amistad, envidia y competición almacenadas en la infancia y abiertas en las reuniones navideñas como si de una caja de Pandora se tratara. Estamos contentos de ver a los que nos son cercanos y al mismo tiempo nuestro psiquismo reactiva todas las cuentas no saldadas. Solo con un buen nivel de madurez y equilibrio emocional y con una actitud asertiva evitaremos que se apoderen de nosotros los conflictos emocionales no resueltos.
La llegada a la familia de un miembro externo, que se incorpora a las dinámicas familiares, siempre presupone una complicación añadida, porque la persona nueva incorpora un sistema de comunicación, costumbres, rituales y hábitos de su propia familia que a veces puede oponerse a la familia receptora o entrar en conflicto con ella. Los vemos como intrusos que vienen a entorpecer nuestra estabilidad familiar y tenemos miedo a perder nuestros referentes en lugar de verlos como un enriquecimiento.
A quien realmente no le gusten nada estas fiestas, debería tratar de eludir todos los compromisos y buscar actividades que le llenen. Aunque la mayoría de gente estará celebrando las fiestas, no todo el mundo lo hace, así que si sabéis buscar encontraréis alternativas. Tal vez celebrar la navidad y fin de año en un crucero es una buena idea.
Nadie debería sentirse obligado a estar feliz porque es navidad o fin de año. Estas fechas señaladas son solo números establecidos de manera social y no es obligatorio darles ningún significado si para vosotros no lo tienen. La felicidad es siempre deseable pero nunca obligatoria. Pero posicionarse en el otro lado, en la rabia y la incomodidad o en la tristeza, tampoco resulta muy útil. Es mejor respetar a los que son felices, contagiarse de sus emociones y disfrutar con ellos, aunque sea un poco.
Tal vez este año el consumismo deje de ser el principal leitmotiv de unas fiestas en las que agradecer el poder contar con personas que estén a nuestro lado, aunque a veces las reuniones familiares sean un pequeño desastre. Como el bolsillo no estará para muchos regalos, podemos intercambiar objetos útiles, tiempo, habilidades, etc.… A veces el mejor regalo no se consigue con dinero. Quizás sea el momento de encontrar todas esas palabras que no supimos decir a nuestros familiares y amigos y regalárselas.
Aprender a vivir el momento (Carpe Diem) es un oficio largo y delicado, pero es el único camino en el que encontraremos esa paz que tantas veces ansiamos, esa felicidad esquiva, esa satisfacción con la vida. Así que levantad vuestras copas y brindad por el presente, por el aquí y ahora y disfrutad con intensidad del momento. Trata de pensar qué es lo que de verdad importa, pues os ayudará a coger perspectiva, relativizar algunas cosas, dejar aquello que ya no es válido y poner nuevas cosas en su lugar.
Sea como sea, os deseo a todos que paséis unos felices días, pues estos como el resto, también forman parte de vuestra vida.
¡Felices Navidades!
©JAS2012

jueves, 13 de diciembre de 2012

Nuestra salud está en peligro

En los años pasados se han producido recortes en sanidad y el gobierno los propone aún más severos para el próximo 2013. Parece que este gobierno va dejar irreconocible lo que ahora identificamos como uno de los mejores sistemas sanitarios públicos del mundo, empleando los métodos y soluciones que ya Thatcher demostró como ineficaces e injustos. Situar como responsables de los servicios públicos a quienes no creen en ellos, dejar en manos de una clase oligárquica el bienestar social, no parece que haya sido una buena idea. Si junto al poder económico se le añade el político y con un poder europeo copado por políticos mezquinos y sometidos al dictamen de los mercados financieros, el horizonte se ve oscuro. Si añadimos además el escenario de crisis económica y de miedo por lo que los ciudadanos todo lo aceptan inmersos en una sociedad abducida y manipulada, el panorama es para despertar ya mismo y protestar como hacen el personal sanitario en diferentes centros de salud y hospitales.
Estos últimos meses se ha recrudecido la polémica sanidad privada o salud pública. Los medios filtran noticias para sentenciar, en el mejor de los casos, que "la salud pública universal y gratuita ya no es posible como la conocemos hasta ahora".
Pienso que, de toda la frase anterior, lo único cierto son las últimas 5 palabras. 
Está claro que cuando se incentiva a los trabajadores por “realizar bien su trabajo” son más eficaces al desarrollarlo. Por ello, mucha gente tiende a pensar que un producto o servicio realizado bajo gestión privada es más eficiente y eficaz que cuando se realiza desde la empresa pública.
El quid de la cuestión está en definir bien que se entiende “por realizar bien su trabajo” y cual es la finalidad del Centro de Salud: Ganar dinero o mejorar la salud del ciudadano. 
Si se pretende conseguir la mejor atención para tratar la salud de todos los pacientes, se precisará un presupuesto grandioso. Si además se es poco eficaz, (se desperdician medicamentos, instrumental, tiempo, etc.) y/o se tolera la corrupción, el costo aumenta hasta el infinito y tarde o temprano se hace insostenible con lo que no hay más remedio que “recortar”. Los abusos, tarde o temprano requieren penitencia. Esto quiere decir que hay reducir gastos, pero no en servicios básicos sino eliminando gastos generados por las malas-inadecuadas inversiones o actuaciones; por ejemplo en maquinas costosísimas de diagnóstico que permanecen almacenadas en algunos hospitales, etc. 
Si sólo se pretende optimizar la gestión para gastar lo menos posible, incluso para obtener beneficios (gran tentación) y derivar los casos difíciles y costosos a los hospitales públicos, el sistema de salud se tornará en una fuente de riqueza para las empresas de gestión privada y un servicio de salud deficiente para los ciudadanos. Puede que en muchas ocasiones estos se sientan mejor tratados, pero estarán contentos y engañados. Una gestión sanitaria visto como negocio implicará no sólo que podrás recibir la atención que puedas pagar, significará que aunque tengas dinero pasaras en la cola de atención por detrás del que pague más que tu. Esto que dicho así parece una salvajada sucede realmente en países del primer mundo desarrollado.

Si se pierde la confianza en los profesionales y en el sistema sanitario, nos espera un aciago futuro.
Todo el mundo sabe que tenemos algunos de los centros privados de medicina mejores del mundo: Clínica oftalmológica Barraquer, Clínica urológica Puigvert, etc. 
De lo que mucha gente no es consciente, es que en España tenemos uno de los mejores sistemas de salud públicos del mundo. Basta con enterarse cómo funcionan los sistemas de salud, en otros países del mundo desarrollado hablando con usuarios de los mismos o con médicos, enfermeras, etc. con experiencia en esos sistemas de salud, para entenderlo.

Dicho esto, debe corregirse lo que no funciona siempre, mejorar lo mejorable también. Sobre todo, perseguir la corrupción, denunciar todos los casos que se descubran y luchar por erradicarla, desde ya y con todos los medios. Esto va para los que cobran comisiones, roban “medios materiales” (desde pañales hasta papel higiénico), usan el tiempo de trabajo inadecuadamente, dan una mala calidad de atención médica o administrativa, etc... 
No todo el mundo puede dar recetas para mejorar al sistema sanitario. Muchos tratan de confundirnos cuando nos justifican sus recortes, claramente ideológicos, por los problemas de "sostenibilidad" del sistema sanitario (falso) en vez de presentar mejoras en la eficiencia (gestionar mejor los recursos). El rigor presupuestario no debe ser escusa para conseguir buenos resultados en salud sin necesidad de imponer recortes en los servicios sanitarios. 
Tal vez deberían recetarse más medicamentos genéricos y aumentar la productividad del sector público, hacer más cosas dentro y subcontratando menos al sector privado, desinvertir en cosas que no aportan valor clínico contrastado, preservando y mejorando la calidad,que también supone ahorro. 
Puede que tengamos demasiada estructura y precisemos ahorrar en ella, fusionando algunos hospitales y centros de salud, ganando en escala y especialización, compartiendo pacientes y atendiéndolos en centros superespecialiados en tratamientos concretos y super-eficaces y eficientes.
El tema es muy complejo y cada uno conoce su parcela y habla del tema según como le ha ido personalmente en su relación con el sistema, pero si hacemos examen de conciencia y tenemos un poco de empatía, seguro que servidores y usuarios tenemos muchas cosas que mejorar y mucho que ahorrar.
Todos los contribuyentes que pagamos nuestros impuestos debemos exigir que el gobierno primero haga que todos los españoles sean contribuyentes de forma justa y todos contribuyan, también las grandes empresas y segundo,  que los invierta adecuadamente y deje de influir en los medios para que se califique un derecho ciudadano como una caridad. Es bueno que los ciudadan@s seamos solidarios, pero no debemos aceptar sobre nuestras recortadas y debilitadas espaldas la responsabilidad de resolver todos los problemas sociales con caridad (banco de alimentos comedores sociales, albergues sociales, Caritas, ONG’s varias, etc.), máxime cuando muchos de estos problemas sociales son permitidos por el estado al no perseguir adecuadamente la corrupción y el fraude fiscal.
Los usuarios deben exigir un buen servicio por parte de todo el personal del sistema sanitario y el estado debe proporcionar las remuneraciones e incentivos adecuados para que estos desarrollen su labor con eficiencia y eficacia, haciendo honor a la importancia que su labor tiene para la sociedad. También, cada uno en su esfera de responsabilidad, debe cuidar de optimizar el uso de medicamentos y medios materiales y el rendimiento del personal y se deben establecer los sistemas formativos y controles necesarios para supervisar la consecución de los objetivos.
Son tareas muy complejas e interdisciplinares y para ello debe ponerse a los mejores profesionales en su desarrollo. No nos faltan ni universidades ni personal capacitado si actuamos antes de que se vayan de España todo el personal sanitario y gerencial que en ellas se han formado. Lo que parece que falta y mucho es, en primer lugar, aplicar la ley y vigilar su cumplimiento para no tolerar ni la corrupción ni la evasión-fraude fiscal, en segundo lugar falta voluntad política de los legisladores para actuar con ética y de acuerdo con las necesidades de los ciudadanos-usuarios del sistema público de salud, que somos todos.
Ya tenemos el euro por receta, el copago, muchas vacunas no obligatorias por ley, pero necesarias para la salud, copago en prótesis, retrasos en las programaciones de las operaciones, eliminación de revisiones que hace tres años eran necesarias y que por arte de magia han dejado de serlo,etc.  Los recortes en servicios básicos irán in crescendo si todos los ciudadan@s no despertamos y luchamos cada día para no permitir que los beneficios de unos pocos se ganen a costa de la salud de todos.
©JAS2012

Muy ilustrativo el vídeo Teresa Forcadas en el encierro en el Hospital de Sant Pau de Barcelona
http://www.youtube.com/watch?v=Kdd6hLAVdcI


lunes, 10 de diciembre de 2012

Los andaluces son...

En nuestro país, al igual que tenemos estereotipos sobre cómo son las personas de otros países, también los tenemos sobre las personas procedentes de las diferentes regiones españolas. Los catalanes se han considerado siempre trabajadores, tacaños y serios. Los Gallegos, tradicionales, hospitalarios y supersticiosos. Los madrileños, chulos y conductores agresivos. Los Vascos, brutos, orgullosos y muy nacionalistas. Los andaluces, alegres, con mucha gracia y sobre todo vagos. Etc. 


Pero, esas opiniones que producen los gentilicios catalán o andaluz, son ¿positivas o negativas? 
Hoy en día, con ayuda de las nuevas tecnologías, descubrirlo es muy sencillo. Además es sabido, incluso en el pueblo más recóndito, que muchísimo parroquiano acepta que “lo que se dice por internet va a misa”. Siendo así, podemos hacer el experimento de teclear en el buscador de Google la frase “Los andaluces son”. Hace sólo unos meses habríamos comprobado que la mayoría de los adjetivos que los describen eran negativos y despectivos hacia los residentes de Andalucía. Actualmente hay 1.080.000 entradas al buscar esa frase y en búsquedas relacionadas encontramos: 
Los andaluces son tontos, moros, vagos, analfabetos y aquí viene el gran cambio, después de 180.354 “clics positivos” ya empiezan a haber búsquedas del tipo: los andaluces son inteligentes, trabajadores, geniales, creativos, etc. 
Esto es así en mucha parte debido a que unos jóvenes emprendedores han lanzado una plataforma para cambiar la visión negativa que se tiene de los andaluces en Internet a través de los clics en Google. 
Con esta plataforma se persigue la colaboración de todos los andaluces que piensan que son artistas, currantes, creativos, campeones y quieren demostrarlo al mundo. Basta hacer clic en el enlace “Voy a cambiarlo ahora”. Con esta participación global se puede cambiar lo que se dice de los andaluces en el principal buscador de Internet. Una forma de cambiar los viejos tópicos, al menos virtualmente, que antaño podían tener mucha o poca razón, pero que con la globalización y mezcla actual de gentes y culturas dentro de España y con los inmigrantes que, por diversas razones, han venido de otros países, cada vez tienen menos razón de ser. 
Los diferentes estereotipos están muy extendidos en España, hasta el punto de crear conflictos entre algunos colectivos. Muchas veces se unen los sentimientos fanáticos y se politiza todo. Muchas personas de una región opinan muy mal sobre los de otra, aunque ni siquiera hayan conocido a uno en toda su vida, ni hayan viajado a la región de la cual sueltan sapos y culebras. Los principales responsables son los antiguos estereotipos y sobre todo las propagandas intoxicantes, machaconas y malintencionadas, que oyen y leen procedentes de medios de comunicación de masas o lanzados por Internet. En todas las regiones hay personas que actúan de forma fanática y si se esforzaran por conocerse mutuamente un poco, descubrirían que tienen entre sí mucho en común. 
Toda buena idea hay que tenerla en cuenta y me ha faltado tiempo buscar en Google la frase”los catalanes son”… 

He encontrado más de 3.050.000 entradas. Aún siendo numéricamente muchos menos, encuentro casi el triple de entradas en el buscador. Por lo menos por Internet  se habla mucho de los catalanes, otra cosa es saber que se dice de ellos. En búsquedas relacionadas se encuentra: Los catalanes son españoles, cerrados, tacaños, franceses confundidos, polacos, judíos, racistas, etc. Vamos, para echar a correr. Sólo falta que el buscador de Google diga que tienen rabo rojo con escamas y punta de flecha, llevan tridente y se comen a los niños aliñados con vinagre. Si lo leen esas personas que piensan que "lo que se dice por Internet" va a misa, estamos apañados. El follón está servido.
Quedan muy atrás, al menos en Google, aquellos tiempos de “El catalán de la roca saca pan” (sólo 2 entradas en Google) en que el gentilicio catalán despertaba una cierta admiración respeto y también algo de envidia.
Si todos estos estereotipos quedan tan atrás en el tiempo, ¿por qué siguen haciendo tanto ruido? Aquí vemos lo influyentes que son los medios de comunicación de masas y los tan utilizados “buscadores” de internet. Tal vez la ciudadanía debería empezar a ocuparse de estos temas para dar una visión más acertada de la realidad y para no dejarse manipular tanto aunque sea subliminalmente.
Es de cajón que cuando las sociedades se desplazan y se mezclan, la cultura evoluciona y no se puede vivir de viejos y trasnochados tópicos. Por este motivo encuentro la idea de estos jóvenes emprendedores andaluces muy original, creativa, exportable y fantástica para ayudar a que, todos los que usan los “buscadores” para “informarse” y poco más, tengan una visión más fiel de la realidad. Ya se sabe que “la mujer del Cesar no sólo debe ser honrada, sino además parecerlo”.
©JAS2012

martes, 4 de diciembre de 2012

Esta crisis ha sido una gran estafa


En el pasado fue el trueque y ante las dificultades para obtener lo que se necesitaba o deseaba de alguien, que a la vez necesitaba o deseaba lo que nosotros ofrecíamos, se inventó el dinero. 
Más adelante, los Bancos comerciales inventaron la Reserva Fraccionaria, un privilegio legal que les garantizaba disponer del dinero de sus depositantes para su uso privado. 
Más tarde, los bancos de inversión inventaron más formas de hacer crecer el “dinero virtual” y con sus préstamos para inversiones, sin respaldo de dinero real, propiciaron que los perniciosos ciclos económicos continuaran. La gran pena es que de seguir sin separar el poder político del económico, cuando después de haber sufrido grandes sacrificios se logre recuperar la economía, se vuelva a crecer y se absorba una parte del desempleo, se volverán a repetir los mismos errores: expansión, euforia, crisis y otra recesión. Siempre la misma película orquestada por los poderes político y bancario.
 
Siempre sucede lo mismo. Cuando hay una crisis, los banqueros son insolventes y el “prestamista de última instancia” debe salvarlos del derrumbe, tapar sus agujeros. 
En 1971 Nixon acabó con el cambio de "papel moneda" (billetes) por oro. Entonces, los gobiernos otorgaron en exclusiva la capacidad de imprimir dinero (monopolio de emisión de moneda) al Banco Central. A cambio de este lucrativo negocio, este debía financiar al gobierno. La exclusiva maquinaria de imprimir billetes, generaba de la nada toda la liquidez necesaria para devolver los ahorros a los acreedores que en su día depositaron en el banco, en cuanto se lo solicitaran. 
Esta forma de actuar hace que los ciudadanos paguen los “extra gastos" de los gobiernos, no sólo con los impuestos sino también con la inflación. Este proceder empobrece a todos los ciudadanos, más gravemente a los ahorradores modestos que a los ricos, al mermar la capacidad adquisitiva de sus ahorros. 
Los gobiernos han bajado los tipos de interés artificialmente cuando han querido estimular el consumo. Una gran mentira contada a la ciudadanía, porque han creado una ilusión momentánea que más tarde o más temprano, siempre se ha desmoronado. Esto es un gran fraude que han pagado siempre los usuarios de la moneda. 
La culpa principal de todo este tipo de crisis es de los acuerdos entre los gobiernos y los bancos para crear dinero virtual. Un fraude legal para el resto de los ciudadanos. 
Greenspan manipuló los tipos de interés para acabar con la crisis de las empresas de Internet, conocidas popularmente como las "punto com". Se inundó el mercado con nuevo dinero impreso y bajó mucho los tipos de interés, casi hasta cero. Los bancos paraban por la calle a cualquiera para ofrecerle dinero, prestado claro. Si el ahorro no había aumentado, ¿De donde sacaban tanto dinero para prestar?. Fue dinero virtual que dio capacidad de compra ficticia a los particulares y capacidad de pago a los empresarios para que emprendieran procesos que "se esperaba que tal vez" darían resultados en el futuro (ilusión). Los productos y los servicios los comprarían otras empresas y los particulares con el dinero virtual que les prestaba los bancos y el gobierno que gastaba mucho en inversiones, por desgracia, poco o nada rentables ni productivas para el futuro. 
Mientras la burbuja seguía creciendo, no había problema. Todos estaban eufóricos; unos ganando mucho dinero y otros consumiendo muchos productos y servicios como si fueran ricos, pero endeudándose por encima de sus posibilidades de retorno. Nadie se atrevía a parar la fiesta. ¿Se acuerdan de Zapatero?. Si hubiera actuado como la voz de la conciencia, prácticamente todos lo hubieran tildado de aguafiestas y hasta de loco. Íbamos cuesta abajo y sin frenos pero como la sensación era muy agradable, nadie lo pisaba. La mayoría ni siquiera era consciente de estábamos en grave peligro de accidente y que este llegaría a producirse. 
Llegó un día en que los sectores inflados por los errores de inversión, no pudieron responder a las deudas. Se produjeron grandes impagos y en 2007 se hundió la bolsa. Estalló la burbuja y la mayoría salieron descolocados en la foto. Como en el juego, se quedaron sin silla y en la realidad también sin casa y sin ahorros, sin negocio, sin empresa, sin empleo, con deudas vitalicias, etc…. 
El inmenso espejismo se transformó en gran tragedia. Ni había ahorro real ni consumo necesario para el que se necesitara producir más. Con este sistema económico, la solución probable será facilitar la generación de más burbujas para salir de la burbuja anterior. Una espiral de escapadas hacia adelante. 
Ya sabemos que los políticos son volubles y camaleónicos y aquí los gobiernos de los paises occidentales se pusieron todos de acuerdo. Sus políticas se homogenizaron después de la crisis: expansión monetaria (rescate indiscriminado de los bancos), subidas de impuestos, subidas del gasto público, etc. 
Como siempre se pusieron de acuerdo para que los platos rotos los pagara la ciudadanía. Todo lo contrario de asignar pérdidas a los verdaderos responsables. 
¿A quien iban a pedir responsabilidades si todos estaban manchados por el mismo betún? 
La corrección política establece que “los mercados” no funcionan, que las personas libres se equivocan, que es mejor que el estado intervenga en sus decisiones individuales. Algunos hasta piden “banca pública” y parece que nadie repara que Bankia, Catalunya Banc, NCG Banco, Banco de Valencia, BMN e Ibercaja+Caja3+Liberbank, los que peor lo han hecho en esta crisis, eran entidades públicas españolas, gobernadas por políticos españoles y sus amigos. 
En España, después de que los bancos y muchos particulares y empresas se habían endeudado irracionalmente, se empezó el proceso de endeudamiento de los estados (plan E). Los activos de los bancos se volvieron a contaminar con activos tóxicos diferentes de los procedentes de las hipotecas de baja calidad crediticia (deuda pública invertida en planes no rentables, pan para hoy y hambre para mañana, etc.) 
El gobierno español negó la crisis durante largo tiempo y la Hacienda pública, en lugar de bajar gasto público, bajar los impuestos y bajar la deuda pública, hizo todo lo contrario. ¡Nos hundieron más en el pozo! 
¿Cuándo aprenderemos a no dejarse embaucar por las promesas de los políticos y exigirles responsabilidades por su gestión? 
Se ha demostrado que las políticas inflacionarias son malas a largo plazo y que para evitar la repetición de ciclos recurrentes sería preciso rediseñar el sistema financiero y bancario a nivel mundial, para hacerlos compatibles con las exigencias del mercado y el cumplimento estricto de los derechos de propiedad. 
Los bancos insolventes no deberían haber sido rescatarlos con dinero público. En primer lugar debería haberse asignado pérdidas a los accionistas o propietarios. Si con esto no fuera suficiente, se debería convertir parte de los pasivos en fondos propios. Los acreedores de deuda subordinada se convertirían en nuevos accionistas. 
El resto de la deuda debería recaer sobre los acreedores a más largo plazo, que compraron instrumentos de riesgo y lo último a tocar deberían haber sido los depósitos a la vista. 
Con todo esto, el banco quebrado estaría recapitalizado sin pedir ni un solo euro del contribuyente. En lugar de este justo proceder, los gobiernos han rescatado empresas insolventes que seguían repartiendo dividendos y pagando sueldos millonarios a sus directivos y manteniendo miles de cargos poco eficientes por decirlo de una forma suave. Faltará ver en qué condiciones se realizarán los pocos despidos del personal de estas entidades (jubilaciones anticipadas con remuneraciones mucho mejores que las medias). 
Cuando se restringe la actividad económica hay que poder ser flexible y ágil para poder dirigir la actividad hacia a otros mercados con más actividad. 
Para ello no hay más remedio que reformar el “sistema bancario” ajustándolo para limitar su capacidad natural para crear burbujas. 
Los expertos de la EAE, (¡lástima no haberlos conocido antes de que nos pillaran con el paso cambiado!) proponen tres reformas: 
1. Completar la Ley de Peel exigiendo a los bancos coeficientes de caja del 100% de los depósitos de los ahorradores. El crédito debería estar respaldado por ahorros en cuentas para “almacenar ahorros” o en “cuentas de inversión” para dedicarlos a inversiones conocidas por los depositantes. (no como ahora que el banco puede dedicar los ahorros que depositamos en sus arcas a financiar armas o cualquier otro negocio desconocido por el ahorrador). 
2. Acabar con los Bancos Centrales (planificación financiera). Estos serían innecesarios ya que los depositantes siempre tendrían su dinero disponible cuando quisieran recuperarlo. 
3. Reintroducción del patrón oro, que los gobiernos no pueden manipular ni crear de la nada a su antojo, con coeficiente de caja 100%. 
De esta forma, se eliminaría el ROBO encubierto que se produce al inflar la oferta monetaria. 
En toda la historia de la humanidad, los hombres han luchado contra la opresión. Hoy en día el riesgo es menor, pero lo que está en juego es exactamente lo mismo. 
Los individuos han enfrentado multitud de crisis a lo largo de la historia y de todos ellas han salido con un poder político más fortalecido. ¿Hasta cuándo seguiremos cometiendo el mismo error? 
Tenemos la obligación moral de conquistar para siempre la libertad. Separar completamente el poder político de las finanzas el fundamental para conseguirlo. Solo así conseguiremos la paz, libertad y prosperidad. 
©JAS2012

Si queréis profundizar en estos temas….

martes, 27 de noviembre de 2012

¿Qué talla tienen los políticos catalanes?

Por suerte, no deberemos esperar mucho para desentrañar esta incógnita.
Después de que prácticamente el 70% de los catalanes con derecho a voto, lo ejercieran en las urnas el pasado 25 de noviembre, ha quedado claro que para que pueda formarse un gobierno eficiente, es absolutamente necesario que los políticos dejen el partidismo y establezcan pactos de legislatura para servir al país.


En las pasadas elecciones parece claro que una gran mayoría de los catalanes ha hecho oír su voz con la voluntad de que:

· La gestión de los asuntos públicos se haga desde diversas sensibilidades políticas.

· Sean consultados sobre su futuro político (dret a decidir, nou estat d'Europa, etc).
· Sea Artur Mas, con más de la tercera parte de votos útiles en el Parlament, el que ostente el liderazgo para llevar a cabo los anteriores mandatos. A él le corresponde formar un gobierno que sea el espejo de este doble encargo. Los 50 diputados que ha obtenido CiU la obligan a dejar de pensar en clave de partido y a priorizar el bienestar y el proyecto colectivo.

El nuevo gobierno debería dejar el partidismo para servir al país y también deberían hacerlo el resto de partidos; al menos los claramente soberanistas. Estas formaciones políticas deben tener la suficiente madurez para facilitar la labor del líder en la consecución de este gobierno plural que los catalanes han requerido. Las restantes formaciones soberanistas y sus líderes, perderán mucha credibilidad, si no se suman a la tarea de impulsar, desde el gobierno diario, los mandatos que esta gran mayoría de catalanes les han otorgado con su voto. Defender la soberanía o la independencia no puede desligarse bajo ningún concepto del gobierno, con un claro sentido social, que han votado una gran parte de los catalanes en estas elecciones.
Es de dominio público la desconfianza que los catalanes tienen de los partidos, de su opaca financiación que les imponen oscuras servidumbres y de sus cúpulas, en general poco democráticas y a veces sospechosas de corrupción.
Los partidos tradicionales basados en la obediencia endogámica a sus “aparatos” no consiguen fortalecer el cordón umbilical con la sociedad por estimulante que sea el proyecto. Es hora de que los partidos hagan pública una autocrítica sobre esta crisis de identificación de los catalanes con sus políticos; al menos con los mayoritarios. Esta desafección lleva a mucha gente a no ir a votar, a votar nulo, en blanco o votar a formaciones que no han tenido nunca una posición relevante en el parlamento, pensando que tal vez lo hagan mejor que los que han ocupado las poltronas en el pasado (C’s, Cups, Si, PxC, etc).
La experiencia nos enseña que los partidos mayoritarios no están acostumbrados a pactar ni a negociar. En el rompecabezas en que se ha convertido el actual Parlament, no les quedará otra opción que aprender a ser generosos con la divergencia, con las visiones no partidistas y con la independencia de criterios. Si no aprenden rápidamente, los catalanes sufriremos mucho y ellos serán los responsables; no los únicos, pero si los principales. Si nuestros políticos no estuvieran a la altura pactista y dialogante de la que presumen, se constataría que lo de los tópicos (los catalanes son un pueblo acostumbrado al comercio y al pacto) es pura patraña, o bien que la comunidad catalana ha cambiado tanto que ya no se le pueden aplicar los tópicos de antaño.
Catalunya está ante un momento histórico. 
Artur Mas ha de configurar un gobierno que no sea cautivo de las exigencias ni de su partido ni de los partidos con los que tendrá que llegar a pactar y el resto de partidos mayoritarios tienen que estar disponibles y colaborar lealmente, pasando de las palabras y promesas a los hechos. A mojarse como se dice coloquialmente. Es muy fácil criticar las medidas que otros piensan y ejecutan, lo que es difícil es enfrentar los problemas reales y buscar las soluciones más adecuadas teniendo en cuenta todas las sensibilidades. Lo fácil es repartir cargos y prebendas, lo difícil es imaginar y poner en práctica ideas para facilitar el crecimiento y  generar recursos, recaudar eficientemente parte de ellos y redistribuirlos justamente.
La crisis social y económica del país exige en el caso catalán, plantear la consulta soberanista y recuperar la ilusión para tomar medidas que aseguren el crecimiento progresivo del bienestar. Lo primero es recuperar la confianza en los políticos que hemos elegido y esta sólo la conseguirán si están a la altura suficiente para practicar la política de servicio con eficiencia que necesita la sociedad catalana. El gobierno debe ser soberanista y esta posible soberanía si el pueblo de Catalunya así lo decide cuando se le consulte, deberá asentarse sobre bases sólidas que permitan el progreso social y permitan decidir hacia dónde dirigir este progreso.
©JAS2012

Para leer otra visión sobre el tema pulsar más abajo...

lunes, 26 de noviembre de 2012

Al principio fue la crisis...

En 2007 estalló la burbuja de la subprime y el castillo de naipes se derrumbó. A partir de entonces se inició un gran cambio, tanto en los sistemas de producción como en los de transmisión del conocimiento. 
Entramos en un mundo de “conectividad extrema” en el que hay tal sobrecarga de datos, que la mayoría de las veces nos sobrepasan. Recibimos tanta información que es complicada de absorber y que hace que seamos menos reflexivos y que hagamos las cosas simplemente porque seguimos una tendencia de opinión. 
El “modelo” ha cambiado para siempre y esforzarse por recuperar algo acabado, no suele conducir a nada. Aprender de los errores, utilizar el pensamiento lateral, darse un baño de modestia para poder encontrar coincidencias y sumar, pensar en común y aprender a trabajar en equipo, es algo que se puede hacer de manera aterritorial y atemporal. Por ello es deseable y necesario un intercambio de ideas y lograr que nuestra sociedad sea cada día mejor. Estos cambios sólo pueden surgir de la colaboración de amplias bases de inteligencia colectiva. 
Es hora de dejar de hacer castillos en el aire. Parece que algunos pensaban que si se conseguía la independencia, nuestra actividad económica sería la de Alemania, nuestro nivel del vida sería el de Miami y que nuestro nivel de Ocio sería el de Hawái. Otros vaticinaban todo lo contrario. Hay que tener menos mala uva y más sentido común. 
Después de todas las elecciones, los perdedores ocultan sus pérdidas y tratan de comportarse como si fueran ganadores. Sin embargo, están llenos de dudas. 
Hoy 26/11/12, en los titulares de los periódicos, los del PP acusan a Mas de no saber leer la voluntad de los catalanes e interpretar mal la manifestación de la Diada, celebran el resultado como una victoria y dan por abortado el plan soberanista. Los de ICV no quieren que las izquierdas invistan a Mas, los del PSC no quieren pactar con Mas, los de Ciutadans instan a CIU a cambiar su candidato a la investidura, las CUP prometen ser el caballo de Troya de las clases populares y los de ERC dicen si a la independencia pero no tienen prisa por entrar en el Govern. Todos siguen enrocados en sus discursos y así ¡No vamos bien! Seguirán pagando los mismos de siempre: las cada vez más residuales clases medias catalanas. 
Seguimos sin darnos cuenta de nuestra tendencia a sabotearnos a nosotros mismos. Seguimos echando la culpa a los demás o a la mala suerte, por nuestras pérdidas en lugar de asumir, cada uno de nosotros, la responsabilidad de nuestras acciones y recordar que quien no aprende del pasado está condenado al fracaso. 

Lo que separa a los ganadores de los perdedores no es tanto la inteligencia ni los conocimientos secretos, ni tampoco su educación. Suelen ser sus emociones que tienen un impacto directo en los resultados de sus decisiones. 
Muchas veces los árboles no nos dejan ver el bosque. El miedo o la excesiva euforia, al contaminar nuestra mente, paralizan nuestro raciocinio. Si los que nos pretenden conducir a una sociedad mejor, más justa y más próspera, no están en sintonía con nuestra sociedad que es muy plural, dispersa e influenciable y siguen ignorando los fundamentos de la Psicología de Masas, entonces nunca tendrán ninguna opción de conseguir la sociedad mejor que la gran mayoría anhela. 
Uno de los efectos de la ilusión es que te hace confundir el deseo con la realidad y pienso que muchos idealistas catalanes, han sufrido este efecto en los últimos dos meses. Ayer nos dimos todos un baño de realidad. Ninguna previsión se cumplió. Muchos despertaron de golpe del sueño, como en el cuento de la Lechera. ¡Es lo que hay! 
En la película “Veredicto final”, Jack Warden le dice a Paul Newman como es tan iluso de formular una pregunta sin conocer de antemano cual va a ser la respuesta que recibirá. 
A la vista de los resultados, está claro que ni Mas ni sus asesores habían visto esa película o al menos no aprendieron nada de la escena. Mas y sus socios puede que actuaran muy democráticamente al escuchar su interpretación de la petición popular en la manifestación del pasado 11 de septiembre, pero poco hábiles en su decisión estratégica de convocar elecciones adelantadas, para que esta misma masa ratificara en las urnas lo mismo que parecían haber expresado durante esa jornada reivindicativa. Definitivamente ni todos los que eran siguieron a la pancarta ni todos los que la siguieron interpretaban lo mismo al seguirla. 
Dicho esto y sabiendo que hasta el menos listo de la clase es capaz de acertar las apuestas a toro pasado, debemos seguir adelante y parece que debemos hacerlo aparcando nuestra ansiedad, controlando nuestros sentimientos y aplicando más la razón y la estrategia. 
Esperemos que nuestros dirigentes se den cuenta que ha llegado la hora en que deben estar a la altura de las circunstancias. Esperemos que aparquen de una vez sus mezquindades personales y partidistas. Esperemos que dejen de preocuparse por su “silla” y la de sus amiguetes. Esperemos que dejen de decir lo que no quieren y lo que deben cambiar “los otros”. Esperemos que empiecen de una vez a hacer propuestas constructivas y esperemos que empiecen a colaborar por el bien de la sociedad. Esperemos que estén a la altura de las circunstancias y esperemos que trabajen conjuntamente para conseguir desarrollar nuestra sociedad, a favor de la mayoría. 
¿Les parece que es mucho esperar de los políticos que tendremos en el Parlament? 
No es lo mismos criticar al vecino, que tomar decisiones y pensar, buscar alternativas, tomar decisiones y asumir las consecuencias de los propios actos.
Los ciudadanos precisamos grandes dosis de información continua y contrastada. Precisamos que nos den voz, que nos escuchen, que sepan entender todas las sensibilidades y comprender que no todo el mundo tiene la misma capacidad de diálogo, de esfuerzo, de sacrificio, de colaboración, etc. Comprender que estas personas también votan, opinan, ocupan cargos públicos o no, etc. Disfrutamos de libertad de opinión y todas ellas deben escucharse con respeto aunque críticamente ya que no todas están igualmente documentadas ni son veraces. La sociedad es como es y por ello hay que ser consecuente con su composición y hacer mucha pedagogía. Hay que recordar, defender y respetar los derechos humanos de todos y por ello tener tolerancia cero para las calumnias y difamaciones. 
Concentrémonos en nuestras habilidades, seamos educados, responsables y muy asertivos y ojalá que el inmenso ruido que hay, y seguramente seguirá habiendo en el ambiente, no nos desvíe de nuestro camino. 
©JAS2012

domingo, 25 de noviembre de 2012

¡No al referendum en Catalunya! ¿Porque será?

Hay partidos políticos, personalidades, “intelectuales”, catalanes y ciudadanos del resto de España que, en los últimos meses, han expresado públicamente estar en contra de que se consulte a los catalanes. No quieren que se realice una consulta de una forma democrática y secreta, mediante un referéndum u otro sistema similar, su opinión sobre “Si” o “No” desean que Catalunya sea un nuevo estado de la unión europea, un estado federal libre asociado con España, un estado independiente fuera de la UE, o la pregunta que la mayoría de los parlamentarios decidan presentar finalmente a la consideración de los catalanes.

Pensando en el porqué de esta posición, se me ocurren, a bote pronto, principalmente tres razones:
1.-No quieren ver sufrir a una mayoría de catalanes, que pueden estar deficiente o inadecuadamente informados, sobre las vicisitudes que sufrirían si finalmente una mayoría respondiera “Si” a la pregunta. 
2.- Quieren tener cautivos a una mayoría de catalanes en contra de su voluntad, aprovechándose de su trabajo, laminando su estado del bienestar, mermando su capacidad para que crezca su economía y menospreciando-ocultando-diluyendo su cultura. 
3.- No son demócratas y por ello no les interesa conocer la opinión de los ciudadanos e incluso les molesta que quieran expresarla. 
Tal vez haya otras razones de peso irresolubles y los que han defendido la postura a favor de no consultar a los catalanes conozcan y tal vez expresen en un futuro. Me gustaría conocerlas y las busco en los diferentes medios para mejorar mi “conocimiento de causa” de las distintas opciones. 
En estos tiempos de excesivo "ruido mediático", ante cualquier comentario, propaganda o  "borrador" es bueno intentar conocer de quien partió la idea y pensar en términos "Cui prodest" (¿A quien beneficia? en castellano de toda la vida)

Por el momento y centrándome en la primera posibilidad que se me ha ocurrido, me extraña un poco que gobiernos (PSOE y PP) que han tratado tan poco equitativamente al territorio catalán y a sus ciudadanos (menos presupuestos para infraestructuras en Catalunya, menor porcentaje de ejecuciones de las obras presupuestadas, etc.) que perjudican su crecimiento económico y merman el bienestar de los catalanes, se preocupen de pronto por su bienestar del que no se han preocupado en solucionar durante los años que han gobernado. Los gobiernos de Catalunya han pedido a los diferentes gobiernos centrales, conocer las balanzas fiscales y equilibrarlas, así como los derechos ciudadanos, sin éxito por las continuas negativas, impugnaciones en los tribunales y “laminaciones” de leyes fundamentales catalanas. 
Respecto a las razones segunda y tercera, si fueran ciertas en todo o en parte, sólo provocarían unos fuertes deseos de huir de esa relación injusta, ingrata y deplorable. 

De todas formas, lo más repugnante son los intentos propagandísticos que hacen personas de los que apoyan el NO y también en algunos sectores radicales de los que apoyan el SI, en una reacción visceral y poco responsable de vía al paraíso, para enfrentar a los catalanes y al resto de españoles. 
Por suerte hay muchas personas con mejores intenciones, más viajadas y más documentadas que saben perfectamente que una cosa son las propagandas políticas y otra muy diferente el proceder de las personas. 
Por suerte la sociedad catalana es cosmopolita, muchos catalanes tienen familia y amigos en muchos puntos de España y algunos también en el extranjero y harán bien de hacer saber y entender a sus vecinos que ni unos ni otros tiene lengua bífida y todos comen por la boca. Seguro que estas gentes buenas, razonables y bien informadas intentarán que el resto de ciudadanos en todos los territorios de España, que no tienen este privilegio, por mala información y peor consejo de algunos, no rompan sus relaciones y puedan seguir disfrutando de una convivencia de igual a igual, libre, responsable y fructífera para todos, aunque sea desde diferentes “estados”. 

©JAS2012

lunes, 19 de noviembre de 2012

Vull viure en un pais que…

Al final del artículo podéis leerlo en castellano 
Les persones ens acomodem a la rutina. Tenim molta por a la pèrdua; encara que el que podem perdre no sigui massa bo ni plaent. Qualsevol persona assenyada fa tot el possible, i fins i tot l’impossible, per no tirar la tovallola, però no perdre. Fins que arriba un moment en que diu ¡prou!. ¡No puc mes!.

Un dia, el destí l’hi posa davant seu una oportunitat i sense por, l’aprofita. Ja sap que no aterrarà de pet al paradís, però al menys te l’oportunitat de construir quelcom millor del que tenia fins ara. 
Això es el que els ha passat a moltes persones a la seva vida personal i ja fa un temps que l’hi està passant a molts catalans. Uns politics catalans ens volen preguntar: «¿Voleu que us consultem si voleu que Catalunya sigui un nou estat d’Europa?» O quelcom semblant. D’entrada, nomes es vol preguntar als ciutadans per tal de conèixer la seva resposta, lliurement donada. Sembla que no s’hi pot oposar cap demòcrata. Dons no , no es així. Hi ha molts politics catalans i de fora de Catalunya que s’oposen a que es pugui fer aquesta pregunta als catalans. 
Cadascun d’aquets dos grups aporten les seves raons, les seves dades i difonen les seves propagandes. Alguns sembla que, si els fem cas, ens portaran a la terra promesa. Altres vaticinen que ens assolaran les set plagues bíbliques si fem cas als que ens volen fer la pregunta per conèixer el parer de tots nosaltres. Es necessita molta formació i molta sang freda per destriar el gra de la palla.

Himno y bandera española   http://www.youtube.com/watch?v=lV2HG2OrEwU
Himne i senyera de Catalunya   http://www.youtube.com/watch?v=pG9lnsqNHck
El nom, les banderes i els himnes només son paraules, trossos de roba acolorida, música i cançons. Es cert que aquests símbols tracten de reflectir la unió, el sentiment de solidaritat, la glorificació de la història i les tradicions del país, però el que més representa a una nació, son els seus ciutadans, els seus dirigents i els resultats de l’aplicació dels seus projectes politics que afecten directament a la gent del propi país que governen i als de la resta del mon. 
Molta gent, a tenor dels seus discursos públics i dels seus missatges a la xarxa, sembla que venen el peix abans de ser pescat. Salten etapes, creuen que es pot viatjar en l’espai i en el temps per teletransportació i que estan sols en el mon per poder fer el que els hi plagui. Sempre s’ha dit que “el voler es poder”, si mes no, mai s’aclareix el full de ruta per sortir de “E” i arribar a “C”. 
En els darrers anys del primer decenni del segle XXI hem passat de viure en una societat embogida pel consumisme desbocat a una depressió col·lectiva de tal magnitud que fins hi tot ha començat a augmentar la taxa de suïcidis. A partir de l’onze de setembre de 2012 molts milers de persones van sortir a manifestarse, pels carrers de Barcelona, de forma pacifica. A la pancarta de capçalera hi posava “Catalunya nou estat d’Europa” però el que agermanava a tota aquella munió de gent era demanar un futur millor per ells i els seus. Es detectava un ambient d’il·lusió per la possibilitat de aconseguir un futur millor. 
Tothom sap que la independència del país i per sí sol, un nou estat, no és la solució màgica a aquesta situació nefasta que vivim, però és una gran oportunitat per tenir un nou marc d'infraestructures, de valors i d'objectius. 
No puc negar que personalment m’engresca la possibilitat de tenir l’oportunitat d’ajudar a millorar la nostra societat i fins i tot de crear un nou estat millor que el que em pogut fer fins ara, si així ho vol la gen de Catalunya, quan se la pugui consultar democràticament. Aquesta perspectiva, per si mateixa, es il·lusionant i tenir il·lusió es fonamental per tirar endavant, créixer com a persones i per millorar el nostre benestar i el da la nostra societat. Però no és suficient. 
Ja fa molts anys que els meus pares em val explicar el compte de “La Lechera” i el perillós que era fer castells al aire. Tenim que saber quelcom més que el nom, l’himne i la bandera del possible nou estat. Tenim que pensar i comprendre que anhelem mes enllà dels nostres sentiments, somnis o quimeres; emprant el seny i la raó. 
Per tal que aquesta corrent d’il·lusió que envaeix molta gent del nostre país no esdevingui desil·lusió i frustració, es necessari meditar individualment en quina mena de societat volem viure. Tenim que escriure els nostres desitjos raonats per poder respondre, quelcom mes que unes poques paraules emotives, si algú ens ho pregunta algun dia...... 

¿Com voldríem que fos el nostre país? 

¡Quina feinada! Diran molts. ¡Ara aquest ens demana que pensem!... Per això paguem als politics. ¡Que pensin ells! 
Alguns diran: ¡No tinc temps per pensar! o tal vegada cridaran... ¡Pensar no, actuar ja!, 
Segurament també sentiré una munió d’excuses mes o menys certes, però no us faré cas. Qui vol millorar es te que esforçar, te que ser part activa del procés i per tant te que col·laborar amb l’esforç dels altres. La societat soms tots. Tots tenim el dret a participar i el deure de cooperar. 
Si algú vol canviar alguna cosa, te de deixar de fer el mateix que ha fet fins ara: Deixar que els altres decideixin per vosaltres. La llibertat comença dins vostra. Si no us agrada el que teniu i no feu res, no teniu cap dret a queixar-vos. Seguiu obeint i prou. 
Si voleu escriure el vostre futur comenceu a pensar ara mateix com el voleu. 
Així dons, començo a imaginar com m’agradaria que fos el país on viure i espero que m’ajudeu, amb les vostres idees a comprendre com fer-lo mes bonic i pròsper per a tots. 


Voldria viure en un país...
  • ...on les persones fossin el mes important. 
  • ...saludable física i mentalment, 
  • ...on es promociones el que la seva gen fos estudiosa, educada i culta i deixés de manar la futilitat, la satisfacció immediata i l'espectacle televisiu que penetra fàcilment entre la població jove i els grups amb menys densitat cultural. 
  • ...on es cultivés el pensament lliure i la crítica constructiva. 
  • ...amb unes estructures d'estat democràtiques, dialogants i participatives que ens permetesen decidir pacíficament el nostre futur. 
  • ...acollidor dels nouvinguts. On es respectin i s’apliquin els drets humans i on se'ls donin a conèixer la nostra llengua i els nostres usos i costums demanant-los es respecte degut vers els mateixos. 
  • ...garant de la justícia 
  • ...on es facin les denuncies als tribunals de justícia, aportant les proves pertinents, en lloc de difamar, impunement i sense conseqüències, als mitjans de comunicació. Aquests han d’informar a la ciutadania de la denuncia, del veredicte i de la sanció que s’imposi; tan al denunciat com al difamador. La democràcia es basa en la llibertat de les persones i no pot haver-hi llibertat si no hi ha informació, perquè sense informació és impossible que les persones puguin conformar un criteri i sense criteri no es pot fer l'exercici de l'elecció que és l’ instrument propi de la democràcia. Per això es tan important que estigui garantida la informació plural, imparcial, oportuna, contrastada i veraç. 
  • ...on tots els càrrecs polítics o dirigents socials siguin electes democràticament en llistes obertes i cap sigui de lliure designació o adquirit per rao d'herencia. 
  • ...on per accedir a l’elecció d’un càrrec polític es precisi demostrar uns coneixements mínims (formació acadèmica, idiomes, etc) i demostrar una experiència mínima en l’exercici de la seva professió previa a l'entrada en la política. 
  • ...on es respectin els drets dels servidors públics, se’ls remuneri adequadament, amb total transparència i s’exigeixi amb fermesa el compliment dels seus deures demanant les responsabilitats pertinents en cas d’incompliment de compromís electoral, ineficiència, malversació o corrupció. Total transparència en la presentació dels contes públics i en els de les formacions polítiques. 
  • ...on les estructures de l’estat siguin les adequades, estiguin ben dimensionades (nombre de politics i funcionaris / nombre d’habitants als quals donen servei) i siguin eficients i productives. 
  • ...on l’administració de les finances públiques (per exemple el Serveis d’Ocupació i l’ajuda d’internacionalització de les empreses) funcioni de veritat, vetlli pel benestar de les persones i sigui transparent i facilitadora del progrés social. 
  • ...on el mercat de les subministradores d’energia (gas, electricitat i carburants) estesin de veritat oberts a la lliure competència, trencant d’una vegada amb els oligopolis que imposen els preus que volen als ciutadans, autònoms i PIMES. Un país on es promociones el desenvolupament de les energies solar i eòlica. 
  • ...on es garanteixin els drets dels ciutadans i de la meritocràcia. 
  • ...on tots els ciutadans tinguin els mateixos drets de partida, tots estiguin subjectes al compliment de la mateixa llei, sense privilegis especials i només depenent dels seus mèrits, puguin arribar als mes alts nivells de la societat. 
  • ...on es defensin els valors de l’ètica i de la justícia social i es tingui tolerància zero amb la corrupció, el suborn i els actes de prevaricació. Un país on per fer negocis, no hagis de mirar amb quina persona de l’administració hagis de “parlar” sinó que tan sols sigui necessari mirar la llei. Coherència i honestedat. 
  • ...defensor de l’ igualtat d’oportunitats independentment de qualsevol altre criteri. 
  • ...exigent amb el compliment dels deures, dels acords i on tenir èxit fos una conseqüència de la feina ben feta. La quantitat i la qualitat no estan renyides. 
  • ...ple de gent inconformista i lluitadora, pròspera, industriosa, treballadora, esforçada, eficient, facilitadora de l’emprenedoria, innovadora, creativa, segura de si mateixa i solidaria amb el mon 
  • ...on creixi una classe mitjana ampla en lloc d’una on només hi hagi rics, pobres que viuen de la solidaritat o directament de la caritat e indigents que subsisteixen per sota del llinda de la pobresa. 
  • ...ple de gent orgullosa de la seva cultura i dels signes d’identitat del seu país, defensora del català com a llengua vertebradora d’una societat plurilingüe. 
  • ...orgullós de totes les seves gents, del seu paisatge y respectuós amb la natura. 
  • ...Mes coses que cadascú de vosaltres voldríeu pel vostre país... 
Així es el país que m’agradaria que construíssim entre tots nosaltres i els nostres politics al davant per facilitar-nos la tasca. 
©JAS2012
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